domingo, 30 de enero de 2022
LA AMBICIÓN DE UN LADRILLO
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
El gran inventor y científico Thomas Alba Edison, no fue muy buen
estudiante, pero sus ganas de trabajar, su curiosidad bien orientada y
su talento, lo llevaron al éxito. Inventó el telégrafo, mejoró el teléfono,
creó el fonógrafo y la lámpara eléctrica, y muchos otros artefactos.
Cuando le preguntaban cómo llevó a cabo todo ello, decía que la
genialidad consiste en uno por ciento de inspiración y de 99 por ciento
de trabajo. Hay que trabajar mucho, y eso es lo que hecho durante mi
vida, concluía.
En sus acostumbradas Audiencias del miércoles, el Papa Francisco ha
querido dedicar varias a reflexionar sobre San José. Comentaba que los
evangelistas se refieren a él como el “carpintero” u “obrero de la
madera”, quienes en los tiempos de Jesús también fabricaban arados y
ayudaban en la construcción de las casas. Oficio duro y no bien
remunerado. Jesús, que aprendió y ejerció el oficio de su padre, elevó y
dignificó el trabajo humano.
2) Para pensar
Louis Kahn, llamado el “Arquitecto de la luz”, de origen estonio, es
uno de los arquitectos que más influyó en el siglo XX. Dedicó parte de
su vida a la enseñanza. En sus clases, teniendo a su espalda imágenes
de grandes construcciones, sostenía en su mano un ladrillo mientras
preguntaba a sus alumnos: “¿Qué es esto?” Ante la respuesta de sus
alumnos, les decía: “Incluso un ladrillo quiere ser algo más. Tiene
ambiciones. Un simple y ordinario ladrillo quiere ser algo mejor que
esto. Así debemos ser todos”. Grandes y hermosas construcciones son
gracias a humildes y comunes ladrillos. Bastaría admirar los ladrillos
maravillosamente dispuestos en el bosque de columnas de la Sala
Hipóstila de la Gran Mezquita de Córdoba.
Nuestro trabajo o actividad, sea cual fuere, por humilde y común que
sea, tiene una gran dignidad, pues como afirma San Josemaría Escrivá:
“el trabajo es un don de Dios… es testimonio de la dignidad del
hombre… es ocasión de desarrollo de la propia personalidad. Es vínculo
de unión con los demás. Fuente de recursos para sostener a la propia
familia; medio de contribuir a la mejora de la sociedad, en la que se
vive, y el progreso de toda la Humanidad” (Es Cristo que pasa, n. 47).
3) Para vivir
El trabajo es un componente esencial en la vida humana, y también
camino de santificación. No se debe permitir que se convierta en motivo
de injusticia social. El Papa Francisco mencionó que es hermoso pensar
que Jesús mismo trabajó y aprendió este arte propio de san José. Nos
invita a preguntarnos con qué espíritu lo hacemos, qué sentido le
damos, cómo afrontamos el esfuerzo, si sabemos verlo como un servicio
y ayuda a los demás.
Siempre será necesario recuperar el valor del trabajo, para que sea
un derecho y deber fundamental de la persona, que expresa e
incrementa su dignidad. El Papa quiso manifestar su solidaridad rezando
por quienes sufren a causa del trabajo, personas explotadas o que no
encuentran un trabajo digno. Invitó a recuperar el sentido del trabajo,
como elemento esencial que dignifica al hombre y coopera a su
santificación. Trabajar como lo hicieron José y Jesús, para que nos
permita colaborar en un proyecto que, a fin de cuentas, es el proyecto
de Dios. (articulosdog@gmail.com)
sábado, 29 de enero de 2022
BORIS PASTERNAK: EL GRAN DISIDENTE DEL TOTALITARISMO SOVIÉTICO
Raúl Espinoza Aguilera@Eiar51
El escritor ruso Boris Pasternak nació en Moscú en 1890 y falleció en 1960. Es reconocido como uno de los grandes poetas y novelistas de Rusia. Vivió la debacle de la Primera Guerra Mundial que tanto afectó a los soldados y a los ciudadanos, la turbulencia y el desorden social de la Revolución rusa de 1917, así como la era del terror comunista de José Stalin (1878-1953)
Pasternak nació en una atmósfera cosmopolita. Por su casa desfilaban grandes celebridades ya que sus padres eran artistas. Sólo por recordar algunos, como el célebre músico, Serguéi Rachmáninov, el genio de la Literatura rusa, León Tolstói (autor de “La Guerra y la Paz”, “Ana Karénina”, entre otras obras) o el admirado poeta Rainer Maria Rilke y algunos otros más.
En 1914 publicó su primera colección de poemas. Su obra está cargada de un intenso lirismo pletórico de vivencias y dotada de profundas reflexiones que eran como un reflejo de su redención personal que le proporcionaba nuevos descubrimientos de su luz interior. “Quisiera llegar a todo / hasta la misma esencia: / quisiera a través de mis dudas / llegar hasta la médula del drama. (…) / Viviré, pensaré, sentiré, amaré / todo el tiempo tomando los hilos / de los destinos y de los seres / para encontrar nuevos / descubrimientos”. /
Sus principales obras poéticas son: “Mi Hermana la Vida” (1917), “El Año 1905” (1927), “El Segundo Nacimiento” (1934). Sintió una viva pasión por la música, por las doctrinas filosóficas y por las experiencias de la poesía occidental. Fue traductor de la obra de Bertolt Brecht y de William Shakespeare.
En Italia, en 1957, fue publicada su novela “Doctor Zhivago”. Esta obra literaria causó una enorme indignación en el régimen soviético de José Stalin. Y pronto fue acusado de escribir “sólo calumnias” y de ser un “insecto nocivo” y “traidor a la Patria”.
¿Cuál es el argumento de esta novela? Revela el mundo brutal y atroz de la era estaliniana. En medio de lo que parece ser sólo un drama de amor entre el Doctor Zhivago y su amante Lara (Larisa Antipova), comunica al lector el trasfondo histórico –de injusticia y crueldad- de un sistema totalitario que llena de dolor silencioso a su Patria. Es decir, es una metáfora del desconsuelo y del desaliento de la propia Rusia. De una Rusia humillada y ofendida, sin capacidad de defenderse. “Los personajes del Doctor Zhivago –afirma el crítico Slonim- son antes víctimas que verdugos”.
El resultado fue que esta novela tuvo un gran eco internacional y fue muy bien recibida por la crítica literaria de Europa Occidental. Al año siguiente, en 1958, Pasternak recibió el Premio Nobel de Literatura.
De inmediato fue expulsado de la Unión Nacional de Escritores. Pasternak escribió a la Academia Sueca para comunicarles que se sentía agradecido y sorprendido con tal distinción. A los pocos días, las autoridades obligan de nuevo a escribir otra carta a la misma Academia Sueca en la que les da la siguiente explicación “No me lo tomen a mal, pero debo de rechazar este Premio inmerecido que se me ha concedido, tomando en cuenta la sociedad a la que pertenezco”.
Después de este doloroso suceso, son reveladores estos versos del poeta: “Caí como una feria en medio / de la cacería. / En algún lugar hay hombres, / mundo y libertad. / Pero ellos me persiguen, / no hay salida. Está encadenado / el movimiento (…) / y así -muy cerca de la tumba- / mi fe es ésta: llegará el día / en que se opondrá el espíritu de / la bondad a la fuerza bruta / y a la maldad”. /
En el fondo de todos sus poemas, frente al dolor y la tragedia, siempre surge el amor, como elemento purificador, que llena de paz y alegría al poeta: “El amor está siempre conmigo. / Baila, ríe, rasga la oscuridad, / corre como los más poéticos / epígrafes…”. /
En “La Noche de Invierno”, del cuaderno lírico de Yuri Zhivago, aparece escrita la más íntima metáfora de la biografía espiritual de este poeta, quien a lo largo de toda su vida sufrió “el exilio interior” cuando escribió: “Una vela se quemaba en la mesa, / silenciosa se quemaba una vela.” /
En esta célebre novela, Boris Pasternak intentó –como otros grandes literatos de su Patria- dar su propia visión de la totalidad rusa en una época excepcionalmente inquieta, rebelde y cruel. Enfrenta a dos realidades históricas: el personaje de Sonia, que representa el orden tradicional abandonado y Lara, que es la esperanza –luego defraudada- de la Revolución.
Con los cambios políticos, económicos y sociales impulsados bajo la Presidencia de Mijaíl Gorvachov, en 1985, con la llamada “Perestroika”, una reforma basada en la reestructuración del sistema económico, y la Glasnot”, que buscaba una mayor transparencia y democratización en la U. R. S. S., fue publicada en ruso la novela “El Doctor Zhivago” en 1988. Ha sido catalogada como la gran novela de la Revolución Rusa y traducida a numerosos idiomas.
En 1965 se estrenó la película de esta novela protagonizada por los actores Omar Sharif, Julie Christie y dirigida por David Lean. Recibió el Óscar al mejor guión adaptado, el Óscar a la mejor fotografía y otros más reconocimientos internacionales.
En definitiva, Boris Pasternak fue rehabilitado como escritor en su Patria y ha sido reconocido como una de las grandes luminarias de la Literatura Universal.
lunes, 24 de enero de 2022
LA ORACIÓN ES CLAVE PARA ABRIR EL CIELO
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Se cuenta que una niña en sus oraciones de la noche le pidió a Dios
una flor y una mariposa. Se durmió con la ilusión de encontrárselos por
la mañana. Pero sucede que al despertar se decepcionó, pues encontró
un cactus con espinas y un feo gusano. Se puso triste, pues pensó que
Dios le había hecho una mala broma. Dejó el cactus en una maceta con
el gusano, y procuró ya no pensar en ello. Pero después de un tiempo,
para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacida la más bella de
las flores, y el repugnante gusano resultó ser una oruga transformada
en una bellísima mariposa.
Dios escucha siempre nuestras oraciones y siempre hace lo correcto,
aunque a nosotros no nos lo parezca. Él sabe sus caminos que siempre
serán mejores que los nuestros.
Al haber tratado sobre el Bautismo del Señor, el Papa Francisco hace
una interesante observación en el texto de san Lucas: “Sucedió que
bautizado también Jesús y mientras estaba en oración, se abrió el cielo”
(Lc 3, 21). Podría parecer que Jesús no necesitara de orar, pero no es
así. Los Evangelios repiten muchas veces que Jesús pasaba mucho
tiempo en oración: al inicio de cada día, a menudo de noche, antes de
tomar decisiones importantes... Su oración es un diálogo, una relación
con el Padre.
2) Para pensar
Contaba el p. Jesús Urteaga de un niño cuya enfermedad no le
permitía caminar. Sin embargo, ese estado lo había llevado a ser
sumamente egoísta y solía hacer berrinches por cualquier motivo. Sus
padres habían tratado por muchos medios de lograr su curación, pero
todo había sido en vano. Por ello lo llevaron al Santuario de Nuestra
Señora de Lourdes para pedir su curación. Dentro de la multitud de
enfermos, los padres del niño lograron ponerlo casi hasta adelante al
momento de la Bendición con el Santísimo y le dijeron a su hijo que
hiciera su petición. Ya de regreso, la madre le preguntó a su hijo si
había pedido su curación. Pero su hijo le dijo. “No. ¿Viste que adelante
había un niño con una cabeza muy grande? Pues le pedí a la Virgen que
mejor curara a ese niño”. La madre comprendió que al pedir por otro, la
Virgen le había hecho un milagro mayor al sanarlo de su arraigado
egoísmo.
La oración no es una vía de escape, ni un rito mágico o una
repetición de cantilenas aprendidas de memoria. Rezar es el modo de
dejar que Dios actúe en nosotros, para captar lo que Él quiere
comunicarnos incluso en las situaciones más difíciles. Rezar es para
tener la fuerza de ir adelante.
3) Para vivir
La oración nos ayuda porque nos une a Dios, nos abre al encuentro
con Él. La oración es la clave que abre el corazón al Señor. Es dialogar
con Dios, es escuchar su Palabra, es adorar: estar en silencio
encomendándole lo que vivimos.
Como en el caso del Bautismo de Jesús, podemos decir que la
oración nos “abre el cielo”: da oxígeno a la vida, da respiro incluso en
medio de las angustias, y hace ver las cosas de modo más amplio, dice
el Papa. Y, sobre todo, nos permite tener la misma experiencia de Jesús
en el Jordán: nos hace sentir que somos hijos amados del Padre. Hay
que tener la seguridad que Él siempre nos dará lo que necesitamos en el
momento adecuado. La espina de hoy puede ser la flor de mañana.
(articulosdog@gmail.com)
viernes, 21 de enero de 2022
MODOS DE MEJORAR LA CONVIVENCIA DIARIA
Raúl Espinoza Aguilera, @Eiar51
La grata convivencia no se improvisa ni se adquiere por generación espontánea.
Requiere aprender a cuidar una serie de detalles fundamentales para hacerla más
amable y cordial.
Quizá el punto de partida sea el tratar de comprender bien a los demás y
adentrarnos en la situación de cada uno. Ningún individuo es idéntico a otro. Cada
quien tiene su propia personalidad, su carácter, su temperamento, sus metas e
ilusiones profesionales, familiares; sus propios gustos y aficiones.
Y es necesario captar cómo es cada quien para tratarlo adecuadamente. Existen
personalidades apasionadas, otras detallistas, otras más, frías, cerebrales y
metódicas. Ante una magnífica e importante noticia esas personas la reciben de
diversas formas: las personalidades apasionadas quizá tengan expresiones de
júbilo o gritos de entusiasmo. En cambio, las que son cerebrales probablemente
dirán tan sólo: “- ¡Qué bien!” y punto.
Para que se genere una grata convivencia se deben de cuidar, en primer lugar, las
normas de la urbanidad, de cortesía y de respetar a cada uno cómo es y cómo
piensa. Para ello, es necesario conocernos a nosotros mismos, con nuestros
defectos y virtudes.
También es fundamental el aprender a escuchar. Algunas personas conversan
demasiado sobre sí mismas y eso a la larga resulta cansado. Es mejor la labor de
escucha, como receptor, para luego poder emitir nuestros propios juicios y
opiniones. Es decir, intercambiando serenamente los puntos de vista.
De la misma forma, tal y como se encuentra nuestro país en lo político y en lo
económico, el hecho de insistir una y otra vez en algo tan sabido y comentado por
los medios de comunicación, no puede ser interesante. Como tampoco el abundar
en demasiadas malas noticias; en ser negativos o pesimistas.
Nuestra conversación se debe orientar más bien hacia todo aquello que resulte
enriquecedor, sugerente, interesante. De esta forma, surgen intercambios de
comentarios animantes y positivos.
Sin que suene a un autoelogio, hace poco me decía una Comunicadora: “Me
gustan algunos de tus artículos porque abordas otros temas distintos y originales y
no caes en esas opiniones de algunos comentaristas que son obvias, reiterativas
y, por tanto, aburridas”.
En efecto, me parece que –ante la situación general del país- todos debemos
hacer un esfuerzo por tratar de exponer temas de conversación constructivos y
que aporten ideas e iniciativas creativas.
Es conveniente evitar todo lo que resulte molesto y desagradable. Por ejemplo: las
críticas mordaces o hirientes, las continuas puyas o las burlas de desprecio hacia
los demás. Porque el descalificar a los demás no conduce a nada positivo, sino
que crea un mal ambiente y denigra al prójimo.
En cambio, las personas que saben reconocer las virtudes, los valores y logros de
los demás genera un ambiente amable y cordial.
Es importante tener buen humor. Cuento con familiares y amistades que han
desarrollado el arte de contar buenos chistes, de contemplar el lado gracioso y
divertido de las cosas ordinarias. Eso se agradece mucho porque ¡es “la sal de la
vida”!
Eso rompe la monotonía, la excesiva solemnidad en el trato y lleva a la sencillez, a
la naturalidad y espontaneidad en la convivencia. Estas mismas personas son
capaces de contar divertidas y amenas anécdotas que alegran la vida de los
demás.
Tengo una hermana que es capaz de contar chistes por más de una hora. Mis
primas le piden que cuente los mismos chistes. Y aunque mi hermana les diga:
“- Pero si esos chistes ya se los he contado. ¡Hasta un libro les mandé de chistes
y bromas!”.
Ellas invariablemente responden:
“- Pero tú los cuentas muy divertidos y nos reímos mucho. ¡Vuélvelos a contar, por
favor!”
Y así se inicia una agradable sesión de chistes y bromas que se enriquece con
otros más que aportan los demás familiares y se logra tener una reunión
sumamente divertida y agradable. Siempre he considerado que es un acto de
caridad el brindar un rato de alborozo y regocijo a los demás y el procurar que
pasen momentos inolvidables, entrañablemente familiares.
En definitiva, para convivir hay que darse generosamente a los demás sin esperar
recibir nada a cambio y tener espíritu de servicio para que los demás sean felices.
jueves, 20 de enero de 2022
AUSTRALIA CONTRA DJOKOVIC
Pbro. Mario Arroyo,
Dr. en Filosofía.
p.marioa@gmail.com
La reciente deportación del tenista número 1 del mundo da mucho material para
reflexionar. Hay muchos temas éticos involucrados en este caso: la objeción de conciencia, la libre
autodeterminación, la seguridad social, la ejemplaridad. Digamos que el contencioso Djokovic vs
Australia es una nueva concreción del clásico conflicto entre ética de la convicción y ética de la
responsabilidad, y también un caso muy claro donde chocan la ética personal con la ética política.
Vamos a intentar desenmarañar un poco esta complicada madeja moral.
Primero de todo, mi reconocimiento a Djokovic, pues con esta firme determinación de
defender su conciencia, por encima de un torneo, del cual era el campeón defensor, por encima
de mantenerse en el primer lugar mundial de la ATP, por encima del jugoso premio al que
renuncia, nos muestra el invaluable valor de la conciencia. Es testigo de cómo la fidelidad a la
propia conciencia está por encima de cualquier galardón humano y, en ese aspecto, es inspirador
como persona, tanto como lo es en cuanto deportista.
No significa esto que la actitud de Djokovic sea la correcta; es decir, que lo adecuado sea
ser anti-vacunas. Significa que la conciencia es el sagrario del hombre y no debe ser violada por
ningún poder político ni, en este caso, sanitario. Muy bien puede ser una actitud errónea en su
materialidad –lo correcto sería vacunarse-, pero la autoridad política debe respetar la integridad
de la conciencia, aunque corra el riesgo de estar equivocada. Es algo análogo a lo que sucede con
las transfusiones de sangre en los Testigos de Jehová, ¿debemos aplicárselas, por su bien, aunque
ellos no lo quieran? La comparación no es del todo pertinente, porque hay un dejo de
irracionalidad en el no aceptar transfusiones, mientras que ser anti-vacunas no necesariamente
obedece a una actitud ilógica. Pero el tema de fondo es el respeto a las libres determinaciones de
la conciencia.
Ahora bien, Djokovic tiene derecho a no vacunarse, es una libre terminación que ha
tomado en conciencia y debe ser respetada. Pero también, el gobierno australiano tiene derecho a
establecer que en Australia solo entran personas vacunadas. Es claro el enfrentamiento entre la
ética personal de Djokovic y la ética política de Australia. No es aquí el lugar para desarrollar las
semejanzas y diferencias entre ambas éticas, pero sí cabe afirmar que no son lo mismo, o que lo
ético personalmente hablando no es ipso facto correcto políticamente hablando y viceversa. Se
enfrentan la ética de la convicción de Djokovic con la ética de la responsabilidad del gobierno
australiano, que ha desestimado hacer una excepción en el caso del tenista, también por el
carácter ejemplar de la norma. No sólo sería permitir simplemente que una persona no vacunada
entre al país para defender su título de tenis, sino el mensaje que transmite: un gran líder y
modelo que se opone a las vacunas y que se salta impunemente las reglas que rigen para todas las
demás personas en Australia.
Como se ve, hay una colisión entre las dos éticas, entre los dos derechos, el derecho de
Djokovic a seguir su propia conciencia y el de la autoridad australiana de decidir las condiciones
requeridas para entrar en el país. ¿Qué se hace usualmente cuando hay un conflicto de derechos?
Se mira cual de ambos tiene la precedencia; y aquí es donde puede radicar la parte más compleja
del contencioso Djokovic vs Australia. ¿Qué debe primar? ¿La autodeterminación de una persona,
el no sufrir vejaciones por causa de su conciencia o la seguridad sanitaria de un país y su derecho a
imponer reglas? No debemos olvidar tampoco el carácter ejemplar, en ambos sentidos, que tiene
la toma de cualquier decisión.
Pienso que aquí cabe hacer una distinción. Prevalecería el derecho de Djokovic si fuera
obligado a actuar en contra de su conciencia. Pienso que ningún poder político tiene la autoridad
para obligar a actuar en contra de la conciencia sana de alguien. Pero Djokovic no ha sido obligado
a actuar en contra de su conciencia, simplemente se ha limitado a pagar las consecuencias de su
propia determinación, un valor alto y por eso lo reconocemos, pero también aceptamos el
derecho que el gobierno de Australia tiene de poner requisitos para entrar en su territorio.
lunes, 17 de enero de 2022
"LA BELLA Y LA BESTIA"
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Es conocido el cuento de “La Bella y la Bestia”, sobre todo a partir de
ser llevada al cine en varias ocasiones. Es un cuento de hadas
tradicional europeo y ha tenido muchas variantes. Se piensa que su
autora es la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve
que publicó el cuento en 1740, aunque algunos investigadores señalan
su origen mucho tiempo atrás.
En el cuento se relata cómo un hermoso Príncipe, pero presumido y
arrogante, fue convertido por una hechicera en una Bestia por su
soberbia y egoísmo. El hechizo terminaría cuando aprendiera a amar y
fuera realmente amado. Aparece una hermosa mujer llamada Bella,
quien llega a enamorarse de él, rompiéndose el hechizo, y recuperando
el príncipe su forma humana.
En nuestro bautismo, guardando las debidas proporcionas, sucede
algo semejante como el cuento: somos transformados y recuperamos la
forma que habíamos perdido por el pecado: somos hechos hijos de Dios,
semejantes a Cristo.
El tiempo de Navidad concluyó con la fiesta del Bautismo del Señor.
El Papa Francisco la celebró bautizando a 16 niñas y niños. Recordó que
comenzamos a ser hijos de Dios el día de nuestro bautismo, ahí nos
convertimos en hijos amados del Padre. Recuperamos la hermosa
imagen de Cristo y por ello somos cristianos.
2) Para pensar
Cuando el papa San Juan XXIII asumió el pontificado, fueron a
saludarlo los de su pueblo de origen. En la plática uno le preguntó si era
muy duro el peso de ser Papa. Entonces el Papa les recordó que cuando
él era un niño de siete años, su papá lo llevó de su pueblo a la feria.
Pero tuvieron que caminar mucho, se cansó y ya no podía caminar.
Entonces su papá lo puso sobre sus hombros y lo llevó hasta la feria. Se
presentaba en la feria un espectáculo, pero como era muy bajo de
estatura, no veía nada. Entonces, una vez más, su papá lo puso sobre
sus hombres y ya pudo mirar sin dificultad. El Papa concluía: Así sucede,
con la certeza de ser hijo del Padre más bueno y más poderoso, soy
capaz de llevar el peso del pontificado. Él me pone sobre sus hombros.
Pensemos si el sabernos hijos de Dios, nos hace recuperar la paz
ante las dificultades y problemas.
3) Para vivir
Sabiéndonos hijos de Dios, nos corresponde vivir de acuerdo con lo
somos. Por ello no cabría tener temores. San Josemaría nos lo recuerda:
“Un hijo de Dios no tiene ni miedo a la vida, ni miedo a la muerte,
porque el fundamento de su vida espiritual es el sentido de la filiación
divina: Dios es mi Padre, piensa, y es el Autor de todo bien, es toda la
Bondad.
—Pero, ¿tú y yo actuamos, de verdad, como hijos de Dios?”
(Forja, 987).
El nacimiento de Cristo, que vino a salvarnos y hacer que
recuperáramos la gracia perdida, lleva a cabo su eficacia salvadora
precisamente en nuestro bautismo. De aquí la importancia de bautizar lo
antes posible a los hijos para no privarlos de tan gran don. Ahí se recibe
la identidad cristiana que los padres y padrinos habrán de cuidar y
alimentar.
El Papa Francisco señaló que también nuestra oración ha de ser la de
un hijo con su Padre. De ello trataremos la próxima ocasión. Que
sepamos vivir alegres y seguros del amor incondicional que Dios nos
tiene. (articulosdog@gmail.com)
REINVENTARSE A SÍ MISMO
Raúl Espinoza Aguilera,@Eiar51
Reconozco que la primera vez que escuché esta expresión no entendí ni poco ni
mucho, sino ¡absolutamente nada! En mi interior, llegué a la conclusión: “Ya no
saben ni qué inventar”.
Con el paso de los años y leyendo a diversos autores, he llegado a la conclusión
que no es una frase estrafalaria ni superficial, sino que parte de la riqueza interior
que toda persona posee.
Por ejemplo, en personas que les resulta mediocre o monótona su vida al llegar a
los sesenta o setenta años, cuántas veces no ha constituido un gran
descubrimiento que tienen aptitudes para la pintura, la música, el arte o la creación
literaria.
Me viene a la memoria el recuerdo de un brillante profesionista dedicado a la
comercialización que fue jubilado y se encontraba un frustrado porque
consideraba –y con razón- que a sus 65 años todavía podía dar mucho de sí.
Comenzó a incursionar en la poesía, en la redacción de cuentos y novelas. Un día
vino a mi casa y me trajo nada menos que cinco libros de su reciente producción
literaria y me dejó realmente asombrado porque resultó ser un buen literato. Y
todavía me dijo: “Tengo en borrador muchos otros cuentos, poemas y novelas”. Es
decir, ya había tomado su hilo conductor y realmente se encontraba muy contento
y satisfecho consigo mismo.
De igual forma, otro maestro de una reconocida universidad consideraba que “algo
le faltaba en su vida” y se dedicó a tomar clases de pintura. Para sorpresa de su
familia y la mía, en poco tiempo entró a una exposición de pintura y logró vender
algunos cuadros y recibió elogios de su arte pictórico en la Escuela Impresionista.
Este suceso le aumentó su autoestima y continuó pintando con mayor constancia
e interés.
También he conocido a Ingenieros que a su edad madura han incursionado con
acierto en las Humanidades, realizando Maestrías y Doctorados en Filosofía,
Historia, Pedagogía y han terminado dedicándose a esas especialidades, sin dejar
su original profesión de Ingenieros.
Tengo a un viejo amigo Pedagogo que con los años descubrió que tenía un
enorme interés por la Historia de México, en un principio era un mero hobby, y
ahora resulta que es un experto en esta materia, escribe y da clases sobre esta
materia.
A todos ellos los veo felices, contentos, realizados con sus nuevas actividades. Y
me comentan: “¡Cuándo era joven nunca pensé que tendría vocación por las
carreras humanísticas, por el arte o la pintura!”
De la misma manera, recuerdo a un Filósofo –inteligente y destacado estudiante-
que hizo un Posgrado en Alta Dirección de Empresas, y en los primeros meses me
contaba que recibió bullying concretado en crueles burlas de sus compañeros de
clase que le decían: “¡No entendemos porqué tomas esta Maestría, si no sabes
casi nada de Economía, Finanzas, y menos de Dirección de Empresas. Vas a
reprobar y, en poco tiempo, tendrás que dedicarte a dar clasecitas de Filosofía!”.
Pero este joven no se desanimó ante esos comentarios hirientes.
Todo lo contrario, en primer lugar, tomó unos cursos de capacitación en esas
materias de las que carecía de formación y, a continuación, se esmeró en estudiar
con admirable constancia durante esos dos años que duraba la Maestría y, al final,
logró una hazaña increíble: ser el mejor estudiante de su generación. Hasta tal
punto que, el Director de esta Maestría le pidió ser el orador principal en la
ceremonia de graduación ante el asombro de sus compañeros. Actualmente se
dedica a la Dirección de Empresas y cambió completamente su giro profesional.
La Filosofía le ha servido mucho para presentar una concepción trascendente y
humanista de la actividad empresarial.
En pocas palabras, en todos estos casos tuvieron la valentía de “atreverse a
romper la inercia trazada”, en no caer en el conformismo ni en la mediocridad. A
buscar nuevas formas de autorrealización que ya estaban sembradas dentro de sí
mismos.
Desde luego, la satisfacción de ellos es enorme y animaron a sus familiares y
amistades a realizar algo similar. Es cuestión de buscar en el fondo de nuestra rica
personalidad otras facetas e inquietudes no descubiertas y lanzarnos a probar “sin
miedo al fracaso o a cometer los lógicos errores iniciales”.
Como aquél amigo, de edad avanzada, que deseaba con ilusión escribir artículos
editoriales para la prensa, pero le tenía un considerable miedo al fracaso. Es
verdad que en un principio sufrió el rechazo de un periódico.
Le animé, recordándole aquel viejo proverbio que dice: “Donde una puerta se
cierra, otra se abre”. Le recomendé a otro periódico –de mucho mayor cobertura y
difusión- y ahora resulta que es el escritor estrella y son muy valorados sus
artículos ya que tocan muchos temas de superación personal.
Es interesante observar cómo cuando los miedos e inseguridades se vencen, si se
toma ese sabio consejo que suelen afirmar los psicólogos: “¡Enfrenta tus miedos
con valentía y audacia, al principio, probablemente tropezarás, pero te levantarás
y te corregirás! ¡No pierdas en ningún momento el buen ánimo ni el optimismo!
Finalmente, dominarás esas dudas y temores para adquirir mucha más seguridad
en ti mismo, aumentará tu autoestima y, al final, lograrás ser feliz! ¡Así que mucho
ánimo!”.
viernes, 14 de enero de 2022
EDUCAR EN LA FAMILIA
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Cuando Napoleón asumió el poder en Francia, fundo el Instituto
Pedagógico para los hijos de los laureados con la Legión de Honor.
Nombró como directora a Juana Luisa Enriqueta de Genest, a quien se le
conoció como Madame Campan. Ella había sido profesora de las hijas
del Rey Luis XV. En una ocasión Napoleón le dijo: “Los antiguos
sistemas de educación no valen nada, ¿qué cree que es más necesario
para educar a los niños franceses?” Ella le contestó simplemente:
“Madres”.
En su Carta a los Matrimonios el Papa Francisco señala que la
educación de los hijos no es fácil, pero si hay alguien indicado para
hacerlo son los padres. Los hijos están siempre mirándolos con atención
y buscan en ellos el testimonio de un amor fuerte y confiable: «¡Qué
importante es que los jóvenes vean con sus propios ojos el amor de
Cristo vivo y presente en el amor de los matrimonios, que testimonian
con su vida concreta que el amor para siempre es posible!», afirmó el
Papa.
2) Para pensar
Se cuenta que un niño de 7 años entro al cuarto donde trabajaba su
papá y le dijo que quería ayudarlo. El papá estaba ocupado y le dijo que
se fuera a jugar afuera. Pero el niño insistía. Al ver que era imposible
sacarlo, tomó una revista donde había un mapa con el mundo y con una
tijera recortó el mapa en varios pedazos. Con un rollo de cinta se lo
entregó a su hijo diciéndole: “Como te gustan los rompecabezas, te voy
a dar el mundo para que lo armes”. El padre calculó que no lo terminaría
en todo el día. Pasó un tiempo y su hijo gritó: “Papá ya lo hice todo”. El
padre no lo creía, pero para su sorpresa el mapa estaba completo.
¿Cómo había sido capaz de unir el mundo? El padre le dijo: “Hijo, pero
si tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?”
Respondió su hijo: “Papá, no sabía, pero cuando sacaste el mapa
para recortarlo, vi que del otro lado estaba una foto de un niño con sus
papás… así que di vuelta los recortes y armé la familia… cuando
conseguí arreglar la familia, había arreglado el mundo”.
La moraleja es clara: si queremos arreglar el mundo, hay que
empezar por la familia.
3) Para vivir
El primer ámbito de la educación sigue siendo la familia, en los
pequeños gestos que son más elocuentes que las palabras. Educar es
ante todo acompañar los procesos de crecimiento, es estar presentes de
muchas maneras, de tal modo que los hijos puedan contar con sus
padres en todo momento y aprendan de ellos.
El amor y entrega entre los cónyuges es una lección valiosa, pues los
hijos necesitan experimentar la confianza, la belleza de sus vidas, la
certeza de no estar nunca solos, de saberse amados. En ese amor
descubrirán el amor de Dios. Los hijos han de descubrirse como hijos de
un Dios que los ama tierna e incondicionalmente. De esa manera
tendrán la capacidad de confiar en Dios.
Por ello, la lucha personal no sólo repercute en uno mismo, sino en
los demás, incluso trasciende a la sociedad. El Papa anima a no dejar
que la tristeza transforme los rostros, pues tanto el cónyuge como los
hijos necesitan de la sonrisa que alienta. Así, la familia transmitirá los
valores que conforman la humanidad. (articulosdog@gmail.com)
jueves, 13 de enero de 2022
LA ESPIRAL DE LA EUTANASIA
P. Mario Arroyo,
Dr. en Filosofía.
p.marioa@gmail.com
Recientemente, con pocas horas de diferencia, recibieron la eutanasia Víctor Escobar y
Martha Sepúlveda en Colombia. En ambos casos padecían enfermedades no terminales. Se
comprueba, una vez más, al igual que en Holanda y Bélgica, la denominada “espiral de la
eutanasia.” ¿En qué consiste? Una vez que la vida humana ha dejado de ser intangible, y comienza
a valorarse de acuerdo a patrones subjetivos, cae en una pendiente resbaladiza, donde
progresivamente vale cada vez menos.
Me explico. La eutanasia entra en la sociedad por medio de situaciones límites. El típico
enfermo, en estado terminal, al que solo le resta sufrir estoicamente esperando el desenlace final,
al que se le ofrece la oportunidad de acortar sus sufrimientos recurriendo a la eutanasia. Esta
práctica se despenaliza pensando siempre en este caso extremo, con el que genera empatía
dentro de la sociedad, pues siempre queda en el aire el fantasma de pensar, “¿qué haría yo si
estuviera en su lugar?”, de forma que la gente prefiere tener todas las puertas abiertas, por si en
dado caso, se encontrara en una situación semejante. Esa empatía con el moribundo,
comprensible ciertamente, no deja de tener algo de sentimental, que desvía la atención del hecho
de fondo: le hemos quitado a la vida su valor intangible, su carácter absoluto y, al hacerlo, de
alguna forma entra en una especie de “leyes de mercado” donde a veces puede valer más, pero
otras menos.
El siguiente peldaño a subir por medio de esa espiral de la muerte que es la eutanasia, es
el de las enfermedades crónicas, como las que padecían los dos colombianos recientemente
asesinados legalmente. Es decir, la “compasión” se extiende a quienes ya no tienen esperanza de
curación, cuyo pronóstico de vida no es alentador, pues les obliga a convivir con el sufrimiento de
manera habitual. Obviamente nadie quiere estar en esa situación, pero si se está, ¿se tiene
derecho al suicidio? En Colombia la eutanasia, ya está permitida en estos casos, e incluso en el de
enfermedades psíquicas, lo cual supone dar el siguiente paso en la espiral de la eutanasia: si ya
pueden los enfermos terminales y los crónicos, ¿por qué no los psíquicos? Muchas veces los
padecimientos psíquicos producen mayores vejaciones que los somáticos. Pero, en resumen, con
cada paso en esa línea, la vida va valiendo menos.
Nótese que esta espiral desnaturaliza la medicina; pues en vez de buscar la curación, o por
lo menos el mejoramiento de la situación vital del enfermo a través de los cuidados paliativos, va a
zanjar el problema, simplemente procurando la muerte del paciente. El médico, cuya vocación es
sanar, estar al servicio de la vida, se pone a disposición de la muerte. Todo ello, no lo olvidemos,
porque nosotros nos hemos atribuido la facultad de decidir sobre nuestra vida hasta el extremo de
poder terminar con ella, lo cual no deja de ser curioso, pues ninguno de nosotros decidió vivir,
todos hemos recibido la vida como un don.
¿Cuál es el siguiente paso en la espiral de la eutanasia? Todavía no lo ha dado Colombia,
pero sí Holanda, donde ya puede aplicarse a menores de edad, desde los 12 años con el
consentimiento de los padres, desde los 16 sin ese consentimiento. Ya pueden postular a ella
incluso personas sanas, que simplemente se han hartado de vivir. Ahí el valor de la vida ha sido
sacrificado en el altar de la libertad. Esperemos que Colombia no llegue a estos extremos.
Pero no solo existe la “espiral de la eutanasia”, también está “la paradoja de la eutanasia.”
¿En qué consiste? Normalmente son grupos libertarios los que promueven la eutanasia arguyendo
que las personas tienen derecho a tomar el control de sus vidas y decir “hasta aquí”. Pero lo que
ha pasado, por lo menos en Holanda y Bélgica, es que muchas veces no son los pacientes los que
deciden la eutanasia, sino sus familias y, más frecuentemente, los doctores mismos. Lo que
comenzó como ícono de la autodeterminación terminó siendo el campo en el que los especialistas
deciden hasta donde merece la pena o no vivir. Así ha sido en Holanda y Bélgica, donde la espiral
de la eutanasia termina convirtiéndose en la paradoja de la eutanasia. Una vez que le hemos
quitado el carácter sagrado y por ello intangible a la vida humana, ésta se desliza por una
pendiente en la que cada vez vale menos.
domingo, 9 de enero de 2022
LA IMPORTANCIA DE CONSERVAR LA MEMORIA HISTÓRIICA
Raúl Espinoza Aguilera, @Eiar51
Con frecuencia los ciudadanos olvidan casi completamente hechos históricos que han ocurrido en su país o en el mundo entero, pero tiene un carácter fundamental el conservar la memoria histórica para evitar caen en los mismos graves errores.
Por ejemplo, ¿Qué ha ocurrido con los gobiernos de la antigua U.R.S.S. (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), Venezuela, Cuba, Nicaragua, China? ¿Y qué podría ocurrir con el actual “socialismo a la mexicana”? Veamos algunos ejemplos.
Recuerdo haber visitado en varias ocasiones el Museo de León Trosky en Coyoacán, Ciudad de México. Su habitación era una especie de caja fuerte debido a un atentado que sufrió por un grupo armado partidarios del dictador ruso José Stalin (1878-1953). Con ocasión de este suceso, se redobló la seguridad de este líder comunista. Conocí también su lugar de trabajo donde escribió numerosos artículos para la prensa internacional.
No obstante, su avanzada edad, continuaba con un vigor sorprendente. En cierta ocasión, a fines de 1939, se presentó un joven que parecía amable y se ofreció a ser su jardinero. Poco a poco entró en confianza con los habitantes de esa casa, comenzando por su esposa, Natalia Sedova (1882-1962), quien lo condujo a intimar con Trosky. Parecía ser una persona cordial y servicial.
Un día, Trosky lo invitó a pasar a su lugar de trabajo para mostrarle un artículo, y estando el líder de espaldas leyéndole su escrito, el personaje en cuestión, llamado Ramón Mercader, sorpresivamente sacó un piolet, escondido en su chamarra, y con ese instrumento, le dio fuertes golpes en la cabeza y en poco tiempo falleció este líder comunista ruso. Era un 21 de agosto de 1940. Este hecho causó conmoción en el mundo entero.
Ramón Mercader (1913-1978) era un militante comunista español y agente del servicio de seguridad soviético que lo mandó el dictador José Stalin con la orden expresa de asesinar a este dirigente comunista. Por este sangriento hecho, fue condecorado por José Stalin con la “Orden de Lenin” y, más tarde, considerado como “Héroe de la Unión Soviética”.
León Trosky nació en Bereslavka, Ucrania el 7 de noviembre de 1879. Era de origen judío. Con el paso de los años se declaró ateo al igual que su padre. Estudió en la Universidad de Odesa. En un principio quería estudiar Matemáticas, pero pronto comenzó a interesarse más por la política y prefirió estudiar Derecho.
Era impetuoso, irascible, enérgico y con capacidad de mando. Se dedicó al periodismo, a la política y era un brillante orador. Tenía amistades de la izquierda socialista que le recomendaron una serie de lecturas que lo afianzaron en sus convicciones. Era militante del comunismo. A raíz de sus posturas extremistas fue condenado en dos ocasiones a la cárcel de Siberia. En su segunda estancia escapó con ayuda de un campesino que lo escondió en su carro lleno de heno.
Recorrió media Rusia y pasó a Finlandia. A continuación, se introdujo en Europa Occidental con pasaportes falsos. Peregrinó por Viena, Londres, Zúrich y Múnich. En esos países entró en contacto con un gran número de intelectuales socialistas y comunistas. Se interesó mucho por los intentos de Vladmir Lenin (1870-1924) de derrocar al gobierno zarista. Decidió unirse a su causa, después de muchas discusiones ideológicas entre ambos.
León Trosky, junto con José Stalin, fueron los organizadores clave de la Revolución de Octubre, que permitió a los bolcheviques tomar el poder en noviembre de 1917 en Rusia. Trosky fue el fundador del Ejército Rojo entre 1918 y 1924. Logró formar una fuerza militar disciplinada. Fue un hecho que elogió Lenin y parecía ser su lógico sucesor en el poder político.
Pero José Stalin y León Trosky eran enemigos acérrimos ¿Por qué? Porque tras la muerte de Vladimir Lenin, el 21 de enero de 1924, ambos se consideraban los más idóneos sucesores al frente del gobierno de la U.R.S.S. Pero las presiones políticas de Stalin fueron más contundentes y Trosky no tuvo más remedio que salir exiliado.
José Stalin, tenía fama de ser “un viejo zorro”, permanente desconfiado de que alguien lo pudiera asesinar. Siempre mantuvo el temor de que Trosky, en cualquier momento, regresaría a Rusia para vengarse. Así que el dictador decidió mandarlo eliminar donde quiera que se encontrara. Entonces Trosky tuvo que huir por numerosas ciudades de Europa y se inició una persecución increíble y en varias ocasiones se salvó milagrosamente. Hasta que México, bajo la Presidencia de Lázaro Cárdenas, el 7 de diciembre de 1936, le concedió asilo político. León Troski, con su particular ideología, quería exportar la revolución comunista al resto de Europa bajo el nombre de “Troskysmo” con su “Revolución Permanente”. Se oponía a la concepción centralista, con una estructura poco flexible e inmovilista de José Stalin. Estas posiciones ideológicas, acentuaron sus antagonismos.
Sin embargo, esas visiones políticas estaban destinadas al fracaso político y económico, por oprimir las libertades ciudadanas, no reconocer los derechos ni la dignidad de las personas, ser sistemas políticos que rápidamente se anquilosaron en los que se cometieron gravísimos crímenes y serias injusticias en nombre “del bien de la causa”. Se calcula que fueron ¡más de veinte millones de personas las que murieron bajo este régimen funesto! Todo ello es una manifestación patente de que los hombres enloquecen con el excesivo poder y la desmedida ambición política y caen en el insondable abismo de la maldad, como sucedió con la Alemania nazi de Adolfo Hitler, con el fascismo de Benito Mussolini y tantos otros gobiernos totalitarios que todavía persisten.
Cuando se pierde el sentido de la trascendencia humana, sin duda, toda aberración es posible y contribuye a la destrucción de la sensibilidad humana. Por ello, Mahatma Gandhi afirmaba: “Pienso que las naciones no pueden ser realmente una y que sus actividades no podrán llevar al bien común de la humanidad entera, a menos que se reconociera la ley familiar del amor en los asuntos nacionales e internacionales. Es decir, en el orden pacífico.”
Para mantener el poder político, los gobiernos socialistas o marxistas son capaces de mentir, violar los derechos humanos, meter en la cárcel injustamente a miles de personas o asesinar a todos aquellos que se opongan a su tiranía. Por ejemplo, en China bajo el gobierno de Mao Tse Tung (1893-1976) – debido a “La Gran Hambruna”- se dejaron deliberadamente morir aproximadamente a 45 millones de personas entre 1958 y 1962 (diario “ABC”, 19-1-2018). En la “Revolución Cultural” de los años sesenta fueron asesinadas alrededor de 20 millones de personas (periódico “Mundo”, 3-4-2016). En 1989, en la era de Deng Xiaoping, fueron eliminadas en la Plaza de Tiananmén al menos 10,000 personas (diario “El País”, 23-12-2017). Son datos escalofriantes y eso ocurre cuando ya no se consideran a los ciudadanos como personas sino como “cosas” o “meros números en la estadística”. Es el abismo insondable de la iniquidad humana. Por eso deben de permanecer en la memoria histórica de los ciudadanos.
martes, 4 de enero de 2022
EN EL AÑO DE LA FAMILIA: ATREVERSE A SALIR
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
En sociedad, es imprescindible tener a alguien de quien fiarnos, en
quien confiarnos. El escritor británico Graham Greene escribía que “es
imposible ir por la vida sin confiar en nadie. Es como estar preso en la
peor de las celdas: uno mismo”.
Con ocasión de estar en el Año de la Familia “Amoris Laetitia”, el
Papa Francisco escribió una carta dirigida a los esposos y esposas de
todo el mundo. Por una parte, quiere mostrarles su cariño y cercanía;
por otra, ayudarles a saber llevar y superar las diversas dificultades con
las que se enfrentan, en especial por las que ha ocasionado la
pandemia. Para ello vio oportuno considerar dos aspectos de la figura
del patriarca Abraham para vivirlos: su confianza y su amor.
Hay un parecido de los esposos con Abraham: así como el patriarca
salió de su casa y de su patria, hacia un lugar desconocido e incierto,
así, cuando los novios se casan también salen de su casa a un futuro
desconocido. La pandemia también nos ha llevado a “salir” de nuestro
modo de vivir y de nuestras seguridades.
Pero, al igual que Abraham confió en el amor de Dios y se entregó a
su designio, así los esposos han de confiar en el amor del cónyuge y
entregarse por amor.
2) Para pensar
Se cuenta que un escalador de alta montaña llamado Pedro decidió
ascender una difícil montaña. Tenía graves dificultades en su solitario
ascenso a la cumbre y, para colmo, además de oscurecer, empezó a
nevar con fuertes vientos. La nieve caía sin cesar y no dejaba ver. De
pronto, Pedro resbaló y… se precipitó en el vacío. Solo la cuerda de
escalada propició que el deportista quedara colgando. Su lámpara había
caído y no veía nada.
Hacía mucho frío y, con un gran susto, Pedro suplicaba una y otra
vez: “¡Dios mío, sálvame! Por favor, ¡sálvame!”. Poco tiempo había
transcurrido cuando escuchó una voz potente que le decía: “Pedro, corta
la cuerda”. Pero el escalador pensaba para sí: “No estoy tan loco para
cortarla… Tal vez aguante hasta el amanecer”. Pero la voz insistía:
“Pedro, corta la cuerda”. Una y otra vez: “Córtala, confía en mí”. Pero
Pedro no se atrevía a cortarla en medio de la oscuridad. Por la
hipotermia se fue quedando dormido…
Una vez amanecido, en un día frío pero soleado, unos montañeros
que escalaban encontraron el cadáver del escalador colgado, sujetado
su arnés por la cuerda de seguridad. Pedro había fallecido congelado y
colgado de la soga… a medio metro del suelo. ¡50 centímetros era todo
el salto que se le pedía!
Cortar la cuerda, salir de la ‘zona de confort’, no es imprudencia si lo
aconsejan, con buena fe y gran conocimiento, aquellos que nos aman.
3) Para vivir
La confianza de Abraham se fundaba en el amor de Dios. En el
matrimonio también la confianza está basada en el amor que posibilita
la entrega mutua. Además del amor mutuo, el Papa Francisco quiso
recordar a los matrimonios que será el amor a Dios el que ayude a
afrontar el futuro, a “salir de nuestra tierra” a lo desconocido: el trabajo,
la llegada de los hijos, las enfermedades… Será desde nuestra fe
cristiana que sabemos que no estamos solos ya que Dios está en y con
nosotros. Ese amor que los hijos descubren será esencial en su
educación. Pero ese aspecto se tratará próxima vez. (articulosdog@gmail.com)
sábado, 1 de enero de 2022
AL COMENZAR UN NUEVO AÑO
Raúl Espinoza Aguilera, @Eiar51
En estos días de fin de año y del inicio del nuevo, es normal que muchas personas
sientan la necesidad de hacer un balance de sus actividades del año que termina:
consideran los resultados para poder rectificar, y hacen un plan de su trabajo para
el nuevo periodo que comienza.
Y en casi todos –con mayor o menor profundidad- este hecho un tanto
convencional, que el calendario señala, despierta la conciencia del tiempo, de que
la vida pasa sin detenerse.
¿Un año más? ¿No sería mejor decir, un año menos? El tiempo se nos va de las
manos: semanas, meses, años…y nos lleva a la consideración de que algún día
terminará nuestro breve paso por la tierra.
Esta reflexión no es para ponerse trágicos sino realistas. Acabo de regresar de mi
terruño natal, Ciudad Obregón, Sonora, y en un café con amigos hacíamos un
recuento de los que se nos han adelantado en el camino. Algunos por diversas
enfermedades, otros por inesperados infartos, otros más por accidentes, y muchos
otros debido al Covid.
Un sabio pensador consideraba “Termina la vida, pero no el amor. ¿Cómo
aprovechar el tiempo? Creciendo en el amor. Al final, es eso lo determinante”.
O como afirmaba San Juan de la Cruz: “Al final de nuestra vida, seremos juzgados
en el amor”. ¿Pero en el amor a quiénes? A Dios, a nuestros familiares, amigos,
compañeros de universidad o de trabajo.
Porque lo importante son las buenas obras que hicimos a los demás. Eso es lo
que verdaderamente permanece, lo demás se olvida o desaparece como esos
castillos de arena que construíamos en nuestra infancia, junto a la playa, y se
desvanecían con las olas del mar.
Como acertadamente escribía el gran poeta de Castilla, Antonio Machado (1875-
1939), el más joven representante de la “Generación del ‘98”, en su poema
“Cantares”:
“Todo pasa y todo queda, / Pero lo nuestro es pasar, / Pasar haciendo caminos, /
Caminos sobre la mar./ (…)
“Caminante, son tus huellas / el camino y nada más; / Caminante, no hay camino, /
se hace camino al andar. / Al andar se hace camino, / y al volver la vista atrás / se
ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar. / Caminante no hay camino / sino
estelas en la mar”. / ”
Son interesantes los versos en que escribe: “Caminante no hay camino, / se hace
camino al andar.”, porque habla de lucha diaria para conseguir las propias metas
de vida, “A golpe de vuestras pisadas”, añade.
En realidad, cada día nuestro es un tiempo para llenarnos de buenas obras, de ir
con las manos llenas de esas obras y nunca cansarnos de hacerlas. Ahora es el
momento adecuado de realizar ese tesoro que no envejece. Sin perder de vista
que pasado este tiempo, ya no habrá otro.
Hemos de aprovechar el tiempo y no malgastarlo. No es justo, por tanto, como
decía un escritor: “Que lo tiremos irresponsablemente por la ventana”. Por tanto,
hemos de hacer el bien con quienes nos rodean, con el trabajo cotidiano bien
hecho, con el ejercicio de las virtudes y procurando desarraigar los defectos.
Nada se gana en este camino, sin el esfuerzo personal. Por ello, cuando se dice,
“Año nuevo, vida nueva”, más bien habría que afirmar: “Año nuevo, lucha nueva”.
Porque debemos de poner por obra nuestros propósitos de este 2022, no sólo con
buenas intenciones sino con la actitud de concretar bien nuestras metas para
convertirlas en realidad.
Sin duda, al terminar un año sentimos la necesidad de pedir perdón por nuestras
faltas de caridad hacia los demás y de dar gracias a Dios por todos los beneficios
recibidos.
¿En qué hemos de pedir perdón? Por nuestros arranques de mal humor, por
nuestra poca paciencia con los demás, por nuestras intemperancias o defectos del
mal carácter que no hemos sabido dominar; quizá por la escasa laboriosidad en
nuestro trabajo porque nos hemos dejado llevar por la pereza o el desorden, etc.
Cualquier año puede ser el mejor año, si aprovechamos las gracias que Dios nos
tiene reservadas y que pueden convertir en bien la mayor de las desgracias. Por
ello, no desperdiciemos ni un solo día. Y cuando llegue la caída, el error o el
desánimo, entonces hay que recomenzar enseguida.
Hagamos el propósito de convertir las derrotas en victorias, recomenzando
siempre y con buen ánimo.
Pidamos la gracia de vivir este año que comienza como si fuera el último de
nuestra vida y en verdad que lo aprovecharemos mucho mejor.
A todos mis lectores les deseo un Feliz Año 2022 y que el Señor les colme de sus
bendiciones a ustedes y a sus familias.
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