domingo, 30 de enero de 2022
LA AMBICIÓN DE UN LADRILLO
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
El gran inventor y científico Thomas Alba Edison, no fue muy buen
estudiante, pero sus ganas de trabajar, su curiosidad bien orientada y
su talento, lo llevaron al éxito. Inventó el telégrafo, mejoró el teléfono,
creó el fonógrafo y la lámpara eléctrica, y muchos otros artefactos.
Cuando le preguntaban cómo llevó a cabo todo ello, decía que la
genialidad consiste en uno por ciento de inspiración y de 99 por ciento
de trabajo. Hay que trabajar mucho, y eso es lo que hecho durante mi
vida, concluía.
En sus acostumbradas Audiencias del miércoles, el Papa Francisco ha
querido dedicar varias a reflexionar sobre San José. Comentaba que los
evangelistas se refieren a él como el “carpintero” u “obrero de la
madera”, quienes en los tiempos de Jesús también fabricaban arados y
ayudaban en la construcción de las casas. Oficio duro y no bien
remunerado. Jesús, que aprendió y ejerció el oficio de su padre, elevó y
dignificó el trabajo humano.
2) Para pensar
Louis Kahn, llamado el “Arquitecto de la luz”, de origen estonio, es
uno de los arquitectos que más influyó en el siglo XX. Dedicó parte de
su vida a la enseñanza. En sus clases, teniendo a su espalda imágenes
de grandes construcciones, sostenía en su mano un ladrillo mientras
preguntaba a sus alumnos: “¿Qué es esto?” Ante la respuesta de sus
alumnos, les decía: “Incluso un ladrillo quiere ser algo más. Tiene
ambiciones. Un simple y ordinario ladrillo quiere ser algo mejor que
esto. Así debemos ser todos”. Grandes y hermosas construcciones son
gracias a humildes y comunes ladrillos. Bastaría admirar los ladrillos
maravillosamente dispuestos en el bosque de columnas de la Sala
Hipóstila de la Gran Mezquita de Córdoba.
Nuestro trabajo o actividad, sea cual fuere, por humilde y común que
sea, tiene una gran dignidad, pues como afirma San Josemaría Escrivá:
“el trabajo es un don de Dios… es testimonio de la dignidad del
hombre… es ocasión de desarrollo de la propia personalidad. Es vínculo
de unión con los demás. Fuente de recursos para sostener a la propia
familia; medio de contribuir a la mejora de la sociedad, en la que se
vive, y el progreso de toda la Humanidad” (Es Cristo que pasa, n. 47).
3) Para vivir
El trabajo es un componente esencial en la vida humana, y también
camino de santificación. No se debe permitir que se convierta en motivo
de injusticia social. El Papa Francisco mencionó que es hermoso pensar
que Jesús mismo trabajó y aprendió este arte propio de san José. Nos
invita a preguntarnos con qué espíritu lo hacemos, qué sentido le
damos, cómo afrontamos el esfuerzo, si sabemos verlo como un servicio
y ayuda a los demás.
Siempre será necesario recuperar el valor del trabajo, para que sea
un derecho y deber fundamental de la persona, que expresa e
incrementa su dignidad. El Papa quiso manifestar su solidaridad rezando
por quienes sufren a causa del trabajo, personas explotadas o que no
encuentran un trabajo digno. Invitó a recuperar el sentido del trabajo,
como elemento esencial que dignifica al hombre y coopera a su
santificación. Trabajar como lo hicieron José y Jesús, para que nos
permita colaborar en un proyecto que, a fin de cuentas, es el proyecto
de Dios. (articulosdog@gmail.com)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario