jueves, 26 de septiembre de 2019

LA CALUMNIA SIEMPRE MATA "A CÁMARA LENTA"

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Unas señoras hablaban sobre la conveniencia de permitir que sus hijos vieran las películas de superhéroes donde éstos se pelean violentamente contra sus enemigos. Una de ellas comentó que su hijo, después de ver esas películas, salía con el entusiasmo para derrotar fuertes enemigos, para hacer cosas extraordinarias, para “salvar el mundo”. 


Pero en cambio, luego no era capaz de levantarse a tiempo cada mañana. Lo mismo nos puede suceder: podemos tener grandes ideales, proyectos ambiciosos y, sin embargo, no cumplir con nuestro pequeño deber cotidiano. Ciertamente no es fácil lograrlo por el esfuerzo que implica. Hoy se necesita ser un “mártir cotidiano”, como decía el Papa Francisco, para cumplir nuestros deberes diarios, que esa es la voluntad de Dios.

El Papa siguiendo con su reflexión sobre el libro de Los Hechos de los Apóstoles, se detuvo en la figura de San Esteban quien padeció el martirio a causa de falsas acusaciones.

2) Para pensar

Después de la Ascensión de Jesús, el cristianismo se expandió con rapidez. Los Apóstoles, para no descuidar su oración y anunciar el Evangelio, escogieron a siete hombres de buena fama, llenos de Espíritu y sabiduría (cfr. Hch 6,3). Fueron los primeros diáconos del cristianismo. El diácono no es un sacerdote de segunda categoría, dice el Papa, pues no está para el altar, sino para el servicio.

Entre los siete “diáconos” destacaba Esteban, quien evangelizaba con fuerza y hacía grandes prodigios. Su palabra pronto encontró resistencia. Algunos judíos, al no poder refutar su predicación y sabiduría, lo calumniaron, condenaron y apedrearon hasta que muriera. Pero Estaban, muriendo, perdonó a sus verdugos diciendo una oración maravillosa: “Señor Jesús, recibe mi espíritu… y no les tengas en cuenta este pecado” (Hch 7,59).

Comenta el Papa, que esos hombres eligieron la solución más mezquina para aniquilarlo: la calumnia o falso testimonio. La calumnia siempre mata. Es un “cáncer diabólico”, que destruye la reputación de una persona. Preguntaba el Papa: ¿Cuál es la peor 
cizaña que destruye una comunidad? La cizaña de la murmuración, la cizaña del chismorreo: Cuidemos de no esparcirla jamás.

3) Para vivir

Como a San Esteban, hemos de ser testigos de Cristo en medio del mundo, dar testimonio de nuestra identidad cristiana. Cada uno en su lugar: el hijo siendo buen amigo, el padre en su trabajo siendo honesto, fiel y limpio, la madre con su familia y sus amigas sin criticar o mentir en sus conversaciones, etc.

San Josemaría Escrivá hacía la siguiente consideración: “En alguna  ocasión me he preguntado qué martirio es mayor: el del que recibe la muerte por la fe, de manos de los enemigos de Dios; o del que gasta sus años trabajando sin otra mira que servir a la Iglesia y a las almas, y envejece sonriendo, y pasa inadvertido… Para mí, el martirio sin espectáculo es más heroico… Ese es el camino tuyo” (Vía Crucis, VII Estación).

“Pidamos también nosotros al Señor que, mirando a los mártires de ayer y de hoy, aprendamos a vivir una vida plena, acogiendo el martirio de la fidelidad cotidiana al Evangelio y de la conformación a Cristo”, exhortó el Papa al término de su catequesis.

¿ERES PRECIPITADO AL EMITIR TUS JUICIOS?

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

A veces sucede que de primera vista juzgamos mal a una persona. Y, después de conocerla más, nos damos cuenta que es una buena persona, nos equivocamos. Ocurre que el hombre es falible, puede equivocarse al emitir un juicio. Tenemos experiencia que erramos al juzgar un hecho o a una persona. Podríamos pensar que nos falló la inteligencia, pero realmente fuimos nosotros quienes, con nuestra voluntad, “obligamos” a la razón para que acepte ese juicio erróneo.

Por ejemplo, al ver a lo lejos a una persona, la confundo con un amigo. Por la inteligencia solo sé que se parece, pero me precipito y decido aceptar, sin más pruebas, que esa persona es mi amigo y, entonces, la llamo por su nombre, y cuando se acerca, veo que no lo es, me había equivocado. En este caso, por precipitarme me equivoqué.

Hace días el Papa Francisco invitaba a no precipitarse en juzgar, siguiendo el ejemplo de Gamaliel, personaje del libro de Los Hechos de los Apóstoles. Cuando los fariseos querían dar muerte a los cristianos, este “doctor de la ley” les aconseja no juzgarlos apresuradamente. Era mejor esperar para ver si realmente Dios estaba con ellos.

Si fuéramos más prudentes al juzgar, evitaríamos muchas equivocaciones.

2) Para pensar

Se cuenta que una madre le pidió a su hijo que fuera al bosque por leña seca. Era un crudo invierno. El hijo salió con un hacha y encontró un árbol que parecía seco y lo cortó. Ya en primavera, el
chico y su madre fueron al bosque y vieron con tristeza que al tronco del árbol que parecía muerto le habían brotado algunos renuevos, estaba vivo. El hijo comentó: “Estaba seguro de que estaba muerto.

Había perdido todas las hojas y no se veía ni una pizca de vida. Pero ahora advierto que aún alentaba la vida en aquel tronco”.

Entonces su madre le aconsejó: «Nunca olvides esta lección.

Jamás cortes un árbol en invierno. Eso significa que jamás has de tomar una decisión negativa en tiempo adverso: Nunca tomes decisiones importantes cuando estés en tu peor estado de ánimo.

Espera. Sé paciente y prudente. La tormenta pasará. Recuerda que la primavera volverá».

Cuando la persona se encuentra invadida de ira, coraje o tristeza, las decisiones que toma están afectadas por ese estado de ánimo, y luego se arrepentirá. 

San Josemaría Escrivá nos aconseja: “No reprendas cuando sientes la indignación por la falta cometida. Espera al día siguiente, o más tiempo aún. Y después, tranquilo y purificada la intención, no dejes de reprender. Vas a conseguir más con una palabra afectuosa que con tres horas de pelea. Modera tu genio” (Camino 10).

3) Para vivir

Comenta el Papa Francisco que los Apóstoles, desde la llegada de Pentecostés, ya nunca estuvieron solos. Se sintieron acompañados del Espíritu Santo, tanto que solían exponer su razonamiento diciendo: “Nos ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros…” (Hch. 15,28).

El Santo Padre nos invita a pedir al Espíritu Santo que actúe en nosotros para adquirir el hábito del discernimiento, de saber juzgar bien. Así “aprendemos a ver la realidad con una mirada contemplativa y a no hacer juicios apresurados, descubriendo en nuestras vidas las huellas de la presencia de Dios”, concluía el Papa.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

¡LA HORA DE DEFENDER A LOS NIÑOS Y A LA FAMILIA!

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Me ha llamado positivamente la atención, que por muchos puntos de la amplia geografía del país, este fin de semana -y en muchas otras ocasiones- han proliferado numerosas manifestaciones en favor de la vida del no concebido y de la familia, organizado por el “Frente Nacional por la Vida” ante las amenazas del aborto y de la ideología de género en México.


El conocido actor y productor Eduardo Verástegui, envió “un fuerte abrazo y mucho ánimo a las familias e instituciones que de manera pacífica se (han manifestado) este fin de semana a favor de la vida, la familia y las libertades fundamentales” (“Aciprensa”, 21-09-19).

El Presidente nacional de este movimiento, Rodrigo Iván Cortés afirmó con determinación: “Queremos darles voz a los que no tienen voz. Queremos abrazar a México y decir de manera fuerte y clara: Ni un mexicano menos”.

Estuve observando varios videos de diversas marchas y pude constatar que los participantes -familias enteras de las más diversas condiciones económicas y sociales- lo hicieron de manera espontánea y por propia iniciativa. “No hubo acarreados” como se acostumbra decir en los mítines políticos populacheros.

De acuerdo a las cifras que reporta la periodista Siboney Flores en www.animalpolitico.com del 24 de abril de 2019, en su nota titulada: “Aborto legal en la CDMX: Más de 209 mil mujeres recurrieron a ese procedimiento en 12 años”, es decir, desde abril de 2007 al mes de abril del año en curso. (ver: https://www.animalpolitico.com/2019/04/aborto-legal-cdmx-datos-mujeres/).

Es desconcertante cómo cada institución o medio de comunicación que investiga sobre el tema del aborto, aporta cifras y datos de sus estudios con una exagerada gama de variantes en sus resultados que no coinciden, o bien, se contradicen. ¿Falta de seriedad científica? ¿Cuestiones políticas? ¿Buscan cuidar su imagen pública? ¿Temor a presentar la realidad tal y cómo es y recibir represalias de las altas autoridades?

Porque el pasado 5 de octubre de 2016, la ciudadana Alejandra Flores Arroyo recibió una respuesta oficial del gobierno de la CDMX a su expresa consulta, mediante un serial de preguntas, sobre el tema de la interrupción legal del embarazo y la respuesta, en carta membretada, que llegó a sus manos, fue la siguiente: el número de abortos legales provocados en la CDMX ha sido de 164,954 desde abril de 2007 al 31 de agosto de 2016. Se adjunta carta oficial de la CDMX (1). 

Una visión de más amplio espectro nos proporciona la información del INEGI sobre las defunciones fetales, a nivel nacional, por tipo de parto o aborto, de 1989 a 2017 (2). 

Según el ile.salud.cdmx.gob.mx de abril de 2007 al 19 de diciembre de 2018, en la CDMX se han cometido 143, 598 Interrupciones Legales del Embarazo, y en total, en la república mexicana, se han cometido la escalofriante cifra de 205, 353 abortos (3).

Ya nací a mediados del siglo pasado, en una mediana población de Sonora, con bastante menos de 60,000 habitantes. De acuerdo a las cifras que aporta la publicación “Animal Político” estamos hablando que con este plan sistemático de eliminación de personas mediante “la interrupción legal del embarazo” –además los muchísimos miles de abortos que no se reportan de los hospitales privados- dan casi cuatro veces la población de mi natal Ciudad Obregón (240,000 muertes).

¡Es como si hubiese estallado una guerra civil de mexicanos contra los mismos mexicanos! Sólo que en este caso, se está agrediendo injustamente a los seres más vulnerables e indefensos. ¿Acaso el gobierno quiere una sociedad con mayoría de ancianos sin relevos en los trabajos que ocupan los jóvenes de la índole que sea? Esto ya está ocurriendo en Europa y los sociólogos afirman ya no hay modo de echar marcha atrás.

Pienso que ha llegado el momento de las posturas valientes y contundentes para defender lo más valioso que tenemos los mexicanos: el derecho y respeto por la vida humana de los no nacidos; la educación de nuestros hijos de acuerdo a nuestros principios y convicciones; propugnar por la familia constituida por padre, madre e hijos y todos aquellos valores que han hecho grande a nuestra patria.

(1) Ver: file:///C:/Users/Raul/Pictures/ILE´s%20DF-2007-2015.pdf e ILE’s DF-2007-2015.pdf Consultado el 23 de septiembre de 2019.

(2) https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgxwDrRShHGXPwKkXxNMQtFnxDtlZ?projector=1&messagePartId=0.1 Datos INEGI: Consulta: 23 de septiembre de 2019.

(3) ile.salud.cdmx.gob.mx de abril de 2007 al 19 de diciembre de 2018, según estadísticas de GIRE, en la CDMX se han realizado 143, 598 Interrupciones Legales del Embarazo, y en total, en la república mexicana, se han cometido 205, 353 abortos.

LA COMEDIA DE LOS ASNOS

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana. Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Ciertamente un breve artículo como este no puede —y tal vez tampoco debe— entrar en muchos cuestionamientos. Desde los griegos presocráticos hasta el dia de hoy han corrido suficientes ríos de palabras acerca de la importancia de conocer la verdad en los numerosos ámbitos del quehacer humano.


Sobran las polémicas encendidas y los debates interminables en tantos programas especializados que pretenden comunicarnos la realidad del acontecer diario. El ejercicio de la recta razón nos provee de más elementos de juicio para lograr entender con mayor acierto el mundo en que vivimos.

En todo caso, y a pesar de las sospechas provocadas por algunos medios, el concepto de verdad continúa siendo un punto de referencia tanto en el discurso político, como en las realidades familiares, educativas, y económicas.

De no existir verdad alguna terminaríamos por construir un mundo sin verdad que no tardaría en volverse contra el hombre mismo. Homo homini lupus, escribió Plauto en su obra Asinaria o “La comedia de los asnos”. ¿Se puede vivir en un estado de guerra de todos contra todos? o ¿es preferible la ley del más fuerte?

Por otra parte, es notorio el hecho de que en muchos ambientes la verdad es un obstáculo del que es necesario desprenderse para triunfar. ¿Deseas lograr algo? No puedes andar mostrando tus convicciones morales, se dice. Cualquier observador recibe prácticamente a diario señales de que la verdad y la realidad deben ser tomadas como asunto de diatribas y sarcasmos.

Es una moraleja común que lo que nos importa realmente a las personas suele ir asociado a exigencias, compromisos serios, y puntos de apoyo sólidos, mientras que las adaptaciones a convicciones ligeras son bastante tolerables... pero sobre todo profundamente insatisfactorias.

En otros casos, los medios muestran la verdad en relación con la sensibilidad emocional y estética de cada quién. Son puntos de apoyo, en efecto, pero poco sólidos por ser esencialmente subjetivos. No toda la realidad es así. Existen verdades que cambian y realidades que no cambian jamás. La madurez intelectual consiste precisamente en saber discernir entre ambos tipos de verdad.

¿Preferimos formas frágiles de verdad para convivir pacíficamente con la indiferencia y el error? El remedio más efectivo para detener esta ola que inunda nuestra sociedad occidental, consiste en el cultivo personal de los hábitos intelectuales que perfeccionan la inteligencia humana. De lo contrario, corremos el peligro de estar actuando en una comedia de asnos.

sábado, 21 de septiembre de 2019

LA CULTURA DE LA INTOLERANCIA

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana. Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Si Voltaire viviera en nuestra época sería cliente asiduo de la CNDH.


Denunciaría la intolerancia que los medios de comunicación nos recetan con generosidad y filantropía, pensando que hacen gran bien a la sociedad y al país. Ya que México es un estado laico, es necesario olvidarse de dogmas religiosos. Es el primer dogma que nos imponen para construir el diálogo.

Basta ser un discreto observador para darse cuenta que las religiones enseñan dogmas que son vinculantes, en teoría, exclusivamente para los fieles de sus propias confesiones.

En contraste, desde hace décadas se van imponiendo a todos los ciudadanos nuevos modelos de pensamiento laicista, como por ejemplo, la importancia de ser políticamente correctos en las expresiones morales, económicas, políticas y educativas. En el fondo, se apela a la superioridad del pensamiento único así como a la excelencia del pensamiento débil.

¿No acepta usted las nuevas condiciones para el diálogo? No se preocupe.

Quedará excluido de subvenciones, acceso a la administración pública, al mercado laboral, multas, pérdida de la patria potestad, y cárcel incluso.

Nos encontramos ante un nuevo totalitarismo, quizás el más inhumano y repulsivo de la historia. No se permite cuestionar las ideas de la élite intelectual porque se piensa en términos de crítica a la persona que las expresa.

No es correcto equiparar los puntos de vista con la persona, pues el diálogo se volvería imposible. Si se fusionaran ambos conceptos equivaldría tanto como afirmar que criticar sus ideas demostraría desaprobación del personaje. Como si al discrepar se concluyera “soy mejor que tú”.

Si se adopta la actitud de intolerancia se recubren las opiniones frente a toda posible réplica. Todo termina en un tapón a la conversación. ¿Cómo saber si poseemos certezas mentales? Solo existe un camino: la correspondencia con la realidad. Si se rechaza, todo termina en un mal negocio porque ciertamente se negará que existan pruebas para refutar lo que se afirma o niega.

No es buen negocio desterrar del ámbito público las verdades objetivas. El escollo para las democracias no son las convicciones firmes basadas en razones, sino el espíritu de grupo que conduce a la intolerancia.

Contribuiría a reducir la malquerencia tener presente que cuestionar una idea no es desacreditar ni evaluar a quien la expresa. Porque la actitud de intolerancia termina por no tolerar a los intolerantes.

¿EL DOLOR O LA NADA?

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

“Entre el dolor y la nada, prefiero el dolor” (William Faulkner). Parece que con el tiempo las prioridades han cambiado y nos quedamos con la nada. El nihilismo es eso, el empoderamiento de la nada, el vacío existencial, la negación del sentido, de la objetividad, de la verdad. Todo este collage parece formar parte del cuadro relativista de nuestra cultura y sociedad. De ahí el vacío y la desesperación, de ahí –entre otros muchos factores- el despegue del suicidio, sobre todo juvenil, de la ansiedad y los antidepresivos. Nos estamos llenando de nada, en vez de saciarnos con la verdad.


¿Por qué esa inversión de prioridades?, ¿por qué ese diagnóstico pesimista y desencantado de la sociedad y la cultura? No es mi intención ser profeta de malaventuras, ave de mal agüero, cronista de desgracias, pero tengo ojos en la cara, y la crítica constructiva siempre ha sido necesaria para despertar conciencias aletargadas. Obviamente hay muchísimos elementos positivos en nuestra civilización, como pueden ser la valoración del individuo, el despertar de la afectividad, la sensibilidad por la naturaleza, una solidaridad que se extiende, más allá del ámbito humano, a todos los seres vivos. Todo ello es encomiable, qué duda cabe. Pero ninguna época es perfecta, nunca terminamos de alcanzar la plenitud humana, ninguna generación puede dormirse en sus laureles y cantar victoria; cada día –por el contrario- debemos reconquistar nuestra dignidad y nuestros derechos.

En medio de ese coro positivo existen también notables ausencias, dramáticas carencias.

La verdad no ha sido invitada a la fiesta, ya no es bienvenida en casa, se le considera dogmática, impositiva y violenta. Pero sin ella somos fácilmente víctimas de la manipulación y el vacío.

Aunada a esta carencia, consecuencia lógica de ella, se encuentran la falta de ideales, por considerarse, valga la redundancia, idealistas utópicos quienes los poseen. Serían una falta de realismo, un no darse cuenta de en qué sociedad vivimos, de nuestro entorno cultural, donde el único principio fundamental es: “vive y deja vivir”. No te compliques la vida, no traigas a colación trasnochados problemas metafísicos.

¿Qué característica tiene un ideal? Fundamentalmente que “vale la pena”. Es decir, se trata de una realidad que merita esfuerzo, sacrificio y, consiguientemente, dolor. Cuando alguien posee un ideal, está dispuesto a sacrificarse por él, a un cúmulo de renuncias, las cuales no lo vuelven infeliz, sino que, por el contrario, colman su vida, le otorgan una sensación de plenitud y felicidad que la mera satisfacción de necesidades no puede alcanzar. 

Un ideal puede ser correr un maratón, cursar una carrera, aprender un idioma, mantenerse en buena forma física. Si el ideal se agranda, rebaso el estrecho marco de mi propio yo y descubro la posibilidad en influir positivamente en mi entorno, en los demás. 

Mi ideal se agranda entonces si beneficia al medio ambiente, a los animales o, mejor aún, me lleva a formar una familia o a luchar por una justa causa social.

El problema es que la sociedad ofrece una gran cantidad de analgésicos de ideales. Es decir, realidades que pueden aletargar, anestesiar e incluso eliminar la capacidad de alcanzarlos.

Se trata, sencillamente, de que nos volvamos sujetos pasivos de consumo: la oferta de series, la adicción a redes sociales, el estar todo el día viendo y subiendo memes pueden consumir nuestra vida sin que nos demos cuenta, sumiéndola en la nada, en un cúmulo de momentos agradables carentes de sentido.

El ideal, para ser auténtico, supone sacrificio. El sacrificio expresa en qué medida estoy dispuesto a sufrir por algo valioso. El drama se desata cuando no considero que exista nada por lo que valga la pena sacrificar la vida; es decir, no hay nada por lo que valga la pena vivir. 

Se puede huir de esa consideración buscando una sucesión infinita de placeres y satisfacciones sensibles; la sociedad me ofrece tantos que mil vidas no alcanzarían para experimentarlos. Pero llega el momento en que eso cansa, en que uno se pone a pensar, en que se plantea la pregunta sobre si la propia vida vale la pena. Cuando el umbral del ideal es muy bajo: mantener un buen cuerpo o cuidar a los animales, tarde o temprano nos damos cuenta de que nos queda pequeño, y es fácil deslizarse por la pendiente del nihilismo y del vacío. 

Por ejemplo, cuando no vale la pena el esfuerzo de traer una vida al mundo, no resulta apetecible ser madre o padre, quiere decir quizá que estamos quedando presos de nuestra individualidad, y que de facto estamos eligiendo la nada vacía en vez del dolor significativo.

lunes, 16 de septiembre de 2019

THOMAS S. ELIOT: EL PENSADOR Y POETA QUE MÁS INFLUYÓ EN SU TIEMPO

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Thomas Stearns Eliot (1888-1965) es uno de esos poetas cuya obra ha permanecido a lo largo de muchas décadas. ¿Por qué? Porque no se concretó a transmitir sentimientos, emociones, afectos, anhelos hacia la mujer amada sino que utilizó su creación literaria para filosofar sobre las claves de la crisis de valores del mundo occidental.


Fue poeta, ensayista, crítico literario, escribió cuentos, guiones; fue periodista. Sus obras principales son: “La Tierra Baldía”, “Cuatro Cuartetos”, “Asesinato en la Catedral”, etc. Revolucionó el arte de escribir poesía mediante la creación del “Verso Libre”. En 1948 recibió el Premio Nobel de Literatura.

Algunos de sus versos más célebres de “La Tierra Baldía” son: “¿Cuáles son las raíces que arraigan, que ramas crecen/ en estos pétreos desperdicios? Oh, hijo de hombre/ no puedes decirlo ni adivinarlo; tú sólo conoces un montón de imágenes rotas/ (…) Te mostraré el miedo en un puñado de lodo. (…) Ciudad irreal/ bajo la niebla del amanecer invernal/ una muchedumbre fluía por el puente de Londres ¡eran tantos! / Nunca hubiera creído que la muerte se llevara a tantos/ Exhalaban cortos y rápidos suspiros/ y cada hombre clavaba su mirada delante de sus pies/ DENSE PRISA POR FAVOR YA ES HORA/ Deberías avergonzarte, dije, de parecer tan vieja/ (y no tienes más que treinta y un años) / no es culpa mía, dijo poniendo cara triste. / Son esas píldoras que tomé para abortar, dijo/ DENSE PRISA POR FAVOR YA ES HORA”.

En concreto estos versos nos expresan cómo en nuestro tiempo se ha perdido el derecho y respeto por la vida del niño no nacido; que se está resquebrajando la unidad y fidelidad conyugal; que ya no se busca formar una familia sino -en muchos casos- sólo tener un placer inmediato y sin ninguna responsabilidad; que se han abandonado los valores humanos y trascendentes del ser humano que por siglos han cimentado nuestra civilización y, como una música de fondo, Thomas Eliot insiste en subrayar a las personas que la vida es breve y fugaz, que todos estamos de paso, que nadie puede tomarse a la ligera su existencia sobre la faz de la tierra, que tarde o temprano moriremos, por eso escribe dos versos muy significativos: “Te mostraré el miedo en un puñado de polvo” y “DENSE PRISA POR FAVOR YA ES HORA”.

A los ojos de algún lector del siglo XXI, le podría parecer que T. S. Eliot resulta “obsesivo” al abordar el tema de la muerte y de los valores, pero lo que pretendía es emplear su obra poética como un poderoso vehículo para transmitir ideas, conceptos y sacudir a toda una sociedad que se encontraba aburguesada y somnolienta en su estado de confort y bienestar. Pienso que lo logró con creces.

viernes, 13 de septiembre de 2019

CÓMO UNA BLOGUERA ATEA ENCONTRÓ LA FE

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Hoy en día es preciso, sobre todo al viajar, portar una identificación, sea la licencia de manejo o un carnet que avale quiénes somos. El Papa Francisco señaló que los discípulos de Cristo tenemos nuestro carnet de identidad y son las Bienaventuranzas.


Nuestro Señor quiso mostrarnos la manera de comportarnos en el mundo: ser pobres de espíritu, desprendidos de los bienes de la tierra; ser puros de corazón para no ensuciar nuestro corazón; tener sed y hambre de justicia; saber afrontar el sufrimiento con espíritu cristiano colaborando a la redención del mundo.

Además, afirmó el Papa, el Evangelio y las Bienaventuranzas son el fermento de la verdadera felicidad, impregnada de misericordia, justicia y paz, sirviendo como antídoto contra la tentación del bienestar egoísta y discriminatorio.

2) Para pensar

El Evangelio y las Bienaventuranzas nos dan una visión más amplia de los sucesos del mundo, explicando lo que el mundo material no alcanza hacerlo. Eso lo experimentó una conocida bloguera atea llamada Leah.

Leah Libresco Sargeant, es una mujer que nació en Long Island, Estados Unidos, en una familia y ambiente no religioso. No creía en Dios y pensaba que la religión era falsa. Fue en la Universidad que se enteró que había cristianos inteligentes, que se sentían cómodos hablando de su fe. Pensaba que hay realidades, como las morales, que no se pueden explicar con las matemáticas, pues son algo trascendente. Comprobó que ella no tenía un sólido fundamento ético, y debía existir algo que diese fundamento a la verdad.

Leah desafiaba en su blog a los lectores a dar una respuesta intelectualmente rigurosa a sus preguntas sobre la vida. Buscaba con afán la verdad y cómo acceder a ella. No le satisfacían las respuestas recibidas y pensaba que no era posible que Dios no existiese y a la vez, la moral fuera algo más allá del hombre.

Leyó a Chesterton, C.S. Lewis y sobre todo Las Confesiones de San Agustín y vio que el cristianismo era “razonable”. Con san Agustín se identificó, pues él también buscaba la verdad. Y así, en el año 2012 se convirtió al catolicismo y escogió como patrono a San Agustín, pues pensó que compartía sus mismas debilidades.

Ya conversa confiesa que el rezo del Santo Rosario le ayuda mucho, pues la Virgen María la lleva a orar de un modo grato a Dios. Ahora Sargeant continúa escribiendo en su blog y edita una revista.

3) Para vivir

Después de su viaje apostólico a Mozambique, Madagascar y Mauricio, el Papa Francisco agradeció a Dios por concederle ir como peregrino a anunciar que la esperanza del mundo es Cristo, y su Evangelio es la levadura más poderosa de fraternidad, libertad, justicia y paz. 

Fue a esparcir semillas de fe, esperanza y reconciliación en una tierra que ha sufrido mucho, tanto por un conflicto armado, como por dos ciclones que causaron daños muy graves.

Su visita culminó con una misa bajo la lluvia, pero todos estaban contentos. Los cantos, las danzas religiosas, mucha felicidad. La lluvia no importaba. Y allí resonó la voz del Señor Jesús: “Amad a vuestros enemigos” (Lc 6,27), la semilla de la verdadera revolución, la del amor, que extingue la violencia y genera fraternidad.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

"PONGA LA BASURA EN SU LUGAR": ¿EL GOBIERNO DECIDE POR TI?

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana. Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Escuché las siguientes palabras en una entrevista de televisión: “El problema que tenemos actualmente de violencia, delitos, abuso de poder, es porque llevamos la vida entera sin un estado de derecho verdadero. Es culpa de la maldita impunidad y no de satanás”.


Afirmar que la culpa es de la “maldita impunidad” justifica una solución relativamente fácil: bastará demandar a la impunidad, someterla a juicio e imponerle cadena perpetua. Y se acabó el problema.

La realidad no es así. Existe el estado de derecho al mismo tiempo que coexiste la libertad humana. El desgobierno no es sinónimo de incumplimiento de la ley. El verdadero escenario apunta a la anarquía y al desorden en el uso de la libertad personal, por parte de actores públicos y privados.

Si hay errores entonces hay verdades. De no existir elementos de comparación, no habría errores ni equivocaciones como tampoco verdades ni méritos. De ser así, viviríamos en un mundo nuevo en el que el error posee el mismo status que la verdad. La principal consecuencia de este desatino consiste en que no hay decisiones equivocadas ni acertadas. Sería lo mismo “poner la basura en su lugar” y “poner la basura donde se le de la gana”.

Señalar que México es inmoral en muchos aspectos, significa en realidad que debe de ser moral. Pero la falta de moralidad no se puede atribuir al país, porque solo es adjudicable a la persona en concreto.

Que el presidente quiera moralizar a México y rescatar las buenas costumbres produce incomodidad en el dia a dia de muchos medios de comunicación. En realidad habría que precisar que el mensaje de López Obrador acusa a los opinadores, porque no entienden bien el recto uso de la libertad. Y no es un asunto de religión. Es un tema que rescata la consideración y el respeto que se deben a la dignidad del ser humano.

Las normas morales de la Cartilla no están determinadas por la situación geográfica o la temporalidad o la época. De ser así, los aliados en la Segunda Guerra Mundial no habrían puesto la basura en su lugar, como lo hicieron en efecto.

El esfuerzo de guerra duró seis años y cobró la vida de millones de seres humanos. Espero que no sea necesario repetir la historia. Necesitamos educación de calidad, corrección y disciplina...y un gran basurero.

martes, 10 de septiembre de 2019

¿CÓMO ENCAUZAR Y POTENCIAR A LOS NUEVOS LÍDERES?

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

En lo particular me sorprenden las nuevas generaciones, en las que los jóvenes tienen ideales y ambiciones que en otras épocas no se solían observar. Por sólo citar un ejemplo, la gran mayoría actualmente desea tomar cursos de maestría y doctorado en Europa, Estados Unidos o Canadá. 

No desean ser mediocres, sino tener un alto nivel de competitividad. Si sus padres no tienen muchas posibilidades económicas -que es lo habitual- ponen un especial esfuerzo por obtener magníficas calificaciones para conseguir becas y, a la vez, comienzan a ahorrar desde el primer semestre de su carrera para costearse sus estudios.

Estamos frente a una generación más combativa, que lucha con mayor determinación para alcanzar sus metas y, posteriormente, reconocimiento y un excelente prestigio profesional.

¿Cuáles son sus virtudes? Sinceridad, naturalidad, espontaneidad, menos miedos a los respetos humanos o a hacer el ridículo. Por otra parte, son jóvenes que han viajado por países desarrollados, que dominan varios idiomas, lo mismo que la tecnología digital.

¿Cuáles son sus preocupaciones? El hambre en el mundo, el descuido del medio ambiente, las carencias materiales y culturales de mucha gente, la corrupción, la situación de países en pobreza extrema.

¿Cuáles son sus “talones de Aquiles”? La tendencia al individualismo o egocentrismo, su dificultad de comunicarse con los demás o entablar relaciones humanas de amistad, particularmente con los mayores o desconocidos.

Quienes forman a los jóvenes que muestran condiciones de ser líderes, deben de ayudarles en estos aspectos para ejercer una influencia positiva sobre ellos. Por ejemplo, haciéndoles ver a los jóvenes que lo normal será vencer la natural timidez o inseguridad para abordar a personas mayores que ellos o que nunca han tratado porque en el mundo laboral será una práctica habitual.

Otro aspecto interesante de las nuevas generaciones: les atrae mucho el deseo de servir a los demás. Un botón de muestra es que cada vez de apuntan más jóvenes en las brigadas de labores sociales y asistenciales tanto en la ciudad como en poblados necesitados. Y comentan después, que eso les proporciona una gran satisfacción en todos los aspectos.

Otros líderes buscan formar equipo y ser altamente inventivos y creativos. Son tenaces y ambiciosos en sus objetivos.

Se dice que un líder adquiere mayor prestigio ante sus colegas cuando sabe rectificar ante sus errores, reconoce sus equivocaciones, pide perdón cuantas veces haga falta, está conscientes de sus limitaciones y defectos porque quiere corregirse y mejorar. En ningún momento se siente un “superhombre” o una “supermujer”. ¡Ése es el atractivo del líder humilde que sirve generosamente a los demás!

En conclusión, el nuevo líder está empeñado en cambiar el mundo, en hacerlo mejor, más habitable y en humanizarlo con sus aportaciones por el bien de su comunidad nacional e internacional.

DÍA MUNDIAL DE LA SALUD SEXUAL

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

En la actualidad tenemos días para celebrar casi todo, no podría faltar el Día Mundial de la Salud Sexual, que desde 2010 se conmemora cada 4 de septiembre. Quizá sea particularmente importante recordarlo ahora, pues van en aumento las ETS, y eso a pesar de toda la información que circula masivamente sobre el sexo. 


Si a ello añadimos la triunfalista definición de salud propuesta por la OMS: “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, vemos que la salud en general y la salud sexual en particular, se configuran como un ideal jamás alcanzado, pero que en el camino generan una cultura de mejora continua.

Ahora bien, dicha definición aplicada a la “salud sexual”, implica “la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación o violencia”. Es preciso recorrer todavía mucho camino en ese sentido, no sólo por la frecuente presencia de coacción y violencia sexual, también porque actualmente existen otras formas de presión social que constriñen la libertad y la autodeterminación de las personas. 

No hace mucho un estudiante universitario afirmaba que se sentía discriminado por vivir la castidad, pues sus compañeros buscaban avergonzarle por no haber tenido aún relaciones sexuales. Con frecuencia se escuchan problemas en parejas de jóvenes, en las cuales uno de ellos no quiere tener sexo, lo que suele ser motivo de discusiones. Y eso, sobra decirlo, cuando sin lugar a dudas es la conducta más segura para evitar ETS.

Ahora bien, en medio de todo ese aluvión de información sobre el sexo, se nota una dramática ausencia, una carencia fundamental: no se explica cuál es el sentido del sexo o, a lo sumo, se parte del hecho de que el hombre debe buscar siempre el máximo placer y el mínimo dolor. 

Está proscrito, además, hablar de la finalidad procreativa del sexo: se ha consumado el divorcio entre el fin unitivo y el fin procreativo del acto conyugal, siendo la satisfacción sexual la máxima aspiración de las personas, mientras que la fecundidad lo más temido; de ahí la presión por legalizar el aborto, como forma extrema de impedirla.

No se ha enseñado el sentido del sexo y se ha viciado la explicación de su ejercicio. De ser la actividad que expresa corporalmente la entrega total, la donación de sí mismo, se convierte en un ejercicio que busca, casi exclusivamente, la satisfacción personal. En lugar de abrirnos al otro, con frecuencia nos encierra en nosotros mismos, en la cárcel de nuestros deseos más vehementes.

A lo más, se promueve el diálogo como medio para alcanzar un consenso sobre aquello que se desea experimentar. El único límite es el consentimiento informado, la no violencia.

La educación sexual y en consecuencia la salud, parecen encontrarse con un punto ciego, un laberinto sin salida. La cultura contemporánea no se siente capaz de señalar un sentido o una finalidad objetiva para el sexo: será lo que cada quien quiera, algo absolutamente subjetivo, no puede haber un sentido vinculante en su ejercicio. 

La sociedad únicamente puede ofrecer herramientas técnicas para facilitarlo y, eventualmente, impedir una enfermedad o la procreación.

Dicha actitud, sin embargo, implícitamente transmite un sentido: el sexo carece de finalidad, de sentido, es un asunto técnico, no moral. Ello ha conducido a su banalización y a su ejercicio precoz e indiscriminado. Las “herramientas” educativas en realidad han generado una mayor incidencia de ETS y un vacío humano dentro de una de las actividades más íntimas y profundas de la persona.

No podía ser de otra forma, dado el temor que toda una civilización tiene para hablar sobre una verdad objetiva. Pero ese silencio es ya un mensaje. El sentido objetivo del sexo está estrechamente vinculado a nuestra comprensión del cuerpo humano y a nuestra forma de entender lo que significa ser persona. 

La ausencia de sentido acerca de la sexualidad tiene entonces una antropología implícita: callar supone afirmar que el cuerpo es algo que usamos, no tiene una finalidad objetiva, será lo que nosotros queramos que sea y, análogamente, no sabemos lo que significa ser persona, o será lo que nosotros queramos. Confundimos así -trágico error- la realidad con nuestros deseos o gustos, y ello a nivel educativo. 

Como la realidad, aunque se oculte, tarde o temprano sale a la luz, pagamos la factura a través de las ETS. El Día Mundial de la Salud Sexual indirectamente fomenta así la enfermedad, al no decir nada sobre el sentido del sexo.

viernes, 6 de septiembre de 2019

REFLEXIONES SOBRE LA DROGADICCIÓN Y SU RECUPERACIÓN

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

Los abismos en los que puede caer la miseria humana son infinitos… así como su capacidad de redención. La resiliencia es una de las más maravillosas capacidades humanas; ahora bien, con frecuencia es difícil encontrar solos el camino de vuelta, la vía de la esperanza; solemos necesitar de una mano amiga, de una comunidad que nos sostenga.


Las drogas son con frecuencia una de esas trampas, uno de esos pozos profundos en los que puede caer el hombre y, una vez dentro, ser despojado de su dignidad y encadenado a un terrible vicio. Al ser un negocio fructífero, las drogas se difunden, corrompiendo a la sociedad, a las autoridades, generando violencia y destruyendo vidas humanas.

Si todos necesitamos ser redimidos, salvados, esa necesidad adquiere una mayor notoriedad y urgencia en el caso de los drogadictos. La salvación ofrecida por Jesucristo es integral: se ofrece a todos los hombres y a todo el hombre: cuerpo y alma. No es simplemente un etéreo más allá, sino que sus primicias se tocan y son patentes en la vida cotidiana de muchas personas, también de aquellas que han sido atenazadas por las drogas, pero que se abren al llamado de la gracia.

En una época en la que se suelen escuchar casi exclusivamente cosas negativas respecto a la religión y particularmente el catolicismo, es bueno resaltar aquellas obras de las que probablemente ignorábamos su existencia, pero han crecido a la sombra de la fe en servicio de la sociedad, particularmente de los sectores más marginados, como puede ser el oscuro mundo de las drogas. “Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece silenciosamente”. 

La Iglesia, y con ella el amor tangible de Jesús por el hombre, también está presente en el mundo de las drogas.

Un ejemplo elocuente de esta realidad es la “Comunitá Cenacolo” (Comunidad del Cenáculo, en italiano), fundada en 1983 por la Madre Elvira, que actualmente cuenta con 63 casas o “fraternidades” en 21 países, donde busca ofrecer un hogar y una familia a jóvenes tóxicodependientes. Consciente de que lo que redime al hombre es el amor, la comunidad se vuelca en afecto, comprensión y acompañamiento a las personas que acuden a sus puertas. El resultado ha sido una maravillosa epidemia resiliente, pues muchos han logrado superar su adicción, otros recuperar la fe, otros, en fin, descubrir su vocación. Resulta llamativo descubrir entre las personas consagradas de ese movimiento o incluso en las religiosas, algunas con tatuajes y marcas en los antebrazos: son las antaño drogadictas que han vuelto a nacer gracias a esa experiencia de amor incondicional, y ahora se dedican a difundir lo que colma su corazón y ha transformado su vida: el bien es difusivo de suyo.

Es maravilloso ver voluntarios, consagrados y religiosas “arponeados”, cuyos tatuajes son silenciosos testigos de un género de vida extremo, pero que finalmente han sido alcanzados por el amor de Jesucristo, gracias a la abnegada vida de unas religiosas que apostaron grande por los drogadictos. Constituyen un ejemplo viviente del poder sanador de la gracia divina y de la capacidad de resiliencia ínsita del corazón humano. Personas que muchas veces son abandonadas por sus propias familias y de las cuales la sociedad “se protege”, son acogidas en una nueva “familia grande” o “familia de pecadores públicos”, como les gusta llamarse, pero que al ser tocadas por la misericordia de Dios se han vuelto ricas, capaces de compartir la alegría de vivir y el afán de servir con otras personas que pasan momentos de oscuridad.

Es realmente esperanzador ver cómo, quien fue presa de una adicción, es redimido y enseña a otros, con la autoridad de quien ha recorrido el camino anteriormente y no predica teorías, ni habla de ideas, sino de lo que tiene bien experimentado, acompañando a otra persona en su proceso de redención. El poder sanador del amor y la misericordia resulta más elocuente si quienes lo comparten han sido rescatados de los abismos a los que la abyección de la condición humana puede conducir.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

¿QUÉ SIGNIFICA LA "BABELIZACIÓN INTELECTUAL" COMO UN DESAFÍO A LA RELEVANCIA?

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana. Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Distinguir entre lo relevante y lo irrelevante es una muestra de madurez intelectual. Consiste en saber diferenciar lo accesorio de lo esencial. La distinción orienta el debate público hacia lo verdaderamente importante que merece discutirse abiertamente en orden al bienestar de la nación, de la sociedad y de la persona.


Con frecuencia los medios de comunicación masiva vuelven irrelevante lo esencial, porque se presenta la información en retazos y según lo políticamente correcto. Es mejor quedar bien ante el poder que ante la opinión del público.

Todos los seres humanos queremos naturalmente saber la verdad. Las “lagunas de información” despiertan la sensación de carencia de verdad en la opinión pública, porque apuntan hacia lo accesorio e irrelevante como si fuera lo más significativo y urgente.

Por no encarar el desafío de la relevancia, los actores de la comunicación han logrado la “babelización intelectual” de una gran parte de la sociedad.

Prácticamente no se comunican certezas. En la estructura social contemporánea, la verdad carece de buena prensa. Se presenta como lo único valioso el pluralismo en la manera de pensar, y se arrincona la seguridad de conocer la realidad tal cual es.

Ante las patologías comunicativas del siglo XXI, me atrevo a sugerir algunas ideas retadoras – una serie de consejos-- para los actores del drama que vivimos día a día.

Las siguientes reflexiones trascienden lo estrictamente comunicativo porque intentan abrir paso a la verdad y en pocas palabras son:

A los políticos profesionales: sus omisiones y desaciertos producen efectos negativos en las vidas reales de las personas. Si desean ser prudentes no derramen cántaros de estiércol sobre la oposición. Si pretenden seriedad profesional sean fiables en sus hechos y palabras. Admitan que no siempre poseen la certeza de que que algo funcionará. No son infalibles. Traten a la Opinión Pública en sentido adulto.

A los periodistas: rechacen la tiranía del relativismo porque no todo depende de su punto de vista. Existe la verdad, pero se escapa en cuanto se debilita la mirada. Excluyan el perspectivismo que siembra sesgos incluso en los mejores comunicadores. Se puede ser realista crítico porque la realidad es lo que es, los hechos son los hechos. Nunca es cómodo justificar principios.

Al público: me refiero a los personas fuera de su ámbito privado que se reúnen con otros para platicar y analizar. La “babelización intelectual” vuelve trivial la importancia de participar en la vida pública. La gran mayoría civil está renunciando a la cooperación, e incluso desdeña informarse ante la abundancia de “fake news”.

No permitan que los más sectarios invadan los medios. Es necesario informarnos para decidir correctamente, porque la desinformación aniquila toda decisión. 

Hay que enseñar a nuestros hijos a entender el lenguaje público desde el marketing político al periodismo, las redes sociales y la publicidad. Aprender retórica es de gran ayuda para no dejarse engañar.