domingo, 27 de febrero de 2022

EL PRIMER AGRICULTOR

Pbro. José Martínez Colín 1) Para saber Cuando San Juan Pablo II eligió arzobispo de Paris a Jean-Marie Lustiger en 1981, le preguntaron cuál era el punto más importante de su plan pastoral para la diócesis que el Papa le había confiado. La respuesta fue sencilla y para alguno quizá sorprendente: “El punto central del plan pastoral es la conversión del propio Obispo”. En efecto, todos requerimos de una continua conversión. La Cuaresma, dice el Papa Francisco, es un “tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado”. Para ello nos propone reflexionar la exhortación de san Pablo: «No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo» (Ga 6,9). El primer agricultor es Dios mismo, que generosamente sigue derramando semillas de bien, dice el Papa. Y nosotros, estamos invitados a ser colaboradores de Dios sembrando el bien. 2) Para pensar Podemos recordar el conocido “Cuento de los dátiles”. Se cuenta que, en un oasis del desierto, se encontraba el anciano Eliahu de rodillas. En eso llegó su amigo Hakim, un rico mercader, que lo vio muy cansado cavando en la arena. Le preguntó qué hacía agobiado por el intenso calor del desierto. “Estoy sembrando”, le contestó. “¿Y qué siembras, Eliahu?” Señalando a su alrededor contestó: “Dátiles”. Hakim se sorprendió: “Pero ¡cómo! El calor te ha dañado, amigo. Deja eso y vamos a beber una copa de licor. Además, tienes más de ochenta años, y lo más probable es que nunca los llegues a probarlos. No podrás cosechar lo que hoy siembras”. Pero Eliahu respondió: “Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró. Ahora yo siembro, para que otros puedan comer mañana los dátiles”. Sorprendido dijo Hakim: “¡Me has dado una gran lección, Eliahu! Deja que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza”. Y le dio una bolsa de cuero con monedas. “Te lo agradezco. Ya ves que decías que no llegaría a cosechar frutos y, sin embargo, ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo”. Hakim, asombrado por su sabiduría, le regaló otra bolsa de monedas de oro para demostrarle su agradecimiento. El anciano le dijo que así era la vida: Él había sembrado sin pensar en sí mismo y ya había recibido frutos dos veces, sin contar con los dátiles que se obtendrían en el futuro. Entonces Hakim se despidió: “Me voy, no sea que si sigues hablando y no me alcance mi fortuna para pagarte”. El que sólo piensa para sí mismo reduce su horizonte. Pensar en otros, ensancha el corazón. 3) Para vivir La Cuaresma nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radiquen en el poseer, sino en el dar; no en acumular, sino en sembrar el bien y compartir. Así las buenas obras darán su fruto: en nosotros mismos y en nuestras relaciones cotidianas, llevando el perfume de Cristo al mundo. Porque en Dios no se pierde ningún acto de amor, por más pequeño que sea. Sembrar el bien para los demás implica una gran nobleza y nos libera de las estrechas lógicas del beneficio personal. Además, el fruto más completo será para la vida eterna, será nuestro «tesoro en el cielo». (articulosdog@gmail.com)

viernes, 25 de febrero de 2022

VALORES Y VIRTUDES PARA APRENDER DE LOS ATLETAS OLÍMPICOS

Raúl Espinoza Aguilera, @Eiar51 Siempre que veo por internet o televisión a los atletas en los juegos Olímpicos, estoy casi seguro que son personas con muchos valores. Naturalmente, habrá sus excepciones. Considero en el gran número de tiempo que han dedicado a sus respectivas especialidades para lograr tener un papel destacado. Observando, por ejemplo, el patinaje artístico y a sus competidores de las recientes Olimpíadas de Invierno, tengo la impresión de que todos podrían haber sido campeones por su calidad y profesionalismo. Aunque los jueces determinen quiénes lo hicieron mejor mediante la puntuación. Un cronista de la TV comentaba que ese patinaje por parejas o individual es una conjunción de arte, ballet y gimnasia con una coreografía y música bien seleccionadas. Recuerdo la alta puntuación que alcanzaron Olga Korbut en Munich (1972), Nadia Comaneci en Montreal (1976) con calificación ¡de100 puntos cerrados!, Svetlana Khorkina en Atlanta (1996) dentro de la gimnasia olímpica. Ellas aún siguen siendo leyenda y están presentes en la memoria de los seguidores de ese deporte. Svetlana decía -en una entrevista de prensa- que al mirar en Atlanta el enorme estadio completamente lleno, con personas de muy diversos países, lenguas y una gran cantidad de medios de comunicación sintió vértigo porque ella contaba con escasos 15 años -casi una niña- y habitualmente trataba a pocas personas ya que era originaria de una población pequeña. Su rutina era desplazarse desde su departamento al gimnasio donde entrenaba y luego regresar a su casa. Pero de pronto, el enfrentarse a tanto bullicio de toda aquella multitud se desconcertó. Tuvo que hacer acopio de sus fuerzas mentales para no desconcentrarse en medio de ese barullo y, finalmente, obtener su presea de oro. Previo a la competición, ellas y ellos tuvieron que vencer infinidad de obstáculos para ser seleccionados en las rondas eliminatorias de sus países o regionales y poder competir en las Olimpíadas. Cuando obtuvieron las medallas comentan –con emoción- que aquellos sueños que tenían desde su infancia o adolescencia se convirtieron en realidad. Su alegría aumenta cuando ven izarse las banderas, escuchar los himnos de sus respectivas naciones y considerar el gozo que tendrían –en ese momento- sus familiares, amistades y paisanos. El lema de los atletas suele ser: no decepcionarse o desanimarse ante los fallos o equivocaciones, obedecer a sus entrenadores y no perder la esperanza de ganar en las diversas competiciones. Saben que el fracaso es parte del aprendizaje y que jamás se debe abandonar la lucha. Se suelen lastimar sus músculos, tendones y ligamentos y esperar con paciencia su restablecimiento. A veces se avanza un poco y otras, tienen la impresión que retroceden. Es cuando entra en juego el espíritu deportivo para levantarse y recomenzar cuantas veces haga falta. Como escribía Winston Churchill: “En el combate; resolución; ver la derrota como un desafío; en la victoria, magnanimidad; en la paz, buena voluntad”. O también, aquella conocida frase: “El carácter se manifiesta en los grandes momentos, pero se construye en los pequeños”. Es decir, los grandes logros se obtienen a base de cosas pequeñas, como lo comentan los atletas con sus entrenamientos diarios. En las importantes competiciones confiesan que se suele experimentar miedo, pero hay que aprender a autocontrolarse. Y hay unas palabras muy inspiradoras de Churchill para los que suelen competir y, en general, un buen consejo para enfrentar las dificultades de la vida: “Nunca te rindas, nunca, nunca, nunca, en nada grande o pequeño, largo o corto, nunca cedas ante tus convicciones de honor y sentido común. Nunca te rindas ante la fuerza, nunca sucumbas ante el poder aparentemente abrumador del enemigo”. Estas consideraciones las pronunció por la radio para animar a los ciudadanos ingleses a resistir mientras las fuerzas alemanas destrozaban la ciudad de Londres. Entre septiembre de 1940 y mayo de 1941 el ejército nazi desarrolló una campaña de bombardeo sistemático contra Inglaterra, conocida como “Blitz” (relámpago”). Murieron cerca de 43,000 civiles. Ese dramático episodio histórico, Gran Bretaña se encontraba sola, sin el apoyo militar de los Aliados, para enfrentarse a Adolfo Hitler, pero gracias a la firme determinación, el liderazgo y la valentía de Churchill, la ciudadanía conservó la calma y la esperanza. El atleta Usain Bolt, corredor de los 100 y 200 metros planos obtuvo numerosas medallas de oro en los juegos Olímpicos de Beijing, Londres y Río de Janeiro. Perseveró en su afán por romper récords mundiales y lo logró con creces. La velocidad que alcanzaba en las pistas era asombrosa. Anteriormente, en la década de los ochenta, el atleta Karl Lewis destacó por sus triunfos en esas mismas pruebas, más la del salto de longitud. También fue impresionante la cantidad de combates de box que tuvo que sostener José “Mantequilla” Nápoles para obtener el campeonato mundial de Peso Welter, no se obstante que no se le permitía luchar contra el campeón por diversas razones, pero no se desanimó y fue constante en sus deseos de triunfar. Por otra parte, la mujer más veloz del mundo es la jamaicana Elaine Thompson, con 3 medallas de oro obtenidas en la pasada Olimpíada de Tokio, al superar a Shelly-Ann Fraser- Pryce. Y así podríamos seguir relatando numerosos valores y virtudes de los atletas.

jueves, 24 de febrero de 2022

¿FUTURO O ASESINO DEL CLIMA?

Pbro. Mario Arroyo, Doctor en Filosofía. p.marioa@gmail,com Así rezaba una reciente publicidad en Alemania: “¿Futuro o asesino del clima?”, en la imagen se veía a una mujer amamantando a un recién nacido. Es realmente sorprendente el avance de la ecología profunda, la cual considera al hombre como enemigo de la naturaleza. Al ver esa publicidad inmediatamente hice conexión intelectual con dos hechos recientes: una cita de Peter Singer que leí, donde invitaba a que esterilizar a todo el género humano para ser voluntariamente la última generación sobre la Tierra y vivir de fiesta hasta la extinción, y a una intervención de una universitaria en clase, donde afirmaba que no tendría hijos por motivos éticos, para evitar el sobrecalentamiento del planeta. De pronto todo encajaba: el hombre es el enemigo del planeta; hay un imperativo ético de acabar con él. La cultura de la muerte tiene una cara aséptica e incluso altruista: la preocupación no por la humanidad, sino por el planeta. Podemos incluso sacrificar la humanidad en el altar del planeta. ¿Es justo hacerlo? Para muchos enemigos de la vida humana parece ser así. Ya no es que se mire con recelo a las familias numerosas, por considerarlas irresponsables, estamos un paso adelante, de forma que traer vida al mundo no se considera un bien, un motivo de alegría o felicitación. Se comienza a cuestionar la moralidad de traer vidas humanas a este planeta cansado y a este mundo enfermo de violencia, injusticia y corrupción. El desencanto por lo humano está consumado. Se ha cerrado el círculo, como proféticamente vio el Concilio Vaticano II: “sin el Creador, la creatura se diluye”. El humanismo ateo, que parte de la premisa de la negación de Dios, culmina por afirmar la negación del hombre. Quizá alguien pueda objetar que se trata de casos de élites intelectuales, pero que no piensa así el grueso de la población. Dos hechos, uno global y otro casero, me hacen calificar a tal aseveración de optimista: la drástica caída de la natalidad en los países desarrollados; es decir, los que mejor viven no consideran a la vida digna de ser vivida; y, en segundo lugar, la experiencia de mi barrio clasemediero alto: la gran cantidad de personas paseando perros, inversamente proporcional a la presencia de niños. No, la vida humana en los sectores altos de la población ya no se está viendo como una bendición, como una forma de realizarse y trascender. Se recela de ella. El recelo tiene una causa subjetiva: el sacrificio que supone. Es mucho más sencillo tener una mascota que a un hijo. Pero ahora ese motivo, egoísta, al fin y al cabo, tiene una motivación intelectual fuerte: la defensa y el cuidado del planeta. Cada hijo supone una gran cantidad de consumo, de calor, de energía, de desgaste para el planeta. Es triste que la vida humana, que biológicamente hablando es la mayor maravilla que pueda contemplarse hasta el momento en el universo –pues finalmente es el único ejemplo de vida consciente del que tengamos evidencia- se vea empobrecida hasta esos límites inauditos. La visión cristiana, ahora en clara minoría, es diametralmente opuesta. Se siguen considerando a las familias numerosas como una bendición de Dios. Se sigue viendo a cada vida humana como un milagro, cada ser humano se considera único e irrepetible. Cada persona tiene dignidad y por ello un valor inalienable. Sigue viendo en el mundo en particular y en el universo en general, como un inmenso don, que Dios confía al hombre. Se valora al mundo y todo lo que él contiene, pero no como un fin, sino como un medio. Se debe respetar la naturaleza y cuidar del planeta, pero como parte de nuestra responsabilidad extendida, nuestra responsabilidad con los hombres del mañana. Sigue siendo el hombre el centro de la creación, no se sacrifica a ella. Hace poco me hacían caer en cuenta que las personas que comulgan con esos planteamientos propios de la Deep-ecology no tienen hijos. Están condenados a la extinción. Yo no soy tan optimista, pues por tratarse de una élite, controlan los contenidos y los programas educativos. Poco a poco tal visión va ir permeando, como la única éticamente solvente, y los que no comulguemos con ella seremos mirados con recelo, cuando no reprimidos social, cultural e incluso penalmente (no quedan muy lejanos los castigos en China por tener más de un hijo). Tal parece que la única alternativa para un futuro esperanzado de la humanidad es la vuelta a un humanismo cristiano. La pregunta es ¿todavía es posible?, ¿todavía estamos a tiempo o es ya demasiado tarde?

martes, 22 de febrero de 2022

¿QUÉ ES LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS?

Pbro. José Martínez Colín 1) Para saber Un anciano sacerdote vivía en una zona rural habitada por pocos católicos. Sucedió que un domingo hubo una intensa nevada por la que nadie pudo asistir a la Santa Misa. Al día siguiente, uno del pueblo quiso consolar al sacerdote: “Debió sentirse muy solo al ver la iglesia tan vacía”. Pero el párroco le respondió: “¿Vacía? De ningún modo. Había miles de santos y ángeles que me acompañaban durante la Misa”. Esa unión que hay en toda la Iglesia es la “comunión de los santos”. El Papa Francisco comentó que estamos unidos a todos, pero especialmente a nuestros patronos, sea por el nombre que tenemos, o por el templo al que pertenecemos, el lugar donde vivimos, etc. Podemos dirigirnos a ellos con confianza en los momentos de necesidad. La devoción a los santos no es algo mágico ni superstición; es simplemente hablar con un hermano o hermana que ya recorrió una vida ejemplar, y ahora está delante de Dios. Quien dice “yo soy muy devota a san José” o a otro santo o santa, es una forma de expresar el amor que le tiene. Así como tenemos amistad con quienes convivimos, así también con los ya gozan de Dios en el Cielo. Y como con los buenos amigos, acudimos a ellos en caso de necesidad. 2) Para pensar El mariscal Rommel, siendo de gran inteligencia, no era buen estudiante. Su profesor de letras, viendo su incompetencia, se dirigió a todos sus alumnos: “El día que Rommel me entregue su tarea sin ninguna falta de ortografía les doy el día de vacaciones y contrato una banda de música para celebrarlo”. Al día siguiente que hizo el dictado, Rommel entregó su escrito y le dijo al profesor: “Ya puede ir contratando la banda, profesor”. Y en efecto, no encontró ninguna falta. Intrigado le preguntó cómo fue posible. Rommel contestó: “Antes no me sentía motivado. No me había dado cuenta que con mi acción podía beneficiar a los demás, hasta que usted me lo aclaró”. La comunión de los santos es un misterio de solidaridad en que nuestras acciones repercuten en los demás. La unidad que hay entre todos los miembros de la Iglesia permite que unos reciben ayuda de los otros. No podemos ser indiferente a los otros, porque todos somos parte de un cuerpo, en comunión. 3) Para vivir En el Credo se recita: “Creo en la comunión de los santos”. Recuerda el Papa Francisco que de niño pensaba que los santos hacían la comunión. Pero no. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: «La comunión de los santos es precisamente la Iglesia» (n. 946). Una bonita definición, pues se enfatiza que nadie queda excluido. No significa que todos sean santos, sino que es la comunidad de los pecadores salvados por Jesucristo. Es Dios que por su Amor nos une a Él formando un solo cuerpo, como dice san Pablo, en el que Jesús es la cabeza y nosotros los miembros (cf. 1 Cor 12,12): «Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte de su gozo» (1 Cor 12,26-27). Todos unidos por la fe, por el bautismo, en comunión con Jesucristo. Y esta es la comunión de los santos. El Papa Francisco invita a acudir a la intercesión de los santos, especialmente a la Santísima Virgen María, Madre de Dios y luego, a san José. Teniendo presente que los milagros quien los hace es Dios. (articulosdog@gmail.com)

domingo, 20 de febrero de 2022

LOS HÉROES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

LOS HÉROES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Raúl Espinoza Aguilera @Eiar51 En ocasiones, tengo la impresión de que olvidamos a aquellos líderes, dirigentes, los millones de soldados y miles de ciudadanos en muchos países que colaboraron heroicamente para preservar las libertades de nuestro mundo, durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de ellos fue el Primer Ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill con su firme liderazgo y genio militar, pero también lo fueron: Franklin D. Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos; el General Charles de Gaulle, Presidente de Francia, quién fue un militar clave en la resistencia de esta nación gala. Y en el aspecto militar, destacan: el General Dwight D. Eisenhower (Comandante supremo aliado); el General Arthur Tedder (Delegado del comandante supremo); el General inglés Bernard Law Montgomery (Comandante de las Fuerzas terrestres); el General Bernard Ramsay (Comandante de las Fuerzas navales); el General Trafford Leigh-Mallory (Comandante de las Fuerzas aéreas). En el célebre día “D”, en la llamada “Operación Overlord”, del 6 de junio de 1944, desembarcaron en Normandía más de 160,000 soldados, dando un giro importante en favor de las fuerzas aliadas. Pero, ante la persistente defensiva nazi, se estima que murieron aproximadamente 10,000 soldados durante ese desembarco. Por otra parte, se calcula que más de cien millones de soldados de una veintena de países participaron en el conflicto tanto en el frente de Europa Occidental como en las batallas del Océano Pacífico. En estas últimas, el General Douglas MacArthur tuvo un papel destacado. Tengo particular simpatía por esa notable población femenina que participó activamente en esta Guerra y fueron aviadoras, combatieron con las armas, en labores de espionaje, estuvieron en las diversas oficinas de servicios estratégicos para informar a sus dirigentes. Fueron enfermeras y atendieron a miles de heridos. Ellas fabricaron armamentos, embarcaciones, carros de combate y repararon aviones. También tuvieron un rol destacado en la producción masiva de armas. Fueron la fuerza oculta, discreta pero sumamente eficaz y su actuación fue determinante en esta conflagración. En efecto, existen líderes a los que se les reconoce públicamente por su trascendental colaboración, pero hubo millones de héroes anónimos que murieron en combate o apoyaron discretamente, permaneciendo en un segundo plano. Teniendo como telón de fondo las frases y discursos del excelente orador, Winston Churchill: “No tengo más que ofrecerles sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”. O bien, aquel inolvidable discurso cuando Adolfo Hitler ya tenía planes preparados para invadir Inglaterra: “Llegaremos hasta el final. (…). Lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo, lucharemos en las playas, lucharemos en las pistas de aterrizaje, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, (pero) ¡nunca nos rendiremos!” Este líder inglés levantó la moral de victoria no sólo a los ingleses sino en todas las fuerzas aliadas por su valentía y atrevimiento de retar a Hitler cuando la Gran Bretaña todavía no contaba con el apoyo activo de las demás naciones. Churchill, con osadía, decidió bombardear Berlín. Fue un momento decisivo porque en un arranque de furia y de indignación Hitler, primero mandó bombardear todavía con mayor intensidad a Londres y otras de sus ciudades importantes. Después, ordenó al Comandante General de las Fuerzas Aéreas, la Luftwaffe, Hermann W. Goering que desplegara numerosos aviones más para dar una gran batalla aérea contra Inglaterra y a continuación vendría la invasión por vía terrestre. Pero sucedió que el militar encargado de informar a Hermann Goering mintió con los datos del número de aviones nazis disponibles y, luego, con las bajas inglesas y alemanas que estaban ocurriendo. Sin embargo, Goering al ignorarlo le presumía al Fuhrer que sería una aplastante victoria. Pero Churchill estaba bien preparado para defenderse. Primero, pidió a un físico (Robert Watson-Watt) que desarrollara un radar que permitiera detectar a la aviación enemiga. De esta forma coordinar y enviar los veloces cazas “Supermarine Spitfire” en el momento y número preciso para combatir las incursiones alemanas. Este avión poseía mayor maniobrabilidad que los “Stukas”. Después de numerosos combates aéreos a la postre venció la Real Fuerza Aérea (RAF) a la Luftwaffe. Adolfo Hitler decepcionado, dejó de confiar en Goering. A partir de ese momento ya no intentó invadir la isla sino que decidió cambiar de planes para lanzarse a abrir el frente oriental contra la U.R.S.S. con la “Operación Barbarroja”, el 22 de junio de 1941. Con este radical cambio buscaba mantener en alto la moral de los ejércitos nazis. Según los historiadores, fue el peor error militar de Hitler. Rusia también fue un importante país aliado. Su ejército tenía una gran capacidad de resistencia en los combates “cuerpo a cuerpo”. Tan sólo en la batalla de Stalingrado murieron un millón de soldados rusos, pero al final vencieron en esta dramática y decisiva batalla. Luego, con habilidad y sagacidad organizaron “la guerra de guerrillas”, comandados por José Stalin y, por fin, lograron derrotar al ejército del Fuhrer. Así comenzó lo que se conoce como “el principio del fin de la derrota alemana”. De manera que fueron entre 40 o 50 millones soldados fallecidos en estas batallas, más otros millones de heridos. Sólo así se lograron frenar los ambiciosos afanes expansionistas de Adolfo Hitler.

martes, 15 de febrero de 2022

ESCUCHAR LA VOZ ÍNTIMA DE DIOS

Pbro. José Martínez Colín 1) Para saber Los santos han sido personas de oración. Sin embargo, no siempre les fue fácil hacer oración, a veces pasaron por grandes dificultades. Hubo una temporada en que Santa Teresa de Jesús no lograba ver la voluntad de Dios, y un tanto impaciente reclamó: “Señor, o grita más, o afíname el oído”. Dios habla de varios modos y es preciso cultivar en nuestro interior la disposición para escucharlo. El Papa Francisco puso por modelo a San José en las audiencias dedicadas a este santo, a quien el Señor le hizo ver su voluntad en sueños. Comenta el Papa que dentro de cada uno de nosotros hay muchas voces y es preciso discernir la de Dios, pues también están otras voces como la de nuestros miedos, las de nuestras experiencias, incluso la voz del maligno que quiere engañarnos y confundirnos. Por tanto, es importante lograr reconocer la voz de Dios en medio de las otras voces. San José demuestra que sabe cultivar el silencio necesario para escuchar al Señor y así tomar las decisiones justas. 2) Para pensar Un famoso actor y director italiano fue Vittorio Gasmann, “Il Mattatore” (1922-2000). Cuando cumplió 68 años declaró en una entrevista que había superado una depresión de varios años: “Fue una prueba verdaderamente dura. Pero he descubierto también tantas cosas…”. Le preguntaron qué había aprendido. Vittorio contestó: “A rezar”. Ante cierto desconcierto, continuó: “¿Y le parece poco? Yo en asuntos de religión había estado siempre muy inseguro, muy tibio. Ni era ateo, ni verdadero creyente. Ahora, en cambio, estudio la teología… encuentro luz en la oración. Piense en un hombre como yo acostumbrado a los grandes éxitos, que se reencuentra en esa obra maestra de simplicidad que es el ‘Padrenuestro’ al recitarla”. Si logramos orar en los momentos difíciles, podemos estar ciertos que el Señor no nos deja. Señala el Papa Francisco que a veces estamos ante situaciones que no comprendemos y que parece un callejón sin salida, de mucho dolor, pero que como San José, que reza y sabe escuchar a Dios, el Señor siempre indica lo que hay que hacer. En la oración el Espíritu Santo nos hace intuir cómo resolver cada situación. Siempre es útil rezar. 3) Para vivir Comentaba el Papa Francisco que cuando estaba en Buenos Aires le daba mucha ternura cuando iba en el autobús pasaba delante de la cárcel, y veía la fila de personas que querían entrar para visitar a los presos. Había muchas madres valientes que iban a ver su hijo equivocado, no le dejaban solo y lo acompañaban. Es la misma valentía de san José que ante los peligros reza y toma la fuerza de Dios para afrontar las dificultades sin sucumbir. Dios no nos promete que nunca tendremos miedo, sino que, con su ayuda, podremos sobrellevarlo. El poder de la oración hace entrar la luz en las situaciones de oscuridad. Los padres suelen tener el problema de los hijos: con enfermedades, o irresponsables, o inmaduros que se meten en líos… Hay dolor, pero imitemos a San José que rezaba, trabajaba y amaba. Dice el Papa Francisco que son tres cosas bonitas para los padres: rezar, trabajar amar, y así recibiremos siempre la fuerza que nos sostiene y la valentía para afrontar las pruebas de la vida.(articulosdog@gmail.com)

domingo, 13 de febrero de 2022

LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA Y SUS CONTENIDOS

Raúl Espinoza Aguilera Cada vez más me sorprende la influencia ideológica que ha ejercido la música popular y sus contenidos en la sociedad. Es verdad que esta influencia es multifactorial porque de la misma manera influyen las series de TV (como Netflix), las películas, los videojuegos, los libros, las redes sociales y demás medios de comunicación. Cuando era adolescente se notaba claramente el modo de pensar de las personas de la década de los veinte y treinta porque se caracterizaban por tener una sensibilidad cargada de romanticismo. Les agradaba bailar el Charleston o el Foxtrot. Además, les gustaba escuchar las composiciones de Agustín Lara, de Ricardo Palmerín, de Guty Cárdenas, de María Grever. O bien, las interpretaciones de Emilio Tuero, Pedro Vargas, “Toña La Negra”, María Luisa Landín, Libertad Lamarque, Sarita Montiel. O si les agradaba la música ranchera, preferían escuchar a Tito Guízar, a Jorge Negrete, a Lola Beltrán, a Pedro Infante o a los Tríos. En los años posteriores a José Alfredo Jiménez, Javier Solís y Lucha Villa donde los problemas sentimentales se resolvían en la cantina desahogando sus penas con un grupo de amigos. Como dice aquella canción de José Alfredo: “Quien no llega a la cantina exigiendo su tequila, / exigiendo su canción” (“Tu Recuerdo y yo”), que sin duda promocionó en algunos la afición por el alcoholismo. La década de los años cuarenta y cincuenta recibió la influencia militar ya que miles y miles de soldados, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), marcharon al frente para combatir contra los nazis de Adolfo Hitler, los fascistas italianos de Benito Mussolini, los japoneses, o bien, participando en la Guerra de Corea (1950-1953). En los centros educativos se tuvo la tendencia a impartir una educación más rígida y formal acordes con la época. Aparecieron las grandes bandas como la de Glenn Miller o la de Tommy Dorsey que interpretaban Frank Sinatra, Tony Bennett, etc. con los bailes del Swing o del Boogie Woogie. En México y Latinoamérica floreció la música tropical procedente, sobre todo, de Cuba y Brasil: como la Cumbia, el Cha,, Cha, Cha o el Mambo. Ritmos alegres y contagiosos por naturaleza. Destacaron Celia Cruz (“La Guarachera”), la Sonora Matancera, la Sonora Santanera o Dinamita. Se respiraba un ambiente optimista y lleno de entusiasmo. Nadie suponía que el 1 de enero de 1959 el líder guerrillero comunista, Fidel Castro, impondría en Cuba un régimen dictatorial que acabaría con las libertades ciudadanas, cometiendo infinidad de crímenes abusos contra los derechos humanos. En la década de los sesenta vino el cambio ideológico, una evolución en las modas y costumbres; con una inesperada revolución en el modo de pensar, de actuar y una brusca ruptura contra lo establecido por las generaciones anteriores. Esto se apreció en el mayo de Francia de 1968 y en muchos otros países como México, Alemania, Italia, Gran Bretaña… El caso de Estados Unidos considero que fue un completamente aparte porque se comenta que algunos profesores de la Universidad de Stanford (ubicada a 56 kilómetros de San Francisco.) influenciados por las teorías del escritor Aldous Huxley (1894-1963) y autor de los conocidos libros “Un Mundos Feliz”, “Las Puertas de la Percepción”, “Contrapunto”, etc., propuso la experimentación con la droga L. S. D. (dietilamida del ácido lisérgico) que altera el sentido del espacio, la distancia y el tiempo, con sensaciones extrañas y emociones fuertes y cuyo efecto puede durar hasta 12 horas. Se trata de una droga alucinógena. Estos profesores la consumieron y animaron a algunos alumnos de esta universidad a consumirla también. De ahí mismo nació el movimiento “Hippie” con su lema de “Haz la Paz y no la Guerra”. Se trataba de una ideología que proponía un cambio de actitud frente a los gobernantes que promueven el belicismo, de mantener una armonía con la naturaleza y el cosmos. Comienza a surgir la música Psicodélica (producto del L. S. D.). Si antes eran ritmos alegres para jóvenes colegiales como el Rock and Roll o el Twist, a partir de esa nueva oleada la música conlleva mensajes importantes con la finalidad de cambiar la mentalidad de la gente joven. De esta manera aparecen cantantes como Bob Dylan, Joan Báez, Donovan o grupos psicodélicos como “Cream”, “The Beatles” (en su segunda época), “Pink Floyd”, “Jefferson Airplane”, Janis Joplin, “Grateful Dead”, “Love”, “Jimi Hendirx Experience”, “The Doors”, “The Byrds” y muchos más. Fue tan intenso el “bombardeo psicológico” en los jóvenes a través de los medios de comunicación, particularmente en la música, que llegó un momento en que muchos jóvenes deseaban experimentar con las drogas alucinógenas y también con el peyote, la marihuana, la cocaína, la heroína y fue impresionante el número de víctimas que fallecieron por sobredosis de drogas como Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison (vocalista de “The Doors), Brian Jones ( del grupo “The Rolling Stones”), Syd Barret (líder, cantante y compositor de la banda inglesa “Pink Floyd”), Keith Moon, baterista del grupo “The Who”, Kurt Cobain, cantante del grupo “Nirvana” quien se suicidó. Muchos otros actores, actrices, cantantes más recientes y figuras del espectáculo murieron por sobredosis. Y, por supuesto, millares de jóvenes en todo el mundo. Este es el resultado de una generación que quiso cambiar el mundo, con lo establecido cuanto antes (“hoy y ahora”) y escogieron la pista falsa de las drogas o la adicción alcohólica.

jueves, 10 de febrero de 2022

EL AMOR Y LA AMISTAD

Pbro. Mario Arroyo, Dr. en Filosofía. p.marioa@gmail.com El 14 de febrero es tradicional celebrar el “Día del Amor y la Amistad”, lo que constituye una breve, pero jugosa primavera comercial. Restaurantes, flores, chocolates, regalos se venden a granel, una verdadera fiesta del consumismo, análoga a la Navidad o al Día de las Madres. Sea que el origen de la fiesta se remonte a las “Lupercales” romanas, o al martirio de San Valentín en el año 270 por dedicarse a casar en secreto a soldados romanos, contraviniendo la orden del emperador Claudio II que prohibía su matrimonio para que fueran mejores guerreros, el caso es que su contenido empalma bastante bien con el mensaje cristiano. ¿Por qué empalma con el mensaje cristiano? Bueno, habría que hacer unas precisiones. Las Lupercales eran unas fiestas paganas donde se golpeaba a la mujer –con la creencia de que ayudaba a su fertilidad- y se practicaba sexo desenfrenado. Coincidían con la fecha del 14 o 15 de febrero y fueron prohibidas por el Papa Gelasio I en el año 494 d.C., en una Roma ya cristiana, por considerarse lascivas e inmorales. Pero más allá de que el origen de la fiesta sea pagano o se deba al heroísmo de San Valentín mártir, el caso es que el amor y la amistad son dos valores profundamente cristianos. Lo más probable es que, como en tantas ocasiones, la fiesta de San Valentín haya servido para cristianizar una costumbre bárbara, ofreciendo un sustituto cristiano a una tradición pagana hondamente arraigada. Como en otras ocasiones también, la fiesta cristiana ha sido absorbida por el consumismo y, tristemente, dada la cultura neopagana en la que vivimos, se haya ido deformando con frecuencia, para decaer nuevamente en una fiesta sexual. La promiscuidad con la que a veces se vive la fiesta recuerda a las lupercales originales. Y es que, todo hay que decirlo, la pornografía ha dañado profundamente el modo de relacionarse entre los varones y las mujeres. Las expectativas que se crean, lo que se espera de la pareja, ha llevado a confundir lo afectivo con lo erótico, a quemar etapas y a difuminar límites que antes estaban muy claros. Se trata de otro ejemplo de una fiesta pagana, que se cristianizó con la cultura cristiana imperante en la antigüedad, y que ahora vuelve a paganizarse gracias al neo-paganismo, en este caso hedonista, que comienza a proliferar. Es un proceso histórico circular, pero que resulta nocivo para el modo adecuado de entender la relación entre la mujer y el hombre. Por ello los cristianos no debemos simplemente tirar la toalla y resignarnos a la muerte del romanticismo en el altar del erotismo. Debemos, por el contrario, rebelarnos contra la pornografía y la visión deformada que ofrece de las relaciones sexuales, así como del papel del sexo en la vida personal. Y quizá una manera adecuada de hacerlo sea rescatar los valores cristianos inherentes a la fiesta de San Valentín: el amor auténtico, no solo como eros, sino como ágape, es decir, como éxtasis o salida de uno mismo para darse a los demás. No con el erotismo egoísta, sino con el amor donación, entrega, comunión. No es que pretenda denigrar el erotismo en general: tiene su lugar y su contexto; pero sí denunciar el precoz, que exacerba el egoísmo y el individualismo, incapacitando, paradójicamente, para amar de verdad, porque nos encierra en nosotros mismos. Por ello el cristianismo ofrece una perspectiva más amplia del amor, donde no se le da prioridad a lo erótico sino a lo afectivo, con una profunda significación teológica. En efecto, para el cristianismo “Dios es amor”, y la donación del hombre a la mujer es imagen de la donación de Cristo a su Iglesia. Contra lo que pudiera pensarse, el cristianismo no le tiene miedo al amor. ¿Y qué decir de la amistad? Basta con recordar las palabras de Jesús: “a vosotros os he llamado amigos”; o también las del Eclesiástico en el Antiguo Testamento: "Un amigo fiel es un refugio seguro, quien lo encuentra ha encontrado un tesoro." La fe nos quiere felices, la felicidad exige amistad; las virtudes cristianas facilitan el surgimiento, desarrollo y permanencia de la amistad. El ejemplo de muchos santos es elocuente en este sentido: la amistad que nace al calor del amor de Cristo es la más fuerte de todas.

domingo, 6 de febrero de 2022

EN EL MATRIMONIO: “EL AMOR SIEMPRE GANA”

Raúl Espinoza Aguilera, @Eiar51 En cierta ocasión miré un gran anuncio publicitario en una transitada avenida de la Ciudad de México en el que se promocionaba un determinado producto y en la parte final hacía énfasis en esta idea: “El Amor Siempre Gana”. Un concepto que me pareció provechoso para abordar el tema que quiero tratar con ocasión del ya cercano 14 de febrero, “Día del Amor y la Amistad”. Tradicionalmente se enfoca al noviazgo, pero considero importante también encuadrarlo dentro del matrimonio. ¿Por qué? Porque esa unión del marido y la esposa es para siempre. Me encanta observar esas grandes fotografías, normalmente colocadas en una pared, en la que están los abuelos ya mayores, los hijos, los muchos nietos y algunos bisnietos. Cuando les pregunto a los abuelos por los nombres de los hijos y las hijas me responden con orgullo que cada uno tiene una profesión, algunos son Ingenieros, oros médicos, otros administradores, otras dentistas o abogadas. Y entre los nietos hay quienes tienen bien determinada la carrera universitaria que quieren cursar. Después, con toda naturalidad se orienta la conversación hacia el inicio de su matrimonio. Desde los apuros económicos que tuvieron que pasar para sostener a una familia numerosa, luego comprar una casa propia o aquel primer coche que tuvieron. La infinidad de anécdotas divertidas que han ocurrido a lo largo de 50 o 60 años de casados. Es evidente que el mayor orgullo de los abuelos son sus propios hijos y nietos. Relatan con gusto los logros profesionales del hijo que es médico neurocirujano, la hija especializada en Endodoncia, o bien, que el administrador, con maestría en dirección de empresas, consiguió un importante trabajo directivo en un corporativo de Estados Unidos. Y es hermoso ver cómo esos esposos se siguen tratando con cariño y afecto, como cuando eran novios, cuidando el uno para el otro, mil detalles de servicio y deferencia. No se han dejado llevar por la rutina, el cansancio o la monotonía con el paso de los años y cada nieto o bisnieto es una ocasión de enorme alegría. Resulta un testimonio elocuente la anécdota que se cuenta del estadista y canciller de Alemania, Otto Von Bismark (1815-1898) y una de las figuras clave de las relaciones internacionales durante la segunda mitad del siglo XIX. Bismarck estaba casado con una mujer procedente de un modesto pueblo de Alemania y ella no pertenecía a la aristocracia. Bismarck viajaba con mucha frecuencia y se entrevistaba con importantes personalidades, de ambos sexos, del mundo de la política, de la realeza, de la diplomacia, de la cultura… En muchas ocasiones, ella no podía acompañarle en esos viajes. Un día le externó, por carta, un temor que tenía: “ - ¿No te olvidarás de mí que soy una provincianita, en medio de tus princesas y embajadoras?” Él respondió de modo contundente: “ – Olvidas que me he desposado contigo para amarte?” Es decir, Bismarck le dijo que se había casado con ella no porque la amaba cuando eran novios o de recién casados, sino que le comunicó lo que pensaba sobre esa unión matrimonial, en el tiempo presente y mirando hacia el futuro: “me he casado contigo para amarte por siempre”. El amor debe ser una decisión para toda la vida. Al formar un hogar y una familia se consolida una comunidad de vida en la que los esposos se comunican los anhelos, las ilusiones, los ideales; en definitiva, la totalidad del ser y la existencia. No caben las desconfianzas ni los recelos. Tampoco se deben dar cabida a los resentimientos ni rencores. Todo ser humano tiene defectos y equivocaciones. Uno de los cónyuges puede pasar por un mal rato en su carácter o un estado de ánimo menos amable. Pero se impone siempre la inmensa capacidad de perdonar, comprender y disculpar, si surgieran esos naturales roces que genera toda convivencia. La fidelidad de los cónyuges es lo que más los llena de alegría, lo mismo que los hijos y los nietos. Paladean todos esos años que vivieron juntos, desde que se conocieron. Luego cuando se pusieron de novios e iban a fiestas y bailes. La vida misma les enseñó a apreciar otras realidades que habitualmente no aparecen en los anuncios publicitarios. Por ejemplo, que la felicidad está en cuidar los pequeños detalles de afecto, en las manifestaciones de cariño cotidiano, en procurar la paz y armonía en el hogar, en tener un mismo corazón y un mismo espíritu para sacar adelante a la familia y juntos compartir alegrías y tristezas. Porque los esposos están llamados a sumar sus capacidades, ayudarse en sus limitaciones y armonizar sus esfuerzos. Es en los momentos difíciles cuando se consolida y acrisola ese amor conyugal. Es entonces cuando se arraigan en los corazones la entrega mutua y el cariño, porque el verdadero amor no busca su propio provecho de manera egoísta, sino que se orienta siempre al bien de la persona amada. Como escribía el literato francés, Antoine de Saint-Exupéry: “Amar es mirar juntos en la misma dirección”.

LA REVOLUCIÓN DE LA TERNURA

Pbro. José Martínez Colín, articulosdog@gmail.com 1) Para saber Uno de los grandes poetas alemanes del siglo XIX fue Enrique Heine, quien tradujo al alemán “Don Quijote de la Mancha”. Cuando estaba muriendo, su esposa que era profundamente religiosa estaba muy nerviosa, pues temía que Dios no perdonara a su marido. El poeta al darse cuenta de las dudas de su mujer, le dijo convencido: “No tienes por qué preocuparte mujer, ¿cómo no va a perdonarme Dios mis pecados? ¡Si es esa su profesión!” La misericordia de Dios es infinita y muy propio de Él. El Papa Francisco ha mencionado que el nombre de Dios es misericordia. Siguiendo con su reflexión sobre san José, el Papa señaló que un rasgo de su personalidad era la ternura propia de un padre, como escribe el profeta Oseas sobre Dios Padre: “le enseñó a caminar, y lo tomaba en sus brazos: era para él como el padre que alza a un niño hasta sus mejillas, y se inclina hacia él para darle de comer” (cf. 11,3-4). Así debió ser la ternura de san José. 2) Para pensar El poeta francés Paul Claudel, muestra en una obra la misericordia que hay que tener para así esperarla de Dios. Sucede Jacques, al visitar las tierras de su futuro suegro sorprende a un ladrón robando leña. Jacques, que es un hombre justo, desea que se castigue severamente al ladrón, habla de cortarle las orejas. Pero el padre de su amada Violaine se lo impide, e incluso decide regalarle más leña, y le aclara: “Seamos injustos en pequeñas cosas, para que Dios sea muy injusto conmigo”. Dice el Papa que hoy hace falta ternura, ¡una revolución de la ternura!, pues corremos el riesgo de permanecer presos en una justicia que se olvida de amar. La ternura es algo más grande que la lógica del mundo, es una forma inesperada de hacer justicia. 3) Para vivir Jesús usaba con frecuencia la palabra “Padre” para hablar de Dios y de la ternura con que nos ama. El Papa nos hace considerar que es hermoso pensar que el primero en transmitir a Jesús esta realidad fue san José, que lo amó con corazón de padre. En la parábola del Padre misericordioso, Jesús hace referencia a la paternidad de Dios que, sin detenerse en los errores de su hijo, lo acoge con ternura y con alegría, con una actitud desbordante y gratuita de amor y de perdón que supera toda lógica humana. Todos tenemos cuentas que dar a Dios, dice el Papa, pero al hacerlas es algo muy bonito, porque nosotros empezamos a hablar y Él nos abraza. ¡La ternura! La ternura no es en primer lugar una cuestión sentimental, sino la experiencia de sentirse amados precisamente en nuestra miseria. El Señor no nos quita las debilidades, sino que nos ayuda a caminar con ellas, tomándonos de la mano. Esto es la ternura. Así cómo las enfermeras y enfermeros tocan las heridas de los enfermos con ternura, así el Señor toca con ternura nuestras miserias. La Misericordia de Dios la encontramos especialmente en el sacramento de la Reconciliación. No podemos olvidar que Dios no se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón. Dios no se asusta de nuestros pecados: es padre, es amor, es tierno. Si se asustara, sería de nuestra falta de fe en su amor. Preguntémonos si dejamos a Dios que nos ame con ternura para que, llenos de su amor, vivamos amando así a los demás.

jueves, 3 de febrero de 2022

LA PURIFICACIÓN DE LA MEMORIA

Pbro. Mario Arroyo, Doctor en Filosofía. p.marioa@gmail.com Recientemente han sido noticia los escándalos de pedofilia clerical en diversos países, como Francia o Alemania. Nunca nos cansaremos de repudiar tan aberrantes hechos, sin embargo, puede decirse que algo trascendental ha cambiado el escenario. En efecto, antes era un grupo avezado de periodistas los que sacaban a la luz los trapos sucios de la Iglesia. Ahora, en cambio, es la Iglesia misma la que exhibe sus miserias, en un alarde de sinceridad y autenticidad. La diferencia es radical y denota un cambio de actitud muy importante. Si antes fueron necesarias las investigaciones del Boston Globe, o las de Carmen Arístegui para perseguir implacablemente a los criminales y exhibirlos; ahora es la Iglesia la que toma la iniciativa y sin pudor alguno muestra su lado oscuro. ¿Cuál es el motivo? Indudablemente no se trata de un deseo de autodestrucción, o una especie de tirar la toalla con la actitud del que ya no le encuentra sentido a su causa. Se trata de un ejercicio de transparencia institucional y de purificación de la memoria. La Iglesia misma es la primera interesada en ver lo que hay dentro de esa caja negra de la pederastia, para dimensionar su responsabilidad al respecto y pedir perdón a las víctimas. Por eso en Francia como país o en diversas diócesis alemanas, la última de ellas Múnich, han encargado a un agente externo que realice la investigación pertinente. Cabe decir que, en muchos casos, se abren heridas del pasado, que ya habían cicatrizado por la fuerza del tiempo. En Múnich, por ejemplo, se estudiaron expedientes prácticamente desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Algo semejante sucedió en Francia; es decir, en la mayor parte de los casos, se trata de eventos acaecidos hace muchos años, de los que apenas se toma conciencia. Ahora bien, este es un tema muy delicado, que puede prestarse a una especie de cacería de brujas. Utilizarse como expediente para empañar el prestigio de algunas personalidades, en forma selectiva. Tal parece ser el caso de Benedicto XVI, al embarrarlo con cuatro casos mal gestionados durante su mandato en la diócesis de Múnich hace más de 40 años. No podemos olvidar que siempre es injusto juzgar las acciones del pasado con el criterio presente. Han tenido que pasar muchas cosas tristes en la Iglesia para que cobráramos conciencia de la magnitud del problema; conciencia de la que hace 40 años se carecía. No le podemos pedir a un obispo de hace treinta, cuarenta o cincuenta años, que tome las medidas precautorias que se tomarían hoy por el mismo problema. Lo que casi nadie ha dicho, del periodo en que Ratzinger estuvo al frente de la diócesis de Múnich-Freising, es que no hubo ni un solo caso de abuso sexual a menores. Los que le imputan al Papa emérito sucedieron antes fuera de su diócesis o después; es decir, cuando no tenía potestad sobre la misma ni capacidad de decisión. Las medidas disciplinares que no tomó, corresponden a las medidas que comenzaron a ser promovidas por el mismo Ratzinger 20 años después de los sucesos, al tomar conciencia de la dimensión que tenía el problema, gran parte gracias a la investigación del Boston Globe. Pero a principios de los años 80 del siglo XX, tomó las medidas usuales en aquel entonces; en el caso más sonado, retirar de la práctica pastoral a un sacerdote y someterlo a un tratamiento psiquiátrico. La Iglesia ha reaccionado tarde, pero ha reaccionado, gracias en gran medida a los escándalos periodísticos: Boston Globe, Maciel, Karadima. Ahora ha aprendido la lección: no esperar a que los medios ventaneen sus miserias, sino mostrar todas las cartas sobre la mesa, en un ejercicio de humildad y transparencia, orientado a pedir perdón, reparar y purificar la memoria. Ha seguido entonces el consejo que daba Valentina Alazraki a los obispos en una reunión organizada por el Papa Francisco para estudiar el tema del abuso sexual en la Iglesia: adelantarse a los periodistas. Cabe preguntarse si otras diócesis latinoamericanas seguirán el ejemplo de Pensilvania, Berlín, Múnich y toda Francia. O si la experiencia del escándalo orquestado por este acto de sinceridad aconsejará un silencio prudente. Pienso que, aunque doloroso, se trata de un proceso necesario, un paso duro y difícil que la Iglesia debe dar para recobrar credibilidad.