viernes, 26 de julio de 2019

REFLEXIONES DE LOS ASTRONAUTAS QUE LLEGARON A LA LUNA

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

El pasado 21 de julio se cumplieron 50 años de que el hombre pisara el suelo de la luna por primera vez en la historia. En ese entonces, el ahora santo, Papa Pablo VI, dirigió unas palabras:


"Un pensamiento está en la mente de todos: la expedición de los astronautas norteamericanos a la Luna. Esos avances tecnológicos han de llevarnos a una reflexión sobre el hombre… Sí, sobre el hombre. ¿Quién es este ser capaz de tanto, tan pequeño, tan frágil… pero que es tan superior, tan victorioso sobre el tiempo y el espacio?

¿Quiénes somos? El hombre es criatura de Dios, mucho más que la Luna misteriosa, y se nos revela gigante, divino, no en sí mismo, sino en su principio y su destino. Honor al hombre, honor a su dignidad, a su espíritu y su vida: 'Por la humanidad, por los pensadores y los héroes de esta fabulosa empresa, hoy rezamos' ”, concluía.

Ahora, con motivo del 50 aniversario, el Papa Francisco exhortó para que el recuerdo de ese gran paso para la humanidad “encienda el deseo de progresar juntos hacia metas todavía más grandes: más dignidad para los débiles, más justicia entre los pueblos y más futuro para nuestra casa común”.

2) Para pensar

En la Sagrada Escritura el apóstol San Juan relata su contemplación de una “Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Ap. 12,1). Con ese motivo, en España existe desde hace siglos la advocación a la “Virgen de la Luna”. Una cofradía se encarga de honrarla. En 1969, año del viaje del Apolo XI a la luna, el Secretario de dicha Cofradía, el señor Felipe Sánchez, escribió una carta a los astronautas Armstrong, Collins y Aldrin, “dándoles la enhorabuena por la gesta que habían conseguido”, les adjuntó unas estampas de la Virgen de Luna, y la envió a la NASA.

Grata sorpresa tuvo el señor Felipe cuando llegó a su casa un sobre de la NASA, en que los tres astronautas le enviaban una foto firmada por ellos, agradeciendo su carta y las estampas de la Virgen.

No todo terminó ahí, esas cartas fueron el inicio de una bonita historia, pues el intercambio de correspondencia siguió con las siguientes misiones espaciales. Consta que hasta el Apolo XVII mantenía correspondencia con los astronautas. El señor Felipe falleció en 1997. Esas cartas se conservan en el Santuario de la Jara, en Córdoba, en donde está la Virgen de la Luna.

3) Para vivir

Neil Armstrong, que era el comandante de la misión, se convirtió en el primer hombre en pisar el satélite, tras lo cual pronunció su famosa frase: “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”.

A su vez, el astronauta del Apolo 16, Charlie Duke, comentaba que es muy agradable caminar por la Luna, pues está cubierta de polvo fino, como harina, y desprende muchísimo brillo. Afirmó que cuando subió a la nave "no era cristiano", pero vio la "fuerza de Dios" cuando su mujer cambió de vida hacia la alegría, y de ahí empezó a leer la Biblia. 

Piensa que los hombres no pueden ser "enemigos de Dios, ni debe haber conflicto entre la comunidad científica y el cristianismo".

Charlie Duke considera su vida como "un milagro", siendo un gran "privilegio" haber caminado por la Luna, en su caso además, en "compañía de Dios".

jueves, 25 de julio de 2019

EL ARTE DE HACER NUEVAS AMISTADES

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Francisco Alcaide Hernández es el autor del excelente libro, titulado: “Aprendiendo de los mejores” (Ed. Alienta). Se trata del libro de negocios que más ejemplares ha vendido. Ya va por su edición 17 y con más de 50,000 ejemplares difundidos. Se ha convertido en el libro de cabecera de directivos y empresarios. ¿Por qué? Por ser sumamente directo; con una enorme capacidad de síntesis y facilidad de brindar consejos prácticos, eficaces y aplicables a la vida cotidiana.


Por lo pronto, la revista española “Excellence” (No. 159) presenta 4 grandes bloques de consejos orientado al tema del trato humano: A) Llevarse bien con los demás; B) Tratar de ser amables y agradables; C) Tener un diálogo lleno de apertura y cordialidad con los colegas en el trabajo para poder llegar a acuerdos constructivos y persuadirles; D) Nunca defraudarles.

El autor precisa todavía más:

1. Acepta a toda la gente. Nunca discrimines. No te dejes llevar por las apariencias externas (ropa, tatuajes, lenguaje…) ni por su carácter o temperamento o por considerar que no tiene suficientes estudios académicos.

2. No impongas tus valores. Está bien tener convicciones firmes pero no hay que olvidar que existe la libertad de opinión sobre los temas más variados. Además, muchos temas resultan opinables.

3. Cuando vayas a vender, estudia bien quién o quiénes son tus clientes potenciales. Hay que enterarse bien de sus antecedentes personales: gustos, aficiones, situaciones personales, dónde estudiaron o han trabajado, que planes o metas tienen proyectadas para su futuro con el objeto de hacer empatías.

4. En qué aficiones o gustos se coinciden. Esto podría parecer una tontería o superficialidad, pero no lo es. Muchas ventas exitosas se han hecho debido a que tanto el vendedor como el comparador tienen particular afición por la bicicleta, por las carreras, por los deportes extremos, por el golf, el tenis, la buena literatura, las biografías, la historia, etc. Y el hecho de que ambos se vean para conversar fuera de la oficina y platicar sobre estos temas, ya es un síntoma claro de que se está forjando una amistad que va más allá del formalismo de la compra-venta.

5. Descubrir intereses comunes. En cierta ocasión un amigo mío, brillante comunicador, tenía un especial interés en conocer y tratar a una afamada escritora, pero no sabía cómo acceder a ella. Descubrió que ella y su esposa habían estudiado en la misma escuela secundaria y preparatoria exactamente por los mismos años y que la célebre autora venía tratando de encontrar dichos álbumes desde hacía años. Así que este amigo mío, decidió llevarle, en esa primera entrevista, los álbumes de las generaciones y a la escritora le dio una alegría enorme. A continuación, esta celebridad invitó a cenar a su casa a su esposa (antigua compañera suya y a él) y fue el inicio de una magnífica amistad.

6. Practica el humor. Tener siempre sentido de humor es una gran virtud. “El humor –decía Víctor Borge- es la distancia más corta entre dos personas”. 

Otros consejos que ofrece este autor son: interésate auténticamente por los demás; nunca seas soberbio o arrogante; cada persona es un ser único e irrepetible (no olvides sus cumpleaños, acompañarlo en una enfermedad o ante el fallecimiento de un ser querido); si te hacen una consulta profesional, contesta rápido.

Conecta en redes sociales: Me pareció de gran actualidad este consejo porque vivimos hiperconectados y en medio de las redes sociales. No podemos permanecer como en una “burbuja, aislado de los demás”. Basta un “like”, un comentario breve, un mensaje directo, un retweet, etc. para manifestarle al amigo o al cliente: “Hola, estoy aquí”. “Te sigo. Mantengo mi interés por ti”. “Estamos en permanente contacto”. 

Esto tiene la magia de que las amistades continúen vivas y se cultiven. En resumen, un libro muy interesante y con consejos bastante sugerentes (sugiero ver: www.franciscoalcaide.com; www.aprendiendodelosmejores.es).

MÉXICO, LOS MIGRANTES Y LA IGLESIA

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

Recientemente se han viralizado las fotografías de una serie de sacerdotes y religiosas arrestados en Estados Unidos por manifestarse pacíficamente en el Capitolio, protestando por el trato brindado a los migrantes, particularmente a niños. Se trataba de una actividad promovida el pasado 18 de julio, “Día de Acción Católica”. 


Mostraban así, con esa pacífica forma de activismo, cómo la preocupación de la Iglesia por la dignidad humana va mucho más allá de la defensa de la vida frente al aborto o la eutanasia, y la defensa de la familia, diversificándose en multitud de rubros, como la pobreza, el cuidado de los enfermos, la atención a los ancianos, el combate a la trata de personas y, por qué no, la crisis migratoria. 

De hecho, Francisco ha celebrado la santa Misa pidiendo especialmente por los migrantes, mostrando así, cómo el activismo va respaldado por la oración.

Quizá sea oportuno hacer el hincapié en este aspecto, precisamente porque las críticas superficiales e infundadas que se difunden sobre el catolicismo, explotan el falso cliché de que los católicos pro-vida se preocupan mucho del embrión, pero una vez que nace se desentienden de los pobres y los que sufren. Nada más falso y tendencioso. 

La institución que globalmente hace más por los pobres y los enfermos es la Iglesia católica, pero particularmente durante el pontificado de Francisco, se ha puesto particular acento en tres temas: la trata de personas, las condiciones infrahumanas de trabajo y el cuidado y defensa de los migrantes. La manifestación tenida en Washington sigue a esta preocupación.

Ahora bien, la Iglesia Católica como institución y las personas católicas a título personal, en el ejercicio de sus derechos y compromisos ciudadanos, normalmente no eligen la protesta activista –legítima, necesaria- sino la callada y eficaz ayuda que, sin resolver totalmente el problema, lo alivia, dando cobijo y esperanza a multitud de personas humanas. 

Baste, a modo de ejemplo, la simple enumeración de lo que la Iglesia Católica en México realiza a favor de los migrantes centroamericanos que intentan entrar en Estados Unidos.

La Iglesia sostiene en México 75 casas para migrantes: 25 en la frontera sur, 12 en el centro del país y 38 en la frontera norte. Cada una de ellas presta uno o varios de los siguientes servicios: módulos de atención al migrante deportado (13 casas), albergues para mujeres y niños (5 casas), comedores (las 75 casas), dispensarios médicos (las 75), albergues para mayores de edad donde los acogen hasta por una semana en su camino a la frontera (48 casas), siete de ellas tienen brigadistas que llevan comida y apoyo a las vías del tren o a otros espacios comunes, por último, cuatro de ellas tienen un centro de investigación y documentan el fenómeno migratorio, recogen las historias de estas personas que no son estadísticas, sino rostros de carne y hueso que luchan por un futuro mejor, seres humanos semejantes a nosotros. Sobra decir que muchas de ellas operan los 365 días del año, las 24 horas del día, atendiendo diariamente de 15 a 800 personas.

Es decir, el apoyo que brinda la Iglesia no se queda en la protesta, menos aún en la verborrea política o en el activismo de las redes, sino que beneficia a personas concretas, con historias interesantes y dramáticas. 

Hace poco, el obispo de Matamoros, ciudad fronteriza, me comentaba que la salvadoreña, esposa y madre respectivamente, del migrante ahogado junto a su hija al intentar cruzar la frontera, cuya triste foto también se hizo viral, causando la indignación internacional, estaba alojada en una de las casas para migrantes de su diócesis. 

Es decir, estaba en primera línea, atendiendo a las personas que sufren, sin importarle, por ejemplo, que esa buena mujer no fuera católica sino evangélica practicante.

A ello hay que unir, aunque no forme parte de la estadística, lo que los católicos hacen a título personal. Quizá las más famosas en este rubro sean “las Patronas”, esas buenas y abnegadas mujeres que desde hace años alimentan a los migrantes que cruzan México, subidos como polizones al tren de carga conocido popularmente como “La Bestia”. Comenzaron hace más de 25 años, cuando un niño les pidió de favor comida. Vieron que estaba solo y era migrante, lo alimentaron, descubriendo que cada día pasan cientos en el tren. 

Desde entonces se organizaron un grupo de señoras que diariamente, 365 días al año, reparten de su propio peculio cientos de comidas en bolsas para los desconocidos que cruzan el país en busca del sueño americano ("dreamers", les llaman en E.U.). La sencilla cocina que reparte tanto alimento, está presidida por una imagen de la Virgen de Guadalupe.

miércoles, 24 de julio de 2019

TEXAS: UNA ECONOMÍA CON ROSTRO HUMANO

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades
de la UP. Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Es frecuente escuchar la afirmación que califica como próspera y rica a toda sociedad productiva. Para afianzar esta idea suele decirse que donde se equivoca el socialismo es en descalificar el trabajo personal como causa principal del florecimiento social. 


Quienes esto dicen no dudan en adjudicar al Estado la causa del bienestar de la población. La realidad no parece ser así en el Estado de la estrella solitaria.

En Texas la población ha crecido en más de seis millones de habitantes desde el año 2002. De la Unión Americana, es el estado que más se expande porque genera mayor empleo y exportación. A la pregunta ¿no tienes trabajo? la respuesta que más se oye es: Ve a Texas.

Con 28 millones de personas de las cuáles 40% son latinas, se considera que será la segunda mayor economía hispana del mundo, después de California.

Como dato interesante, Fortune 500 sitúa en Texas a 52 de las quinientas empresas más poderosas. ¿Serán genuinas propulsoras de bienestar? En general, su economía se observa cada vez menos petrolizada y más variada.

¿Habrá que ir a Texas para vivir el sueño americano?, ¿cuáles factores lo hacen tan próspero?

En un estado con diluvios, torrentes, sequías, tornados y ventiscas, la gente posee mejores viviendas que en el resto del país. Las leyes urbanísticas se respetan. Cuatro de las universidades texanas forman parte de las primeras cien.

De esas cuatro egresan profesionales altamente calificados. El nivel de vida es asequible, así como los impuestos y regulaciones, orientados a la eficiencia y productividad de la persona. Es un lugar donde más rinden los salarios, y los impuestos son más bajos. Acostumbrados a vencer los efectos perjudiciales que sobre el empleo tienen la globalización y automatización de procesos, en Texas casi no hay desempleo.

 Apuestan más a la persona que a la estructura.

¿Deberíamos en México parecernos más a Texas? No cabe duda que es uno de los mejores estados para vivir bien económicamente. Hay seguridad, trabajo y leyes que protegen a los ciudadanos. Las regulaciones apoyan al consumidor y permiten la sana competencia entre los empresarios. En verano, hace un calor que parece la antesala del infierno.

La política de endeudamiento cero logra mantener bajos los impuestos, pero a costa de consentir infraestructuras a veces penosas. 

Así sucede cuando el Estado hace lo que debe, sin suplantar lo que corresponde hacer al ciudadano. Tanto estado como sea necesario, tanta iniciativa privada como sea posible. Me parece viable advertir las ventajas de una economía con rostro humano.

sábado, 20 de julio de 2019

CUANDO LA INDIFERENCIA CONGELA EL CORAZÓN

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

“Una de las peores enfermedades del mundo es no ser nadie para nadie”, decía la Santa Madre Teresa de Calcuta. Si vivimos en sociedad, no es que por azares del destino nos tocó vivir en comunidad, sino porque es natural a la persona humana convivir,
pues será ahí donde pueda perfeccionarse, sobre todo en lo más importante como lo es en el amor.


El Papa Francisco se refirió el pasado domingo a la famosa y hermosa parábola del “buen samaritano” (cf. Lc 10,25-37), la cual se ha convertido en el modelo de cómo debe actuar un cristiano para ganar la vida eterna.

El Papa invitó a todos a leerla. En ella un pobre individuo es robado, golpeado y dejado medio muerto por unos ladrones. Y aunque pasan cerca un sacerdote y un levita, no se detienen. Es un samaritano que pasa, quien se compadece y se ocupa de él. Y eso que los judíos trataban a los samaritanos con desprecio. De esta manera Jesús nos muestra que hay que dejar cualquier prejuicio y tener compasión incluso con los extraños y socorrerlos con todos los medios a nuestro alcance.

2) Para pensar

Se cuenta la historia de un campesino que vivía en lo alto de un monte y bajaba todos los días a la ciudad. Era un hombre piadoso y al volver, pasaba sediento y cansado junto a un río, pero no bebía para ofrecerle a Dios ese sacrificio. El cielo respondía a su sacrificio haciendo lucir cada noche una brillante estrella que el campesino admiraba y agradecía que hubiera sido recibido con beneplácito su sacrificio por Dios.

Cierto día se encontró a un amigo en la ciudad que lo acompañó a su casa. Cuando se acercaban al río, ambos cansados, pensó que si no bebía agua, su amigo tampoco lo haría, y viéndolo agotado decidió beber. Su amigo se refrescó bebiendo también.

 Esa noche, el campesino pensó que al no haber hecho el sacrificio, no aparecería la estrella, pero cuál va siendo su sorpresa que vio brillar en el firmamento dos brillantes y hermosas estrellas. Su misericordia fue premiada doblemente.

Pensemos si en ocasiones no pasamos también de largo ante la necesidad de alguien, sin tener compasión.

3) Para vivir

Al terminar de contar la parábola, Jesús pregunta: “¿Cuál de estos tres te parece que ha sido un prójimo del que cayó en manos de ladrones?”. Se le responde: “Quién tuvo compasión de él.” (v. 37).

Jesús lo aprueba y dice “Haz tú lo mismo”. Esta es la clave: Ser capaz de tener compasión. Por eso, señala el Papa, si no sentimos compasión frente a una persona necesitada, si nuestro corazón no se conmueve, significa que algo anda mal en nosotros, que nuestro corazón se ha convertido en hielo.

No podemos dejarnos llevar por la insensibilidad egoísta, por un “indiferentismo exasperante”. Jesús nos indica que la misericordia hacia una necesidad es el verdadero rostro del amor. Por eso Dios mismo es misericordia, porque tiene compasión y es capaz de acercarse a nuestro dolor, a nuestro pecado y perdonarlo. 

Jesús mismo es la compasión del Padre por nosotros. Al final el Papa Francisco pidió a la Virgen María nos de la gracia de tener y de crecer en la compasión.

viernes, 19 de julio de 2019

A CINCO DÉCADAS DE LA IDEOLOGÍA PSICODÉLICA

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

El grupo musical de rock “Cream” fue fundado en Londres en 1966. Lo componían un superdotado de la guitarra llamado Eric Clapton, el bajista Jack Bruce -con su voz grave y potente- y el excéntrico pero diestro baterista, Ginger Baker. Estos músicos comenzaron a mezclar los ritmos del blues, el jazz y el rock. El resultado fue una combinación bastante original que tuvo aceptación popular, primero en la juventud inglesa, y luego, entre los amantes de las creaciones vanguardistas. A ellos se les reconoce como los iniciadores de la “Música Psicodélica”.


Por esos años, cuando escuché por vez primera “El brillo de tu amor” (“Sunhine of Your Love”), "Cuarto Blanco" ("White Room") y “Cruce de Caminos” (“Crossroads”), me percaté que estaba frente a una música novedosa, con particular energía, originalidad, atractiva y sugerente.

Con gran velocidad proliferaron –sobre todo- en Estados Unidos e Inglaterra los grupos musicales que difundieron esta misma corriente psicodélica. En un inicio, parecía una moda ingenua, novedosa, alegre, rítmica… Antes habían estado de moda el Rock and Roll, el Twist, el Go-Go, las baladas Country music, las canciones pop, etc., cuya finalidad era divertir a la juventud en sus reuniones sociales.

Pero pronto se descubrió que la “onda psicodélica”, más que una moda efímera, invitaba a una filosofía de vida o a una peligrosa ideología. ¿Por qué razón?

Porque sus raíces estaban fincadas en las teorías del escritor Aldous Huxley que en su libro “Las Puertas de la Percepción” recomendaba abiertamente el consumo de las drogas alucinógenas, así como la liberación sexual. 

Posteriormente, un grupo de intelectuales de la Unión Americana, en la década de los años cincuenta, popularizaron parte de esta ideología, enfatizando que para conseguir una mejor creación artística era recomendable acudir al consumo de estupefacientes, así como al alcohol dentro de un esquema de vida de absoluta ruptura de los valores tradicionales, debido a que habían recibido la influencia del psiquiatra vienés, Sigmund Freud, Alfred Adler, Gustav Jung y muchos otros más.

Pocos años después, en la Universidad de Stanford de California y otras universidades de Estados Unidos, algunos profesores animaron a sus alumnos al consumo de drogas, yendo ellos mismos por delante. 

Esta información la tengo de primera mano por un profesor mío      –por esos mismos años- se fue a Stanford a estudiar una Maestría en Psicología y luego a tomar otros cursos de Posgrado en esta misma materia. Fue así como nos relató a sus alumnos las entrañas del nacimiento del “movimiento hippie”, con su lema de “No hagas la guerra, sino la paz”.

Para difundir esta nueva corriente se emplearon películas, medios impresos, programas de televisión, numerosos álbumes con música orientada a los jóvenes…

Pero considero que el detonador fue cuando el célebre grupo “The Beatles”, el 25 de junio de 1967, mediante el programa “Nuestro Mundo”, en que por vez primera se abrían las barreras de la comunicación y televidentes de los cinco continentes lo pudieron presenciar en forma simultánea. Se calcula que lo vieron alrededor de 400,000 millones de personas, acompañados con otros famosos artistas. En esa ocasión, “The Beatles” lanzaron su célebre éxito: “Todo lo que necesitas es amor” (“All You Need is Love”) y tomaron el liderazgo de esa nueva música psicodélica. 

En muchas de sus composiciones incitaban a consumir drogas alucinógenas como “Lucy in the Sky with Diamons” (iniciales de L. S. D.), “Come Together” (en su letra hacían un repaso de todos los estupefacientes que se podían ingerir en esa época). O bien, el álbum “El Viaje Mágico y Misterioso” plagado de melodías en que hacían alusiones a las drogas.

Pronto la moda de la drogadicción se extendió en numerosos países y comenzaron a fallecer por sobredosis reconocidos ídolos del rock como Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison (The Doors), Brian Jones (The Rolling Stones), Elvis Presley, Michael Jackson, Keith Moon (The Who), Kurt Cobain (Nirvana),  y un largo etcétera.

Y, como es lógico, muchos jóvenes que siguieron esa autodestructiva moda también fallecieron, o terminaron internados en centros de rehabilitación, en clínicas psiquiátricas. O con daños cerebrales irreversibles en su sistema nervioso.

Lo que resulta más sorprendente es que, hoy en día, en nuestro país, dirigentes de partidos, magistrados de la Suprema Corte de Justicia, políticos, legisladores, intelectuales están de nuevo reclamando que se legalicen y aprueben todo tipo de drogas porque, según ellos, “debe de ser respetado el impostergable y legítimo derecho a la felicidad y al bienestar”.

Las tres preguntas con las que podemos concluir son: 1) ¿Dónde queda la salvaguarda de la familia y la educación de los hijos? Porque vivir con un drogadicto es un auténtico “infierno”, al observar que día con día se autodestruye, orgánica y psíquicamente; su conducta afecta gravemente a los niños y a la convivencia familiar; 2) Las personas drogadictas son un peligro para la paz y rompen drásticamente el tejido social porque en la típica “crisis de ansiedad” que sufren los adictos son capaces de robar, matar, asaltar, secuestrar a cualquier persona con tal de obtener un puñado de monedas para comprar de nuevo su droga; 3) Finalmente, las desastrosas experiencias de la “era psicodélica”, ¿no nos hablan, como se dice coloquialmente, “de que hay que sacar experiencia en
cabeza ajena” y de que impere el sentido común y la sensatez?

50 AÑOS DE LA LLEGADA A LA LUNA Y LA FE

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

Este 20 de julio se cumplen 50 años de que el hombre fue capaz de llegar a la Luna. El 21 Neil Armstrong descendió de la nave y pronunció aquella frase inmortal: “es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”. 


No le faltaba razón. A medio siglo de distancia muchas cosas han cambiado, al mismo tiempo, la ciencia y la tecnología se han seguido desarrollando vertiginosamente, aunque no al ritmo que marcaban los futurólogos de la época; baste ver 2001 Odisea del Espacio.

Ahora bien, una característica de los hombres que protagonizaron dicho viaje fue su profunda fe en Dios. En efecto, el mismo Armstrong que en 1969 pronunciara su especie de brindis por la humanidad, en 1988 al visitar Jerusalén, completó la frase diciendo: “para mí significa más haber pisado estas escaleras –restos del templo construido por Herodes el Grande que con toda seguridad pisó Jesús- que haber pisado la Luna”. 

El mismo hombre que se daba cuenta de la envergadura que supuso el gran paso para la humanidad que supone haber llegado a la Luna, no perdía piso, y se daba cuenta también de lo que ha supuesto para la misma que todo un Dios haya pisado la Tierra. Quien no dudaba en asombrarse por las maravillas que consigue el ingenio humano y el desarrollo científico, se da cuenta también de que Dios es más grande, y que para el hombre ha sido más importante el hecho de que Dios se hiciera uno de nosotros que haber llegado a la Luna.

Neil Armstrong, Buzz Aldrin, Michaell Collins fueron tres hombres de fe, cristianos creyentes, el último católico. Si bien, como toda persona racional, se admiraron por los prodigios de la ciencia y contribuyeron jugándose la vida a su desarrollo, no se desubicaron, porque fueron conscientes de que, si las obras del hombre son impresionantes, más grande aún es la obra de Dios que las ha hecho posibles. 

La frase pronunciada por Armstrong en Jerusalén pone en evidencia cómo, si vale la pena jugarse la vida por la ciencia       –como lo hizo él-, lo que da sentido último a la vida no es la ciencia sino la fe. La ciencia nos sirve para comprender y dominar un maravilloso mundo, que previamente ha sido creado por Dios y muestra su grandeza; la misma grandeza del hombre –manifestada también en su desarrollo científico y tecnológico- canta la gloria de Dios, su hacedor.

El mandato divino de “dominar la Tierra y someterla”, que en el texto original hebreo del Génesis no tiene sentido tanto de sometimiento cuanto de “cuidado”, encuentra en el desarrollo científico y tecnológico su cumplimiento. El mundo ha sido puesto en las manos del hombre para que lo cuide, desarrolle y de fruto. 

La creación no está terminada, espera su plenitud y complemento gracias también al trabajo del hombre. Dios le ha dado al hombre la razón, como “un chispazo del entendimiento divino”, para desentrañar el sentido del mundo y descubrir, mientras lo perfecciona y transforma, cómo su sentido último no está en él, sino que apunta a algo más grande, a su origen y a su fin, esto es, a Dios. 

Buzz Aldrin se dio cuenta de ello cabalmente, y aprovechó su descenso en la Luna para leer un versículo de la Biblia y comer ritualmente pan y vino, siendo así, a la vez, el primer hombre en comer en la Luna y el primero en realizar un acto religioso allí.

A 50 años de distancia el contexto ha cambiado mucho. Ya no existe la guerra fría ni la implacable competencia ideológica que aceleró la carrera espacial hasta concluir con la llegada a nuestro satélite. La imagen que ahora tenemos del espacio, el universo, las estrellas, planetas, satélites, cometas y asteroides es mucho más completa. 

La iniciativa privada ha entrado en la carrera espacial y la ha convertido en negocio; no parece demasiado lejano el día en que seamos capaces de dar el siguiente paso: llevar una misión tripulada a marte.

Todo ello es maravilloso, pero aún queda la pregunta, ¿no habremos aprovechado la ciencia y la técnica para construir un ídolo a nosotros mismos?, ¿no hemos perdido piso, referencia y sentido, al relegar a Dios, fuente de este maravilloso universo y de la no menos increíble razón humana?, ¿no habremos sustituido lo que, erróneamente considerábamos el “ídolo de Dios”, por otro ridículo de nosotros mismos? 

A 50 años de distancia, podemos seguir asombrándonos por ese “gran salto”, y también recuperar la capacidad de mirar hacia arriba, y redescubrir a Dios. 

Si la ciencia y la tecnología no se ubican, gracias a un saber sapiencial, corren el peligro de volver superfluo al hombre o, incluso, desaparecerlo de la faz del universo. 

Ojalá que este aniversario nos cure de la miopía egocéntrica del cientificismo, abriéndonos a una visión sapiencial y religiosa del mundo, respetuosa a un tiempo de Dios y del hombre.

lunes, 15 de julio de 2019

¿QUIÉNES ESTÁN TRAS BAMBALINAS DE LAS POLÍTICAS ANTINATALISTAS?

Raúl Espinoza Aguilera.
@Eiar51

Desde los años cincuenta, el gobierno de los Estados Unidos, la fundación Rockefeller y la Organización de las Naciones Unidas (a través de su dependencia, la Organización Mundial de la Salud: OMS) formaron un trinomio para enfilar sus baterías contra el desarrollo demográfico, en particular, el de América Latina.


¿Por qué? Por la ambición de tener mayor dominio político en todo el continente e instaurar un “Neocolonialismo Demográfico”. ¿En qué consiste? En que también les interesan nuestras selvas, ríos, vastos yacimientos de minerales, de petróleo, etc. “¡América para los americanos!” decía la doctrina del Presidente James Monroe (1758-1831). Y es interesante observar la fecha en que esta célebre frase fue pronunciada, ¡siglo XVIII y principios del XIX!. Desde entonces, Estados Unidos se ha dedicado a saquear a México y a todo un indefenso continente.

El mismo Presidente Teodoro Roosevelt (1858-1919) repitió muchas veces esta funesta frase e intervino en la guerra para despojar a España de Cuba en una injusta y dispar confrontación bélica. También a los españoles les arrebataron Puerto Rico y Filipinas.

El mismo Roosevelt mandó construir el Canal de Panamá                –inaugurado en 1914- que era una imperiosa necesidad para el tráfico marítimo, pero políticamente era un punto estratégico para que USA tuviera y siga teniendo una zona de gran influencia económica, política y social.

La pregunta que flota en el aire es, ¿y por qué el país más poderoso de la tierra mantiene esa extraña política de animadversión en contra del resto de las naciones del continente?

Es verdad que algunos ex Presidentes, políticos, fundaciones e insignes personalidades han ayudado mucho en otras décadas. 

Ahora mismo recuerdo, que durante el mandato del Presidente John F. Kennedy se lanzó la “Alianza para el Progreso de las Américas” en un intento por potenciar y fortalecer las economías regionales de cada zona del continente.

Pero en noviembre de 1963, Kennedy fue asesinado y esas políticas fueron canceladas, olvidadas y archivadas. No recuerdo a ningún otro Primer Mandatario Norteamericano que haya propuesto y dado continuidad a los planes y proyectos de Kennedy sobre este importantísimo tema.

Porque el Presidente Donald Trump continuamente se queja del flujo migratorio de miles de ciudadanos hacia USA pero no se ha reunido con los poderosos de las economías mundiales a plantear soluciones factibles y realistas para ayudar e impulsar el resto de las economías de los países del llamado “Tercer Mundo”.

Mucha de la explicación de fondo es que existe una fuerte discriminación racial y socioeconómica. A los poderosos les agobia que nuestra población mestiza –en su mayoría- crezca demasiado en el continente y sea más difícil sojuzgarla e imponer sus políticas antinatalistas y que se salgan de su férreo control político y económico.

A principios de los años setenta, se dio a conocer “El Informe de Henry Kissinger”, quien entonces era Secretario de Estado del Presidente norteamericano Richard Nixon, y en su extenso estudio consideró, como seria amenaza para los intereses mundiales, el crecimiento poblacional de los llamados países del Tercer Mundo debido a que se estaban acabando los recursos naturales del planeta y éstos, de modo prioritario, se deberían de conservar y mantener por el bien económico de los países altamente desarrollados. (ver en www.wikipedia.org “Informe Henry Kissinger”).

También existe la tendencia a mantener a los pobladores de nuestro continente en un estado de subdesarrollo intelectual, para mantenerlos en la ignorancia y más bien se guíen por sus instintos  y sus pasiones, así tenerlos más fácilmente controlados.

“Consumir desfasadamente es sinónimo de felicidad”, parecen decir los que proponen toda esta cultura hedonista.

Todo ello, aunado a los desórdenes sexuales, las drogas, el alcohol, la eutanasia, la pérdida de valores trascendentes; en la que parece no existir la razón sino sólo la pasión o el goce efímero, en que se dice: “¡esto se me antoja y lo quiero consumir, ahora mismo y luego lo desecho con desprecio!”.

Es decir, se pretende forjar a una sociedad embrutecida por sus pasiones e instintos, para efectos lucrativos (siempre hay quienes, de forma discreta o descarada, se enriquecen a costa de los demás) y porque así resulta más sencillo instrumentalizar y manipular a las masas.

DIÁLOGO ENTRE MONJAS Y MILLENNIALS

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

No deja de ser curiosa e interesante la iniciativa de un grupo de monjas norteamericanas, orientada a entablar un diálogo vivo y existencial con millennials, a través de Nuns& nones (https://www.nunsandnones.org/). 


De alguna forma viene a satisfacer una mutua necesidad, de forma acorde con el espíritu de los tiempos: por un lado, las religiosas necesitan renovar su planta, pues, ¡el 90 % de las 50,000 religiosas estadounidenses tiene más de 60 años! 

A este dato duro se une otro no menos inquietante: el 40 % de los millennials dice “no tener religión” en el mismo país. Las religiosas se extinguen y los jóvenes carecen de fe. ¿Qué hacer? La propuesta es completamente acorde con la mentalidad actual: conocerse, tratarse, abrir de par en par las puertas de la casa con total transparencia. Eso busca hacer Nuns and nones, las monjas, ya mayores en su mayoría, invitan a los jóvenes a sus casas para compartir su forma de vida, sus ilusiones, ideales, afanes y experiencias.

La actitud de las religiosas es una viva muestra de lo que Francisco llama “Iglesia en salida”; a diferencia de la “Iglesia clientelar”, que espera a que llegue la gente, la primera sale en su busca. 

Las monjas, al hacerlo, muestran cómo, a pesar de ser mayores en edad, son jóvenes de espíritu, dispuestas a probar nuevos caminos, cambiar rutinas y romper moldes. 

Tienen la capacidad, fundamental en nuestros días, de adaptarse a un mundo cambiante. Ahora bien, ¿qué aportan con ello a los millennials? El dato de que el 40 % de ellos no se reconozcan pertenecientes a ninguna religión no es solo un problema para las religiones, sino para ellos también. 

El vacío religioso deja una gran cantidad de incógnitas sin resolver y una ausencia de sentido, que se torna más aguda frente a las experiencias inevitables del dolor, el fracaso, la enfermedad o la muerte de seres queridos. Es decir, más que un logro, se trata de una carencia espiritual, que muestra su gravedad en las situaciones difíciles de la vida. Los millennials no quieren recetas prefabricadas, ni dogmas intocables preestablecidos, pero están abiertos a nuevas experiencias. 

La experiencia de la vida religiosa es, sin duda, novedosa, contracultural, atractiva. 

Los millennials pueden así enriquecerse con el rico bagaje espiritual de la vida religiosa, y aprender de su sabiduría de vida, de su capacidad para convivir. Conocen, de primera mano y no de oídas o en libros, los ideales de todas esas mujeres, con corazón y alma grande, que supieron dedicar su vida a “algo grande y que sea amor”; a una causa que vale la pena. 

La variedad de la vida religiosa puede ofrecer abundantes intereses compartidos con los jóvenes: desde el anhelo de espiritualidad propio de la contemplación, al empeño activo por hacer de este mundo un mejor lugar, a través de la enseñanza, la atención a enfermos, huérfanos, ancianos, tóxico dependientes, seropositivos, familias, acompañamiento de matrimonios, preocupación por el medio ambiente, etc.

A través de la conversación, el conocimiento mutuo, la inmersión en su forma de vida y el empeño por sacar adelante sus labores en servicio a la comunidad, los millennials pueden ir descubriendo una forma de llenar el vacío dejado por la ausencia de religión. 

Algunos pueden recuperar la fe, abrazar una religión, otros redescubrir el sentido de su caminar por esta tierra y tener una comunidad que los sostenga frente a las dificultades, algunos, en fin, pueden encontrar su vocación religiosa.

Este mundo, tantas veces excesivamente rico en bienes materiales, hasta el punto de que la abundancia produce derroche, se muestra fatídicamente pobre en lo espiritual. Se da así el fenómeno del vacío existencial o el malestar en el estado del bienestar. La vida religiosa puede ofrecer una respuesta interesante a ese mundo prepotente y frágil a la vez, mostrándoles a los millennials que la vida no se pierde, por el contrario, se enriquece, teniendo un ideal que valga la pena. 

La Madre Teresa de Calcuta, religiosa ejemplar de nuestro, afirmaba: “la falta de amor es la mayor pobreza”; parafraseándola podemos decir: “la falta de Dios es la mayor pobreza”. 

Ahora bien, ese Dios puede revelarse a través del amor, y la convivencia con las religiosas puede constituir para los millennials una manifestación viva del amor auténtico y desinteresado, del amor indispensable para encontrar sentido a la propia vida.

FULTON J. SHEEN: CAMINO A LOS ALTARES EL GANADOR DE UN PREMIO "EMMY"

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

El domingo 7 de julio, el Papa Francisco comentó el pasaje del Evangelio donde Jesús envía a la misión a 72 discípulos. Mostró que ese número 72 indica probablemente a “todas las naciones”, pues en el libro del Génesis se menciona que había 72 naciones diferentes. 


De todas maneras, ese envío simboliza la misión de la Iglesia de anunciar el Evangelio a todas las naciones. Jesús ha querido que su mensaje se haga llegar a todas partes y por todos los tiempos. Por eso la Iglesia es católica, porque ha sido enviada por Cristo en misión a la totalidad del género humano (cf Mt 28, 19). Su misión es universal.

Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios. Es deseo divino que su mensaje, depositado en la Iglesia, se extienda por todo el mundo a través de todos los siglos y se reúnan todos los hijos dispersos. “Gracias a este carácter, la Iglesia Católica tiende siempre y eficazmente a reunir a la humanidad entera con todos sus valores bajo Cristo como Cabeza, en la unidad de su Espíritu”, afirma el Catecismo de la Iglesia Católica (No. 831).

Fiel a este mandato de Jesús, el Papa Francisco invitó a rezar por todos los pueblos: “nuestra oración no debe limitarse sólo a nuestras necesidades. Una oración es verdaderamente cristiana si tiene también una dimensión universal”.

2) Para pensar

Alguien que contribuyó a difundir el mensaje de Cristo utilizando los medios de comunicación, en especial la televisión cuando apenas comenzaba en Estados Unidos, fue el Arzobispo Fulton Sheen. Quien será próximamente beatificado, pues el pasado viernes 5 de julio el Papa Francisco aprobó un milagro atribuido a su intercesión.

Fulton Sheen dedicó una parte de su labor evangelizadora a catequizar a través de la televisión durante los años 50 y 60. Su programa de televisión era muy apreciado y llegó a millones de personas. Incluso fue ganador de un premio Emmy.

El milagro atribuido a su intercesión fue la recuperación inexplicable de un niño de la ciudad de Goodfield (Illinois), que aparentemente nació muerto en septiembre de 2010. El pequeño se llama James Fulton Engstrom, y al nacer no mostraba signos de vida. 

Los profesionales médicos trataron de revivirlo sin lograrlo. Sin embargo, el papá y la mamá del niño, Travis y Bonnie, oraron al Arzobispo Sheen por su hijo y ocurrió el milagro: Ahora el niño vive sanamente. Siete médicos expertos aprobaron unánimemente el milagro.

3) Para vivir

Nadie debe excluirse de contribuir al deseo divino de llevar su mensaje a todos. Con la oración, la palabra y el ejemplo. Así nos
invita el Papa Francisco: La misión se basa en la oración, que exige
desprendimiento y pobreza, que lleva paz y curación, signos de la cercanía del Reino de Dios. Es anunciar y dar testimonio.

Si se vive de esta manera, la misión de la Iglesia se caracteriza por la alegría: “No se trata de una alegría efímera, que dependa del éxito de la misión, al contrario, es una alegría erradicada en la promesa que, dice Jesús, ‘vuestros nombres están escritos en el cielo... Es la alegría de ser sus discípulos”, de aprender de Él a entregarse sin reservas por los demás, liberado de sí mismo y de sus pertenencias, subrayó el Papa.

sábado, 6 de julio de 2019

ENCENDER ESTRELLAS EN LA NOCHE DE AQUELLOS QUE ESTÁN EN DIFICULTAD

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Algunas personas piensan, como dice un refrán, que “todo tiempo pasado fue mejor”, que antes era más fácil ser cristiano y vivir la fe.

Pero el Papa Francisco señaló que hoy no es más difícil que en otras épocas de la Iglesia, sucede que hoy es solamente diferente. Cada época tiene sus propias dificultades. Hoy en día, por ejemplo, no es fácil ser cristiano y fiel a la Iglesia a causa de la dolorosa y compleja cuestión de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia.



En un encuentro con jóvenes franceses, el Papa Francisco les animaba a permanecer cerca de Jesucristo a pesar de “la dolorosa y compleja cuestión de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia… Les animo a permanecer unidos al Señor Jesús a través de la escucha de la Palabra, la práctica sacramental, la vida fraterna y el servicio a los demás”.

Además, les invitó a recorrer Roma y aprovechar esta peregrinación para “redescubrir que la Iglesia, de la que son miembros, camina desde hace dos mil años, compartiendo las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres. Y camina así como es, sin recurrir a ninguna cirugía estética”.

2) Para pensar

En ese encuentro, el Papa Francisco propuso como ejemplo del seguimiento a Cristo, a través del amor los demás, a San Vicente de Paúl, que supo hacer visible el amor de Dios, amando con la fuerza de sus brazos y el sudor de su frente.

En una ocasión en que viajaba en barco, fueron asaltados y Vicente fue herido y hecho prisionero. En Túnez fue vendido como esclavo y pasó por varios amos, hasta que pudo escapar. Veía sus experiencias como lecciones que el Espíritu Santo le iba dando: haber sido pobre, preso, esclavo, herido… le llevarán a crear asistencias para los más necesitados. 

Al final de su vida, San Vicente había logrado una de las más grandes congregaciones de la Iglesia Católica expandida en muchos países, dedicada a la atención no solo de pobres, sino también de niños abandonados, enfermos, soldados heridos, esclavos, desamparados, mendigos, refugiado de guerra o condenados a galeras, y aún hoy en día continúan muchas de sus obras de asistencia material y espiritual.

Por ello San Vicente decía: “Los pobres son nuestros señores y maestros. Maestros de vida y pensamiento. Junto a ellos la inteligencia se esclarece, el pensamiento se rectifica, la acción se
ajusta, la vida se modela desde el interior”.

3) Para vivir

El Pontífice animó a los jóvenes a dejarse “transformar y renovar por el Espíritu Santo para llevar a Cristo a todos los ambientes y dar testimonio de la alegría y de la juventud del Evangelio”.

Francisco exhortó a ser “constructores de puentes entre las personas, intentando hacer crecer una cultura del encuentro y del diálogo, para contribuir a alcanzar una auténtica fraternidad humana.

Con su atención a los pequeños y a los pobres, pueden encender estrellas en la noche de aquellos que están en dificultad… a aquellos que bajo la apariencia de superficialidad y del conformismo, continúan buscando la respuesta a la pregunta sobre el sentido de la vida”.