jueves, 19 de enero de 2023

LA BELLA Y LA BESTIA

Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

El tiempo de Navidad concluye con la fiesta del Bautismo del Señor.

Es tradición que en esa fiesta el Papa bautice a algunos recién nacidos y

este año no fue la excepción. En su homilía el Papa Francisco se detuvo

a considerar las palabras que Jesús le dijo a Juan el Bautista cuando

éste se resistía a bautizarlo: «Deja ahora, pues conviene que así

cumplamos toda justicia» (cap 2, v. 15). Pero, ¿qué significa ‘Cumplir

toda justicia’?

Hay que evitar tener una idea limitada de la justicia, y pensar que

solo significa que el que se equivoca, la debe pagar. Jesús nos viene a

desvelar que la justicia de Dios es mucho más grande y supera la

justicia humana: no pretende la condena del culpable, sino su salvación

y su regeneración, volverlo justo: de injusto a justo. Es una justicia que

proviene del amor, de la compasión y misericordia que son el corazón

mismo de Dios Padre que se compadece del hombre caído bajo el peso

de sus pecados. La justicia de Dios consiste en hacernos justos a

nosotros, sus hijos (cfr. Rm 3,22-31), liberándonos de las ataduras del

mal, levantándonos.

En el Bautismo, Jesús nos revela el sentido de su misión: Él ha

venido para llevar a cabo la justicia divina, es decir, para hacernos

justos y así salvar a los pecadores; ha venido para tomar sobre sus

hombros el pecado del mundo y la muerte. Él nos muestra que la

verdadera justicia de Dios es la misericordia que salva.

2) Para pensar

“La Bella y la Bestia” es un cuento de hadas tradicional europeo con

múltiples variantes. La escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de

Villeneuve publicó el cuento en 1740, aunque investigadores datan su

origen varios siglos antes. El cuento se ha popularizado al ser llevado a

la pantalla varias veces. Como recordamos, trata sobre un príncipe

apuesto que fue convertido en una horrible bestia por un hechizo, el

cual sólo podría deshacerse cuando fuese amado. Conoce a Bella, una

hermosa mujer de noble corazón, que acaba por amarlo, rompiéndose el

hechizo y recuperando su figura humana. Y “se casaron y vivieron

felices”…


Podemos decir que algo semejante nos sucede al ser bautizados.

Siendo pecadores, Dios nos ama y ofrece ser bautizados, y entonces

recuperamos la condición divina. Recordemos que el hombre fue creado

por Dios “a su imagen y semejanza”, pero al pecar se desfiguró. Pero

gracias a la redención que nos ganó Jesucristo, en el bautismo

recuperamos la imagen divina, somos “justificados”, es decir, nos

convertimos en “justos”, por la misericordia de Dios.

3) Para vivir

San Pablo nos recuerda que aun siendo pecadores, Dios nos

demuestra su amor, al morir Cristo por amor a nosotros (cfr. Rom 5,8).

El Papa Francisco nos llama a imitar el amor de Dios y amar a los demás

aunque creamos que no son dignos. En vez de chismorrear y destruir,

dice el Papa, mirémonos con compasión, ayudándonos mutuamente.

El Papa Francisco invita a celebrar la fecha en que fuimos bautizados

y nos hicimos cristianos. Si no sabemos la fecha de nuestro Bautismo,

nos sugiere preguntarle a los padres, familiares o padrinos, para que

luego cada año lo celebremos como nuestro cumpleaños, pues

ciertamente fue nuestro nacimiento a la fe, a la vida de la gracia.

(articulosdog@gmail.com)

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