martes, 17 de noviembre de 2020
"MATAR A UN RUISEÑOR" DE HARPER LEE
Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51
Pocos libros logran la maestría de combinar sucesos dramáticos con la historia de
unos niños llenos de candor y que mueven a la ternura y al buen humor, con un
padre comprensivo y conciliador. Me refiero a “Matar a un Ruiseñor”. Esta gran
novela fue escrita por la norteamericana Harper Lee, en 1960, y con esta obra
saltó a la fama de inmediato. Pronto le concedieron el importante “Premio
Pulitzer”.
Hay que hacer notar que tenía un amigo de toda la vida, el célebre escritor
Truman Capote, autor de “A sangre fría”, entre otras muchas obras literarias, quien
la animó a comenzar a redactar sus memorias de la infancia. Cuando presentó el
borrador de su libro varias editoriales lo rechazaron.
¿Por qué? Porque aborda toda la problemática de la discriminación racial, las
violaciones sexuales, las injusticias graves contra los afroamericanos en el sur de
los Estados Unidos.
Harper Lee es la narradora que recuerda algunos hechos de su infancia,
mezclados con fantasía y mucha creatividad, rememorando crónicas de otros
pueblos del sureste y de otras familias. La novela se desarrolla en un pueblo
imaginario, Maycomb, Alabama, como el “Macondo” de Gabriel García Márquez
en “Cien Años de Soledad”.
El padre de la supuesta narradora es Atticus Finch, un abogado honrado y justo
que apoya la causa de los afroamericanos y no teme arriesgar su vida ni la de su
familia por defender esta noble causa. Ha sido fuente de inspiración para jóvenes
abogados que desean desarrollar su profesión con ética e integridad.
Recordamos que durante la Presidencia de Abraham Lincoln (1809-1865) fue
abolida la esclavitud. Pero la discriminación racial continuó por muchas décadas.
Todavía recuerdo, en mi infancia, aquellos letreros ofensivos en los lugares
públicos (restaurantes, parques, tiendas, cines) que decían: “Prohibida la entrada
a negros y a perros”.
Fue hasta la Presidencia de John Kennedy (1917-1963) en que se planteó al
Congreso hacer reformas importantes sobre este tema capital. Como el 22 de
noviembre de 1963, Kennedy fue asesinado, su sucesor Lyndon B. Johnson
(1908-1973) retomó este asunto y se aprobó la “Ley de los Derechos Civiles” de
los afroamericanos, con la asesoría de otros importantes líderes de este
movimiento de reivindicación social como Martin Luther King (1929-1968). El
Presidente Johnson luchó contra el racismo y la segregación racial, que estaba tan
metido en la raza blanca norteamericana.
Aunque es una problemática que no se ha superado del todo. Recientemente fue
asesinado por un policía, de forma muy cruel, porque fue asfixiado George Floyd,
de 46 años, en la ciudad de Minneapolis. Ello provocó manifestaciones de repudio
por toda la Unión Americana. Mismo caso fue el de Breonna Taylor, de 26 años en
Kentucky. Basta con investigar un poco para confirmar que este tipo de
asesinatos, sobre todo de policías hacia los afroamericanos por desgracia es
frecuente. Existe un odio y un rencor acumulado porque se les mira con desprecio,
como a seres inferiores.
Retomando el hilo de la novela, el abogado Atticus Finch defiende la causa de
Tom Robinson, acusado de violar a una joven blanca. Pero al final de un largo
juicio se descubre que fue la chica la que atacó al joven Tom y le exigió tener
relaciones sexuales. Es decir, el afroamericano Tom era completamente inocente,
sin embargo, el jurado lo encontró culpable y dictaminó enviarlo a prisión sin causa
justificada. Y luego fue asesinado por el padre de la chica blanca, un ebrio racista.
A lo largo de la novela hay muchas divertidas historias de los niños Scout y Jem,
hijos de Atticus y huérfanos de madre.
En 1962 esta novela fue llevada al cine con la magnífica actuación de Gregory
Peck, quien ganó el Óscar al mejor actor, así como Mary Badham, Phillip Alford y
Robert Duvall. El filme fue dirigido por Robert Mulligan.
Sorprende que a la vuelta de tantos años esta novela se sigue reeditando y la
película se ha convertido en un clásico de la pantalla grande. Jóvenes críticos
reconocen su asombro ante el valor de esta obra literaria y comentan que nunca
pasará de moda por la calidad de su contenido y de su excelente redacción.
Originalmente, Harper Lee se había graduado en Derecho y trabajaba en su
especialidad, pero fue el escritor Truman Capote quien la convenció que dejara su
trabajo y se lanzara de lleno a escribir al observar su gran talento natural por
imaginar historias y relatarlas maravillosamente. Sin duda, es una obra que deja
muchos conceptos para meditar pausadamente y muy recomendable para leer en
estos tiempos de pandemia.
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