jueves, 19 de octubre de 2023

LA SINCERIDAD VENCE LA CORRUPCIÓN

Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

“Una manera de ganar buena reputación es dedicarse a ser lo que

deseas aparentar”. Esta frase atribuida a Sócrates, nos invita a ser

honestos.

El Papa Francisco comentó la parábola de aquel padre que invita a

sus dos hijos a ir a trabajar a su campo. Uno le dice que sí va a ir, pero

no va. El segundo, le dice que no, pero se arrepiente y sí va a trabajar.

No obstante su rechazo inicial, el segundo hijo es quien cumple la

voluntad de su padre. Además, tiene una cualidad de la que carece el

primero: es sincero. El primero miente para “quedar bien” ante su

padre, para no recibir ninguna reprimenda. Incluso ante sí mismo

pretende quedar bien, se cree bueno porque dijo que sí. Se esconde

detrás de un falso “sí”, que esconde su pereza. Es un hipócrita que se

escabulle sin conflictos, pero engaña y desilusiona a su padre, faltándole

el respeto. El problema de un hombre que se comporta así es que no

solo es un pecador, sino también un corrupto, porque miente sin

problema para cubrir y camuflar su desobediencia, dice el Papa.

2) Para pensar

Decía el escritor Dostoievski que nada en este mundo es más difícil

que decir la verdad y nada es más fácil que la adulación. Una muestra lo

cuentan médicos experimentados. A veces tienen que hacer auténticos

malabarismos para conseguir que los pacientes den los datos con

objetividad. Por ejemplo, si le preguntan a un enfermo cuánto bebe, no

basta que contesten que "lo normal", porque si se pregunta a

continuación qué considera él "lo normal", puede resultar que son varios

litros de vino al día. Es lo "normal"; para él, ¡claro!

Contaba un médico que le preguntaba a una paciente mayor si había

tenido enfermedades de pequeña. La mujer aseguraba que de pequeña

no se había enfermado. Pero aquello no cuadraba con toda la

información. Entonces el doctor le hizo una pregunta clave: “¿Y de más

pequeña?” A lo que la mujer contestó: “Sí; de más pequeña, sí”.

El conocimiento propio es requisito si queremos mejorar. Quien se

cree perfecto, se quedará igual. Para conocerse, se requiere ser

humilde. La persona soberbia no acepta que le corrijan. Pensemos si

aceptamos lo que nos dicen, sobre todo, aquellos que nos aman.

3) Para vivir

El hijo que dice “no”, pero luego va, aunque no es perfecto, es

sincero. Sus palabras sinceras le muestran cómo es, y así decide luchar

contra sí mismo Es por ello que se arrepiente y rectifica. Se conoce

pecador, pero recapacita. El otro hijo se quedó tan campante al no

confrontarse con sus palabras, y de esta forma, dice el Papa, es un

corrupto.

Para el pecador hay siempre esperanza de redención; en cambio,

para el corrupto es mucho más difícil, pues se refugia en sus falsos “sí”,

aparentemente elegantes pero hipócritas y no reconocerá que debe

cambiar.

El Papa Francisco nos invita a mirarnos a nosotros mismos y

preguntarnos, ¿estoy dispuesto a comprometerme con mi “sí” a la

voluntad del Padre, aunque cueste? Y cuando digo "no", cuando me

equivoco, ¿estoy dispuesto a arrepentirme y a regresar sobre mis

pasos? ¿O hago como si nada y vivo llevando una máscara,

preocupándome solo en aparecer como bueno? Evitemos la corrupción

siendo sinceros con nosotros mismos y con los demás. (articulosdog@gmail.com)

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