Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Hoy en día es preciso, sobre todo al viajar, portar una
identificación, sea la licencia de manejo o un carnet que avale
quiénes somos. El Papa Francisco señaló que los discípulos de Cristo
tenemos nuestro carnet de identidad y son las Bienaventuranzas.
Nuestro Señor quiso mostrarnos la manera de comportarnos en el
mundo: ser pobres de espíritu, desprendidos de los bienes de la
tierra; ser puros de corazón para no ensuciar nuestro corazón; tener
sed y hambre de justicia; saber afrontar el sufrimiento con espíritu
cristiano colaborando a la redención del mundo.
Además, afirmó el Papa, el Evangelio y las Bienaventuranzas son
el fermento de la verdadera felicidad, impregnada de misericordia,
justicia y paz, sirviendo como antídoto contra la tentación del
bienestar egoísta y discriminatorio.
2) Para pensar
El Evangelio y las Bienaventuranzas nos dan una visión más
amplia de los sucesos del mundo, explicando lo que el mundo
material no alcanza hacerlo. Eso lo experimentó una conocida
bloguera atea llamada Leah.
Leah Libresco Sargeant, es una mujer que nació en Long Island,
Estados Unidos, en una familia y ambiente no religioso. No creía en
Dios y pensaba que la religión era falsa. Fue en la Universidad que se
enteró que había cristianos inteligentes, que se sentían cómodos
hablando de su fe. Pensaba que hay realidades, como las morales,
que no se pueden explicar con las matemáticas, pues son algo
trascendente. Comprobó que ella no tenía un sólido fundamento
ético, y debía existir algo que diese fundamento a la verdad.
Leah desafiaba en su blog a los lectores a dar una respuesta
intelectualmente rigurosa a sus preguntas sobre la vida. Buscaba con
afán la verdad y cómo acceder a ella. No le satisfacían las respuestas
recibidas y pensaba que no era posible que Dios no existiese y a la
vez, la moral fuera algo más allá del hombre.
Leyó a Chesterton, C.S. Lewis y sobre todo Las Confesiones de
San Agustín y vio que el cristianismo era “razonable”. Con san
Agustín se identificó, pues él también buscaba la verdad. Y así, se
convirtió al catolicismo y escogió como patrono a San Agustín, pues
pensó que compartía sus mismas debilidades.
Ya conversa confiesa que el rezo del Santo Rosario le ayuda
mucho, pues la Virgen María la lleva a orar de un modo grato a Dios.
Ahora Sargeant continúa escribiendo en su blog y edita una revista.
3) Para vivir
El Papa Francisco agradece a Dios por concederle ir como
peregrino a anunciar que la esperanza del mundo es Cristo, y su
Evangelio es la levadura más poderosa de fraternidad, libertad,
justicia y paz. Fue a esparcir semillas de fe, esperanza y
reconciliación.
Cada cristiano también está en misión para sembrar, con sus
palabras y su ejemplo, la semilla de la fe, dando a conocer el amor
tan grande que Dios nos tiene. (articulosdog@gmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario