Raúl Espinoza Aguilera
Aquel 9 de noviembre de 1989,
cuando los alemanes disidentes demolían el Muro de Berlín, parecía un sueño
largamente esperado por millones de personas, no sólo en aquellas naciones dominadas por el
Comunismo, sino en todos los ciudadanos del mundo libre que se oponían a ese
sistema totalitario marxista-leninista, que despreciaba y no reconocía ningún
derecho humano. Los berlineses del Este y del Oeste, al atravesar el Muro
derruido, se abrazaban y gritaban de júbilo. Por fin, muchas familias se
volvieron a reunir, después de tantos años de separación forzada.
Por esos años, el gobernante
de la URSS, era Mijaíl Gorbachov (recién fallecido), desde 1985 a 1991. Fue
impulsor de movimientos políticos y económicos renovadores, como la “Glásnost”
y la “Perestroika”. Durante las elecciones presidenciales de junio de 1991,
Boris Yeltsin salió electo como Presidente de la República Socialista
Federativa Soviética de Rusia con el 58% de los votos.
En forma inesperada, en agosto
de 1991, un grupo de comunistas de la “vieja guardia” intentaron dar un golpe
de estado, pero fracasaron. Fueron unos días bastante tensos y críticos en que
parecía que se vendrían abajo todas las libertades conquistadas. Me parece que
resulta inolvidable la figura de Yeltsin montado sobre un tanque ruso, con un
micrófono, exhortando a la desobediencia civil contra “los golpistas”,
dispuesto a defender con su vida la libertad de su Patria.
Boris Yeltsin, quien gobernó
de1991 a1999 -para sorpresa del mundo entero-, el 21 de diciembre de 1991 disolvió
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. A esos países les proporcionó
independencia y autonomía. Un mes antes, el 6 de noviembre de 1991, Yeltsin
había prohibido el Partido Comunista Soviético. Se comenzaban a respirar nuevos
vientos de libertad.
El 25 de diciembre de 1991,
precisamente en la noche de Navidad, por vía televisiva, Mijaíl Gorbachov
afirmó, delante de millones de telespectadores: “que el antiguo sistema (la
URSS) se había derrumbado antes de que empezara a funcionar el nuevo sistema”,
a la vez que anunciaba su renuncia total al Sistema Comunista Soviético. Desde
luego, ese inolvidable1991 fue un año de trascendentales cambios para Rusia y
esos países subyugados bajo de Comunismo de Europa del Este. En general, entre
algunos intelectuales y académicos, se consideraba que -después de la
disolución de la URSS- el marxismo-leninismo prácticamente estaba aniquilado.
Pero, sin duda, era una visión ingenua y exageradamente optimista porque los
seres humanos -a lo largo de la Historia- han mostrado que tienen la tendencia
a imponerse sobre los demás y tomar el control político de una nación o de una
institución.
Por ejemplo, en la China
Comunista, desde 1949 con Mao Tse Tung, poseía un tremendo poderío militar,
económico y humano. Y se hablaba del “despertar de ese gigante dormido” que en
pocos años asombraría al mundo, como de hecho así ha ocurrido. Mismo caso, del
Comunismo de Corea del Norte, establecido en 1948; Cuba, desde 1959, se
encuentra bajo un férreo régimen marxista que parece no tener fin. En Laos, se
instauró el Comunismo desde 1975, al término de la Guerra de Vietnam. Éste
último país, al siguiente año, se declaró marxista-leninista. Otro país que
tomó el mismo rumbo es: Nicaragua, con Daniel Ortega, que sucedió a Doña
Violeta Barrios de Chamorro. Ortega ha sido Presidente desde 2007. A partir de
ese año no ha dejado el poder político, al estilo de Fidel Castro. Es decir, en
ambos casos se cancelaron las elecciones democráticas, los derechos humanos y
se cayó en una dictadura.
En el caso de Venezuela, Hugo
Chávez fundó el “Movimiento Bolivariano Revolucionario”. En 1992, Chávez
encabezó un fallido golpe de Estado contra “Acción Democrática” del Presidente
Carlos Andrés Pérez. Y a raíz de su fracaso fue encarcelado. Pero un par de años
después, fue liberado de la prisión por el Presidente Rafael Caldera, de la
Democracia Cristiana y en su Segundo Mandato (1994-1999), debido a que
consideró que “faltaban pruebas suficientes” para que estuviera encarcelado. En
realidad, el Estadista Caldera vio conveniente apoyar a los pequeños partidos
de izquierda. Hugo Chávez era un oficial de carrera del ejército. Fundó el
Partido Político “Movimiento Quinta República”. Fue electo Presidente de
Venezuela en las elecciones de 1998. Tras años de turbulencia política en ese
país, fue reelegido en 2006 y volvió a obtener la victoria en 2012. Un año
antes le habían diagnosticado cáncer y falleció en Caracas en 2013, contando
con casi sesenta años. Le sucedió Nicolás Maduro.
Ahora bien, ¿Qué pasos
suele dar una democracia cuando pretende imponer el comunismo en un país? 1) Se
promueve una fuerte división social entre las clases económicamente desahogadas
(que son llamados “los malos”) y el pueblo proletario (que invariablemente son
considerados “los buenos”). Les llueven adjetivos negativos a los empresarios y
personas adineradas, como: burgueses, ultraconservadores, neoliberales,
extremistas de derecha, etc.; 2) Históricamente el comunismo, poco a poco va
controlando los medios de comunicación para manipular la información y se
termina suprimiendo la libertad de prensa. 3) El Estado se convierte en el
supremo rector de la Economía y único promotor de empleos. A las empresas
independientes se les tiende a controlar con auditorías, o bien, se les satura
con excesivos impuestos, de ordinario, difíciles de cumplir hasta el último
detalle. 4) Se mira con desconfianza a las sociedades intermedias que muchas de
ellas son de carácter filantrópico, altruistas y de apoyo social a los más
necesitados; 5) En algunos casos, se expropian los bienes de “la clase
burguesa” en beneficio del pueblo; 6) Se suprime la propiedad privada de los
medios de producción; 6) Se aprueban leyes contra los no nacidos; se promueven
a los homosexuales (en todas sus variables); 7) Se busca destruir los valores
de la familia; 8) Se toma el control de la educación para indoctrinar de
marxismo a los alumnos; 9) La errónea Economía de Estado lleva el país a la
quiebra y, a continuación, surge una fuerte la Inflación y escasez de alimentos
y medicinas. Bolivia y Ecuador que se autodenominan “socialistas”, lo más
probable es que terminen siendo países comunistas. Es evidente la trayectoria que lleva México,
que ha tomado como modelo a Hugo Chávez y a su “Revolución Bolivariana”. Da
toda la impresión que terminará por ceder ante “La Tentación Totalitaria”. En
conclusión, recomiendo la lectura del artículo: ”LOS
5 ERRORES FUNDAMENTALES DEL MARXISMO”, que se puede encontrar
en: https://www.mises.org.es/2015/01). Y para repasar
conceptos básicos sobre el capitalismo responsable también es aconsejable la
lectura del portal de la “Escuela Austriaca de Economía e Ideas de Libertad”.
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