lunes, 30 de noviembre de 2020
LA "LEY DEL ÉXTASIS"
Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com
1) Para saber
“Tu actitud, no tu aptitud, determinará tu altitud”. Esta frase del
escritor y vendedor Zig Ziglar concuerda con lo explicado por el Papa
Francisco en la tercera parte de su encíclica “Fratelli Tutti”.
En la medida en que se ama, se crece como persona. El Papa
recuerda el Concilio Vaticano II que en breves palabras resume esa
altitud a la que todos estamos llamados: “Un ser humano está hecho
de tal manera que no se realiza, no se desarrolla ni puede encontrar
su plenitud, si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás”
(n. 87).
Aquí se encuentra una gran paradoja, que quien la entiende y
vive, resuelve su vida. Ya fue dicha de manera clara por Jesús:
“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que
pierda su vida por causa de mí, la hallará (Mt 16, 25). Así se entiende
por qué los mártires que han dado su vida por amor a Cristo.
2) Para pensar
Georges Bernanos fue un renombrado novelista y dramaturgo
francés de la primera mitad del siglo XX. En sus obras ahonda en la
psicología del hombre donde tiene lugar el enfrentamiento entre el
bien y el mal, la fe y la desesperación. Una obra suya, titulada
“Diálogo de carmelitas”, narra la historia de dieciséis carmelitas
asesinadas en tiempo de la revolución francesa, el 4 de agosto 1790,
y declaradas beatas por san Pío X. Entre ellas había una hermana
jovencísima, que por nacer cuando su madre tuvo un terrible susto,
creció con mucho miedo. Ingresó a la orden religiosa y como monja
tomó el nombre de sor Blanca de la Agonía de Jesús.
Cuando los revolucionarios, odiando la fe, arrestan a las
hermanas, sor Blanca aterrorizada, huye y se esconde. Sus hermanas
en religión son procesadas, condenadas y conducidas a la guillotina.
Las quince van pasando para morir, mientras todas cantan a coro un
himno al Espíritu Santo, el llamado “Veni creator”. A medida que
cada una sucumbe bajo la guillotina, el coro se va haciendo más y
más débil. Ya sólo quedan dos voces; después, una sola, llegando a
la penúltima estrofa. Luego el silencio sin haberlo terminado. Pero he
aquí que se levanta una voz nítida, resoluta, casi infantil en medio de
la muchedumbre. Es sor Blanca, que con todo y miedo, se da valor y
sube sobre el palco cantando la última estrofa inacabada y presenta
su cabeza a la guillotina. El miedo ha hecho que su martirio sea más
puro y de más valor.
El miedo no puede encerrarnos en nosotros mismos impidiéndonos
vivir la caridad.
3) Para vivir
Los mártires han dado su vida directamente por amor a Cristo. Y
son un ejemplo para dar la vida también, por amor a Cristo, en los
demás. Es olvidarse de uno mismo para buscar el bien del prójimo:
sea la esposa, la madre, un amigo, una hija, un hermano…
El Papa Francisco, recordando a San Juan Pablo II, nos señala que
fuimos hechos para el amor. Por ello, hay en cada uno de nosotros la
“ley de éxtasis”, que nos invita a salir de uno mismo para hallar en el
otro un crecimiento de su ser. La santidad, a la que somos llamados,
es precisamente alcanzar la plenitud del amor.
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