lunes, 9 de noviembre de 2020
DEPORTIVIDAD, CONSTANCIA Y FORTALEZA
Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51
En los últimos fines de semana, he estado yendo a caminar alrededor del Lago de
Chapultepec (segunda sección) un promedio de una hora. Tenía tiempo de no
hacerlo y he observado notables mejorías materiales que se han hecho en toda
esta área.
En primer lugar, prácticamente se han cerrado los accesos para automóviles
–abriendo numerosos estacionamientos- y dejando esa amplia zona en un lugar
privilegiado para correr, caminar, circular en bicicletas (de todos los tamaños), y
con amplios jardines para que los niños y las familias convivan cordialmente y en
paz. Me parece una acertada determinación de las autoridades.
En segundo lugar, la tradicional pista para correr a mayor velocidad, popularmente
denominada “El Sope”, también ha sido remozada con luz eléctrica, arreglo de la
gran pista a la que se da mantenimiento periódicamente, mejor vigilancia, sistema
de drenaje en los carriles de la pista, etc.
Me da un gusto enorme observar cómo los niños y adolescentes se han animado
a practicar más el deporte y el atletismo. Hoy veía a una niña de escasos 8 años
que, vestida con tenis y pants, corría a buena velocidad por una pista; otras chicas
de 13, 14 y 15 años me daban ejemplo de empeño y dedicación de correr con
ánimo y sin desfallecer.
Por supuesto que los jóvenes son mayoría tanto en las bicicletas como en las
carreras. Pero también, personas mayores –de ambos sexos- corren con la misma
ilusión. Se ha vencido el temor a “hacer el ridículo” como se pensaba antes,
cuando una señora obesa decidía practicar este ejercicio y reducir su peso.
Paseando a lo largo del Lago se aprenden numerosos valores de la gente. Por
ejemplo, miraba a un entrenador que llamaba la atención a un corredor que se
había “desinflado”, interrumpió su carrera y se sentó entre un nutrido grupo de
jóvenes.
El entrenador la daba la siguiente lección:
“-¡Jamás detengas tu carrera! Tienes que ejercitar la fuerza de voluntad y fortaleza
para llegar a la meta que nos hemos trazado. Ese es el lema en los maratones:
“Nunca hay que detenerse. Hay que continuar, cueste lo que cueste”.
Y a continuación le dijo enfáticamente:
- ¡Ánimo, ponte de pie! Vamos a continuar corriendo aunque estés algo
cansado. Esto no lo olvides.
En otras partes observaba a padres de familia enseñando a sus niños a andar en
bicicleta o en patines. Si se caían, de inmediato, venían las palabras de aliento
para la chiquilla o el niño que querían comenzar a llorar:
“-¡Ves, no te pasó nada! Levántate y síguele dando a tus patines (o a la bici).
También pensaba que son recuerdos imborrables en las mentes infantiles porque
nunca olvidarán que aprendieron a andar en bicicleta con la ayuda de sus papás.
Más adelante, se aprecian a niños dándoles de comer trozos de “galletas de
animalitos” a los peces dentro del agua, en compañía de sus padres. Por las caras
de asombro y de gozo de algunos pequeñines se intuía que era la primera vez que
lo hacían.
Por todo el Lago se observan a familias unidas, conversando, riéndose, ya sea en
las bancas o debajo de la sobra de los abundantes árboles, dispuestos a realizar
un picnic comiendo sus tortas y, luego, a jugar voleibol o una “cascarita” de futbol
en la que participa toda la familia.
En las pistas aledañas jovencitas y jóvenes corrían varios kilómetros con
constancia y esfuerzo. Hace poco escuchaba en la pista de “El Sope” que algunos
atletas han llegado a ser seleccionados para los Juegos Panamericanos. Incluso
comentaban de algunos que estaban ahí que ganaron algunas medallas.
Tengo un amigo, profesor, que -junto con otros profesionistas-, todos los días
corren de madrugada en esta pista un par de horas y se van preparando para el
Maratón de la Ciudad de México de agosto. Han logrado importantes récords
personales, no obstante que ya pasan de los 40 años. Y, por si fuera poco, los
fines de semana, suben a montañas circundantes de la capital. Me decía el líder
de este grupo de amigos: “Querer es poder. Porque muchas veces no se tienen
ganas o tienes un músculo algo adolorido, o bien, está lloviendo y hace frío, pero
el vencer esas adversidades templa bastante el carácter y así se animan otros a
ser más deportistas.
Y concluía:
-Es que haciendo deporte es donde más amigos he hecho porque te das cuenta
cuando las personas tienen afán de superación, manifiestan deseos de mejorar en
valores y virtudes.
-Luego, como soy profesor, les planteo darles breves charlas sobre valores
humanos como fortaleza, constancia, superación personal, sobriedad, templanza,
perseverancia en las metas, el crecer en la fuerza de voluntad, etc. y aceptan de
buena gana.
En conclusión, podríamos decir que con el espíritu deportivo se incrementan esos
valores como la fortaleza y la constancia y se logran magníficos resultados en la
vida personal y familiar de cada persona.
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