Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com
1) Para saber
En ocasiones se piensa que para poder perfeccionar las propias
capacidades no se han de imponer obligaciones o reglas que cumplir,
sino que se han de dejar en plena libertad para que se expandan
cuanto puedan. Pero es un error. Si las reglas son adecuadas, lo que
harán es señalar el camino para que por ahí se perfeccione la
persona.
Muchas veces, decía el Papa Francisco, pensamos que ser libre
significa hacer aquello que yo quiero y muchas veces. No nos damos
cuenta que si elijo el mal, pierdo mi libertad y me convierto en
esclavo. Si quiero una cosa que me perjudica, soy un esclavo de ello.
Hace poco falleció un gran compositor y director musical: Ennio
Morricone. Compuso más de 500 bandas sonoras para cine y
televisión. Además de haber obtenido dos Óscares, ganó el “Premio
de Música Polar” que es considerado el premio “Nobel de la Música”.
Sabía plasmar en la música el sentir de la trama que se estaba
desarrollando, siguiendo ciertos lineamientos. Así, se ajustaba al
género de la película, se tratara de una del viejo oeste, una del siglo
XVIII o de un gánster. En una entrevista mostraba la compatibilidad
entre las obligaciones y la libertad, que a continuación se presenta.
2) Para pensar
Una de las mejores piezas musicales de Morricone fue la que
compuso para la película de “La Misión”. Sobre ella, decía Morricone:
“La música de La Misión nació de una obligación. Tenía que escribir
un solo de oboe, se desarrollaba en América del Sur en el siglo XVIII,
y tenía la obligación de respetar el tipo de música de ese periodo. A
la vez, tenía que escribir una música que representara también a los
indios de esa región. Todas esas obligaciones, aunque me
encadenaban, también lograron que saliera algo claro”. El
compositor, en su humildad, se queda muy corto, pues no sólo salió
algo “claro”, sino que ha sido una de mejores bandas sonoras que se
han escrito en la historia del cine. El director de cine Quentin
Tarantino declaró que Morricone es el Mozart o Beethoven de la
actualidad. En otra ocasión afirmaba Morricone: “El hecho de que
haya podido componer música con total libertad ha sido posible
porque era necesario que yo cambiara de traje compositivo, el filme
lo requería”.
Así vemos que las reglas u obligaciones, no impidieron al
compositor obrar con libertad, sino que encauzaron sus capacidades
logrando gran perfección en sus obras. Se sintió libre adaptándose a
los requerimientos.
3) Para vivir
Aunque una parte de la libertad es la elección, hacer lo que se
desea no es suficiente para ser verdaderamente libre, y tampoco
feliz. La verdadera libertad es mucho más, comentaba el Papa
Francisco: La libertad es plena cuando, por amor, se decide por el
bien verdadero. Y cuando ese bien es el mayor, la libertad alcanza su
perfección. Por ello el Papa afirmó que la verdadera libertad se
alcanza al experimentar el amor de Dios. Jesús rompió la esclavitud
del pecado, nos devolvió la libertad para que seamos capaz de amar
y entrar en unión con Dios.
Hay verdadera libertad cuando se da el amor verdadero. Por eso
se puede ser libre incluso en la cárcel, aunque seamos débiles y
limitados.
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