domingo, 16 de agosto de 2020

EL MISTERIO DE LA LUNA

Pbro. José Martínez Colín,

articulosdog@gmail.com

1) Para saber

El 30 de julio fue lanzado hacia el planeta Marte una nave espacial

(con el rover Perseverance) para que llegue en seis meses. La NASA ya tiene

contemplado enviar once astronautas a Marte la próxima década, pero antes

los enviará a la Luna, y será la primera vez que la mujer pise el satélite.

San Juan Pablo II consideraba el “Misterio de la Luna” al hecho de

que nos alumbra sin tener luz propia. Nos invitaba a ser nosotros

también reflejo del Sol que es Cristo. Con motivo de la fiesta de la

Transfiguración del Señor el 6 de agosto, el Papa Francisco, a su vez,

consideraba que Cristo es la Luz: “Los invito a todos a mantener su

mirada fija en el rostro resplandeciente de Dios, para que ilumine los

eventos de cada día”.

2) Para pensar

A veces se desconoce el papel que ha tenido la Iglesia en el

desarrollo de la ciencia. El historiador de la ciencia J.L. Heilbron

declaró que: «La Iglesia católica romana ha proporcionado más

ayuda financiera y apoyo social al estudio de la astronomía durante

seis siglos que ninguna otra institución, desde la Edad Media hasta la

Ilustración» (The Sun in the Church).

Por ejemplo, 35 cráteres en la superficie lunar reciben el nombre

de astrónomos, físicos y matemáticos jesuitas, en reconocimiento a

sus grandes logros científicos sobre el estudio de la luna. El mayor

cráter se llama Clavius, en honor a Cristóbal Clavio (1538-1612),

jesuita que con Luis Lilio, concibió el calendario gregoriano, que es el

que utilizamos hoy en día. Clavio fue un profesor que apoyó la teoría

sobre el heliocentrismo del sistema solar y ayudó a que Galileo

obtuviera su cátedra en la Universidad de Pisa. Asimismo, elaboró

manuales de astronomía que se utilizaron en las universidades de

toda Europa por siglos.

Otro cráter se llama Riccius, en honor a Matteo Ricci (1552-1610),

misionero jesuita en China que introdujo la ciencia y las matemáticas

occidentales en el Imperio medio. En el siglo XVII el científico jesuita

Michel Florent van Langren creó el primer mapa real de la Luna. Los


astrónomos jesuitas Riccioli y Grimaldi publicaron un esquema que

constituye la base actual de la nomenclatura lunar.

3) Para vivir

La escena de la Transfiguración es una llamada para ver hacia el

Cielo; como dijo el Papa Francisco, es un vistazo al Cielo en la tierra.

Es recordar que estamos llamados a algo muy grande si somos fieles:

a mirar a Cristo en su esplendor y, también, a tener un cuerpo

glorioso.

A los Apóstoles que contemplaron a Jesús glorificado les ayudó

afrontar su Pasión de una manera positiva, sin quedar abrumados. A

nosotros también nos ha de ayudar a fortalecer nuestra fe y dar

seguridad en nuestra esperanza.

Las zonas llanas de la Luna se conocen como maria, que es el

plural latino de «mar». Es significativo que a la Virgen María se le

llame «hermosa como la luna» (Ct 6,9) y se le identifique con la

mujer que tiene la luna debajo de sus pies (Ap 12,1). La luna se ha

usado como simbolismo mariano desde hace siglos. Ella, como nadie,

es la plenitud del “Misterio de la Luna” al ser un reflejo fidedigno de

su Hijo. La Virgen María es nuestro modelo para que iluminemos a

nuestro alrededor, con nuestro ejemplo, con la luz de Cristo.


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