domingo, 17 de marzo de 2024

FRANCIA Y EL DERECHO A LA VIDA HUMANA

                                                                              Raúl Espinoza Aguilera

 

El Presidente Francés Emmanuel Macron y los parlamentarios del país galo han aprobado desde el pasado lunes 4 de marzo de 2024 que “El Derecho que el Aborto sea incluido en su Constitución”. Francia se ha convertido en el primer país del mundo que incluye ese “supuesto derecho”.

¿Qué ha dicho el Papa Francisco? El Santo Padre en unión con la Conferencia Episcopal Francesa declararon que “No puede existir el ‘derecho’ a quitar la vida humana”. Y solicitaron que las leyes miren, “ante todo, a la protección de los más débiles y vulnerables’.

Declararon además que: “Es un error considerar esa determinación del país francés como un mero ‘derecho que las mujeres tienen’. Todo ciudadano -del país que sea- enfatizaron debe de tener muy claro que se debe de proteger la vida humana.”

El 15 de septiembre de 2021, el Romano Pontífice de modo contundente afirmó: “El aborto es un homicidio y quien lo practica ‘mata’ “. Y el aborto terapéutico “es como contratar a un sicario” para que mate a un inocente bebé.

Por asociación de ideas, recuerdo aquella magistral Encíclica de San Juan Pablo II, titulada: “El Evangelio de la Vida”, publicada el 25 de marzo de 1995. En ella expone con claridad el valor y el carácter inviolable de la vida humana.

La vida es sagrada-escribe. Sólo Dios da la vida y nadie puede atribuirse el derecho a matar de modo directo a un ser humano. Porque Dios se ha proclamado Señor absoluto de la vida del hombre, creado a su Imagen y Semejanza.

San Juan Pablo II, fiel al Magisterio de la Iglesia, siempre se opuso al aborto, a los anticonceptivos, a los métodos de reproducción asistida, a la experimentación con embriones y a la eutanasia.

Hace años, cuando publiqué un artículo en defensa de la Vida Humana, a través de un prestigioso portal, para mi sorpresa recibí una carta electrónica de un agricultor de Chile, quien por su redacción observé que tenía muy poca formación escolar, pero la idea medular la expuso con claridad: “Pretenden destruir lo más Sagrado: esas criaturitas inocentes e indefensas que provienen del seno de sus madres. ¡No comprendo esa conducta tan malvada!

El Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, poeta del folk-rock, en su poema-canción “Señores de la Guerra”, externa:

“Ustedes han sembrado el peor de los miedos

que jamás se haya lanzado;

el miedo de traer niños al mundo.

Han amenazado a mi bebé,

cuando todavía no ha nacido

y ni siquiera tiene un nombre.

Y es porque ustedes no valoran

la sangre que corre por sus venas”.

El célebre Doctor francés, el Dr. Jéröme Lejeune (1926-1994), fue un médico pediatra, genetista, escritor realizó importantes descubrimientos como “La Trisomía 21” que causa “El Síndrome de Down” y otras más interesantes aportaciones a la Ciencia Médica, en su especialidad de Genética.

Pienso que este Doctor hubiera sido merecedor del Premio Nobel de Medicina, pero en 1960 el gobierno de Francia pretendía legalizar el aborto, y el Dr. Lejeune se opuso abiertamente, presentando argumentos sólidos en defensa de la vida humana. El Estado Francés tuvo que echar marcha atrás, ante el prestigio internacional que tenía el Dr. Lejeune. A él se le atribuye la conocida frase: “Abortar es matar, aunque el cadáver sea muy pequeño”.

El inolvidable Papa Teólogo, Benedicto XVI, aporta un enfoque original sobre el aborto. Advierte que: “el aborto arruina la vida de las familias porque asesina al niño, destruye a la madre y enceguece la conciencia del padre del bebé, sin resolver los verdaderos problemas de la pareja”.

“Es un eclipse del sentido de la vida -continúa- en el cual se ha atenuado la común percepción de la gravedad moral del aborto y otras formas de atentados contra la vida humana. Y pidió a los médicos una especial fortaleza para afirmar que el aborto no resuelve nada”.

 

 

 

 

lunes, 11 de marzo de 2024

EL SÍNDROME DE PROCUSTO

Pbro. José Martínez Colín

 

1)  Para saber

La envidia es como beber veneno y esperar que la otra persona muera. Una frase acertada, pronunciada por Carrie Fisher, actriz famosa por interpretar a la princesa Leia en la Guerra de las Galaxias. Ahora el Papa Francisco reflexionó sobre el vicio de la envidia, tan antiguo como la misma humanidad. En la Sagrada Escritura se nos relata que fue tal la envidia que tuvo Caín hacia su hermano Abel, al ver que sus sacrificios eran agradables a Dios, que lo llevó a odiarlo y matarlo. Caín no soportó la felicidad de su hermano.

El rostro del envidioso es siempre triste, dice el Papa, y mantiene baja la mirada, parece examinar el suelo, pero en realidad no ve nada, porque su mente está envuelta en pensamientos llenos de maldad.

2)  Para pensar

Cuando se habla del Síndrome de Procusto, se refiere a la incapacidad en reconocer en los demás como válidas sus ideas o el miedo a ser superado profesional o personalmente por otros, lo cual muchas veces son producto de la envidia. Pero, ¿quién fue Procusto?

En la mitología griega, Procusto era un posadero en las colinas de Ática. Cuando llegaba a la posada un viajero, lo invitaba a tumbarse en un lecho de hierro. Y mientras el viajero dormía, lo amordazaba y lo ataba a la cama. Si la víctima era alta y su cuerpo era más largo que la cama, procedía a serrar las partes del cuerpo que sobresalían los pies o la cabeza. Si, por el contrario, era de menor longitud que la cama, lo descoyuntaba hasta estirarlo.

Su reinado de terror terminó cuando llegó el héroe Teseo, quien retó a Procusto a comprobar si su propio cuerpo encajaba con el tamaño de la cama. Cuando el posadero se tumbó, Teseo lo ató a la cama y, allí, lo “ajustó” como él con los viajeros. Por ello, el síndrome de Procusto lo padecen aquellos que cortan la cabeza o los pies de quien sobresale. Les afecta emocionalmente cuando otra persona tiene razón, sobresale, y ellos no.

3)  Para vivir

Cervantes llamó a la envidia “carcoma de todas las virtudes y raíz de infinitos males. Todos los vicios —añadía— tienen un no sé qué deleite consigo, pero el de la envidia no trae sino disgustos, rencores y rabia”.

Sin embargo, no hay que confundir la envidia con la admiración que sentimos hacia algunas personas, o el desear los bienes ajenos o cualidades de otro. La envidia impide ser feliz, entristece por el bien ajeno, no deja disfrutar, hace sufrir por la felicidad ajena y piensa que la gloria que se tributa a los demás se la están robando a él. Intenta compensarlo despreciando sus cualidades, desprestigia a quienes triunfan y sobresalen. La envidia lleva a pensar mal de los demás sin fundamento, y a criticar sus cosas positivas. Por eso el envidioso llama ladrón a cualquiera que triunfe en los negocios; o llama interesado y adulador a aquél que tiene un trato correcto.

En la base de la envidia hay una relación de odio y amor: uno quiere el mal del otro, pero en secreto desea ser como él. Se supera al esforzarse por captar lo que de positivo hay en quienes nos rodean, admirando y alegrándose por el bien de las personas que nos rodean. Por eso San Pablo exhorta: «Ámense unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo» (Rm 12,10). (articulosdog@gmail.com)


CAMBIOS RADICALES QUE TRANSFORMARON VIDAS HUMANAS

                                                    Raúl Espinoza Aguilera

Hace años publiqué un pequeño libro, titulado: “Dios Preguntó por Ellos” (Editorial Minos III MILENIO, México, 2015), en el que relato el momento -en medio de sus quehaceres cotidianos- cómo una persona siente ese íntimo llamado de Dios. En algunos casos, son llamados en voz baja, allá en el fondo de la conciencia. Pero, en otros, tienen la fuerza de un alud arrollador.

¿Elige el Señor a gente piadosa, adornada de buenas virtudes, valores o cualidades? No siempre es así. Hay personas que buscaban al Señor hasta encontrarlo. Otros, por ejemplo, André Frossard, un intelectual declaradamente ateo, cuyo padre fue el fundador del Partido Comunista Francés, negaba cualquier manifestación espiritual. Pero sucedió que cierto día un amigo tenía que recoger unos libros en un convento de religiosas contemplativas.

Como este amigo se dilataba mucho dentro del convento, decidió ir personalmente a buscarlo. Y en la primera Capilla que encontró se escuchaba un coro de religiosas. De pronto, André Frossard escuchó una Voz Potente que le decía: “Existe la Vida Interior” y a partir de ese momento se inició el proceso íntimo de su conversón a la fe cristiana.

El prestigioso comunicador, Malcom Muggeridge, que al parecer Dios no entraba en sus intereses, hasta que se le ocurrió realizar un serial de reportajes para la BBC de Londres, sobre la Madre Teresa y las Misioneras de la Caridad en la India y su vida tuvo un cambio notable.

Al principio se resistía a creer en el Señor, pero -poco a poco- al comprobar que la Madre Teresa y sus Misioneras no buscaban ninguna recompensa humana, sino que su entrega por los más pobres, enfermos y necesitados, lo hacían únicamente por amor de Dios, Malcom terminó -con la humildad y sencillez de un niño- por solicitarle a la Madre Teresa que le ayudara y explicara cómo ingresar en la religión Católica.

El Premio Nobel de Medicina, Alexis Carrel estaba empeñado en demostrar científicamente que las Apariciones de Nuestra Señora de Lourdes no eran más que un caso de fanatismo colectivo. Por coincidencia, en el compartimento del tren París-Lourdes viajaba una enferma muy grave y su madre -al saber que era un médico prestigioso- le facilitó los estudios médicos que tenía. El Dr. Carrel llegó a pensar: “Ésta no llega viva a Lourdes”.

Al arribar al Santuario Mariano, Alexis Carrel siguió de cerca a la enferma y ésta, al adentrarse en la pequeña gruta, recuperó de inmediato la salud. El Premio Nobel cayó de rodillas porque tuvo una especie de “terremoto interno” y se convirtió a la fe cristiana.

Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura 2016, quién ha sido un conocido cantautor de las canciones de protesta con planteamientos sociológicos y filosóficos sobre nuestro tiempo. Los intelectuales y estudiosos de la música contemporánea lo consideran un hito dentro de la música popular de los siglos XX y XXI.

Durante varios lustros se dedicó a la vida bohemia, a consumir alcohol y drogas. Dylan relata que estando solo durmiendo, en un hotel, hacia la medianoche, sintió como un trallazo o potente disparo de amor de Dios. A partir de ese momento, su vida cambió radicalmente y mucha de su nueva producción musical la explaya en su álbum “Disparo de Amor” (“Shot of Love”) y en otros más, incluyendo melodías, como: “Cuando Él (Jesús) regrese”; “Ayudar a alguien”; “Tocando en las Puertas del Paraíso”, etc.

En el portal www.opusdei.org.es-mx hay un documental -que recomiendo vivamente- titulado “Regreso a Ítaca”, que narra la historia de 6 personas en torno a los 50 años, que volvieron a la fe. Es impresionante la situación en que algunos se encontraban. Recuerdo un caso: “Yo llegué odiar tanto a Dios que me dediqué a atacarlo por internet”. Otra persona afirma: “Desde que entré a estudiar Psicología, ya desde el primer semestre, fueron tan virulentos los ataques contra la fe, que dejé de creer. (…) Ya como Psicóloga perdí la noción de pecado. Me daba igual 8 que 80 pecados mortales. Vivía en un estado de laxitud y total indiferencia hacia Dios.” Por fortuna esos 6 casos tienen un feliz retorno a la fe, como el personaje Ulises       -en la obra “La Odisea” del literato griego Homero- después de muchos peligros y contratiempos logra llegar a su Patria (Ítaca), a su origen, a la tierra añorada donde se encuentra su familia.

Estamos en Tiempo de Cuaresma: una época de reflexión para examinarnos cómo es nuestro trato con el Señor, si es frío y distante, o bien, hay un esfuerzo por tratarlo más.

Es un Tiempo de Renovación y podemos aprovechar estas semanas para volver a los inicios de nuestra fe, con mayor ánimo y propósitos concretos de mejorar en la vida cristiana. Una temporada especial del año para que la dediquemos a rezar y a mortificarnos más por amor a Jesucristo, Quién ha dado su Vida por nosotros.

 

viernes, 8 de marzo de 2024

ECOS DE “LA GUERRA FRÍA”

                                                                                   Raúl Espinoza Aguilera

 

Poco antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial (8 de mayo en Alemania y 14 de agosto de 1945 en Japón), Sir Winston Churchill, Primer Ministro de la Gran Bretaña, había vaticinado que en la U.R.S.S. (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) caería “Un Telón de Acero” de cara a los países occidentales.

Es decir, conociendo muy bien al “viejo zorro”, José Stalin, como dictador que era y nada democrático, era claro para un político visionario y experimentado como W. Churchill que se iniciaría otra guerra a base de tensiones internacionales.

La Unión Soviética se había apropiado de los países de Europa del Este, de la mitad de Alemania y de Berlín y de algunos países de Centroeuropa, porque el contrapeso era Franklin D. Roosevelt, Presidente de Estados Unidos, se encontraba bastante enfermo y debilitado, y todo lo que Stalin proponía era bastante intrincado y retorcido e inesperadamente este Presidente falleció un 12 de abril de 1945, ante la sorpresa e impotencia de W. Churchill, porque Inglaterra había dejado de ser un Estado hegemónico, y la U.R.S. S y Estados Unidos no habían podido llegar a un acuerdo claro y justo. Éste fue un factor clave que provocó que las fuerzas soviéticas, desde el Este, avanzaran a toda velocidad y se atrevieran a invadir territorios no acordados.

Además, a finales de la década de los años cuarenta, Rusia obtuvo la fórmula de la bomba atómica, y Estados Unidos en 1945 hizo estallar un par de estas bombas en Hiroshima y Nagasaki, Japón. Ante estas dos Potencias Nucleares se creaba un clima de miedo y alarma en el mundo entero.

A la vez que se inicia, entre las dos Potencias, una carrera armamentista y por la conquista del espacio. Recuerdo el Sputnik I. Fue el primer satélite lanzado por la Unión Soviética el 4 de octubre de 1957. Dicho artefacto emitía un sonido especial e iba iluminado. Se corrieron diversas teorías -sin fundamento alguno-, como que el Sputnik soltaría una bomba atómica en Estados Unidos o en algún país vecino, como México.

Dentro de esa carrera por obtener logros espaciales, Yuri Gagarin fue un cosmonauta y piloto soviético. Fue el primer hombre en viajar a la estratósfera y le dio una vuelta a la Tierra en abril de 1961. Mientras que el astronauta de Estados Unidos, John Glenn, lo logró en 1962.

Un detalle que habla por sí mismo fue que en muchas casas de personas adineradas de la Unión Americana y estados fronterizos de México tenían un refugio antinuclear donde se guardaban muchas latas con alimentos, ropa especial antigases, tanques de oxígeno, agua, etc.

Entre la U.R.S.S. y los Estados Unidos se firmaron varios acuerdos de paz y de desarme nuclear, pero lo cierto es que nadie tomaba en serio dichos pactos. Y “a las primeras de cambio”, de ambas partes, se rompían esos acuerdos. El mundo vivía dentro de una especial tensión, que se le denominó “La Guerra Fría”.

A la muerte de José Stalin, le sucedió Nikita Kruschev. Su primera acción fue la “desestalinización” parcial de la Unión Soviética. Se comenzaron a respirar ciertos aires liberales a lo largo del país. Recuerdo que al escritor ruso, Aleksandr Solzhenitsyn se le permitió publicar una de sus grandes obras: “Un Día en la Vida de Iván Denísovich”, que causó un verdadero escándalo en los sectores más radicales del Comunismo porque describe con precisión cómo eran los campos de concentración llamados “Gulags”. Sus críticas a José Stalin le habían valido once años de condena en Siberia, sometido a trabajos forzados.

En octubre de 1962, llegó a su clímax esta “Guerra Fría”, porque Estados Unidos descubrió que la U.R.S.S. había colocado bases de misiles nucleares en Cuba. Y todavía otro dato más: venían unos barcos soviéticos con dirección a esta isla caribeña con la intención de colocar más misiles nucleares.

Fue un momento particularmente difícil para el gobierno del Presidente John F. Kennedy. En pocas horas, ordenó a Nikita Kruschev que se regresaran esos barcos y que retiraran de la isla todo material nuclear. Nikita le respondió que no estaba dispuesto a ello. Pasaron unas horas, quizá las de mayor presión, hasta que la Unión Soviética reaccionó favorablemente y pidió, a cambio, que los E.E. U.U. no le declararan la guerra a Cuba ni la invadieran por tierra.

Sus compañeros de Partido consideraron a Nikita Kruschev “persona peligrosa y heterodoxa” del marxismo-leninismo. Fue retirado del cargo y en 1964 accedieron al Poder Leonid Brézhnev, como Primer Secretario y Alekséi Kosygin, como Presidente del Consejo de Ministros. El sucesor en el Poder del Kremlin fue Mijaíl Gorbachov en 1988. De inmediato propuso reformas con su “Glasnot” (apertura y transparencia) y “Perestroika” (reconstrucción de la Economía). Se respiraban nuevos aires de libertad.

En diciembre de 1989, en un barco ruso, se firmaron trascendentales acuerdos para finalizar la “Guerra Fría” por deseo expreso del Presidente Ruso, Mijaíl Gorbachov y de George Bush, Presidente de los Estados Unidos. El Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, escribió un poema alusivo a una guerra atómica entre dos Potencias Nucleares, titulado: “Una dura lluvia caerá” presentando una serie de impactantes metáforas sobre la mortandad y destrucción que este suceso causaría en el mundo entero.

martes, 5 de marzo de 2024

EL PAPEL DE LOS PADRES EN LA FORMACIÓN DE SUS HIJOS

                          Raúl Espinoza Aguilera

En una reunión de expertos en Orientación Familiar, un Doctor en Psicopedagogía comentaba: “Actualmente se está difundiendo un grave error entre algunos padres de familia quienes afirman que en la infancia es cuando se deben fomentar los valores y, a partir de la adolescencia, lo mejor es dejarlos en paz y que ellos tomen sus propias decisiones de la índole que sea”.

“¡Esa afirmación es verdaderamente desastrosa! -continuaba. En la adolescencia y juventud, los hijos se replantean muchas cuestiones fundamentales, como: si Dios existe o no; si debo obedecer a mis padres o es mejor ignorarlos; ¿cuál es el sentido de la sexualidad (¿mero placer o algo más serio y profundo?); si es una buena “experiencia” probar drogas alucinógenas, como el L.S.D., o quizás otras drogas, como: la marihuana, la cocaína, la heroína, diversos inhalantes, cristal, el opio, etc.”

Y podríamos continuar ejemplificando. Imaginemos que el joven se cuestionara a sí mismo: ‘Si tengo un serio problema con la justicia por cometer un grave delito, ¿es recomendable acudir a los padres o a cualquier amigo o conocido?’ ‘Si me siento triste o desanimado por una larga temporada y lloro sin causa justificada, ¿puedo acudir al alcohol o a los estupefacientes?’

Sin duda, para formar a los hijos en la escala de valores es fundamental la ayuda y orientación de los padres. No como una imposición autoritaria, sino como una relación de confianza, de cercanía, de verdaderos amigos. Ya que los progenitores han tenido muchas experiencias positivas o negativas en el camino de sus vidas y por ese cariño que tienen a sus hijos, son los más indicados para brindar esa orientación acertada y de modo desinteresado.

Algunas veces, si el rendimiento escolar es bajo, es aconsejable llevarlo con un preceptor académico para que le ayude a implementar determinadas técnicas de estudio con el objeto de mejorar en su promedio, o bien, que domine con mayor soltura cómo resolver ciertas cuestiones de Matemáticas o Física, por ejemplo.

Hace poco me comentaba un amigo y padre de familia que su hijo adolescente cada vez que tomaba un par de cervezas se ponía bastante agresivo y en las fiestas -con facilidad- tendía a pelearse con sus compañeros o conocidos. Este amigo y su esposa decidieron llevarlo con una Psicóloga, y a la vuelta de pocos meses, el joven ha tenido una franca mejoría, gracias a la atención cercana de sus padres.

Si el asunto es más complejo, verbigracia, si ha adquirido la adicción a una droga y si su fuerza de voluntad ya no le obedece, tal vez sea el momento de ingresarlo en una clínica de desintoxicación.

Lo importante es que el joven se conozca tal y como es, que acepte sus defectos y virtudes. Me comentaba un conocido Psiquiatra que en lo relativo a la Psicoterapia personal y colectiva: “El objetivo es que los jóvenes se quiten sus ‘máscaras’ y, con total sinceridad, se muestren trasparentes, sin fingimientos ni engaños”.

Junto con este reconocido Psiquiatra, Dr. Ernesto Bolio y Arciniega, redactamos, pulimos y enviamos a una conocida editorial, una novela, titulada: “Vencedores. Acerca de los Trastornos Emocionales de Nuestro Tiempo” (“Panorama Editorial”, 2011). Este Especialista me permitió entrevistar a algunos de sus jóvenes pacientes. Claro está, respetando completamente su anonimato.

Desde el punto de vista periodístico, era un tema que me interesaba desde hacía tiempo. En varias clínicas de México y España llevaba un par de años realizando ese trabajo de investigación. Se lo mostré a este Doctor y le pareció bien que incluyera algunos de esos casos en la novela. Estuvimos trabajando cerca de ocho meses.

En ciertos pacientes era notoria la falta de comunicación con sus padres y, por tanto, carecían de su adecuada formación. Recuerdo la situación de una joven de Preparatoria con aparentes trastornos en su personalidad, que después de meses de tratamiento, su Psiquiatra concluyó que ella propiamente no estaba enferma, sino que la causa era de sus padres porque la ignoraban.

El padre viajaba continuamente por asuntos de trabajo y su madre pasaba la mayor parte de su tiempo fuera del hogar, asistiendo a numerosas actividades sociales. El colmo fue que varias Navidades la pobre chica se la pasaba completamente sola. “La venganza” fue que esta joven -en su última Navidad solitaria-, tapizó las paredes de su habitación con mujeres desnudas y su closet lo llenó de botellas vacías de alcohol. Era como “un grito silencioso de auxilio”. En efecto, sus padres se alarmaron y de inmediato la ingresaron en la clínica de adicciones y trastornos emocionales. Pasaron unos meses, hasta que el Psiquiatra llamó a sus padres y les dijo que -en realidad- eran ellos los que necesitaban Psicoterapia por esa “relación tóxica” para con su hija ya que necesitaba de su cariño y atención.

Otro caso que recuerdo es el de un joven universitario que se hizo adicto a la cocaína porque en casa sus padres continuamente se gritaban y maltrataban. Después de estudiar detenidamente su caso, los Doctores concluyeron que la culpa del estado del muchacho propiamente era de sus padres. Que dejaran esa violencia intrafamiliar y se esforzaran por crear un clima de paz y armonía en el hogar. Y, sin duda, sería el punto de partida para que este joven dejara -poco a poco- esa adicción, pero era muy importante que se dieran cuenta que necesitaba de su ayuda y seguimiento cercano.

La formación a fondo y con continuidad de los hijos es una tarea primordial en la escala de deberes de los papás. Ni el dinero ni los regalos espléndidos pueden sustituir a la comprensión, el cariño, la amistad y el amor paternos.

 

 

 

 

 

LA GENEROSIDAD: UNA VIRTUD CONTAGIOSA

                                                                                   Raúl Espinoza Aguilera

Tengo muy grabada en mi mente el recuerdo de la Santa Misa que celebró el Papa Juan Pablo II (ahora Santo) en el Valle de Chalco, Estado de México, en mayo de 1990, ante más 500,000 personas. En la noche anterior, había llovido abundantemente y se formaron grandes charcos y lodazales. Aquel espectáculo era desolador, a pesar de ello, la multitud siguió con devoción y piedad la Misa, con numerosas muestras de cariño hacia el Romano Pontífice. En esa ocasión, “el Papa Viajero” -como le decían algunos periodistas- mencionó durante su homilía: “No podemos vivir y dormir tranquilos mientras miles de hermanos nuestros -muy cerca de nosotros- carecen de lo más indispensable para llevar una vida humana digna”. Estas palabras calaron hondo en muchos mexicanos. Fue el Obispo y Prelado del Opus Dei, Monseñor Álvaro del Portillo (ahora Beato), quién de inmediato pidió que varias personas de la Obra en México junto con sus amigos, se encargaran una labor social de envergadura que aliviara -en parte- las necesidades de esa zona tan depauperada en la periferia de la metrópoli. Ya en su viaje pastoral, en mayo de 1983, Monseñor Álvaro Del Portillo se dolía profundamente por las patentes desigualdades económicas de la población, lo que le dio ocasión para hablar con mucha fuerza de las obligaciones sociales de los católicos, e impulsar a miembros del Opus Dei a poner en marcha nuevas iniciativas sociales de gran alcance, además de las ya existentes en la República Mexicana, que no eran pocas. Por ello, se comenzaron labores como “La Ciudad de los Niños” en Monterrey y “Jarales” en Guadalajara (de ambos sexos) para niños y jóvenes de escasos recursos.

Así que, en 1990, se formó un equipo de señoras y profesionistas emprendedores, quiénes asumieron esa responsabilidad. La primera tarea fue conseguir un vasto terreno donde se pudieran iniciar las actividades educativas una escuela para niñas y otra para niños. Gracias a la generosidad de un benefactor, esa propiedad se consiguió en el casco de una vieja y semiderruida hacienda, llamada “San Francisco Acuautla”, en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México, enmarcada dentro de un pueblo que lleva ese mismo nombre. Se organizaron varias campañas de donativos para reconstruir parte de la hacienda y algunas aulas. Muchas personas ayudaron a esta noble causa porque estaban convencidos de la finalidad netamente altruista que se perseguía y el bien que repercutiría en la niñez y juventud de ese rumbo de la ciudad. En 1991 iniciaron un kínder para niños (“Acuautla”) y niñas (“Meyalli”) en parte del casco viejo reconstruido. Se iniciaron las clases con privaciones de todo tipo, pero con mucha ilusión.  A esta iniciativa en su conjunto, la llamaron “EDUCAR, A.C.”. A la vuelta de los años y, con la generosidad constante de miles de personas, se abrieron estudios de preprimaria, primaria, secundaria y preparatoria. En lo personal, fue en 1993 cuando comencé a dar clases primero y, años después, formé parte del comité directivo. Me daba gusto observar con qué entusiasmo y alegría trabajaban los profesores, directivos, miembros del Patronato y padres de familia, porque eran conscientes que se estaba comenzando una gran iniciativa y ellos eran los pioneros. A los padres se les hacía un estudio socioeconómico y, en mayor o menor grado, en un inicio todos los alumnos estaban becados.

Pronto salieron interesantes iniciativas. Por ejemplo, como todos los días yo viajaba desde el poniente de la ciudad hasta los colegios, situados a poca distancia de la autopista México-Puebla, muy cerca de Chalco. Un grupo de profesionistas jubilados me buscaron porque querían colaborar como preceptores académicos. Entre ellos: un médico, un arquitecto, varios ingenieros, un administrador, etc.

Se organizaban cursos intensivos de orientación familiar en una ex Hacienda del Estado de Morelos. Se combinaban clases, deporte y tertulias musicales. Me acuerdo que un padre de familia -con un trabajo sencillo porque reparaba ponchaduras de llantas- me comentó: - ¡Qué falta me hacían estas clases de orientación familiar! Porque ya sé cómo educar mejor a mis hijos y no “a la brava” como fue la educación que recibí de mis padres, de mis tíos y, en general, lo que me daba cuenta de los padres de mis amigos. Se organizaron en forma permanente cursos de orientación para matrimonios en las aulas del colegio. Como expositores se consiguieron a magníficos pedagogos de la Universidad Panamericana. Estos avances se le informaban a Monseñor Álvaro del Portillo quien, además, sugirió hacer una labor de Evangelización en esa zona. Verbigracia, muchas parejas no se casaban por la Iglesia Católica con la explicación “de no tener dinero para comprar el borrego”.  Así que varios profesores se dieron a la tarea de capacitar a esas personas para que estuvieran bien preparadas para poder casarse, de acuerdo con el Párroco del lugar. Se les hizo ver que no necesitaban gastar un dineral, sino que se juntaran varias parejas y que se casaran en la Parroquia, con un convite sencillo y familiar porque lo importante era recibir el Sacramento del Matrimonio.

A los profesores y padres de familia -que lo deseaban- se les impartieron unos cursos de formación cristiana, así como clases sobre el Catecismo de la Iglesia (1992). Luego se estudió el modo de construir un Oratorio (o Capilla), pero resultaba demasiado costoso. Un Ingeniero chileno, que se encariñó con esta labor de formación integral, comentó que él cubriría la totalidad de los gastos que se hicieran. Actualmente, se llega a 690 padres de familia, a 75 profesores y a 1,600 alumnos. Continuamente hay conferencias y exposiciones de los alumnos y alumnas sobre diversas ciencias, sobre tecnología, acerca de las energías renovables, sobre electricidad y magnetismo; se organizan campeonatos de futbol, cursos de orientación vocacional, etc. Muchos exalumnos han cursado carreras universitarias y ahora son destacados profesionistas.

Todo comenzó con las palabras de urgente petición de San Juan Pablo II, durante la homilía de la Santa Misa celebrada en Chalco, Estado de México, y el dinamismo que le imprimió el Beato Álvaro del Portillo para que muchas personas se involucraran en este megaproyecto, que ahora es una maravillosa realidad.

 

lunes, 4 de marzo de 2024

APUNTAR ALTO

 Pbro. José Martínez Colín

 

1)  Para saber

Parece evidente que al disparar un cañón, no se debe apuntar al blanco, porque la fuerza de gravedad hace que la bala pegue más abajo. Se calcula para saber cuánto más arriba se ha de enfocar la puntería. Así sucede en nuestra vida: si nuestras aspiraciones o ideales no son bastantes elevados, debido a la “fuerza de la gravedad” de nuestras miserias, hará que ni siquiera alcancemos esa pequeña altura y se quede en una triste mediocridad. En cambio, tener ideales altos nos lleva a dar lo mejor de uno mismo para alcanzarlos y aunque no se logren se llega a una altura razonable.

No tener ideales, ser indolentes o apáticos son síntomas de la acedia. El Papa Francisco reflexionó sobre este vicio que suele identificarse con la pereza porque ésta es uno de sus efectos. Para la persona con acedia la vida carece de sentido y pierde interés por las cosas, sean humanas o divinas: leer, rezar o ir a Misa le parece aburrido. Son síntomas parecidos a la depresión, pero mientras que ésta es una enfermedad, la acedia es un vicio. Acedia en griego significa literalmente “falta de cuidado”, es perder el interés, es un poco como morir anticipadamente.

2)  Para pensar

Cuentan en su diario los hermanos Goncourt, escritores franceses del siglo XIX, que estaban en un restaurante y entró un señor con muchos años encima. Iba solo. Se sentó y quedó allí inmóvil, como ausente de todo lo que le rodeaba. Se acercó el mesero y le preguntó: “¿Qué desea el señor?” Y éste, después de un suspiro, contestó: “El señor sólo desea poder desear alguna cosa”. Los Goncourt añaden a su relato este comentario: «Aquel hombre no era un viejo; era la ancianidad personificada».

Por ello la acedia es una tentación muy peligrosa que lleva a ver todo gris, monótono, aburrido. Incluso puede inducirnos a abandonar el buen camino que habíamos emprendido. Es como estar aplastado por un deseo de muerte: todo le disgusta; la relación con Dios se le vuelve aburrida. Lleva a perder el sentido de la propia existencia. Así, el acidioso no realiza con solicitud la obra de Dios.

3)  Para vivir

Decía el Cardenal Ratzinger que la humanidad se encuentra muy pendiente de prevenir una hecatombe exterior, nuclear, fuego, hambre, etc., pero ignora que está enfermo de cáncer. Por lo tanto, no morirá de esos peligros exteriores, sino de la descomposición de su propio cuerpo. Así indicaba que el peligro es ser destruido por la propia decadencia moral al banalizar las costumbres morales.

Un remedio es la paciencia de la fe. Los santos también padecieron una oscuridad en sus vidas, pero supieron atravesar la noche aceptando con paciencia su ceguera. Aunque no parezca, la fe se mantiene y crece, a pesar de la oscuridad que ciega, pues se sigue humildemente apoyándose y confiando en Jesús, que nunca nos abandona. Esa fe permanece en el corazón, como las brasas bajo las cenizas. Se sigue adelante si se custodian las brasas de la fe. Como dijo alguien, la vida no decepciona, sino a los que no esperan bastante de ella. Terminamos con una frase del comediante Charles Chaplin: "Es bueno ir a la lucha con determinación, abrazar la vida con pasión, perder con clase y vencer con osadía. Porque el mundo pertenece a quien se atreve”. (articulosdog@gmail.com)