lunes, 8 de abril de 2024

VENCER EL TEMOR A LA MUERTE

Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

Una niña, Anita, le dijo a su padre, al ser arropada en su cama para

dormir, que tenía mucho miedo de morirse. Su padre le preguntó:

“Anita, cuando viajamos en un tren, ¿te fijaste cuándo nos dan los

boletos?” Le respondió: “Sí, justo antes de subir al tren”. Su padre le

explicó: “Así es. No tenemos el boleto, hasta que lo necesitamos. Eso

pasa con la muerte. Dios te dará lo que necesites cuando llegue el

momento. Por eso no temas. Dios estará ahí para darnos lo necesario

para hacer ese viaje y, además, ¡para acompañarnos!”

Uno de los mayores temores del hombre es la muerte. Porque sabe

que nadie escapa a ella, y se separa de quienes ama; es entrar a lo

desconocido. También por sufrir la separación del cuerpo y el alma. La

cultura moderna no tiene medios para enfrentarnos a la muerte. En

cambio, la fe cristiana nos ofrece recursos asombrosos y suficientes.

En este tiempo pascual la Iglesia nos recuerda que Cristo ha vencido

a la muerte: ¡Ha resucitado! y nos invita a que nosotros también la

venzamos con Él. El Papa Francisco recordaba que las mujeres que

fueron al sepulcro de Jesús, temían no saber cómo quitar la gran piedra

que lo sellaba. Sin embargo, al llegar miran que estaba quitada. Esa

piedra, dice el Papa, también está en nuestros corazones: es la

desesperanza, desconfianza, nuestros miedos y amarguras, que bloquea

el camino hacia la alegría y la esperanza. Y Jesús tiene el poder de

destruir esa piedra.

2) Para pensar

A lo largo de la vida, dice el Papa Francisco, nos encontramos

“escollos de muerte”, situaciones que nos roban el entusiasmo y la

fuerza para seguir adelante: los sufrimientos; la muerte de seres

queridos; fracasos y miedos que nos impiden realizar el bien; muros de

egoísmo y de indiferencia; los anhelos de paz quebrantados por el odio

y la guerra. Pareciera que nuestros sueños están destinados a hacerse

añicos y nos preguntamos angustiados: ¿quién nos quitará la piedra del

sepulcro?

Si nos dejamos llevar de la mano por Jesús Resucitado, ningún

fracaso o dolor, ni la misma muerte, tiene la última palabra sobre el


destino de nuestra vida; ninguna derrota podrá detener nuestro camino

hacia la plenitud de la vida. El Salmo 23 nos invita a confiar en Dios:

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno

porque tú estarás conmigo”.

3) Para vivir

Dice Hamlet en la obra de Shakespeare que teme algo después de la

muerte, pues es «el país sin descubrir y de cuya frontera ningún viajero

regresa». Pero se equivoca, ya regresó alguien y ese es Jesús

Resucitado. El temor a la muerte que nos esclaviza, Jesús lo ha vencido

para liberarnos, para que pasemos de las tinieblas a la luz, de la muerte

a la Vida.

Comenta un erudito bíblico, William Lane, que al decir que Jesús es

“pionero” de nuestra salvación, se podría traducir mejor por: «nuestro

campeón». Es nuestro representante, tomó el castigo que merecemos

por nuestros pecados, y se enfrentó a nuestros mayores enemigos: el

pecado y la muerte. Y los venció. Jesús es el verdadero Campeón que ha

vencido a la muerte, que nos perdona y cubre con su amor. Entonces

podemos decir con San Pablo: “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?

¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón?” (1 Co 15:55). (articulosdog@gmail.com)

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