“Netflix” acaba de estrenar “El Curandero” una película basada en hechos reales que ha fascinado al público porque encierra una considerable historia dramática, basada en la novela “El Curandero” de Tadeusz Dolega-Mostowics.
Así como en Rusia se
consideran autores clásicos a León Tolstoi y Fiódor Dostoyevski por sus relatos
psicológicos y costumbristas sobre su época. En Inglaterra, Charles Dickens es
considerado otro clásico que supo describir magistralmente la situación
sociopolítica de su tiempo; Víctor Hugo es considerado como uno de los más
destacados escritores de la Lengua Francesa.
Este escritor polaco nace el
10 de agosto de 1898 en el pueblo de Okuniewo (antes Rusia y ahora Bielorrusia)
y murió en combate en Kuty un 20 de septiembre de 1939. Se le considera el
autor más importante de Polonia en el período llamado de entreguerras (de 1918
a 1939).
Estudió Derecho en la
Universidad de Kiev. Al concluir su Carrera se trasladó a Varsovia y se incorporó
al ejército polaco. Luchó en la Guerra Polaco-Soviética de 1919-1921.
Posteriormente se dedicó al periodismo
y comenzó a escribir en el Diario “La República”. En forma paralela comenzó a
publicar cuentos y novelas. En 1930 publicó su primera novela “La Última
Brigada”.
Dos años después, alcanzó
notoriedad con “La Carrera de Nicodemus Dyzmy. Al observar que sus novelas tenían
bastante éxito editorial, decidió escribir dos novelas por año.
“El Curandero” nos relata la
historia de un destacado cirujano, el Profesor Wilczur, de renombre
internacional que lo tiene todo: fama, familia, dinero y un gran futuro.
Sin embargo, este Profesor ama
apasionadamente su vocación de médico, está de ordinario ausente en su casa y
prefiere estar en el hospital con sus pacientes.
Esta situación no la soporta
su esposa y prefiere serle infiel. Ella decide fugarse con la hija de ambos. Lo
cual supone un duro golpe para el Doctor.
Este doloroso hecho
desencadena que el Profesor Wilczur inicie la búsqueda de su mujer y su querida
niña.
Comete una grave imprudencia
porque, en su afán desesperado, por recuperar a sus seres queridos acude a un
perfecto desconocido, le pide ayuda y le ofrece dinero.
Pero el Profesor no sabía que
este joven pertenecía a una peligrosa banda de asaltantes. Le lleva por un
abandonado callejón y, a continuación, aparece la banda quienes sin más diálogo
le proporcionan una severa golpiza. Entre esos golpes, con un tubo le dieron
uno muy fuerte en la nuca y de inmediato perdió el conocimiento y, lo más
grave, es que cayó en un estado de amnesia total.
Pasaron 18 largos años y,
debido a su ausencia, en su comunidad lo dieron por muerto, aunque nunca
encontraron su cuerpo.
Mientras tanto, su hija -ya
mayor- pasaba de carencias de todo tipo. Y ante la apremiante necesidad decide
vender el piano familiar y trabajar como mesera en una taberna, a la vez que
ameniza a los clientes tocando el mismo piano.
Mientras tanto el Profesor
Wilczur vagaba sin destino por poblados, buscando algo que en realidad no
recordaba con claridad.
A partir de que conoce a una
molinera, el Doctor acepta vivir con ella y en el molino le da cabida para que
pusiera un improvisado consultorio cobrando cantidades simbólicas.
Comienza a operar y a
desplegar toda su sabiduría como cirujano. La gente de escasos recursos que lo
rodeaba estaba muy agradecida por su labor filantrópica.
En un gravísimo accidente en
que su hija quedó con el cráneo muy averiado y los otros colegas dictaminaron
que esta joven moriría sin remedio. Este ilustre Doctor se atrevió a realizar
dicha cirugía con éxito, sin saber que se trataba de su propia hija.
Pero, fue demandado por
ejercer este trabajo supuestamente sin título médico. En el juicio desfilaron
muchas de las personas que fueron beneficiadas por el Profesor Wilczur,
incluyendo su propia hija.
Una persona interesante resultó
ser un viejo amigo médico que aún laboraba en el hospital. Pero el testimonio
de su propia hija fue clave y contundente. Al final de la trama se eliminaron
todos los cargos y quedó absuelto de toda culpa.
Esta novela nos muestra muchos
valores que posee el Profesor Wilczur, como: magnanimidad, generosidad, deseos
de servir sin recibir nada a cambio, nobleza, bondad, honestidad, etc.
Nos hace reflexionar que -si
se quiere- se pueden escribir novelas y filmar películas con valores formativos
y trascendentes.
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