domingo, 17 de septiembre de 2023

EL PAPA EN MONGOLIA: SER UN "LIBRO VIVIENTE"

Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

"Las nubes pasan, el cielo permanece". Este proverbio de Mongolia

fue pronunciado por el Papa Francisco en su primer discurso en su

reciente viaje a dicho país. Hacía referencia a su deseo de que pasen las

oscuras nubes de la guerra, en un llamado a buscar la paz. La cual

—dijo—, será posible si hay la firme voluntad de una fraternidad

universal en la que las tensiones se resuelvan con el encuentro y el

diálogo.

Este viaje quedará grabado en la historia de Mongolia, pues es la

primera vez en la historia que un Papa lo visita. El Santo Padre animó a

la pequeña comunidad católica a no temer su pequeñez e indicó que el

mejor camino es la cruz de Cristo; al fin y al cabo, todos somos

peregrinos en busca de felicidad, sedientos del amor de Dios.

Y sólo la fe cristiana es la respuesta, aseguró.

2) Para pensar

El Papa Francisco escuchó conmovido el testimonio de la Iglesia

misionera en Mongolia: “No tenemos muchos libros de catequesis en

nuestra lengua, pero tenemos muchos misioneros que son libros

vivientes”.

Y uno de esos libros vivientes es Lucía Otgongerel. En un emotivo

testimonio dirigido al Papa, esta mujer laica de Mongolia, que carece de

brazos y de piernas, aseguró que la experiencia de comprender el

sacrificio de Jesús en la cruz como un acto de amor la llevó a una

profunda aceptación de su propia discapacidad. Cuando vio la cruz, vio a

Jesús con clavos en sus manos y pies, se preguntó: “¿Por qué una

persona es clavada así? Tan pronto como encontré en mí la respuesta a

esta pregunta, me di cuenta de que Jesús había sido clavado en la cruz

por mí, por amor, por mis pecados. Me conmoví mucho y sentí que esta

es una cruz que debía llevar y llevar con gusto. Entonces acepté

felizmente mi cruz como persona discapacitada”, compartió Lucía, en la

inauguración de la Casa de la Misericordia en Ulán Bator, Mongolia.

“Me faltan dos brazos y dos piernas, pero quiero decir que soy la

persona más afortunada del mundo, porque tomé la decisión de aceptar

plenamente el amor de Dios, el amor de Jesús. Así comencé esta

hermosa experiencia en la fe cristiana”.

Lucía, quien es la séptima de una familia de ocho hijos, transmitió un

mensaje de esperanza y agradecimiento a otras personas con

discapacidad, afirmando “que Dios lo da todo, le da una oportunidad a

cada persona y, dependiendo de cómo veas y aceptes esta oportunidad,

tu vida se llena del amor de Dios”. Y al final recitó con alegría el Salmo

23: “El Señor es mi pastor: nada me falta; en verdes pastos él me hace

reposar. A las aguas de descanso me conduce, y reconforta mi alma. Por

el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre. Aunque pase

por quebradas oscuras, no temo ningún mal, porque Tú estás conmigo

con tu vara y tu bastón, y al verlas voy sin miedo”. Pensemos cómo es

nuestra actitud ante la adversidad.

3) Para vivir

Se trató de un viaje apostólico para confirmar en la fe a la "pequeña

y vivaz"; comunidad católica, de aproximadamente 1,500 personas entre

sus 3 millones. Un ejemplo para saber vivir con esperanza y con la

ilusión de transmitir la alegría del Evangelio, pues solo la fe cristiana es

la respuesta. (articulosdog@gmail.com)

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