martes, 11 de julio de 2023

LA CLAVE PARA PASCAL: HALLAR LA FUERZA VITAL

Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

El director espiritual de la Madre Teresa de Calcuta, el sacerdote

jesuita padre Celeste Van Exem, dijo de ella: «El sentido de toda su vida

fue una persona: Jesús». En verdad, para la Madre Teresa Jesús lo era

todo. En una ocasión un periodista le preguntó: “Madre, ¿qué lugar le da

a Jesús en su vida?”, inmediatamente le contestó: “A Él le doy todo el

lugar”.

En su carta dedicada a Pascal, el Papa Francisco señala que este

filósofo enfrentó una pregunta antigua, pero siempre nueva, que

resuena en el alma humana, y es formulada por la Sagrada Escritura:

“¿Qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo

cuides?” (Sal 8,5). Esta pregunta está grabada en el corazón de cada

ser humano, de todo tiempo y lugar, de toda civilización y lengua, de

toda religión. “¿Qué es el hombre en la naturaleza? ―se pregunta

Pascal― Una nada respecto al infinito, un todo respecto a la nada”,

afirma.

Pascal, como un infatigable buscador de la verdad, profundizó sobre

el hombre, y encontró la respuesta en la historia de amor entre Dios y

su pueblo, culminando en la carne del “Hijo del hombre”, Jesucristo, que

el Padre nos entregó. En Jesucristo se halla la interrogante sobre el

hombre.

2) Para pensar

Un anciano médico homeópata tenía muchos pacientes. Los que van

a su consultorio por primera vez se desconciertan. Quieren explicarle

enseguida qué es lo que les pasa, qué les duele, para recibir

rápidamente los medicamentos que calmarán su dolor. Sin embargo, él,

como si no los escuchase, les pregunta cuándo van a dormir, cuándo se

levantan, qué tipo de vida hacen, cuánto descansan, etc. Al final, les

hace entender que él no quiere curar una enfermedad en particular, sino

a toda la persona y, para curarla, es necesario conocer toda su vida.

Pues darle al enfermo sólo un calmante contra el dolor equivaldría a

darle una droga. Para salvar al hombre, es necesario suscitar su

verdadera fuerza vital que después por sí solo curará la enfermedad.


En la vida espiritual esa fuerza vital es el amor por Cristo y en Cristo.

Eso supera todas las enfermedades espirituales y, al final, también la

muerte. Y cuando no está Cristo, todas las cosas pierden su pleno

sentido, su trascendencia, quedándose en lo superficial y temporal.

Pensemos si cuidamos esa fuerza vital en nosotros.

3) Para vivir

Si Blaise Pascal es capaz de conmover a todo el mundo, es porque

habló de la condición humana de una manera admirable: Algunas de sus

fórmulas aisladas se han hecho célebres. Sería engañoso ver en él solo

a un especialista en moral. Si se le quiere comprender, no se puede

ignorar que Jesucristo y la Sagrada Escritura son el centro y la clave.

Pues si Pascal comenzó a hablar del hombre y de Dios, fue porque había

llegado a la certeza de que "no solamente no conocemos a Dios más que

por Jesucristo, sino que no nos conocemos a nosotros mismos más que

por Jesucristo; no conocemos la vida, la muerte más que por

Jesucristo". Sin la Escritura que sólo tiene a Jesucristo por objeto, no

conocemos nada y sólo vemos oscuridad", recuerda el Papa.

Blaise Pascal mostró ser un enamorado de Cristo que habla a todos.

Es un ejemplo de vida, pues supo conjugar ese amor con la ciencia que

profesó. (articulosdog@gmail.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario