Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Estamos en el tiempo pascual, tiempo para celebrar la Resurrección
de Jesús. La palabra “pascua” proviene de “paso”, recordando cuando
en tiempos de Moisés, el ángel pasó durante la noche en Egipto. Pero
Jesús, que celebró la Pascua, le dio su completo y perfecto significado.
El Papa Francisco, señala que en Jesús “se realizó el paso decisivo de la
humanidad: de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, del miedo a
la confianza, de la desolación a la comunión”.
El Papa nos invita a que este tiempo sea —en particular para los
enfermos, pobres, ancianos y los que atraviesan momentos difíciles—,
un paso de la tribulación a la consolación. Ya que Jesús, el Viviente, nos
ha abierto un puente hacia la vida y está con nosotros para siempre.
Nuestra esperanza ya no se estrella contra el muro de la muerte, ya
podemos saborear la belleza del Cielo. En Pascua el destino del mundo
cambió y nos alegramos de celebrar el día más importante y hermoso
de la historia.
2) Para pensar
El día de la Resurrección, las discípulas de Jesús fueron temprano a la
tumba para embalsamar su cuerpo. Iban con el corazón desgarrado de
dolor. Pero encuentran la tumba vacía, y al regresar les sale al
encuentro Jesús resucitado y les pide que digan a sus discípulos que lo
esperen en Galilea.
Así como esas mujeres, fueron a la tumba pensando que todo había
terminado, así nos puede pasar: pensar que la alegría del encuentro con
Jesús pertenece al pasado, y ahora solo ver tumbas selladas con
nuestras desilusiones que nos han quitado la alegría del corazón: la
tumba de nuestras amarguras y desconfianzas; la de pensar que “no
hay nada más que hacer”, que “las cosas no cambiarán nunca”; la
tumba de la inseguridad hacia el futuro; de la impotencia ante un
mundo donde parece que prevalecen las leyes del más fuerte y de la
corrupción; un mundo donde soplan los vientos gélidos de la guerra, la
enfermedad y la muerte. Pero las mujeres en Pascua nos enseñan a no
perder la esperanza y correr con gozo a dar la noticia que cambiará la
vida y la historia: ¡Cristo ha resucitado!
3) Para vivir
Las mujeres anuncian que el Señor los espera en Galilea, pero, ¿qué
significa ir a Galilea? El Papa Francisco señala que significa volver a los
orígenes: cuando el Señor llamó por primera vez a los discípulos.
Significa recuperar la memoria que nos da esperanza: la “memoria del
futuro”, recordar y caminar. Para nosotros ir a “Galilea” significa ir hacia
adelante, mirar el futuro con confianza, a superar el sentimiento de
derrota. Y la razón es que Cristo resucitó y cambió el rumbo de la
historia. Es volver donde comenzó nuestra historia de amor con Jesús y
se convirtió en la persona más importante de nuestra vida, cuando
experimentamos su inmenso amor: tal vez en la gran alegría después
del perdón sacramental, en un rato de oración o en una ayuda recibida.
La Pascua nos invita a quitar las lápidas de la desilusión y la
desconfianza. El Señor es experto en remover las piedras sepulcrales del
pecado y del miedo. Por eso se ha dicho que «el mayor pecado es no
creer en la fuerza de la Resurrección» (San Isaac de Nínive). Volvamos
a la Galilea del primer amor ¡y resurjamos a una vida nueva!
(articulosdog@gmail.com).
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