Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
“Si quieres cambiar tu vida, intenta dar las gracias. Cambiará tu vida
poderosamente”, nos dice Gerald Good. En efecto, podemos encontrar
que quien da gracias, fomenta una actitud positiva y humilde ante la
vida. El Papa Francisco comentó las diversas reacciones ante un don
recibido, tomando el pasaje del Evangelio en que Jesús otorga la vista a
un ciego de nacimiento.
Nos encontramos que ante el milagro, por extraño que parezca, no es
bien recibido por algunas personas. En primer lugar, están los
discípulos, que ante el ciego se preguntan si fue su culpa o la de sus
padres, buscan un culpable. Podemos también buscar a quien culpar, en
vez de sentirnos involucrados ante un problema. Después, curado el
ciego, unos se muestran escépticos, otros temen a las autoridades,
otros no lo aceptan por prejuicio contra Jesús o porque no quieren
cambiar, ni aceptar la verdad. El único que reacciona bien es el ciego
que está feliz de ver.
El Papa Francisco nos invita a cuestionarnos: Nosotros, ¿qué posición
tomamos?, ¿sabemos, como el ciego, ver el bien y ser agradecidos por
los dones que recibimos? ¿Somos libres frente a los prejuicios o nos
asociamos a los que difunden negatividad y chismes? ¿Estamos felices
de decir que Jesús nos ama, nos salva o, nos dejamos enjaular por
temor a lo que pensará la gente?
2) Para pensar
Un alma recién llegada al Cielo se encontró con San Pedro. El santo le
hizo un recorrido por el Cielo. Pasaron por unos grandes talleres llenos
de ángeles. San Pedro se detuvo: “Esta es la sección de recibo. Aquí se
reciben todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración". Miró y
estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando
peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo
el mundo.
Siguieron caminando hasta que llegaron a otra: "Esta es la sección de
empaque y entrega. Aquí, las gracias y bendiciones que la gente pide,
son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron". El alma
vio cuán ocupada estaba. Tantos ángeles como tantas bendiciones
estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra.
Finalmente, en la última sección, sólo había un ángel haciendo muy
poca cosa. "Es la sección del agradecimiento" dijo San Pedro. “Pero,
¿por qué hay tan poco trabajo?" preguntó el alma. "Suele pasar que
después que reciben las bendiciones que pidieron, muy pocas envían su
agradecimiento”. ¿Y cómo se agradece a Dios?” Contestó san Pedro:
"Pues muy simple, sólo tienes que decir: «Gracias Seño".
Pensemos si tenemos un corazón agradecido, presto para reconocer
los bienes recibidos.
3) Para vivir
“El corazón que da gracias es feliz, porque no podemos sentirnos
agradecidos e infelices al mismo tiempo. Cuanto más agradecemos, más
nos sentimos agradecidos”, dice el dr. Mark Hyman. Todo lo que
tenemos es un don de Dios: Nacimos sin nada y se nos ha otorgado
incluso la misma existencia.
Pidamos la gracia de sorprendernos cada día por los dones de Dios y
saber ver en las diferentes circunstancias de la vida, también las más
difíciles de aceptar, como ocasiones para obrar el bien, para confiar en
el Señor, como el ciego que confió y recobró la vista. (articulosdog@gmail.com)
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