viernes, 30 de julio de 2021
CARTAS A UNA NIÑA
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Por primera vez se celebró el pasado 29 de julio la memoria
litúrgica de tres hermanos amigos de Jesús: Marta, María y Lázaro.
Tres santos que supieron recibir a Jesús en su casa y atenderlo. El
Papa Francisco ha querido que aprendamos de su ejemplo a vivir la
fraternidad, sin olvidar que el servir tiene su fuente en el Señor: el
Evangelio nos muestra que Jesús se sentía a gusto en su casa de
Betania, donde descansaba y disfrutaba de su compañía.
En la casa de Betania, Jesús experimentó el espíritu familiar y la
amistad de Marta, María y Lázaro, y por eso el Evangelio de Juan
afirma que los amaba de modo especial. Marta le ofreció
generosamente hospitalidad, María escuchó atentamente sus
palabras y Lázaro salió rápidamente del sepulcro por mandato de
Aquél que venció a la muerte.
2) Para pensar
Franz Kafka es un autor muy influyente del siglo XX y ha sido
interpretado de varias maneras provocando confusión. Se le asocia
con la filosofía existencialista. Al final de su vida tuvo lugar un suceso
que nos muestra su compasión por aliviar el dolor.
Poco antes de morir, Franz Kafka paseaba por un parque en
Berlín. Se encontró con una niña pequeña llorando. Le preguntó qué
le ocurría. Ella contestó que perdió su muñeca. Él inventó: “Tu
muñeca salió de viaje”. “¿Y cómo lo sabes?”, preguntó la niña.
“Porque me escribió una carta”, respondió Kafka. La niña recelosa:
“¿Tienes ahí la carta?”. “No, lo siento, la dejé en mi casa, pero
mañana te la traigo.” Es tan persuasivo, que la niña tiende a creerle.
Kafka vuelve a casa y escribe la carta como si fuera una gran obra. Al
día siguiente, vuelve al parque. La niña lo está esperando, y como
todavía no sabe leer, él se la lee en voz alta: La muñeca lo lamenta
mucho, pero está cansada y necesita salir y hacer nuevos amigos. No
es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio y, por tanto,
deben separarse una temporada. La muñeca promete a la niña que le
escribirá todos los días y la mantendrá al corriente de todas sus
actividades.
Kafka escribe una carta diaria durante tres semanas. Y
diariamente va al parque a leérsela. La muñeca crece, va al colegio,
conoce gente. Sigue queriendo a la niña, pero no puede volver. Poco
a poco, Kafka va preparando a la niña para el momento en que la
muñeca desaparezca de su vida. Finalmente decide casar a la
muñeca: describe al joven del que se enamora, la boda, incluso la
casa donde la muñeca vive ahora con su marido. Y entonces, en la
última línea, la muñeca se despide de su querida amiga. Para
entonces, la niña ya no extraña a la muñeca y las cartas la han
aliviado de su desgracia.
A veces los pequeños detalles de comprensión, ayudan más de lo
que pensamos.
3) Para vivir
El amor al prójimo está encarnado en los tres hermanos de
Betania. El Papa Francisco ha insistido en que no podemos ser
indiferentes ante los demás. En su encíclica “Fratelli tutti”, nos
previene ante “la tentación que nos circunda de desentendernos de
los demás; especialmente de los más débiles… Nos acostumbramos a
mirar para el costado, a pasar de lado” (n. 64). Hemos de aprender
que “la existencia de cada uno está ligada a la de los demás: la vida
no es tiempo que pasa, sino un tiempo de encuentro” (n. 66).
(articulosdog@gmail.com)
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