lunes, 21 de agosto de 2023

LA PARADOJA DE LA VIDA: UNA RELIGIÓN VENERABLE Y AMABLE

Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

“Sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente

en marionetas a merced de las tendencias del momento”. Esta frase de

Pascal (siglo XVII), podría haber sido dicha por algún autor

contemporáneo. En toda época el hombre requiere reflexionar para no

ser manipulado. A ello nos invita el Papa Francisco en su carta

Apostólica sobre este filósofo: El hombre añora una verdadera felicidad,

y trata inútilmente de llenarla con todo lo que le rodea.

En el hombre se presenta la paradoja de su vida, señala Pascal: Por

una parte, tiene un deseo infinito de ser feliz y de conocer la verdad;

pero por otra, tiene una razón limitada y una debilidad física, que lo

conduce a la muerte. Pascal tiene muy claro que aquí en la tierra no hay

satisfacción verdadera y sólida, y todos nuestros placeres no son más

que vanidad, pues al final viene irremediablemente la muerte. No hay

nada más real que esto, ni más terrible. Por ello necesita distraerse: “De

ahí viene que a los hombres les guste tanto el bullicio y el movimiento”.

El hombre tiene muchos modos de distraerse, pero por desgracia,

algunos son vicios. Al fin constata que ninguna diversión colma su gran

deseo de vida y felicidad. Sucede que al tener el hombre un deseo

infinito, sólo podrá ser llenado por algo infinito e inmutable, es decir,

sólo por el mismo Dios. Sólo en Dios y en la verdad que nos ha revelado

se encuentran las respuestas para las paradojas que lo torturan.

2) Para pensar

Diógenes tenía su independencia como su más preciado tesoro y

procuraba no depender de los demás en nada, y se deshacía de todo

objeto inútil. Solía vivir casi con nada. Lo ilustra aquella anécdota que

relata que cuando vio a un niño beber agua de una fuente ayudándose

del hueco que formaban sus manos, se dijo: "Este muchacho me ha

enseñado que todavía tengo cosas superfluas", tras lo cual rompió el

pequeño tazón con el que bebía.

Se cuenta que no era una persona fácil Diógenes, aunque lo

admiraban la mayoría de los atenienses. Entre sus pocos amigos se

encontraba el filósofo Platón. En una ocasión Platón encontró a Diógenes

en una fuente, lavando las verduras que comería ese día, y le dijo: "Ya

lo ves amigo mío, si hubieses adulado a Dionisio, el tendero, hoy no 

tendrías que lavar tus verduras";. Le contestó Diógenes: "Y si tú te

pusieras a lavar tus verduras, no tendrías que estar adulando a

Dionisio"..

3) Para vivir

Blaise Pascal quería demostrar que la religión cristiana es 

"porque ha conocido bien al hombre y es amable porque promete el

verdadero bien".. El Papa Francisco indica que esa verdad puede

ayudarnos a atravesar las oscuridades y las desgracias de este mundo.

Pero hay que saber que sólo gustaremos la felicidad del Evangelio “si el

Espíritu Santo nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad,

del orgullo";.

Pascal admiraba la sabiduría de los antiguos filósofos griegos, que

eran sencillos en su arte del buen vivir. Sin embargo, distingue algunas

filosofías erróneas, como el estoicismo que conduce al orgullo, o el

escepticismo que lleva a la desesperación. Alcanzaremos la verdad y la

felicidad sabiendo discernir una buena filosofía compatible con la fe

revelada. (articulosdog@gmail.com)

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