domingo, 22 de mayo de 2022
LA MUJER HERÓICA CONTEMPORÁNEA
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Una catequista explicaba a los niños que debemos amar a todas las
personas sin excepción y nunca insultarlas. Uno de los niños levantó la
mano y preguntó incrédulo: “¿Pero a todas, todas?” La catequista le
contestó afirmativamente. Y el niño como encontrando una excepción le
preguntó: “¿Y también a los árbitros de fútbol?”
El Papa Francisco se refirió al Mandamiento Nuevo dejado por
Jesucristo en la última Cena, poco antes de su muerte: «Así como yo los
he amado, ámense también ustedes los unos a los otros» (Jn 13,34). Es
el testamento que Cristo nos dejó, y lo que determina si somos
verdaderamente sus discípulos o no: el mandamiento del amor. Tiene
dos partes: el amor de Jesús por nosotros —así como yo los he amado—
y el amor que Él nos pide que vivamos —ámense los unos a los otros.
Son palabras que expresan lo que significa ser cristianos.
2) Para pensar
¿Cómo nos ha amado Jesús? Hasta la entrega total de sí. Amar así no
resulta fácil. Sin embargo, podemos encontrar ejemplos edificantes. Uno
de ellos es el de una enfermera heroica que no abandonó su trabajo
durante la pandemia. Se trata de Lilia Lemus Huizar. El Hospital General
de Culiacán, donde trabaja, publicó en su página sus condolencias
cuando murió su hermana Erika. Además dio a conocer la historia de
esta ejemplar trabajadora de la salud para que fuera conocido su
sacrificio y esfuerzo. Era la tercera hermana que moría, antes habían
fallecido sus hermanas Yolanda y Evangelina, todas ellas víctimas de la
enfermedad Covid-19. La enfermera es jefa de piso de traumatología,
pero su zona fue destinada para atender pacientes con el virus, y ella
decidió quedarse allí sirviendo en la primera línea de combate contra la
pandemia, con riesgo de su propia vida.
Es una enfermera ejemplar con más de 30 años de servicio que
decidió posponer su jubilación para seguir trabajando procurando salvar
vidas durante la emergencia de salud por el coronavirus. Esta historia
nos habla del sentido de responsabilidad de los llamados “héroes de
batas blancas” frente a una contingencia que nos probó a todos y nunca
doblegó a quienes en los centros de atención médica estuvieron al lado
de los enfermos y los vieron salir adelante o morir sin la posibilidad de
despedirse de sus familias. En Lilia Lemus vemos el claro ejemplo de
aquellos que ponen en riesgo la vida propia para salvar la ajena.
3) Para vivir
Al ver el amor de Dios, podremos aprender a amar. Pero no podemos
dejar de sorprendernos al descubrirnos amados por Dios, dice el Papa
Francisco. Porque el mundo quiere convencernos de que una persona
sólo vale si produce resultados, pero no es así. Jesús vino a recordarnos
que valemos mucho al ser amados gratuitamente por Dios, no por los
talentos o méritos personales. El amor de Dios es incondicional. A veces
le damos más importancia a lo que hacemos, pero no. La primacía la
tiene Dios sobre nosotros.
Él nos amó primero, Él nos esperó. Él nos ama y sigue amándonos.
Esta es nuestra identidad: somos amados por Dios. Esta es nuestra
fuerza: somos amados por Dios. El amor que recibimos del Señor es la
fuerza que transforma nuestra vida, nos ensancha el corazón y nos
predispone para amar. (articulosdog@gmail.com)
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