miércoles, 12 de mayo de 2021
UN CAMINO AL ENCUENTRO: METERSE EN EL EVANGELIO
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Se cuenta que estando dos niños platicando, uno le pregunta al
otro: “¿Has intentado fumar alguna vez?” El otro le respondió: “Sí,
pero ya no lo vuelvo a hacer, pues me dolieron mucho las orejas”. El
amigo escéptico le dijo: “No te creo. ¿Cómo es que te dolieron las
orejas por fumar?” Su amigo le respondió: “Sí, y mucho. ¡Si vieras
como me las retorcía mi padre cuando me vio con el cigarrillo!”
Hay muchos métodos de educar, unos más eficientes que otros. El
Papa Francisco reflexionó sobre los métodos para meditar.
Comentaba que son tan diversos como diversos son los maestros
espirituales. Pero independientemente del método, quien guía
siempre es el Espíritu Santo. Es Él quien nos lleva al encuentro con
Jesús. Sin Él no es posible orar. Jesús nos había dicho: “Os enviaré el
Espíritu Santo. Él os enseñará y os explicará. Os enseñará y os
explicará”.
2) Para pensar
Cuentan de una niña pequeña que tenía poco tiempo de haber
hecho su primera Comunión. Y después de una Misa en donde había
comulgado se quedó un largo rato hincada y en silencio, mientras
salían todas las personas del templo. Sus padres la dejaron y la
esperaron fuera. Como tardaba, al salir le preguntaron si se había
quedado más tiempo por un motivo especial. La niña les dijo que al
no llevar nada escrito para decir al Señor, le había contado el cuento
de la Caperucita Roja que tanto le gustaba, pensando que también le
gustaría conocerla a Jesús.
Siendo muchos los métodos para orar, si nos lleva al trato con
Jesús, vamos por buen camino. A eso nos lleva el Espíritu Santo. Por
ello, meditando la vida de Jesús, el Espíritu Santo nos conduce para
que estemos presentes en esos acontecimientos y aprendamos sus
enseñanza. Decía el Papa Francisco: “gracias al Espíritu Santo,
también nosotros estamos presentes en el río Jordán, cuando Jesús
se sumerge en él para recibir el bautismo. También nosotros somos
comensales de las bodas de Caná, cuando Jesús dona el vino más
bueno para la felicidad de los esposos…”
3) Para vivir
Cada momento de la vida terrena de Jesús se puede convertir
para nosotros en un suceso actual, contemporáneo, y así aprender
cómo conducirnos. Por ejemplo, dice el Papa, tomamos el Evangelio,
y leemos la curación del ciego. Nos ponemos en lugar del ciego ante
Jesús y decimos con el ciego: “Señor, ¡ten piedad de mí! Ten piedad
de mí”. “¿Y qué quieres?”, nos pregunta Jesús. Y nosotros: “Señor,
¡Que vea!”. Y el Señor nos cura, nos da luz. Así entramos en diálogo
con Jesús. La oración nos lleva a revivir estos misterios de la vida de
Cristo y a encontrarnos con Cristo. No hay página del Evangelio en la
que no haya lugar para nosotros. Cada momento de la vida de Jesús,
cada página del Evangelio puede ser para nosotros objeto de
meditación, lugar de encuentro con el Señor y espacio de felicidad y
salvación. Y esto gracias a la guía del Espíritu Santo.
Pero no debemos olvidar, decía el Papa, que el método es
solamente un medio, no una meta, lo importante es que propicie el
encuentro con Jesús. Terminó el Papa pidiendo al Señor que nos
envíe el Espíritu Santo para poder meditar su Palabra, para hacerla
vida en nosotros y así poder anunciarla con alegría a quienes nos
rodean. (articulosdog@gmail.com)
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