martes, 16 de marzo de 2021
EL PAPA EN IRAK Y UNA NIÑA MISIONERA
1) Para saber
A Mesopotamia se le reconoce como cuna de la civilización. Se le
deben grandes avances como la rueda, la escritura cuneiforme, la
moneda, el primer código de leyes, el sistema postal, la irrigación
artificial, el arado, el calendario de 12 meses y 360 días, entre otros.
Su nombre significa “tierra entre dos ríos”, pues está entre los ríos
Tigris y Éufrates. Ahí vivía Abraham cuando fue llamado por Dios.
Hoy corresponde a Irak, al que el Papa Francisco visitó en días
pasados. Manifestó su dolor ante un pueblo que ha sufrido mucho
recientemente: vio las destrucciones, y escuchó a los testigos
supervivientes de la violencia, la guerra… No obstante, se sintió
acogido con alegría por la gente que lo esperaba de pie durante
muchas horas, también muchas mujeres con niños en brazos.
El Papa invitó a considerar que la respuesta a la guerra no es otra
guerra, sino la fraternidad. Es el desafío para el mundo entero: la
fraternidad. ¿Seremos capaces nosotros de hacer fraternidad entre
nosotros?, se preguntó el Papa.
2) Para pensar
El afán de la Iglesia por dar a conocer a Cristo por todo el mundo
lo tenía muy grabado en su corazón una niña llamada Teresita
Castillo de Diego. Tenía 10 años y estaba enferma por un tumor en la
cabeza desde 2015. Su testimonio de fe y de amor a la Iglesia ha
conmovido a toda España y al mundo.
En enero del presente año Teresita fue ingresada debido a que
sufría fuertes dolores de cabeza. Además, junto a su madre dieron
positivo por coronavirus, y hubo que aislarlas. Pero Teresita lo vivía
con mucho amor a Dios: “Lo estoy ofreciendo por la gente; por
ejemplo, por alguien que esté malito, por los sacerdotes”, decía. A su
vez, su madre comentó que Jesús estaría salvando muchas almas
con su sufrimiento. Teresita se encomendaba al Beato Carlo Acutis y
a la venerable Montse Grases. Su madre señaló que en su colegio
solía ir a Misa diaria y a comulgar.
En febrero visitó el hospital el Vicario Episcopal, don Ángel Camino
y la niña le preguntó: “¿Me traes a Jesús? ¿Y sabes una cosa? Yo
quiero mucho a Jesús. Yo quiero ser misionera”. El P. Ángel quedó
impactado y le dijo: “Teresita, yo te constituyo ahora mismo
misionera de la Iglesia”. Y le llevó el documento que lo acredita y la
cruz misionera. La niña con gran alegría le pidió a su madre colgara
la cruz “para que la vea bien, y mañana me la llevo al quirófano. Ya
soy misionera”.
Poco después, partió hacia el cielo el domingo 7 de marzo en
Madrid. Poco antes Teresita le envió a su tía un mensaje con voz
cansada, pero suave: “Hola tía, te cuento una cosa muy importante
para mí, esta mañana después de recibir la Unción y la Comunión, el
Vicario de Madrid me ha constituido misionera: ya soy misionera”.
Su madre expresó que en sus últimas semanas, Teresita “era
como una crucificada”, y repetía: “Quiero ser misionera… quiero vivir
por Jesús”. Ahora Teresita es la nueva protectora para los niños en
misión.
3) Para vivir
El Papa fue a la ciudad de Ur, donde Abrahán recibió la llamada de
Dios hace unos 4000 años. Rezó con representantes de otras
religiones para que como el Patriarca, escuchemos la voz de Dios. El
afán misionero también podemos vivirlo dando a conocer a Jesús a
nuestro alrededor.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra).
(articulosdog@gmail.com)
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