1) Para saber
Al terminar un año y comenzar otro, el Papa Francisco nos invita a detenemos frente al pesebre, “para dar gracias por todos los signos de la generosidad divina en nuestra vida y que se ha manifestado de mil maneras”. Hemos de recordar que en cada momento nos acompañó la gracia y bendición de Dios. Pero no se ha de quedar en una nostalgia estéril o un recuerdo vacío, dice el Papa, sino que esa memoria nos ayude a ser creativos en el bien de los demás, porque sabemos que Dios está con nosotros.
En un mundo que parece solo valorar la riqueza, el poder y el poseer, mirar el pesebre nos invita a revalorar la humildad, la sobriedad, y a renunciar a buscar el protagonismo de querer figurar.
2) Para pensar
En estos días navideños ha circulado por las redes un simpático video que trata de mostrarnos los grandes bienes con que contamos y que muchas veces nos pasan desapercibidos.
Comienza con un señor que se despierta en su cama todo envuelto en papel de regalo de Navidad. Se quita el papel y se alegra de estar vivo. A su lado está su esposa también toda envuelta en papel y se contenta de tenerla junto a él. En eso llegan sus dos hijos también envueltos: ¡qué gozo tener hijos! El señor va al apagador de la luz eléctrica que está envuelto. Le quita el papel y se maravilla que puede encender y apagar la luz cuando quiere. Lo mismo sucede con los grifos de agua corriente y la regadera envueltos, se entusiasma de poder hacer llover a gusto y poder bañarse.
También se siente feliz de poder contar con unos zapatos envueltos de regalo. Ya en la mesa le espera una caja muy bien envuelta de regalo de Navidad que contiene su desayuno. Luego su hijo le da un portafolios envuelto, lo que significa que tiene trabajo y se encanta con ello. Su hija le da un pequeño regalo envuelto: son las llaves de un carro. Sale corriendo a la calle y encuentra un carro todo envuelto y grita: “¡Tengo coche!”. Su esposa sale a la calle y le da una taza de café que desenvuelve y se toma el café diciéndole a su mujer: “¡Eres maravillosa!”
Termina el video con las siguientes palabras: “En esta Navidades estemos agradecidos por los regalos que tenemos alrededor nuestro”.
3) Para vivir
Además de tantos bienes que tenemos para estar sumamente agradecidos, la Navidad nos recuerda uno más valioso: Dios nos envió a su Hijo para ser perdonados y salvados. Y decidió hacerlo en la pequeñez y en la fragilidad de un recién nacido y en su pequeñez cubrir la nuestra.
En Jesucristo, Dios no se disfrazó de hombre, se hizo hombre. Quiso estar cerca de todos los que se sienten perdidos, avergonzados, heridos, desahuciados, desconsolados. Cercano a los que se sienten lejos y solos, para que el pecado, la vergüenza, las heridas, el desconsuelo, la exclusión, no tengan la última palabra en la vida de sus hijos.
El pesebre nos desafía a no dar a nadie por perdido, sino que nos trae la luz que hace brillar en cada persona la dignidad para la que fue creado.
Mirando el pesebre nos encontramos con los rostros de José y María. Rostros jóvenes cargados de esperanzas e inquietudes, en este fin e inicio de año a ellos podemos encomendarnos para ser agradecidos ante Dios y no perder la alegría de la Navidad.
Pbro. Dr. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com
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