sábado, 26 de septiembre de 2020

APRENDER A SOÑAR EN GRANDE

Pbro. José Martínez Colín,

articulosdog@gmail.com


1) Para saber

En diversos deportes de conjunto se puede observar la

importancia de que cada jugador realice bien su función. El Futbol

Americano es una muestra del trabajo en equipo, donde cada uno

realiza una función propia. Y aunque sea un jugador el que anota y

se lleva la ovación, ha sido gracias a la labor en conjunto que se

logró. Un corredor anota gracias a muchos que le abrieron paso. Se

observa la solidaridad entre todos.

Para salir mejor de la crisis, que no solo es sanitaria, sino también

social, política y económica, el Papa Francisco ha señalado que cada

uno de nosotros está llamado a asumir su parte de responsabilidad.

Se aplica el principio de subsidiariedad, consistente en no asumir el

papel del otro, ni dejar fuera a nadie de su participación, respetando

la capacidad de iniciativa de todos.

Todas las partes de un cuerpo son necesarias y, como dice San

Pablo, esas partes que podrían parecer más débiles y menos

importantes, en realidad son las más necesarias. Todos cuentan y

contando con todos hay esperanza en un futuro más sano y justo.

2) Para pensar

El pasado campeón de fútbol americano fue el equipo de Kansas

City, conocidos como los Chiefs. Un jugador de ese equipo que ganó

el Super Bowl es Harrison Butker. Hace poco tuvo un encuentro con

universitarios y les hizo una revelación personal: “Fuera de las luces

brillantes del estadio, con los fanáticos y la notoriedad que conlleva

ser un jugador de la NFL, el mayor impacto que haré con mi tiempo

en esta tierra es permanecer dedicado a mi vocación principal:

ayudar a mi familia a llegar al Cielo”.

Les hizo un llamado para que ellos también muestren con acciones

cómo es una vida centrada en Cristo. Los invitó a no ceder a la

presión social que lleva a otra dirección, sino ser la luz en el mundo

cada vez más oscuro. La fe, continuó Butker, no es algo que se

reserva a lo privado o para los domingos, sino para vivirla. Y contó

cómo gracias al ejemplo de un compañero universitario con un

profundo amor hacia Cristo, cuando estudiaba en Georgia Tech, le

animó a ser más activo en su fe católica. Gracias a ese consejo

reorientó su vida para centrarse en Dios. Así también cada uno puede

influir positivamente en los demás. Es necesario traer a Cristo de

regreso a nuestra vida diaria.

3) Para vivir

Durante el confinamiento, decía el Papa, nació de forma

espontánea el gesto del aplauso para los médicos y los enfermeros y

las enfermeras como signo de aliento y de esperanza. Muchos han

arriesgado la vida y muchos han dado su vida. Ahora, hay que

extender este aplauso a cada miembro del cuerpo social, a cada uno,

por su valiosa contribución, por pequeña que sea.

Es preciso que todos colaboramos para salir de la crisis, también

los llamados cuerpos intermedios: las familias, las pequeñas

empresas, las diversas expresiones de la sociedad civil… Porque o

todos juntos o no funciona. Así podemos tener esperanza y a

aprender a soñar en grande, a no tener miedo de soñar en grande,

ampliando nuestros horizontes y buscando los ideales de justicia y de

amor social que nacen de la esperanza.

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