miércoles, 28 de agosto de 2019

LA CARTILLA MORAL Y LOS DEMONIOS DEL EDÉN

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana. Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

La verdad es lo que es, aunque se piense al revés.
Antonio Machado

En el libro Los Demonios del Edén, la periodista Lidia Cacho relata historias humanas. Estimula para entender mejor el mundo que nos rodea. Y vaya que cumple su propósito. Arroja la verdad sobre el caso real de niñas forzadas a tener sexo y ser grabadas.


Durante las semanas posteriores a la publicación (2004) el libro causó enorme revuelo. En su investigación, la periodista sorprendió a la sociedad al descubrir una gran red de prostitución y pornografía infantil en Quintana Roo. Dió a conocer diversos testimonios de protagonistas al tiempo que señaló nombres de potentes y prominentes promotores de la industria de la pornografía y la prostitución infantil.

El hecho no tendría mayor impacto social si fuera una actividad permitida legalmente en el país. Sin embargo, el caso viene a cuento porque aunque ésta industria fuera legalizada, la razón natural nos advierte que ¡algo está podrido en Dinamarca! Es decir, no todo lo que se puede hacer es bueno hacerlo. No toda forma de ganar dinero es intachable aunque se lucre mucho.

En aquellos años y hasta la fecha nunca he escuchado que el expediente de los Demonios del Edén se deba a una intervención oculta de grupos religiosos que desean imponer su moral a toda la población.

Y no es así porque no es temática de religión. Es una trama que refiere a leyes naturales ya inscritas en el corazón del hombre y que disponen la necesidad del cuidado de los niños en orden a su mejor educación y el bien del todo social y de la persona en particular.

El ser humano nunca puede ser tratado como medio sino como fin, afirmaba el gran filósofo alemán. Y esto es así por la esencial dignidad de todo hombre que coloca su origen y posición en el nivel superior de la pirámide de la creación material.

Es el único ser con inteligencia y voluntad, facultades constitutivas dirigidas a conocer la realidad y hacer el bien en orden a su propia felicidad.

Por eso me alegro de la noticia siguiente: “Esteban Moctezuma, secretario de Educación, remarcó que la medida --distribuir la Cartilla Moral-- forma parte de los esfuerzos de la administración federal para crear nuevas generaciones de 'mexicanos incorruptibles'. Y añado: de mexicanos que respeten los ordenamientos morales –no religiosos— insertos en su específica naturaleza racional.

“El funcionario resaltó que el texto forma parte del "esfuerzo de regenerar en México toda la ética y la moral". Insisto en la distinción: Ética natural y moral natural son sinónimos que refieren a la misma realidad humana. No son imposiciones religiosas.

La palabra ética proviene del latín ethĭcus, y esta a su vez procede del griego antiguo ἠθικός (êthicos), derivado de êthos, que significa fundamentar la manera de vivir una vida buena a partir de apoyos orientadores de la conducta humana, como leyes u ordenamientos que se descubren con el recto uso de la razón.

La palabra moral proviene del latín mōris, ‘costumbre’, y de ahí mōrālis, ‘lo relativo a los usos y las costumbres’ para vivir una vida buena.

La queja de Galileo Galilei en su Carta a la Duquesa Cristina no deja de ser convincente, porque el gran astrónomo italiano advierte que sus enemigos condenaron su libro sin haber leído las hipótesis de la mecánica celeste del sistema heliocéntrico.

“Al respecto, Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia de la República, dijo a principios de agosto que el texto busca recuperar el civismo y el humanismo”. Ninguno de los conceptos refieren a la religión. “La verdad es lo que es aunque se piense al revés” Invito a la lectura de la Cartilla Moral. 

El lector quedará satisfecho y sorprendido porque es una luz que ilumina el final del túnel. Es una propuesta ineludible que nos descubre el presidente para mejorar la situación del país que todos deseamos.

martes, 27 de agosto de 2019

BOB DYLAN: UNA LEYENDA VIVIENTE

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

El 28 de agosto de 1963, el cantante y poeta Bob Dylan (Minnesota, 1941) participó en el movimiento por los Derechos Civiles.


Ante el monumento a Abraham Lincoln, en Washington, D. C., el líder de esta noble causa, el Reverendo Martin Luther King pronunció su célebre discurso “Yo tengo un sueño” en el que enfatizaba la importancia de la igualdad de los derechos civiles para todos los habitantes de Estados Unidos sin distinción de raza, credo o procedencia.

Durante siglos, los afroamericanos en la Unión Americana habían sufrido todo tipo de vejaciones y malos tratos. Pero en el siglo XX surgieron líderes que comenzaron a defender los derechos civiles, pero esos malos tratos de recrudecieron. Hasta que intervinieron los Presidentes John Kennedy y, después, Lyndon B. Johnson para legislar sobre este importante asunto y que se reconocieran plenamente los derechos de los afroamericanos.

Años antes, ante esta patente injusticia, muchos cantantes, artistas, intelectuales, catedráticos de universidades, políticos de raza blanca se colocaron de lado de los afroamericanos para apoyar su petición.

Ese 28 de agosto, el trío Peter, Paul and Mary entonaron algunas canciones de Dylan como “La Respuesta está en el Viento” y “Los Tiempos están Cambiando”.

También la cantante Joan Báez y Bob Dylan formaron dueto para cantar otras conocidas melodías de este compositor.

Muy pronto, “La Respuesta está en el Viento” se convirtió en una especie de himno nacional en defensa de los Derechos Civiles de los afroamericanos.

Unos meses antes, ante el peligro de una guerra nuclear entre Rusia y Estados Unidos debido a que la URSS estaba colocando sigilosamente misiles nucleares en Cuba que apuntaban a la Unión Americana, compuso “Una Dura Lluvia Caerá” refiriéndose a las consecuencias devastadoras de las radiaciones atómicas.

Dylan tuvo la valentía y originalidad de abordar temas que se observaban en la sociedad norteamericana y denunciar los abusos de la industria armamentista ("Señores de la Guerra"); de la proliferación de las guerras en otros países del mundo, muchas veces incitadas por los intereses económicos de los Estados Unidos; sobre la confusión ideológica que sobrevino en la juventud de su país como consecuencia de la pérdida de valores, las drogas y el alcohol (“A través de la Torre de Observación”).

Por su labor humanitaria y sus novedosas aportaciones a la música popular, Bob Dylan recibió numerosas condecoraciones y reconocimientos, como: “El Premio Príncipe de Asturias” en España (2007); “Medalla Presidencial de la Libertad” que la concedió el Presidente Barack Obama (2012); en Francia, “El Premio de la Legión de Honor" (2013) y, el reconocimiento más destacado, “El Premio Nobel de Literatura" (2016).

Actualmente, Bob Dylan sigue activo con giras, componiendo y grabando nuevas canciones, uniéndose con otros afamados artistas para participar en conciertos en diversos países. Podríamos concluir que Bob Dylan es una leyenda viviente por sus importantes aportaciones a la música folk y pop y a la originalidad de los contenidos de sus composiciones que suelen ser poemas musicalizados.

viernes, 23 de agosto de 2019

JORNADA MUNDIAL CONTRA LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

Por iniciativa de Polonia, este año la ONU estableció cada 22 de agosto como “Día Internacional en conmemoración de las víctimas de actos de violencia basados en la religión o la creencia”, nombre demasiado extenso que busca recordar y dar visibilidad a las víctimas de violencia motivada por discriminación religiosa. Es de aplaudir la decisión de la ONU, pues “más vale tarde que nunca”, porque inexplicablemente este tipo de discriminación y violencia, aun siendo el más frecuente, se encontraba silenciado, no se le daba visibilidad.


No es delirio de persecución ni afán de protagonismo. Los fríos números no dejan mentir.

Desde hace años “Ayuda a la Iglesia Necesitada” publica un “Informe sobre Libertad Religiosa”, mientras que la organización evangélica “Puertas Abiertas” emite una “Lista Mundial de Persecución”. En ellos se documentan los casos de violencia, que van de asesinatos, quema de templos religiosos o establecimiento de leyes contrarias a la libertad religiosa verificados a lo largo del mundo. Aunque los medios de comunicación suelen hacerse poco eco de tan dramáticos acontecimientos, estas instituciones se toman la molestia de contabilizar aquellos de los que se tiene noticia. De esta forma, sólo durante el 2018 murieron 4,305 cristianos por odio a la fe, mientras que 1,847 iglesias fueron atacadas. Si a ello aunamos el hecho de que no sólo los cristianos son perseguidos, resulta incomprensible ese silencio y esa pasividad.

Ahora bien, cabe preguntarse, ¿por qué tarda tanto la ONU en reaccionar?, ¿por qué esa pasividad en defender a un inmenso grupo vulnerable?, ¿por qué, aunque se violan impunemente desde hace años los artículos 18, 2 y 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, promulgada por la misma ONU en 1948, no se había levantado la voz hasta ahora? Y, finalmente, ¿por qué tuvo tan poco eco mediático el primer día en que se recordaron oficialmente a las víctimas de violencia religiosa?

Es decir, la efeméride constituye, indudablemente, un motivo de alegría, un paso en lo que a la defensa de los derechos humanos se refiere. Pero, ¿por qué tardó tanto tiempo en darse este paso?, ¿por qué, una vez dado, se dio tan tímidamente? Pareciera, en realidad, que la ONU muy a regañadientes lo aceptó, o lo aceptó porque no le quedaba opción, pero no se preocupó en promoverlo. Las comparaciones son odiosas, pero si comparamos este día con el eco, la propaganda y la publicidad que tienen los días de la mujer, de los pueblos indígenas, de la lucha contra el SIDA, contra la homofobia, la violencia contra la mujer o el holocausto, pueden levantarse justamente suspicacias.

¿Cuál sería entonces la causa de la falta de visibilidad que tiene la persecución religiosa?

En realidad, se trata de un cúmulo de causas. La primera es bastante obvia: la religión no está de moda, no solo eso, no es políticamente correcta o, mejor dicho, lo políticamente correcto es no hablar de ella. Se fomenta así el silencio sobre esta triste violencia real, a causa de unos oscuros y cuestionables pruritos teóricos propios del laicismo. En segundo lugar, porque muchos de los lugares en los que se padece este tipo de violencia no son del primer mundo. A la gente, aunque no lo diga expresamente, no le preocupa demasiado el hecho de que mueran africanos o asiáticos.

Ya estamos tristemente acostumbrados; forma parte de nuestro tétrico paisaje conceptual. Mil nigerianos muertos por odio religioso pueden no conseguir ni siquiera un pequeño recuadro en los diarios de los países occidentales, no es noticia, no capta el interés. En tercer lugar, porque hay un interés positivo, de matriz política y a veces económica por visualizar otro tipo de “víctimas” y de causas más acordes con el “espíritu de los tiempos”. No importa que los números de las víctimas sean muy inferiores ni que se tenga que estirar, hasta dar más de sí, el término “violencia”, lo importante dar visibilidad a la propia causa, aún a costa de exagerar y cerrar los ojos a la realidad.

Estamos, en consecuencia, en un primer paso. Es poco, pero es mucho. Si al pensamiento imperante no le preocupa demasiado defender los derechos humanos y la dignidad de las personas, si los medios están direccionados para silenciar algunas causas e inflar otras, la mayor parte de las personas tenemos religión y conciencia; podemos en consecuencia dar visibilidad a estos hechos dramáticos, para solidarizarnos con los que sufren y contribuir a su erradicación.

LA ALEGRÍA DE DAR

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Se cuenta que en cierta ocasión, Gandhi y sus amigos subieron corriendo a un tren ya puesto en marcha. Pero a Gandhi se le soltó una de sus sandalias y cayó en la vía. Gandhi y sus amigos trataron de recuperarla, pero sin éxito, pues el tren ya avanzaba con rapidez.


Y ante la sorpresa de todos, Gandhi se descalzó su otra sandalia y desde el tren la arrojó donde estaba la otra. Sus amigos le preguntaron: “¿Por qué haces esto?” Gandhi contestó: “Quien encuentre una sola sandalia no le servirá, pero si tiene el par podrá
usarlas”.

Pensar en las necesidades ajenas nos lleva a compartir nuestros tienes. Cuando comenzó el cristianismo, cuenta el libro de Los Hechos de los Apóstoles, los cristianos tenían “un solo corazón y una sola alma” y no consideraban de su propiedad lo que poseían, “sino ue todas las cosas las tenían en común” (Hechos 4,32). 

Ahora el Papa Francisco meditó ese texto, y nos señala que ese modelo de ida tan fuerte nos ayuda a ser generosos y no mezquinos.

2) Para pensar

En el desarrollo de la Iglesia ha sido muy importante la experiencia de la koinonía, dice el Papa Francisco, pero ¿qué quiere decir esta palabra rara? Es una palabra griega que significa “poner en comunión”, “compartir”, “comunicar”, ser como una comunidad. 

La koinonía se refería a participar en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por eso decimos que “comulgamos” o que recibimos la “Sagrada Comunión”, es decir, entramos en comunión con Jesús y desde ahí a la comunión con nuestros hermanos y hermanas.

Un testimonio de la santa Madre Teresa de Calcuta nos muestra que hay más alegría en dar que en recibir: “Tuve mi mayor experiencia de amor precisamente con una familia hindú. Un señor muy amable vino a decirme: ‘Hay una familia que no tiene qué comer. Haga algo’. Entonces tomé un poco de arroz y me dirigí inmediatamente a su casa. Vi a los niños -sus ojos brillaban de hambre-… La madre de esos niños tomó el arroz que le di, y salió de su casa. Cuando volvió, le pregunté: ‘¿Adónde ha ido?’ Me respondió con sencillez: ‘Ellos también tenían hambre’. Me impresionó que fue a compartirlo con una familia musulmana”. Y concluye: “No les llevé más arroz pues quería que disfrutaran de la alegría de compartir. 

La alegría de esos niños que compartían su felicidad y la paz de una
madre que, con un amor sin límites, era capaz de eso, suponía la confirmación de que el amor se comienza a aprender en el seno de la familia”.

3) Para vivir

Es hermoso ver a todas las personas del voluntariado en que comparten su tiempo, o las visitas a los enfermos o los pobres, dice el Papa Francisco. Es el modo adecuado de ser cristiano, compartiendo, que es una forma de amar. Al inicio del cristianismo llegó a ser tan manifiesto que los paganos que miraban a los cristianos decían: “¡Mirad cómo se aman!”. Un amor con obras.

Un poco en broma, pero también en serio, el Papa Francisco afirmó que la señal de que nuestro corazón se ha convertido es cuando la conversión llega al bolsillo: allí es donde se ve si uno es generoso, si uno ayuda a los débiles y a los pobres. Si se quedara sólo en palabras, no es una buena conversión. Ser creyentes en Jesús nos hace a todos corresponsables los unos de los otros.

miércoles, 21 de agosto de 2019

LOS MOTIVOS DEL LOBO

"[...] Déjame en el monte, déjame en el risco,
déjame existir en mi libertad". (Rubén Darío)

Es a partir de la decada de 1930 cuando una forma de pensamiento no solo económico sino político y social comienza a fijar sus líneas de acción en la civilizacion occidental.


El capitalismo de libre mercado o capitalismo laissez faire laissez paseer --dejen hacer dejen pasar-- que algunos llaman economía de mercado tomó enorme fuerza arrolladora con Ronal Reagan y Margaret Thatcher en la década de 1980- 1990. A este conjunto de ideas se le distingue también con el nombre de Neoliberalismo, que manifiesta la necesidad de la completa libertad en la economía.

A sabiendas de que la sociedad perfecta no es posible cabe una pregunta de radical importancia. La única y nueva forma de avanzar económicamente ¿es prueba y error? Porque defender solamente la libertad económica nos ha demostrado de forma suficiente la extinción de las demás libertades de la persona.

Es notoria la elocuente carencia de ideas del neoliberalismo.

¿Qué observamos en la actualidad? Norteamérica contra China. La lucha entre los fuertes, que conservan la mayor riqueza, que poseen suficiente poder político y militar. La sociedad internacional solo atiende, contempla y sondea los motivos de los lobos. ¿Qué puede hacer?, ¿qué podemos hacer?

Sustentados en la economía de mercado, encauzados por la ley de la oferta y la demanda, tutelados por el modelo neoliberal del sistema capitalista y carentes de ideas, solo puede darse una competencia desleal entre los más fuertes que terminará por abatir a los más débiles y a los más pobres. En condiciones desiguales siempre ganarán los más fuertes, los lobos.

En el poema de Rubén Darío, la lucha expresada entre el lobo y el cordero, el lobo terminaba devorando a su presa; comparado con nuestra realidad los ricos seguirán siendo ricos, viviendo de la explotación de los pobres.

“En el sistema neoliberal las reglas deben aplicarse a todo, menos a la economía. No debe haber reglas laborales ni de salarios mínimos ni básicos, ni de seguridad en el empleo ni de higiene ni de defensa de la integridad del trabajador. Son intervenciones ilegítimas del estado en la economía”.

La interdependencia humana es tan estrecha y relacional que todos dependemos de todos, no somos viables al margen de los demás. Parece que el neoliberalismo pretende inventar un mundo, una nueva sociedad en la que perderemos lo mejor que tenemos, el afán de procurar el bien común y la solidaridad entre los iguales –como ha sido la vida humana desde sus inicios--, en aras de una vida feliz y plena. No se trata solo de que los ricos vivan mejor de lo que viven.

La actividad económica se puede organizar de muchas maneras, pero si no se respeta la primacía del hombre sobre las cosas el ordenamiento económico se vuelve inhumano.

martes, 20 de agosto de 2019

SABER ENVEJECER CON DIGNIDAD

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Hace pocas semanas falleció un arquitecto conocido mío desde hacía cuatro décadas. Gozaba de prestigio profesional, de honradez y de su capacidad para hacer amigos.


A medida que los años fueron transcurriendo -como es lógico- le fueron apareciendo enfermedades y achaques. Pero siempre me impresionó su categoría humana para llevarlos, pero sin darles demasiada importancia y continuar realizando otro tipo de actividades de acuerdo a su edad. Añadiría que hasta con cierta elegancia, sin quejarse nunca.

Al llegar a los ochenta años comenzó a usar bastón y a los noventa no le quedó más remedio de ser conducido en silla de ruedas. Por esas coincidencias que tiene la vida, lo continuaba viendo cada semana y solía dar conferencias y pláticas a sus amigos sobre virtudes y valores humanos. Era como “el rey de esos encuentros” porque contagiaba con su alegría, buen humor y hasta el final de sus días generosamente les preparaba a sus invitados un sabroso café mañanero.

Cuando debía permanecer en cama o guardar reposo, le preguntábamos: ¿Cómo estás? ¿Cómo va esa salud? Y respondía con gracia: “Me encuentro de maravilla; muy visitado por mis familiares y amistades aunque hecho una ruina como el Coliseo Romano”-y se reía con mucha serenidad y paz.

Por otra parte, un experto Psicopedagogo, amigo mío, me hacía ver que al llegar a la mayoría de edad hay aspectos que se deben de cuidar para no envejecer prematuramente. Recuerdo algunos de sus útiles consejos: caminar erecto porque al encorvar habitualmente el cuerpo la columna vertebral termina por afectarse; caminar con pasos firmes, levantando los pies, sin arrastrar los pies porque eso también puede afectar a las rodillas, tobillos o piernas; cuando se estreche la mano, hacerlo con la fuerza normal, sin completo de “ya no tener energías”; hacer a diario algún tipo de ejercicio: caminar, practicar la natación, gimnasia…ya que la vida sedentaria es la causa de muchas enfermedades; en las reuniones con las amistades evitar estar conversando sobre temas negativos, alarmistas, enfermedades, operaciones, medicinas, etc. porque eso –me decía- afecta a la salud mental; por último, ilusionarse con lo positivo que nos presenta la vida hoy y ahora y con lo que se vislumbra en el futuro: avances de la ciencia, de la tecnología; desarrollar aficiones como la historia, las biografías de grandes personajes, las grandes obras literarias; crear interés por saber más de física, de química y todo el amplio mundo del saber.

Es evidente que quien tiene por costumbre “pensar siempre en positivo”, esa conducta acaba influyendo en su cuerpo y en su mente. Por si fuera poco, su actitud contagia favorablemente a los que con ellos conviven y son bienvenidos en todos los ambientes. 

Concluimos con esta reflexión, ¿Y cómo lograrlo? Como escribía aquel conocido pensador: “Nadie la hará por ti, también como tú, si tú no lo haces”.

viernes, 16 de agosto de 2019

¿MACHISMO EN LA IGLESIA?

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

Con cierta cadencia se formula un cuestionamiento incómodo para los católicos practicantes: ¿es machista la Iglesia?, ¿fomenta el machismo la fe? Parece haber abundantes pruebas de ello, comenzando por el término mismo “Dios”, que es masculino y siguiendo por los relatos de la Biblia, que parecen confirmar esta sospecha de forma irrefutable. 


Quizá el argumento más esgrimido para sostener esta tesis es excluir a las mujeres del sacerdocio y, por eso mismo, de los principales puestos de autoridad dentro de la institución. La Iglesia sólo podría dejar de ser machista cuando exista una “papisa” y edite una versión de la Biblia políticamente correcta, reajustando los roles de género (Diosa en vez de Dios), o utilizando el lenguaje inclusivo (x, @, e).

Ahora bien, habría que precisar más a que nos referimos con “machismo”. Si machismo implica no ser capaz de darle gusto a las feministas o, mejor dicho, al feminismo radical, la Iglesia no puede sino ser machista y no dejar de serlo. 

No es su función darle gusto a las modas culturales y muchas veces en la historia ha ido contracorriente, ha sido contracultural y lo seguirá siendo; de hecho, es parte de su atractivo, de su “charm”. Si por machismo entendemos, en cambio, menospreciar a la mujer, minusvalorarla  o relegarla, habrá que responder decididamente que la Iglesia no es machista.

Para comprender mejor por qué podemos afirmar esto último, es preciso explicar la interacción entre tres conceptos: encarnación, historia y clericalismo. Por encarnación entendemos aquí la forma misteriosa pero real por la que lo humano y lo divino se entrelazan desde la perspectiva de la fe. El culmen de la encarnación es Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, pero siguen la misma lógica tanto la Iglesia como la Sagrada Escritura: tienen un elemento humano, limitado e insoslayable junto a otro elemento sobrenatural, divino.

Lo anterior supone, entre otras cosas, que tanto la revelación como la vivencia de la fe y lapráctica de la religión, se dan en la historia, como no podía ser de otra forma, y siguen los cánones vigentes en la cultura de su tiempo. La fe no nos coloca en una aséptica esfera intemporal, no nos introduce directamente en la eternidad, sino que se enraíza en el tiempo prometiéndonos la eternidad. 

Esto quiere decir que, tanto la Biblia como los santos y las personas de fe en general, están colocados en un contexto histórico y cultural concreto. Dicho de otra forma: no es la Biblia ni la Iglesia quienes en determinado contexto pudieran ser “machistas”, es la cultura y el tiempo preciso quienes lo son. Como la revelación y las personas de fe están plenamente insertos en su tiempo vital, adolecen conjuntamente de este defecto. Ahora bien, este defecto no forma parte esencial de la revelación, y atacar a la Biblia o a la Iglesia por ello, es caer en un craso anacronismo, equivalente a culpar a un niño de 7 años por no saber cálculo o al hombre de las cavernas por no haber sido capaz de llegar a la Luna.

El clericalismo es más complejo, porque históricamente ha afectado a los hombres de fe e incluso a la autoridad eclesiástica. Se trata de la desordenada injerencia de la autoridad religiosa (jerarquía, es decir, autoridad sagrada), en los asuntos temporales. Es fruto de no respetar la legítima autonomía del orden civil respecto del religioso, establecida novedosamente por el mismo Jesucristo, según nos narran los Evangelios. 

Pero esta visión termina por transponer los moldes y criterios sociológicos del poder político al ámbito religioso, lo que termina por desnaturalizar el sentido de la autoridad en la Iglesia e incluso corromperla. Dicho mal y pronto, lo principal en la Iglesia no es formar parte de la jerarquía, sino ser santo; no es ser Papa, sino amar a Cristo y, por Él, a los demás. 

En este sentido, es más importante Santa Catalina de Siena, Santa Teresa de Jesús, Santa Teresita de Jesús o Santa Teresa de Calcuta que ser cardenal, obispo o Papa.

Además, supone una honda ignorancia histórica y un marcado prejuicio cultural.

Ignorancia de cómo Jesús le dio un lugar a la mujer que nadie le había dado antes, y de cómo la Iglesia protegió desde el inicio y hasta ahora a la mujer (las feministas que defienden el aborto no parecen estar muy preocupadas por el aborto selectivo de niñas en China o la India). Prejuicio porque parten de la base, nada evidente, de que la maternidad y la familia oprimen a la mujer, o difunden el falso cliché de que su única misión en la Iglesia es procrear. 

Por el contrario, la Iglesia tiene experiencia de como la maternidad y el hogar pueden ser lugares donde las mujeres se realicen y tengan una vida plena, sin excluir, para quienes lo deseen, un desarrollo profesional y político fuera del mismo.

REFLEXIONES SOBRE EL ACTO TERRORISTA DE "EL PASO", TEXAS

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Hace unas semanas hubo un trágico tiroteo en una tienda de la ciudad El Paso, Texas (Estados Unidos). Ante tal desgracia y violencia, como contraparte se ha conocido el acto heroico de dos mujeres: una madre y su hija. Una de las víctimas fue la señora llamada Jordan Anchondo, de 25 años. Tenía tres hijos. El 3 de agosto, día de la masacre, estaba en Walmart comprando útiles escolares para el regreso a clases. Ahora se ha sabido que esta mujer dio su vida por su hijo pequeño de dos meses, pues cuando comenzó el tiroteo, salvó a su bebé al usar su cuerpo como escudo humano.


Su bebé no recibió ningún daño. La hermana de Jordan, Leta Jamrowski, comentó: “Mi hermana cayó encima del cuerpo del bebé y gracias a eso pudo sobrevivir el bebé. Mi sobrino vive porque ella dio su vida por él… daría mi vida para cambiarla por la de ella".

El Papa Francisco expresó su pesar y oró por las víctimas: “Estoy espiritualmente cerca de las víctimas de los episodios de violencia que en estos días han ensangrentado a Texas, California y Ohio, golpeando a personas indefensas… Los invito a unirse a mi oración por aquellos que han perdido la vida, por los heridos y sus familias”, dijo, para luego rezar un Ave María por todos ellos.

2) Para pensar

Además del acto heroico de la señora Jordan de dar su vida, la madre de Jordan, Misti Jamrowski, hizo también un acto heroico,
pero de distinta índole. Después de enterarse del terrible suceso en que perdió la vida su hija, perdonó al asesino: “Y como Jesús que dijo que deberíamos perdonar a los que nos hacen mal, de corazón realmente lo perdono. Siento tristeza por sus padres porque ellos también perdieron un hijo", dijo Misti a la prensa.

El padre de Jordan comentó: “no somos los únicos que sufrimos, por lo que nuestros corazones están con todas las demás familias… Nuestros corazones y nuestras oraciones también están con ellos ".

Tanto dar la vida, como perdonar al agresor, son actos de amor heroico. Nada fácil, pero nos enseñan que es posible responder al mal con amor. 

Por su fe, saben, como dice el Papa, que “la vida es un camino hacia la eternidad… No olvidemos nunca que no tenemos aquí la ciudad definitiva, sino que vamos a la búsqueda de la futura”.

3) Para vivir

El Papa Francisco acaba de recordar la importancia de estar vigilantes, para cuando llegue el encuentro definitivo con el Señor y, así, cada instante se vuelve precioso, al vivir haciendo el bien sobre la tierra, y con el corazón en el cielo. Recordemos la invitación del Señor a mantener ‘las lámparas encendidas’, con la luz de la fe, para iluminar la oscuridad de la noche”. Alimentemos la fe con el encuentro corazón a corazón con Jesús en la oración y en la escucha de su Palabra.

Podemos afirmar que la familia Jordan, en medio de esa violencia, han sabido iluminar con la luz de la fe. Nosotros también en nuestro obrar diario, estamos llamados a iluminar con nuestra fe a nuestro alrededor.

El Señor promete la eterna felicidad para quien vivió el Evangelio y
los mandamientos de Dios. Ese pensamiento, concluyó el Papa, “nos llena de esperanza y nos estimula en el compromiso constante para nuestra santificación y para construir un mundo más justo y fraterno”.

LOS MOTIVOS Y LA "ÉTICA" DE LA MARIHUANA (y III)

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la UP.
Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

En los últimos años el debate sobre la marihuana logró exponer a detalle los argumentos a favor y en contra de la legalización. El sector que consume considera el bienestar médico y lúdico. La esfera intelectual relaciona la disminución de la violencia con el acto jurídico de su legalización y descansa en el principio de libertad: que cada quién tome las decisiones a su propio riesgo.


El círculo médico no duda en avalar que, en cualquier caso, aumenta el deterioro fisiológico y neurológico humano si se extiende el consumo. Se estima la posibilidad de incrementar el conocimiento epidemiológico y científico para mejorar la prevención de adicciones y la investigación de usos médicos. 

Pero esto último es una solución a posteriori, es decir, los efectos nocivos del enervante serían prueba suficiente para aceptar el daño ya causado e irreparable.

Sería interesante realizar el ejercicio de análisis apropiado para acreditar positivamente el factor económico de la comercialización, producción y cultivo, sin dejar de lado la generosa aportación económica al SAT mediante el impuesto al valor agregado.

¿Bastan los enfoques anteriores para decidir sobre un tema que quizá produzca repercusiones fuera de control?, ¿cómo se debería entender el problema de su legalización?

El consumo del enervante es un acto humano que se ejerce con pleno uso de conocimiento y consentimiento. Por lo mismo, puede ser calificado como bueno o malo si perfecciona o quebranta la naturaleza humana en orden a la felicidad en esta vida. La Ética natural es una parte de la filosofía que estudia la bondad o maldad de los actos humanos en orden a la felicidad.

La propuesta de la ética natural advierte sobre un tipo de actos humanos cuyo efecto bueno está unido necesariamente a un efecto malo, inseparable del efecto bueno. Si estuviéramos obligados a evitar todo acto humano que conduzca a una consecuencia mala, la vida diaria no tardaría en hacerse imposible de vivir.

Técnicamente se nombra como acto humano voluntario de doble efecto.

Bastan dos ejemplos: si consigo un trabajo cuando los trabajos son raros y/o escasos, privaré a alguien de su sustento; si el médico atiende a los enfermos durante una epidemia, se expondrá él mismo a contraer la enfermedad.

En mi opinión, este es el caso de la legalización de la marihuana. Es un acto humano voluntario de doble efecto por parte del legislador, que causará efectos buenos y efectos malos necesariamente unidos a los buenos. 

No dudo en absoluto que los sectores implicados en el debate deseen resolver de forma correcta desde el principio, es decir, a priori: antes de que los efectos de la legalización se conviertan en un problema irreversible.

Aplicado al caso, el principio del acto humano de doble efecto señala que es moralmente –naturalmente-- permisible realizar un acto que produce un efecto malo, en las siguientes condiciones:

1. Que la acción sea buena en sí misma o al menos indiferente.

Esto es así, porque no se puede realizar un mal para conseguir un bien. Es el caso de Robin Hood. Roba a los ricos para dar a los pobres. De esa forma, sería laudable y honroso robar la propiedad privada para ayudar económicamente. En ese sentido, sería correcto disfrutar de cierta felicidad legalizada a costa del daño fisiológico.

2. Que se produzca primero el efecto bueno y después el efecto malo. 

El mal sería escogido por sí mismo, para lograr el placer. El daño debe ser un producto incidental y no un factor de peso en la consecución del bien. Un buen fin no justifica el empleo de medios malos. El placer no justifica el daño fisiológico.

No se trata de una cuestión de tiempo, sino de causalidad: el bien no debe venir a través o por medio del mal.

3. Que se intente primero el efecto bueno y se tolere el efecto malo.

El efecto dañino podrá ser, por su esencia misma, un producto adjunto del acto realizado, pero si el legislador quiere este efecto malo, lo hace directamente voluntario por el hecho de quererlo. La mala intención no debe presumirse sin pruebas. 

Y por último: 

4. Debe de haber una razón proporcionalmente grave para permitir el efecto malo.

Aunque no estemos obligados siempre a prevenir el mal, sí estamos
obligados a prevenir un mal grave con una pequeña renuncia de nuestro propio bien. Se requiere cierta proporción entre el bien y el daño fisiológico. Apreciar esta

proporción es difícil en la práctica, pero no imposible. No hay proporción entre la decisión de desencadenar efectos dañinos a la propia salud en cientos o miles de consumidores, para disminuir la violencia del narcotráfico, medición necesariamente a posteriori. 

Ni tampoco en relación con la curación de la adicción utilizando dinero del erario público que debiera ser destinado a otros fines.

sábado, 10 de agosto de 2019

LA AMBICIÓN POR EL DINERO, VERDADERA CAUSA DE LAS GUERRAS

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Se cuenta que una niña fue al dentista donde le sacaron una muela. Ya de regreso en su casa, por la noche, cuando regresó del trabajo su papá le preguntó: “¿Qué tal Marianita? ¿Todavía te duele la muela?” A lo que le respondió su pequeña hija: “No lo sé, papá. La muela se la quedó el dentista”.


La niña tenía razón, lo que no tenemos, no puede dolernos. Pero a veces no pasa así: duele no tener algo y suele ser causa de sufrimientos. Al poner el corazón de modo desordenado en algunas cosas, produce intranquilidad y desasosiego. Importa mantener una actitud equilibrada respecto a los bienes.

El Papa Francisco al retomar sus comentarios al libro de los Hechos de los Apóstoles, nos alienta rechazar la codicia, que es el origen de “muchas guerras”, que es fuente de ansiedad, adversidad, prevaricación, pues el verdadero tesoro “está en el Cielo… Los bienes materiales son necesarios, ¡son bienes!, pero son un medio para vivir honestamente y compartir con los más necesitados… Jesús nos invita a considerar que las riquezas pueden encadenar el corazón y desviarlo del verdadero tesoro que está en el Cielo”.

2) Para pensar

Doña Micaela era una viuda ya anciana. Vivía sola en el jacal más  
pobre que había en el caserío. Tenía unas cuantas gallinas y un solar pequeñito donde cultivaba sus verduras.

Las vecinas, que la querían bien, le llevaban a veces “un taquito”, o una porción de su comida. Ella les daba las gracias: “Ustedes son mi divina providencia”, les decía. 

Un día llegó una trabajadora social. Supo de doña Micaela y fue a visitarla. Al verla tan pobre le hizo un ofrecimiento: “Puedo conseguirle una ayuda de 300 pesos al mes. ¿Le sirve ese dinerito?”

Ella respondió entusiasmada: “Claro que sí, ¡muchas gracias! Ahora sí tendré más para dar a los pobres”.

Doña Micaela es pobre, pero muy rica. En cambio, podemos encontrar ricos que son pobres. El Papa Francisco nos invita a preguntarnos: “¿Y nosotros? ¿Qué poseemos?, ¿Cuál es nuestro tesoro? ¿Cómo podemos hacer ricos a los otros? Pensemos en dónde está nuestro corazón.

3) Para vivir

La codicia, explicó el Papa Francisco, es como esos buenos dulces:
tomas uno y dices: ‘¡ah! Qué bueno’, y luego tomas otro; y luego otro… “Así es la codicia: nunca se satisface. ¡Cuidado! ¡La codicia de los bienes no satisface el corazón, sino que causa más hambre!”.

Esto no significa que nos alejemos de la realidad, sino que buscaremos lo que tiene un valor verdadero: justicia, solidaridad, aceptación, fraternidad, paz, lo cual constituye la verdadera dignidad del hombre.

La Biblia nos enseña cómo pedir a Dios: “¡No me des pobreza ni riqueza, dame solo el alimento necesario. No sea que me sacie y te niegue… o no sea que me empobrezca y robe y profane el Nombre de mi Dios” (Proverbios 30, 8-9). San Pablo lo aconseja: ‘busca las cosas de arriba… dirige tus pensamientos a las cosas de arriba, no a las de la tierra’ (Col 3, 1-2).

El Papa Francisco nos invita a pedir al Señor que nunca olvidemos que la verdadera riqueza de nuestra vida está en su Amor infinito, y “que la Virgen María nos ayude a no quedar fascinados por los valores que pasan, sino a ser testigos creíbles de los valores eternos del Evangelio”, finalizó.

viernes, 9 de agosto de 2019

¡EL TIEMPO ES BREVE!

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Hace unos días, mis compañeros de la Preparatoria y yo conmemorábamos el cincuenta aniversario de haber concluido los estudios de bachillerato en el Instituto la Salle de Ciudad Obregón, Sonora.


Aún puedo recordar vivamente a los que fueron de mis profesores, qué materias nos impartieron, a mis compañeros de clase, el modo de ser de cada uno, a los que ya fallecieron…Pero el hecho de aceptar plenamente que han pasado cinco décadas desde ese 1969, reconozco que no me resulta fácil.

Cuando leí la célebre obra literaria de Calderón de la Barca: “La Vida es Sueño”, concluí pensando: “¿No será que este autor exagera?”: Pero no, con el paso del tiempo acepto que tenía toda la razón.

En una conocida carta de Pablo de Tarso a los ciudadanos de Corinto les escribió: “¡El tiempo es breve!” “¡Qué breve es nuestra duración del paso por la tierra!”

Pero, simultáneamente, me resultaba irreal el título del libro de recolección de poemas (1925-1931) del chileno y diplomático, Pablo Neruda, que lo titulaba “Residencia en la Tierra”.

¿Por qué? Porque aquí en esta vida estamos de paso y eso lo palpamos todos los días o semanas. Nuestra vecindad con la muerte es muy frecuente, particularmente con el paso de los años.

Una conclusión que podríamos sacar es que el tiempo es corto y que hay que saber aprovecharlo al máximo: 1) para mejorar y superarnos como personas; 2) para ponernos metas altas en la vida y no caer en la mediocridad o dejarnos llevar por el conformismo o el consumo desenfrenado de bienes materiales; 3) para atender con cariño a la esposa y estar pendientes de la esmerada educación de los hijos; 4) para abrir bien los ojos y darnos cuenta de que muchas personas necesitan de nuestra ayuda desinteresada en forma personal o con nuestra colaboración en labores sociales y asistenciales.

No puedo dejar de mencionar una anécdota que me impresionó sobre un reconocido y prestigiado abogado -bastante mayor de edad- que se jubiló y en vez de dedicarse a viajar con su esposa -porque tenía suficiente dinero- por los cinco continentes, o como se suele decir, “darse a la buena vida”, decidió dedicarse a ayudar a las personas que más lo necesitaban en sus quehaceres jurídicos sin cobrar ni un solo peso.

Como le tenía confianza, le pregunté: “¿Por qué lo haces?”

Y me respondió con firmeza y determinación: 

“¿No te das cuenta? Esta vida se me escapa como agua entre las manos. Y las buenas obras son lo único que puedo dejar. 

Y concluía: ¡No puedo llegar allá arriba con los costales vacíos!”

miércoles, 7 de agosto de 2019

LOS MOTIVOS DE LA MARIHUANA (II)

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana. Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

En el artículo anterior escribí que el principal objetivo de los consumidores responde a necesidades médicas y lúdicas. En relación con la siembra existe cierta conformidad con la idea de que lo mejor es el autocultivo y la integración vertical en casa. Aunque la planta bien trabajada no hace daño físico es imprescindible recordar a la cannabis como una especie ávida de grandes cantidades de agua durante su ciclo, especialmente en la fase de floración.



Me parece mejor destinar el agua al consumo y a la producción de alimentos y medicinas. Considero que los usuarios se sienten atrapados entre la espada y la pared porque por una parte es claro que no está legalizada de forma absoluta, y por otra, es necesario actuar en contra de la ley. Si no se cultiva la planta en casa, es necesario recurrir al mercado ilícito.

El fumador busca pasar un momento agradable, relajarse, divertirse y entretenerse. No buscan la intoxicación aunque la dan por supuesta. Si el consumo regular aumenta la concentración del enervante en el sistema nervioso y surge la adicción, sugieren que los servicios médicos públicos inviertan parte del presupuesto para ayudar a quien se ha dejado poseer de manera vudú “por una planta”. Me parece un argumento poco razonable.

Otras opiniones confirman que fumar marihuana te puede dejar loco y colocarte en el camino directo para entrar a otro mundo de sustancias prohibidas que querrás consumir.

En general, el consumidor asegura que lo importante es cambiar la percepción social del colectivo imaginario. No estoy seguro si con el cambio de percepción la toxicidad desaparecerá mágicamente. En fin, se adhieren a la idea de que lo importante es ser un “consumidor responsable”.

¿Cuáles son las consideraciones que aportan los grupos intelectuales?

Entramos en un ámbito en el que se invocan ordinariamente dos puntos de apoyo: legalizar la marihuana con la finalidad de disminuir la violencia del narcotráfico. La narrativa es interesante porque procede de la certeza del propio pensamiento más que de la realidad en sí.

Una certeza del colectivo intelectual --al menos de aquellos que más intervienen en los mass media-- señala que la reducción de la violencia será efecto de abatir el mercado negro con su legalización. Cabe considerar que de bajar la violencia sería solamente en proporción al porcentaje de violencia debido a la marihuana.

2. Desde esta perspectiva, la presion social, las grandes movilizaciones públicas y el diseño de políticas gubernamentales son un reto gigantesco. De acuerdo, pero es mayor reto desviar la mirada de las necesidades económicas de los ciudadanos y centrarse en legalizar aspectos tóxicos que deberá atender en el futuro el erario público.

Una opinión interesante se refiere a los turistas extranjeros. Están seguros que les gustaría “echarse su cigarrito de mota” en sus vacaciones, por lo cual no debe faltar quien se los venda. Así se conserva y alienta el turismo. Desde luego, pero se alienta lo peor del turismo y no todos consumen cannabis.

No faltan consideraciones sobre el crecimiento de narcomenudistas en pleitos a muerte por el control del mercado porque son plazas tremendamente redituables. Las balaceras auyentan el turismo, como ha sucedido en Acapulco, QuintanaRoo, Baja California y Cancún. ¿En qué quedamos? Parece que la marihuana atrae y aleja al turismo al mismo tiempo.

De no legalizarla se corre el riesgo de que nos abandonen los turistas extranjeros con el efecto inevitable de menos ingresos económicos y disminución de fuentes de trabajo honradas. ¿Remedio? ¿Legalizar su uso?

Sin embargo, la clase política no se atreve a dar el paso dicen, porque son conservadores. ¿No es conservador conservar el turismo marihuano? Otro argumento sugiere legalizarla, regular su consumo y cobrar impuestos para campañas educativas y sanitarias contra las adicciones. Es decir, parece necesario permitir la intoxicación como punto de partida para educar y destinar recursos económicos en orden a recuperar la salud perdida.

No parece haber duda alguna en legalizarla a imagen y semejanza de California y Colorado. Pero no se puede desviar la mirada de lo que ha sucedido en otros países como Holanda, Suecia y Dinamarca. ¿Queremos cambiar al país en un destino turístico para el libre consumo de marihuana y hachís?

Finalmente, ¿qué revela el sector médico? Refiero algunos señalamientos científicos.

Por ejemplo, el tetrahidrocanabinol (THC) afecta diversas áreas del cerebro, y porciones encefálicas que permiten a una persona poder crear nuevas memorias y cambiar su foco de atención. ¿Vale la pena perder estas dos capacidades en favor del gusto ludico?

Como resultado, se deteriora significativamente la habilidad de aprender y realizar funciones más complejas. También perturba la actividad del cerebelo, la postura espacial, la coordinación de movimientos y la reacción espacio- temporal. Las personas que han consumido marihuana experimentan reducciones significativas en su capacidad para conducir vehículos de una forma segura.

3.(https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/como-produce-sus-efectos-la-marihuana)

En conclusión: No todo lo que se puede legalizar se debe legalizar. No me parece acertado permitir la autodestrucción legal personal. Cada ser humano es único, inigualable e insustituíble en su aportación que debe prestar a la sociedad y al país. En la siguiente colaboración trataré el tema del consumo de marihuana desde la perspectiva de le ética natural.