jueves, 28 de marzo de 2019

LA OTRA REVOLUCIÓN DE EUROPA DEL ESTE

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

"El Baile Tras la Tormenta", es el original título del libro del reconocido y prolífico escritor, José Miguel Cejas (Editorial Rialp). Expone numerosos relatos de disidentes de algunos países de Europa Septentrional y del Este. 


Ésta obra suya tiene un particular mérito porque le llevó tres años de continuos viajes, encuentros y entrevistas hasta recoger sesenta relatos de mujeres y hombres de Lituania, Letonia, Estonia, Suecia, Finlandia, Noruega y Rusia.

Son personas de los más variados ambientes sociales, económicos y
culturales: músicos, pintores, directores de cine, actores de teatro; reporteros de guerra; catedráticos de universidades; pastores luteranos; líderes sociales, historiadores, escritores; cantantes de rock, de rap…

El mérito de este texto consiste en amalgamar la pluralidad de las narraciones y presentarlas bajo la óptica de dos rasgos en común: la rebeldía ante el sistema político establecido y la fidelidad a sus propias convicciones.

Muchos de ellos tuvieron que luchar contra las dictaduras totalitarias (nazismo, comunismo, socialismo) que oprimieron la libertad de millones de ciudadanos en Europa del Este; otros, se han tenido que enfrentar a la sutil dictadura del materialismo hedonista y al capitalismo salvaje, que pretende extirpar de raíz sus creencias, tradiciones y todo rastro de espiritualidad.

Son testimonios de personas que han sufrido cárcel, torturas físicas o psicológicas; numerosos rechazos sociales; negativas rotundas de tener un trabajo apropiado acorde con sus respectivas profesiones, o también, que han sido condenados al exilio.

En definitiva, son disidentes que se han negado a realizar “lo políticamente correcto”, con la firme determinación de afrontar con valentía todas las consecuencias que sus valores trascendentes y posturas sociopolíticas llevan consigo.

El título evoca un baile gozoso después de una tormenta. El autor comenta que ha conocido, de primera mano, ese particular espíritu de fiesta y liberación que se vive en estas naciones tras la dura tormenta que se ha prolongado a lo largo de numerosas décadas. Fue como salir de un cautiverio para respirar el aire fresco de la libertad.

Pero sus vidas muestran algo enormemente enriquecedor y positivo: las hondas convicciones de una Europa desconocida, llena de vigor, jovialidad y creatividad, que contrasta con la decadencia y el cansancio vital en tantos lugares de Occidente y nos muestra con claridad que ningún sistema totalitario o hedonista puede acallar las profundas voces del espíritu humano.

miércoles, 27 de marzo de 2019

LA GULA (PARTE II): SOBRE LOS OCHO ESPÍRITUS MALVADOS

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana, Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Las personas dominadas por la gula tienden a engullir mucho más allá del mero atracón. No se trata solo de matar el hambre o de alcanzar la hartura.


En este sentido, la gula se refiere a cantidad. Es un extremo por exceso. El extremo por defecto se llama frugalidad, entendida ésta como distante del justo medio que es la nutrición adecuada de la persona singular.

Escribió Evagrio Póntico sobre la gula:

“El ojo del goloso escruta con curiosidad los banquetes, mientras que la mirada del temperante observa las enseñanzas de los sabios”.

Existe otro tipo de gula que se relaciona con la exquisitez. Desde esta perspectiva, la comida y la bebida se someten a inspección, rebuscamiento y sondeo.

Por ejemplo, la Gula de la Exquisitez es la de aquel que se disgusta porque el pan tostado que le sirven a la mesa está horneado un poquito más de lo que le agrada, o un poquito menos de lo que le apetece.

No se trata de rellenar el estómago repetidamente entre comidas y demasiado pronto, ni paladear alimentos sofisticados y costosos. Tampoco me refiero a exagerar la importancia de extasiarse con las viandas al grado de ritualizar con desorbitada elegancia el deber de alimentarse. De ninguna forma resalto el comer o beber vorazmente.

Mas bien apunto a cierto tipo de gula relamida, afectada, grosera o narcisista anclada firmemente en lo más profundo del egoísmo intramundano. El desasosiego consiste en que no me sirven la comida “como me gusta”. No me sirven el café “justo a la temperatura que me agrada”.

La gula de la exquisitez va en detrimento de la salud mental porque es egocentrismo refinado. No se trata de lo que el cuerpo necesita, sino de mi propio placer en la medida que me place para que me plazca más aún. 

La finalidad es privilegiar mi preferencia en aspectos que de suyo no demeritan la nutrición.

Termino con otro aforismo que revela efectos notables porque incide directamente en la pérdida de rumbo hacia la adquisición de la plenitud humana intelectual.

“Una mente sobria se alcanza con una dieta muy magra, mientras que una vida llena de delicadezas arroja la mente al abismo”.

domingo, 24 de marzo de 2019

MITOLOGÍA GRIEGA: EL VUELO DE ÍCARO, HIJO DE DÉDALO

Pbro. José Martínez Colín
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

En una ocasión invitaron a cenar a santa Teresa de Jesús y a sus compañeras religiosas. Les sirvieron unas deliciosas perdices escabechadas. A las monjas, que estaban acostumbradas a mortificarse y al ayuno, les pareció excesivo lujo comérselas. Así se lo manifestaron a la santa: “Madre, ¿no será demasiado agasajo un manjar tan delicioso?” Y santa Teresa les quitó todo escrúpulo diciéndoles: “Hijas, cuando perdiz, perdiz; y cuando penitencia, penitencia”. Y se las comió sin ningún temor.


A veces existe la idea de que si se quiere cumplir la voluntad de Dios hay que sufrir siempre. Pero Dios nos ama y lo que quiere es nuestro bien. A veces será un camino de alegrías –las perdices- y otras de cruces –penitencia-. Lo que importa es el cumplimiento amoroso de la voluntad divina que nos lleva a nuestro bien.

El Papa Francisco reflexionó sobre la petición del Padre Nuestro: “Hágase tu voluntad”, donde afirma que ese deseo ha de estar lleno de confianza, seguros de que Dios quiere lo mejor para nosotros.

2) Para pensar

Se podría pensar que mi felicidad proviene de hacer lo que quiera. Y por ello, puede resultar difícil aceptar la voluntad de otro, incluso la de Dios. Pero eso significaría que no estamos confiando en Dios que sabe más que nosotros lo que nos conviene.

No suceda lo que aconteció a Ícaro, hijo de Dédalo en la mitología griega. Dédalo era un arquitecto y artesano muy hábil. Le construyó un laberinto a Minos, el rey de Creta, y éste, para que no revelara su secreto lo encerró junto a su hijo en la isla. Como no podían salir por mar, Dédalo fabricó unas alas para él y su hijo: Recolectó plumas de diferentes tamaños, ató las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, con la suave curvatura de las alas de un pájaro. 

Cuando al fin terminó, Dédalo batió sus alas y voló por los aires. Le enseñó a Ícaro a volar y le advirtió que no volase demasiado alto para que el calor del sol no derritiese la cera.

Volando huyeron del laberinto. Pero en su vuelo, Ícaro se dejó deslumbrar por cielo, el sol y un ansia de libertad, y comenzó ascender cada vez más hasta que el ardiente sol ablandó la cera que unía las plumas y estas se despegaron. Ícaro cayó al mar encontrando su fatal destino por querer hacer su voluntad. Su padre lloró amargamente y llamó Icaria a la isla cercana en memoria de su hijo. 

Pensemos si sabemos confiar en la voluntad de Dios. 

3) Para vivir

Al rezar “hágase tu voluntad”, no podemos hacerlo desconfiando o lamentándonos el tener que aceptar lo que Dios quiera. Porque, ¿cuál es esa voluntad que pedimos se cumpla? Nos lo dice san Pablo: “Dios quiere que todos los hombres se salven” (Tim 2,4). Dios quiere para nosotros el bien, la vida, la salvación. 

Por ello no rezamos como si fuéramos esclavos, sino hijos confiados. Comenzamos reconociendo a Dios como Padre Nuestro, para rezar como hijos libres.

Así fue la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní, cuando experimentó la angustia: “¡Padre, si quieres, aparta de mi esta cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya!”(Lucas 22:42). Jesús es aplastado por el mal del mundo, pero se abandona confiadamente al océano del amor de la voluntad del Padre. Una lección para vivirla.

jueves, 21 de marzo de 2019

DIEZ PÁGINAS WEB CON CONTENIDOS VALIOSOS

 Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

1. www.conoze.com : portal en el que escriben algunos especialistas y catedráticos con un enfoque didáctico sobre los temas de mayor debate en la opinión pública. Esta página web ha sido de mucha utilidad para personas que buscan respuestas a sus dudas y planteamientos claves.


2. www.interrogantes.net : Blog elaborado por el Catedrático Alfonso Aguiló, quién brinda respuestas a los principales interrogantes de la existencia humana. Incluye temas de formación familiar.

3. www.actadiurna.org: Blog del comunicador Diego Contreras en el que aparecen noticias, datos y comentarios relevantes para intentar comprender un poco mejor el mundo del tercer milenio.

4. www.aceprensa.com : uno de los portales de mayor calidad periodística, con medio siglo de actividad ininterrumpida, que aborda temas de palpitante actualidad sobre Economía, análisis estadísticos, política, Literatura, nuevos fenómenos sociológicos, reseñas de libros y películas, etc. Su contenido, en general, resulta bastante orientador y brinda criterios claros.

5. www.mercatornet.com: Sin duda, es uno de los portales mejor documentados, que profundiza y da continuidad a temas medulares sobre la cultura de nuestro tiempo: matrimonio, familia, promoción de la vida, formación de los hijos, educación y magisterio, libertad religiosa, etc. Y orienta a los padres de familia sobre asuntos importantes: drogadicción, sexualidad, pornografía, uso adecuado del internet… 

6. www.bioedge.org : Trata temas como eutanasia y suicidio asistido, aborto, fecundación artificial (homóloga y heteróloga), la experimentación con embriones humanos, el genoma humano y sus diversas problemáticas, las manipulaciones genéticas y otros temas acerca de la vida humana, que actualmente se están planteando tanto en el campo científico como en la opinión pública.

7. www.lafamilia.info : Aborda temas sobre el matrimonio, relación y convivencia entre los cónyuges, educación de los hijos y las problemáticas actuales que enfrenta la familia.

8. www.ideasrapidas.org : prontuario sobre cómo argumentar los temas más en boga. Se recomienda su uso cuando se deseen escribir comentarios breves a los medios de comunicación o para las tareas escolares sencillas.

9. www.arvo.net : artículos y videos, que incluyen conferencias y cursos sobre Antropología, Filosofía y Ética. Se incluye el blog de la reconocida especialista en Bioética, Dra. Natalia López Moratalla.

10. www.aciprensa.com: En tiempos en que, en algunos medios de comunicación, tienden a manipular las declaraciones del Papa y las noticias referentes a la Iglesia, este portal ofrece información serena, objetiva y confiable. El mismo criterio podríamos expresar de www.romereports.com con videos y noticias del día a día del Papa. Lo dirigen comunicadores expertos en temas del Vaticano. Esta página web ha ido adquiriendo prestigio internacional por su seriedad profesional y oportunidad noticiosa.

miércoles, 20 de marzo de 2019

LA GULA: UNO DE LOS OCHO ESPÍRITUS MALVADOS

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana, Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Elagabalus alcanzó el trono del Imperio Romano a los catorce años de edad y reinó de 218 a 222 dC. En la Batalla de Antioquía -218 dC- en Siria, las tropas de Elagabalus vencieron a la guardia pretoriana del emperador Macrino.



Decapitado este último, le sucedió el joven emperador Heliogábalo -en castellano- quién comenzó a reinar hasta ser asesinado en 222 D. C. Se le recuerda porque propagó entre sus adeptos la degeneración, la destemplanza y el desenfreno por medio de la práctica personal de actos lamentables y patéticos.

Se cuenta que tuvo más de cinco esposas, y él mismo se pervirtió en el palacio imperial.

El nombre gula proviene del latín gula que significa garganta, tragar, deglutir.

Cuando ésta necesidad natural del ser humano por comer y beber sale del cauce normal, se convierte en un extremo por exceso y conduce al espíritu malvado del mismo nombre.

Aunque el sobrenombre Elagabalus proviene de su ciudad natal El-Gabal, pronto se asociaron a la palabra gula sus excesos en la comida y la bebida.

Evagrio Póntico escribió el siguiente aforismo:

“El origen del fruto es la flor y el origen de la vida activa es la templanza; quien domina el propio estómago hace disminuir las pasiones, al contrario, quien es subyugado por la comida incrementa los placeres” (Cap. I).

Es mejor ser dueños de nuestras pasiones o emociones a ser esclavo de ellas. En efecto, quien domina el propio estómago, es decir, la tendencia natural placentera que proporciona el comer y beber, mejora notablemente la “vida activa” entendida ésta como la “praktiké” griega, es decir, las acciones y decisiones que conforman el entramado de la vida diaria.

Vencer la gula aporta las disposiciones necesarias para el desarrollo personal, acrecienta la plenitud humana y multiplica las oportunidades de rendimiento profesional. 

El glotón difícilmente adquiere las habilidades indispensables para superarse en su propia vida porque carece de disciplina para dominarse a sí mismo.

Al glotón le falta potencia y energía, carece de empuje por la simple razón de que no es dueño de sí mismo. Es dominado por su estómago de manera que solo busca los placeres de comer y beber.

Aconsejo practicar la "Enkráteia" griega, en la modalidad de templanza o autocontrol individual en todos los aspectos de la vida ordinaria, en particular los placeres fungibles.

Con el hábito de templanza se obtendrá la fuerza interior necesaria para ser dueño de la propia garganta.

lunes, 18 de marzo de 2019

LA HISTORIA DE UN AFORTUNADO ERROR

Pbro. José Martínez Colín,

articulosdog@gmail.com

1) Para saber


¿Por qué no se acaba ya el mal? El mundo está marcado por el pecado, dice el Papa Francisco, poblado por tanta gente que sufre, por personas que no se reconcilian y no perdonan, por guerras y por
formas de explotación; por ejemplo, la trata de niños. ¿Acaso Dios no podría acabar con ese mal? 


A esa pregunta, el Papa Francisco nos recuerda la parábola de Jesús: el Reino de Dios se asemeja a un campo donde el trigo bueno y la cizaña crecen juntos: el peor error sería extirpar inmediatamente las malas hierbas, pues se eliminaría también mucha hierba buena. 

Además, tampoco se le daría tiempo al pecador de convertirse. Dios no es como nosotros, Dios sí tiene paciencia y espera nuestra conversión. Dios quiere que todos se salven. El Reino de Dios se instaurará en el mundo, pero no con violencia, sino con mansedumbre (cf. Mt 13, 24-30).

2) Para pensar

Dios sabe más y tiene sus tiempos, valiéndose incluso de nuestros
errores, como le sucedió al padre Gregorio. 

En un hospital de Los Ángeles, en Estados Unidos, cerca de la medianoche del 31 de diciembre del año 2017, solicitaron al padre Gregorio Hidalgo, conocido como el padre Goyo, que atendiera a una enferma. La persona encargada de la oficina le escribió el nombre de la persona, y la habitación 252. Además le dijo que no era una emergencia, pero quería comulgar el último día del año.

El P. Goyo, quien tenía menos de dos años de ordenado, al llegar  a
la habitación, vio a una mujer sobre la camilla. Le dijeron que se estaba muriendo. El sacerdote le preguntó a la enferma si quería confesarse y le contestó que sí. 

Tras confesarla, le impartió la unción de los enfermos, así como la Eucaristía. Comenta el padre: “fue un momento muy de Dios y alegre, pensaba que era muy bonito llevar a Dios al final del año y aquella mujer agonizante se quedó con mucha paz y tranquilidad en el rostro”.

Al salir, el P. Goyo le preguntó al enfermero el apellido de la persona que visitó. Entonces se dio cuenta del error, le habían escrito 252 en vez de 272. 

Y comenta el padre Goyo: “Me pareció más bonito. Que Dios haya usado un error mío para hacer algo tan maravilloso: abrirle las puertas del cielo. Fue increíble porque no fue espectacular. El mejor error que he cometido. Que nos dejemos usar por Dios. ¡Gracias a Dios por usar mis errores!”. 

La señora falleció a las dos horas.

3) Para vivir

En su reflexión sobre el “Padre nuestro”, el Papa Francisco comentó la invocación “venga a nosotros tu Reino” (Mt 6, 10). Este
Reino ya ha comenzado, pero no se ha completado: muchos viven con el corazón cerrado. Por eso hemos de seguir pidiendo: “¡Venga a nosotros tu Reino!”. Es como decir: “¡Padre, te necesitamos!, ¡Jesús te necesitamos! ¡Necesitamos que en todas partes y para siempre seas Señor entre nosotros!”.

El Papa Francisco nos invita a regalar esta invocación, “¡Venga a nosotros tu Reino!”, a las personas que están derrotadas y dobladas por la vida, a los que han saboreado más odio que amor, a los que luchan por la justicia, a los que piensan que el mal domina este mundo. Entonces se encenderá para el mundo entero la luz de la esperanza en los corazones esperando el regreso definitivo de Jesús.

viernes, 15 de marzo de 2019

CARNAVAL, CUARESMA Y CONVERSIÓN

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

La cultura moderna mantiene algunas trazas de sus raíces cristianas. Una de ellas es la celebración anual del Carnaval. En efecto, el sentido de la celebración era materialmente “desmelenarse” antes de comenzar la penitencia cuaresmal, con sus ayunos y abstinencias. La cultura contemporánea conserva el carnaval, la fiesta, olvidando la penitencia. 


Podría parecer una selección oportunista de elementos a mantener, preservamos lo agradable relegando lo odioso. En realidad, sin embargo, olvidar la cuaresma oscurece el valor de la conversión y todas las oportunidades que ella encierra; nos perdemos la mejor parte de la fiesta.

El carnaval, contra lo que pudiera pensarse, no es necesariamente “malo”. Hay lugares donde constituye un auténtico evento cultural, caleidoscopio de diversas tradiciones que se funden en una celebración, como en Venecia, en otros quizá, puede convertirse en una gigantesca cantina o burdel, como en Río de Janeiro. 

Luego, las personas que participan, independientemente del lugar, pueden vivirlo de diversas formas. Pero ello cobraría sentido y autenticidad si fuera la fiesta previa a la severidad del examen y el ayuno.

La visión cristiana de la vida incluye, en inestable equilibrio, ambos elementos, los cuales se hacen mutuamente contrapeso. El carnaval constituye una expresión de la alegría cristiana de vivir, que da lugar a la fiesta y, con ella, al derroche y la celebración. Supone el agradecimiento a Dios por sus dones y la confianza de que en un futuro no faltarán. 

La alegría encuentra así un cauce natural de expresión, siendo una de las notas características del cristianismo. Esa alegría no es solo íntima e individual, sino también social y cultural, dando lugar a la fiesta y, dentro de ella, al carnaval. 

Para eliminar todo recelo puritano al respecto, no debemos olvidar que el primer milagro de Jesús fue convertir el agua en vino en el contexto de una boda, y que la misma Sagrada Escritura habla de “beber tu vino con alegre corazón” (Eclesiastés, 9, 7). La revelación está llena de imágenes de bodas y de fiestas. La alegría, en fin, es nota distintiva de la fe plasmada existencialmente. 

Ello ha dado pie, además, a toda una tradición musical, de baile, de fuegos artificiales, alegría y color, que son expresión de ese gozo. Como siempre, el peligro está no en el uso sino en el abuso. La templanza y prudencia permiten moderar racionalmente el goce de esos bienes, de forma que alegrando la vida den también gloria a Dios.

¿De qué se pierde la cultura cuando olvida la cuaresma? De una de las más grandes cualidades humanas, de uno de los mayores dones que tiene el hombre: la capacidad de convertirse y rectificar. 

A tal medida ha llegado ese oscurecimiento, que suele verse la rectificación como algo vergonzoso, cuando es señal de nuestra inherente dignidad y manifestación de realismo e inteligencia.

 Oscurece también la comprensión de Dios, pues su característica fundamental es la Misericordia, manifestando su omnipotencia particularmente en la capacidad de perdonar y de rehacer, volver a hacer nuevo, lo que estaba torcido.

Así, cuando a alguna persona le preguntan si se arrepiente de algo y lo niega, es señal de que se desconoce a sí misma o no se da cuenta del impacto que su vida tiene en el entorno. Lo triste de esa situación es que clausura la puerta hacia la excelencia. No descubrimos en nuestros defectos oportunidades de mejora, y con ella, de cambio para generar un mundo mejor. Es la cristalización nociva de un estado de cosas mediocre. 

Por el contrario, el reconocer que no somos perfectos, que no todo lo hacemos bien, a la par de realista nos ofrece la posibilidad de cambiar y generar con ello una mejor situación, un empeño concreto por perfeccionar la sociedad en la que vivimos.

La cuaresma se inserta ahí: es el tiempo en el cual se nos invita a realizar un balance, reconociendo nuestras fuerzas, pero también nuestras debilidades, con el deseo de no resignarnos, sino de atrevernos a cambiar. 

Es, además, un tiempo de gracia, en el cual emprendemos la ardua tarea de la reforma personal y social, primero en nuestro interior y de ahí a nuestro entorno, contando con la ayuda de Dios y la intercesión de los demás fieles de la Iglesia empeñados en el mismo proceso. 

Por ello es un tiempo alegre, que parte de la fiesta del Carnaval y culmina en la fiesta de la Pascua, más larga que la cuaresma. Ambas celebraciones adquieren pleno contenido si están mediadas por ese tiempo de auténtica renovación interior.

LA FORMACIÓN DE LOS HIJOS A TRAVÉS DE LAS BUENAS LECTURAS

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Con la invasión de las tecnologías digitales en jóvenes y niños, es fundamental que los padres de familia no pierdan de vista la prioridad que entraña el fomentar el hábito de las buenas lecturas. Y pongo énfasis en llamarlas “buenas lecturas” porque hay libros que resultan perniciosos y desorientadores en la formación de los chicos.


¿Qué es lo que activa en el cerebro el despertar la afición por las lecturas? En primer lugar, hay que tomar en cuenta que la inteligencia tiene una capacidad asombrosa de aprender fechas, lugares, historias de personajes, anécdotas, etc.

Si los hijos no la ejercitan es similar a cuando se tiene un coche de carreras Fórmula 1, con un motor imponente, y se prefiere guardarlo en la cochera, quedando la mente entelarañada y perezosa. 2) En cambio, cuando se practica la lectura se tiene una participación muy activa dentro de la trama, ya que el lector va hilvanando ideas y conceptos y sacando sus propias conclusiones. 3) Las lecturas contribuyen a expresarse mejor, a mejorar la sintaxis y la ortografía. 4) También avivan la creatividad, el ingenio y la imaginación, herramientas claves para el posterior desarrollo académico. 5) Es notorio que cuando un chico no lee, se manifiesta en que le falta lógica en su discurso y no discurre con facilidad. 6) Y, finalmente, carece de un bagaje cultural tan necesario en el desempeño profesional.

¿Qué lecturas básicas recomiendo? Me he dado a la tarea de elaborar un elenco de lecturas formativas y recomendables. Comencemos por la Literatura Clásica: “La Ilíada” y “La Odisea” de Homero; “La Eneida” de Virgilio; “Historia de Roma” de Tito Livio, “Los Diálogos” de Platón.

Sobre la Literatura de la Edad Media: “La Divina Comedia” de Dante Alighieri, “Los Milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo de Berceo, “Las Cantigas” de Alfonso X, el Sabio. 

Escritores españoles del siglo XVI-XVII: “Naufragios” de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, “Cartas de Relación” de Hernán Cortés, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, “La Vida es Sueño” de Calderón de la Barca.

Lecturas recomendables del siglo XIX: “Oliver Twist” y “David Copperfield” de Charles Dickens; “Moby Dick” de Herman Melville, “La Isla del Tesoro” de Robert Louis Stevenson, “La Dama de Blanco” de Wilkie Collins; “Los Hermanos Karámazov”, “El Jugador”, “Crimen y Castigo” de Fiódor Dostoyevski; “La Guerra y la Paz” y “Cuentos Escogidos” de León Tolstói, “Narraciones Extraordinarias” de Edgar Allan Poe; “Las Aventuras de Sherlock Holmes” de Arthur Conan Doyle; las obras completas de Julio Verne y Emilio Salgari.

Libros interesantes del siglo XX: “El Principito” de Antonio de Saint-Exupéry; “1984” y “Rebelión en la Granja” de George Orwell; “Don Camilo” de Giovanni Guareschi; “Un día en la vida de Iván Denísovich”, “Pabellón de Cáncer” y “Cuentos en Miniatura” de Alexandr Solzhenitsyn; “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury, “Matar a un Ruiseñor” de Harper Lee, las obras completas de Agatha Christie, “El Viejo y el Mar” de Ernest Hemingway, “La Tierra Baldía” de Thomas S. Eliot; “El Señor de los Anillos” de J. R. R. Tolkien; “El Diario de Ana Frank” de Anne Frank; “La Sombra del Ciprés es Alargada”, “La Señora de Rojo sobre Fondo Gris” y “El Príncipe Destronado” de Miguel Delibes.

La lista se podría extender mucho más, pero me parece que con estas obras célebres de la Literatura Universal que he mencionado, podrían contribuir a despertar en los hijos el hábito por las buenas lecturas.

miércoles, 13 de marzo de 2019

DE LOS OCHO ESPÍRITUS MALVADOS. LA SOBERBIA (III)

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana, Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Evagrio Póntico usa el término kenodoxía --de kenós “vacío, vano” y dóxa, “opinión”— para explicar la imagen de sí mismo que el soberbio proyecta a los demás, con base en actitudes simuladas o ridículas por su trivialidad.


“No entregues tu alma a la soberbia y no tendrás fantasías terribles”.

¿Qué ganamos amando la gloria que da el mundo? Porque así como la gloria, la fama y el poder se recibe de otros, de la misma manera se pierden las tres. 

Las fantasías excesivas que provocan estos bienes desfiguran el entorno vital porque colocan al soberbio en dependencia de la voluntad de otro que las concede.

“El susurrar de las copas de los árboles aterroriza al soberbio y el sonido del agua destroza su alma”.

Difícilmente acepta que es polvo y barro, es decir, no puede soportar en su horizonte existencial a otros mejores que él. Así como el agua calma la sed de todos, el soberbio se cree indispensable en cualquier situación. 

Desea regular a los demás y no acepta ser regulado por ninguna voluntad superior. Desea dirigir la orquesta y, al mismo tiempo, tocar un instrumento. Quiere dirigir pero no acepta ser encauzado.

Reconoce los errores ajenos pero no los propios. ¿De qué te enorgulleces oh hombre, cuando por naturaleza eres barro y podredumbre y por qué te elevas sobre las nubes?

Recuerdo el siguiente epitafio, que dice así: “Aquí yace Humberto Romero. De joven perdió la salud por hacer dinero. De viejo perdió el dinero para conseguir la salud. Aquí, sin salud y sin dinero yace Humberto Romero.” 

De un desacierto se originan diferentes y numerosos errores. De la soberbia nacen muchos desatinos. Y al final, todo acaba. 

“Contempla tu naturaleza porque eres tierra y ceniza y dentro de poco volverás al polvo, ahora soberbio y dentro de poco gusano”.

El mundo resquebrajado del soberbio al fin se deshace y termina por devastarlo de forma ridícula y cruel. Desde cierta perspectiva —y de muchas maneras-- la desaparición de ese ámbito puede ser el de tanta gente que comparte el espacio y el tiempo de este espíritu malvado, el más demoledor de todos.

Nadie escapa a los gusanos. Cuando nos encontremos con la muerte, dirán de cada uno en buen latín: Caro dabit vermis! CA-DÁ-VER. Carne dada a los gusanos. Así concluye la parte corporal. 

¿De que presumimos? Finalmente, todo termina en una aniquilación histórica.

lunes, 11 de marzo de 2019

"HE OLVIDADO CUÁL ES MI DESTINO"


Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Cuentan que el gran escritor inglés G. K. Chesterton era tan inteligente como despistado. En una ocasión que iba viajando en tren, el revisor le pidió su boleto. Chesterton empezó a buscarlo pero no lo encontraba. Revisaba todos sus bolsillos y no lo hallaba. Se iba poniendo cada vez más nervioso, comenzando a sudar. Entonces el revisor, que lo conocía, le dijo: “Tranquilo, no se preocupe, no le voy a cobrar otro boleto”. Pero el escritor le repuso: “No me importaría pagar otro boleto; lo que me preocupa y mucho, es que he olvidado a dónde voy”.



Lo que no pasa de ser una anécdota, se puede convertir en una tragedia cuando se pasa por la vida sin saber a dónde se va. Para ello la Cuaresma sale en auxilio. Dice el Papa Francisco que la Cuaresma es el tiempo para redescubrir la ruta de la vida. Porque en el camino de la vida, como en todo viaje, lo que realmente importa es no perder de vista la meta.

2) Para pensar

Así como en un largo viaje, alguien puede llegar a dormirse, en el viaje de la vida también podemos dormirnos y no darnos cuenta hacia dónde nos dirigimos. Por ello, dice el Papa Francisco que la Cuaresma es un despertador.

El signo de la ceniza en la cabeza nos despierta para revisar hacia dónde va mi vida. Si buscamos solo las realidades terrenales, acabamos por no tener nada pues todo se desvanece, como el polvo en el viento: Los bienes son pasajeros, el poder pasa, el éxito termina. 

La cultura de la apariencia, hoy dominante, que nos lleva a vivir por las cosas que pasan, es un gran engaño. Porque es como una llamarada: una vez terminada, quedan solo las cenizas. La Cuaresma es el momento para liberarnos de la ilusión de vivir persiguiendo el polvo.

Nos invita el Papa para que cada uno se pregunte: “¿en el camino de la vida, busco la ruta? ¿O me conformo con vivir el día, pensando solo en sentirme bien, en resolver algún problema y en divertirme un poco? ¿Hacia a dónde me dirijo? ¿Tal vez la búsqueda de la salud, que muchos dicen que es hoy lo más importante, pero que pasará tarde o temprano? ¿Quizás los bienes y el bienestar? Sin embargo no estamos en el mundo para esto. El Señor es la meta de nuestro peregrinaje en el mundo. Y toda ruta se ha de trazar en relación a él.

En eso consiste la conversión de la que se oye hablar estos días cuaresmales: Convertirse es redirigirse al Señor.

3) Para vivir

En este viaje de regreso a lo esencial, que es la Cuaresma, el Evangelio propone recorrer tres etapas sin hipocresía: la oración, la limosna y el ayuno, ha recordado el Papa. Pero, ¿para qué sirven?

El Papa Francisco responde: Porque nos devuelven a las tres únicas realidades que no pasan. La oración nos une de nuevo con Dios, miramos a lo Alto; la limosna no une con el prójimo, nos libra de la vanidad, del tener desordenado; el ayuno no une con nosotros mismos, nos libra de vanidades. 

Son tres realidades que no se acaban: Dios, los hermanos, mi vida: tres inversiones para un tesoro que no se acaba.

La Cuaresma es un tiempo de gracia para liberar el corazón de las vanidades, un tiempo para recuperarnos de las adicciones que nos seducen, un tiempo de conversión. 

viernes, 8 de marzo de 2019

¿CÓMO FORMAR A LOS HIJOS EN LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES?

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Es cada vez más frecuente escuchar quejas de padres de familia porque no saben exactamente qué hacer con sus hijos en su adicción a las tecnologías digitales. Muchos profesores plantean el mismo problema con respecto a sus alumnos.


En muchos lugares públicos, decenas y decenas de adolescentes manifiestan tener adicción a los celulares y se observa que no pueden prescindir de él, ni por un momento.

Por otra parte, toda esta inversión de horas a destajo en las tecnologías está afectando al rendimiento académico de los alumnos, con una alarmante pérdida de concentración mental. 

También, es fácil constatar que estos adolescentes ya no tienen el gusto por conocer a otras personas y entablar una enriquecedora conversación. Prefieren estar mirando su celular a toda hora, incluso a altas horas de la noche.

No hace mucho tiempo que conocí al comunicador español radicado en Roma, Luis Blázquez, quien pertenece a la organización “Interaxion Group” (www.interaxiongroup.org) y cuyo actual presidente es el Profesor inglés, James Arthur.

Se trata de todo un paquete de ayuda para los jóvenes que presentan estos problemas. A través de clases, conferencias y cursos brindan orientaciones prácticas para profesores, padres y orientadores familiares con la finalidad de ofrecer herramientas para educar a sus hijos o alumnos en el uso adecuado de las tecnologías.

En su página web, en forma permanente presentan cursos en línea. Por ejemplo, para este mes de marzo está dándose el curso “El mundo digital y los adolescentes: retos y oportunidades”.

Abordan temas delicados y de mucha actualidad, por ejemplo, la adicción a la pornografía. Y ellos plantean estas preguntas y proponen soluciones: ¿Cómo les hablo a mis hijos de la pornografía? ¿Qué hago si sospecho que mi hijo está comenzando a ser un adicto? ¿Puedo educar a mis hijos para que caigan en esa trampa? ¿Cómo protejo a mis hijos de la pornografía?

De igual forma, abren horizontes a los padres de familia para que sepan adelantarse y plantear a sus hijos el tener un horario interesante de actividades a lo largo del día y de la semana; el que sepan fomentarles hobbies o aficiones sanas y divertidas, como las buenas lecturas, el deporte y los paseos por el campo o culturales; orientar a los hijos en la selección de sus amistades; aprender a socializar y conversar con las personas, sin importar si son mayores.

También, ponen en guardia a los papás contra el llamado “ciberbullying” y el “sexting” (transmisión de fuertes imágenes sexuales). Animan a reflexionar sobre qué videojuegos pueden beneficiar o perjudicar a sus hijos.

También informan a los padres de familia sobre las redes sociales que existen hoy en día y recomiendan que estén interesados y enterarse de cómo las utilizan sus hijos, el tiempo total que invierten y qué tanto afectan a sus estudios y a las relaciones interpersonales.

Por supuesto, que se subraya en primer lugar la maravilla de todas las ventajas que ofrece internet, el gran bien que está haciendo y cómo ha revolucionado a la educación. Basta pensar en las Maestrías y Doctorados que se cursan en línea de un continente a otro. 

Sin duda, que este esfuerzo que realiza “Interaxion Group” es admirable y digno de replicarse por el bien de nuestros jóvenes y de la misma sociedad.

jueves, 7 de marzo de 2019

LA MODA DE LOS TATUAJES

P. Mario Arroyo Martínez,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

En el Antiguo Testamento hay una prohibición de hacerse tatuajes (Levítico 19, 28: “No se harán incisiones en la carne a causa de los muertos, ni tampoco se harán tatuajes. Yo soy el Señor”). Pero, personalmente, pienso que es parte del conjunto de preceptos bíblicos que tienen más bien un carácter provisional, como el no comer carne de cerdo, permitir el divorcio o lapidar a los adúlteros.


El Catecismo de la Iglesia Católica no lo condena, pues no aparece ni en la parte que habla del respeto a la salud, ni en la que trata del respeto a la integridad corporal, ambas como concreción del quinto mandamiento (“No matarás”). 

Al respecto, únicamente afirma: “La moral exige el respeto de la vida corporal, pero no hace de ella un valor absoluto. Se opone a una concepción neopagana que tiende a promover el culto del cuerpo, a sacrificar todo a él, a idolatrar la perfección física y el éxito deportivo. Semejante concepción, por la selección que opera entre los fuertes y los débiles, puede conducir a la perversión de las relaciones humanas” (n. 2289).

Existe un principio moral, de raíz religiosa, que nos lleva a respetar el propio cuerpo, como miembro de Cristo y templo del Espíritu Santo. Prohíbe mutilarnos, causarnos daños innecesarios, o despreciar al cuerpo, en el más puro estilo dualista maniqueo (el cuerpo sería malo, mientras que el alma buena; lo corporal malo, lo espiritual bueno). Ese principio nos lleva a evitar los abusos en lo que alcohol, drogas o tabaco se refiere. 

Ni idolatrar al cuerpo ni despreciarlo; por el contrario, debemos valorarlo y buscar presentarlo de forma acorde con su valor y dignidad. El exhibicionismo, la desnudez impúdica (no la artística), y la pornografía van contra esta dignidad. 

Por el contrario, la elegancia y buena presentación van conforme al valor del cuerpo y su dignidad; se configuran también como una forma de respeto y caridad con los demás. Estar presentables, y en la medida en que sea posible, atractivos, es una manera de valorarse y respetar a los demás, buscando hacer amable la convivencia.

Sin embargo, la forma que toma la buena presentación y la elegancia, o cómo se configura en concreto el hacer amable la convivencia y presentable el propio cuerpo, no es algo absoluto. 

En realidad, es relativa al tiempo y lugar, no siendo algo fijo ni rígido. Las modas van cambiando, así como los modos de percibir los gestos o la forma de vestir. Así, ya no usamos peluca ni sombrero, o los jeans que antes estaban mal vistos son ahora normales y un largo etcétera. 

No quiere decir esto, obviamente, que la moda o lo común automáticamente sean buenos, pues con frecuencia explotan el morbo humano y los bajos fondos pasionales, provocando el escándalo como una forma de llamar la atención. La tentación que tienen los diseñadores de convertir el cuerpo en objeto es grande.

La cuestión estriba entonces, me parece, en la intencionalidad con la que uno se realice el tatuaje. No pienso que necesariamente signifique desprecio del cuerpo o un rechazo del mismo, o el complejo de no ser atractivo, o el prurito de llamar la atención. Eso lo ve cada quien en su conciencia. 

Personalmente solo animaría a pensárselo bien, teniendo en cuenta el valor que tiene el cuerpo y el carácter definitivo del tatuaje, precisamente para que no se vuelva una cuestión de llamar la atención o de dar prioridad a la moda.

Hay tatuajes que se ven muy bien, incluso hay algunos bonitos con motivos religiosos (he estado tentado de ponerme uno de la Virgen de Guadalupe). Otros son discretos e incluso elegantes. 

En fin, algunos más son exagerados o excesivos, en el sentido de cubrir amplias partes del cuerpo, otros provocativos, por ponerse en lugares que dirigen la atención a las partes voluptuosas, o por tener motivos obscenos. En esos casos no es correcto, por el motivo o su
intencionalidad implícita.

En resumen, no me animaría a dar una regla general del tipo: "todo tatuaje es pecado"; ni tampoco "todo tatuaje está bien". Depende de muchos factores, siendo muy importante la intencionalidad. Otra cosa es si lo recomiendo o no. 

Yo no lo recomendaría, como no recomendaría fumar, aunque no me parece que necesariamente tener un tatuaje sea malo. Hay personas a las que sí les queda bien, pero quizá un tatuaje que se ve bien a los 20, 30 o 40 no se vea tan bien a los 60, 70 u 80. Sería bueno tomarlo en cuenta a la hora de decidir ponérselo o no.

miércoles, 6 de marzo de 2019

DE LOS OCHO ESPÍRITUS MALVADOS. LA SOBERBIA (II)

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana, Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Un señuelo común y corriente que atrapa a la persona soberbia consiste en no darse cuenta del estado lamentable en que se encuentra. Desde la perspectiva antropológica, este espíritu malvado incita al sujeto a considerarse el centro de atención de los demás. Escribe Evagrio Póntico:


“La soberbia es un tumor del alma lleno de pus. Si madura, explotará, emanando un horrible hedor. El resplandor del relámpago anuncia el fragor del trueno y la presencia de la vanagloria anuncia la soberbia. El alma del soberbio alcanza grandes alturas y desde allí cae al abismo.”

Todo debe girar en torno al soberbio: le importa más la propia exaltación que el éxito del otro; subestima las opiniones y sugerencias del prójimo porque acentúa su exclusiva forma de pensar; imagina y presume la excelencia de sus juicios porque nunca se equivoca; es arrogante en los razonamientos, actitudes y consideraciones; no puede deshacerse del sentimentalismo casi enfermizo que le atenaza porque se siente agraviado en situaciones que en modo alguno lastiman a nadie.

Es un tumor que llena la existencia y dificulta el trabajo en equipo. Si no se le pone remedio pronto, el absceso crece en fetidez que provoca fuertes dosis de soledad y temor. Ahuyenta al prójimo. El soberbio se imagina en un pedestal de grandes alturas; se parece más a un dios porque solamente él conoce el bien y el mal.

Difícilmente acepta que es arrogante. Y mientras crece desmesuradamente su autoestima se aproxima con celeridad a su propia caída, que será más dolorosa cuanto más en alto lo coloque su imaginación. Se vuelve tristemente cómico cuando considera sus propios vicios como cualidades positivas. Sobra decir que en los otros descubre únicamente maldades y desatinos.

Otro aforismo: “Como aquel que trepa en una telaraña se precipita, así cae aquel que se apoya en sus propias capacidades. Una abundancia de frutos doblega las ramas del árbol y una abundancia de virtudes humilla la mente del hombre.”

El soberbio no acepta que otros sean mejores que él. Pronto resbala de su obelisco –de su telaraña— porque pesa demasiado para ser respaldado por su esquema mental. Tantas cualidades –imaginarias, por supuesto— revientan la resistencia de la rama. Todo termina en humus, en tierra, en nada.

No vale la pena cultivar este espíritu malvado por ser una inclinación excéntrica a la propia excelencia. Como tampoco sobra crecer un poco más en la capacidad de escuchar, comprender y dar importancia al prójimo más próximo.

martes, 5 de marzo de 2019

LA PROFUNDIDAD ASOMBROSA DEL DIÁLOGO

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Si queremos conocer algo, es un buen método analizar sus partes. En la medicina, por ejemplo, se requieren análisis de sangre, para observar las distintas partes de que está compuesta y así diagnosticar mejor. Por ello es interesante el análisis del “Padre nuestro” que el Papa Francisco va realizando.


Podemos encontrar en el “Padre Nuestro” siete invocaciones, dice el Papa, las cuales están divididas en dos subgrupos: Las tres primeras tienen el “Tú” de Dios Padre como centro; las otras cuatro tienen en el centro el “nosotros” y nuestras necesidades. 

En la primera parte, Jesús nos hace entrar en sus deseos dirigidos al Padre: “Santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad”; en la segunda es Él quien entra en nosotros y se hace intérprete de nuestras necesidades: el pan de cada día, el perdón de los pecados, la ayuda en la tentación y la liberación del mal.

En esta ocasión el Papa se refirió a la primera invocación: “¡Santificado sea tu nombre!”. En esta petición se expresa la admiración de Jesús por la belleza y la grandeza del Padre, y su deseo de que todos lo reconozcan y lo amen. 

Al mismo tiempo, está la súplica de que su nombre sea santificado en nosotros, en nuestra familia, en nuestra comunidad, en el mundo entero. Podemos contribuir a ello si manifestamos la santidad de Dios en el mundo con el ejemplo.

2) Para pensar

Si aconsejamos rezar el “Padre nuestro”, alguien podría objetar que no siente gusto al hacerlo. Se puede responder que no se reza por placer. Pero además, resulta que rezando sin gusto, el alma se va transformando hasta que llega a disfrutar de la oración. En cambio, si nunca se reza, jamás se adquirirá el gusto por rezar.

Al respecto, hay un consejo sobre la oración que Santa Catalina de Siena escribe en su libro “El Diálogo”. Son palabras que le dice nuestro Señor sobre la oración vocal: “El alma no debe dejarla nunca. Y así con la perseverancia logrará gustar de la oración… pues la oración perfecta no se adquiere con muchas palabras, sino con el afecto del deseo que se levanta a Mí, con conocimiento de sí mismo y de mi bondad”.

La persona que acepta su condición limitada y necesitada, sabe que necesita orar y no dejarla. Pensemos si somos humildes y constantes en nuestra oración.

3) Para vivir

El Papa Benedicto XVI decía que los santos del Paraíso nos recuerdan que el apoyo diario para no perder jamás de vista nuestro destino eterno es, ante todo, la oración.

Cuando hablamos con Dios, no lo hacemos para revelarle lo que tenemos en nuestros corazones, pues Él lo sabe mucho mejor. Se trata de ponernos en sus manos providentes. Dice el Papa Francisco que es como rezar: “Señor, tú lo sabes todo, ni siquiera hace falta que te cuente mi dolor, solo te pido que te quedes aquí a mi lado: Tú eres mi esperanza”.

Así, la oración ahuyenta todo miedo. El Padre nos ama, el Hijo levanta sus brazos al lado de los nuestros, el Espíritu obra en secreto por la redención del mundo. ¿Y nosotros? Nosotros no vacilamos en la incertidumbre, sino que tenemos una certeza: Dios me ama; Jesús ha dado la vida por mí; el Espíritu está dentro de mí. Y esta es la gran cosa cierta. ¿Y el mal? Tiene miedo. Y esto es hermoso, concluye el Papa Francisco.