miércoles, 27 de febrero de 2019

LA SOBERBIA, UNO DE LOS OCHO ESPÍRITUS MALVADOS

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana, Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Si contra algo debemos estar prevenidos es contra el espíritu malvado de la soberbia. De los ocho, este es el más frecuente y maligno. Es el peor de todos y el más ridículo. Provoca tales alucinaciones que la persona atacada por este espíritu se viste de apariencia y simulación.


El soberbio se infla de autosuficiencia y fingimiento hasta que desaparece en la nada, en el vacío. Se agita de las grandes alturas en dirección al abismo Quién se considera superior, único e imprescindible acaba contemplándose a sí mismo en el espejo del autoengaño. Los demás le retribuyen con el sarcasmo de su trivial arrogancia.

En esta ocasión copio textualmente algunos de los aforismos de Evagrio Póntico sobre la soberbia. Escribiré algunos comentarios en la próxima columna.

Como se puede comprobar, no dejan de ser actuales:

“La soberbia es un tumor del alma lleno de pus. Si madura, explotará, emanando un horrible hedor. El resplandor del relámpago anuncia el fragor del trueno y la presencia de la vanagloria anuncia la soberbia. El alma del soberbio alcanza grandes alturas y desde allí cae al abismo.”

“Como aquel que trepa en una telaraña se precipita, así cae aquel que se apoya en sus propias capacidades. Una abundancia de frutos doblega las ramas del árbol y una abundancia de virtudes humilla la mente del hombre.”

“No entregues tu alma a la soberbia y no tendrás fantasías terribles. De noche se imagina manadas de bestias que lo asaltan y de día se ve alterado por pensamientos de vileza. Cuando duerme, fácilmente se sobresalta y cuando vela los asusta la sombra de un pájaro. El susurrar de las copas de los árboles aterroriza al soberbio y el sonido del agua destroza su alma.”

¿De qué te enorgulleces oh hombre, cuando por naturaleza eres barro y podredumbre y por qué te elevas sobre las nubes?”

”Contempla tu naturaleza porque eres tierra y ceniza y dentro de poco volverás al polvo, ahora soberbio y dentro de poco gusano.¿Para qué elevas la cabeza que dentro de poco se marchitará?”

“El soberbio es como un árbol sin raíces y no soporta el ímpetu del viento. Una mente sin jactancia es como una ciudadela bien fortificada y quien la habita será incapturable. Un soplo revuelve la pelusa y el insulto lleva al soberbio a la locura. Una burbuja reventada desaparece y la memoria del soberbio perece.

La palabra del humilde endulza el alma, mientras que la del soberbio está llena de jactancia” (Cap. XVII y XVIII).

lunes, 25 de febrero de 2019

UN AMOR INFINITO QUE NUNCA TRAICIONA

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Aunque hoy en día están de moda los tatuajes, esa costumbre es muy antigua. En el Antiguo Testamento se refiere a ellos para expresar que el amor de Dios es permanente: “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido.



Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada “(Isaías 49: 15-16). El amor que Dios nos tiene es estable y estamos en sus manos de modo imborrable.

Eso es lo que nos indica la frase “que estás en el Cielo” del “Padre Nuestro”. Señala que el amor de Dios es distinto al humano. El Papa Francisco continuando con la catequesis sobre el “Padre nuestro”, afirma que la oración cristiana nos introduce en el misterio de la paternidad de Dios. 

El amor del Padre es un amor paterno perfecto, estable, no como una paternidad humana limitada, voluble e imperfecta. Al llamarle Padre a Dios, hemos de purificar nuestra idea de “padre” de las imperfecciones humanas.

El amor humano es susceptible de contaminarse. A veces, por ejemplo, el esposo pretende dominar y manipular a la esposa o al revés también. 

¡Cuántos amores defraudados hay en nuestro mundo!, se lamenta el Papa. Pero el amor de Dios Padre no es así, sino es un amor constante, perfecto, incondicional.

2) Para pensar

Sobre el amor muchos pensadores lo han descrito de múltiples maneras. El Papa Francisco se refirió al famoso filósofo de la antigüedad, Platón, quien en su diálogo, “El Banquete”, trata sobre el amor. Ahí Sócrates se refiere a la mitología donde se dice que el amor es hijo de la Pobreza (Penia) y de Recurso (Poro). 

El amor se parece a sus padres y ello explica por qué es pobre y siempre necesitado de los demás, requiere siempre amar a alguien. Pero por otra parte, está lleno de recursos para conseguir lo que le falta, es intrépido, astuto y urde tramas para obtener lo que desea. 


Por eso el amor humano es voluble, a ratos es rico, alegre, y en otros momentos se encuentra vacío, triste y necesitado.

Comenta el Papa que esa idea nos ayuda a comprender la naturaleza ambivalente del amor humano: capaz de florecer y de dominar la vida en una hora del día, e inmediatamente después se debilita, marchita y puede morir.

3) Para vivir

Nuestro amor a Dios también es imperfecto. Lo vemos incluso en el apóstol Pedro no fue fiel al amor de Jesús al negarlo tres veces.

Siempre hay una debilidad. Sin embargo, hay otro amor, el del Padre “que está en los cielos”, que nos ama como nadie en la tierra nunca lo ha hecho ni lo podrá hacer.

La frase “en los cielos” no quiere expresar una distancia, sino una diferencia radical de amor, otra dimensión de amor, un amor incansable, que permanecerá siempre, y está al alcance de la mano.

Solo hace falta decir: “Padre nuestro que estás en los cielos” y ese amor viene.

Por lo tanto, dice el Papa: ¡No tengáis miedo! Ninguno de nosotros está solo. Si, por desgracia, tu padre terrenal se hubiera olvidado de ti y quizás sintieras rencor por él, tienes el Padre “que está en los cielos” del que eres hijo amadísimo y no hay nada que pueda extinguir su apasionado amor por ti. 

viernes, 22 de febrero de 2019

LA CUMBRE ANTI-PEDERASTIA EN EL VATICANO

Luis-Fernando Valdés,
@FeyRazon      lfvaldes@gmail.com

Durante cuatro días, el Papa Francisco se reunió con obispos de todo el mundo, en el encuentro titulado “La protección de menores en la Iglesia”, para responder con firmeza al problema de abusos sexuales. Les ofrezco hoy unas guías para ver el impacto de esta reunión sinodal que tendrá en la Iglesia.


1. ¿Por qué reúne se el Papa con los obispos? La respuesta no es tan obvia. Ante un problema tan grave y de escala mundial, alguno quizá piense que el Pontífice reúne a los obispos para regañarlos o, tal vez, para darles órdenes imperiosas.

La clave para entender esta cumbre la explica muy bien el historiador inglés y biógrafo del Papa Francisco, Austin Iveriegh, quien explica que “para enfrentarse a una crisis de credibilidad que atañe a la vida y la misión de la Iglesia misma, el Papa no ha dictado normas y leyes, sino que ha convocado una asamblea sinodal” (RC, 21 feb. 2019).

Se trata del “camino de la sinodalidad”, o sea, de la Iglesia que se reúne para escuchar y para discernir los temas que afectan a todos, pues esta la vía indicada por Francisco en 2015, cuando manifestó su convicción de que esta sinodalidad “es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” (Ibidem).

2. Las víctimas son lo más importante. El encubrimiento de los culpables fue lo que dio pie a esta crisis global de la Iglesia. Durante décadas se mantuvieron en secreto estos crímenes, para no manchar a la Iglesia, dado que estos abusos los perpetraron unos pocos clérigos. Y en no pocos casos no se les creyó a las víctimas que denunciaron estos hechos.

Ahora la Iglesia ha rectificado y ha empezado por reconocer el dolor de las víctimas y pedirles perdón. Al inicio de la reunión, Francisco pidió a los obispos escuchar “el grito de los pequeños que piden justicia”, para “sanar las graves heridas del escándalo de la pederastia”.

Durante la primera reunión de esta cumbre, fueron proyectados en el aula sinodal los testimonios de cinco víctimas que sufrieron abusos de sacerdotes. Una de ellas contó que cuando hizo la denuncia, “me trataron como a un mentiroso”.

En esa misma jornada, el Papa Francisco saludó al polaco Marek Lisinski, víctima de abusos y creador de la organización “Ending Clerical Abuse” (ECA ,‘Para poner fin a los abusos del clero’). El Pontífice besó su mano como signo de perdón.

3. Soluciones concretas. Desde Benedicto XVI se empezaron a dictar pautas de actuación ante estos casos, pero aún son un poco generales y no han tenido un alcance global. Por eso, Francisco ha pedido que en esta reunión se establezcan líneas muy claras.

En su breve discurso inaugural, el Pontífice dijo a los obispos y peritos: “El Pueblo santo de Dios nos mira y espera de nosotros, no solo simples y obvias condenas, sino disponer medidas concretas y efectivas. Es necesario concreción”.

Buscando esa concreción, el Papa entregó a los participantes una líneas de acción. Se trata de 21 puntos de reflexión, que Francisco elaboró tomando en cuenta las propuestas de las Conferencias episcopales de todo el mundo.

Los primeros siete puntos dan los pasos a seguir cuando se conoce un caso (escuchar a las víctimas, informar a las autoridades civiles, establecer protocolos, etc.). Los puntos 8, 9 y 10, se refieren a la atender y sanar las heridas de las víctimas.

El punto 11 trata sobre colaborar con los medios de comunicación para poder discernir los casos verdaderos de los falsos, evitando difamaciones. El n. 14 habla sobre el derecho a la defensa (la presunción de inocencia). Y el 15 pone a consideración que los obispos y sacerdotes culpables sean expulsados del ministerio.

Epílogo. Francisco, siguiendo la tarea de purificación iniciada por Benedicto XVI, está realizando una verdadera reforma en la Iglesia, y ha sido valiente para abordar un tema complicado y desafiar los encubrimientos.

Lo que podemos esperar de esta cumbre anti-pederastia es una auténtica purificación de la Iglesia, es decir, el reconocimiento de esta plaga con la finalidad de atender a las víctimas, castigar a los culpables y dar medidas concretas para evitar nuevos casos.

¿EN QUÉ CONSISTE LA VERDADERA AMISTAD?

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

¿Qué es la amistad? Es el mayor bien humano. Vale más que el poder, las riquezas, la ciencia o los honores. La amistad es el aprecio que se le tiene a otra persona, en razón de ella misma; es un auténtico interés y afecto, sin buscar recibir a cambio algún tipo de beneficio material.


La amistad, considerada como ‘virtud’, es la que nos hace ser auténticamente amigos, y consiste en la firme voluntad de querer y procurar el bien de la amiga o del amigo.

El escritor Sem Tob, en sus célebres Proverbios Morales, afirma que “No hay mejor riqueza que la buena amistad, ni peor pobreza que la soledad”.

Amistad es compartir intereses comunes; es coincidir en aficiones y gustos y entonces se procuran ocasiones para estar juntos, por ejemplo, para escuchar música, visitar una exposición pictórica, ir de excursión al monte, practicar algún deporte, o simplemente, estar juntos y conversar de asuntos de interés común.

Las verdaderas amistades permanecen a pesar de las dificultades y se consolidan con el tiempo. Se saben perdonar de todo corazón, si hubo algún detalle de fricción.

Pero para ello hay que saber comprender al amigo. Quererlo tal y como es; compenetrarnos de sus alegrías y tristezas, de sus éxitos y fracasos, de sus preocupaciones e ideales. De igual forma, sugerirle alguna corrección en su conducta, si se considera conveniente y procurando su propio bien.

No hay una auténtica amistad si ante los descalabros económicos, ante las enfermedades, sufrimientos o fallecimientos de seres queridos, aquellos que se decían “amigos”, no están presentes o desaparecen sigilosamente.

El amigo de verdad debe de hacerse solidario del otro amigo que está pasando por una prueba amarga, un dolor físico, moral o una temporada adversa.

El genio de la Filosofía en la antigüedad, Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, sostiene que “la amistad es una especie de virtud, o por lo menos, va siempre escoltada por la virtud. (…) Es, además, una de las necesidades más apremiantes de la vida; nadie aceptaría la existencia sin amigos, aun cuando poseyera todos los demás bienes. (…) Todo el mundo conviene en que los amigos son el único asilo donde podemos refugiarnos en la miseria y en los reveses de todo género”.

También, el tener verdaderos amigos estimula a pensar en ellos y en tratar -con generosidad- sobre cómo servirles mejor y ayudarles en los diversos ámbitos del actuar humano: en el desarrollo de su personalidad, en lo profesional o en lo familiar.

Los amigos, pues, se complementan y se enriquecen mutuamente. Cada uno desea el bien del otro. En definitiva, como se lee en el libro del Eclesiástico: “Un amigo fiel es poderoso protector; el que lo encuentra halla un tesoro. El amigo fiel no tiene precio”.

YALITZA APARICIO Y LA PELÍCULA "ROMA", NOMINADA AL ÓSCAR

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

Mucho se ha escrito sobre la multipremiada y multinominada “Roma” y, dentro de ese universo, de Yalitza Aparicio, la chica oaxaqueña que pasó de estudiar para maestra de preescolar a ser candidata al Óscar. 


La calidad de la película es incuestionable, el retrato de la sociedad mexicana del momento simplemente magistral. Las ideas de fondo, interesantes y “políticamente correctas”, pues abordan el paralelismo en la vida de dos mujeres, a pesar de su diferente clase social, otorgándole un protagonismo novedoso a una mujer de raza indígena que no es artista profesional, sino, por decirlo de algún modo, una mujer auténtica del pueblo.

Pero, dentro de la gran gama de comentarios, poco se ha resaltado la figura de “Cleo” (Yalitza Aparicio) como empleada doméstica. Tampoco, pienso, se le ha sacado el suficiente jugo al hecho de que se trata del retrato de una vida normal, dedicada al servicio, y de cómo la película vuelve artística y, por eso mismo bella, la vida corriente. 

La vida normal, ordinaria, vista con el lente adecuado, como en “Roma” ha sido el de Alfonso Cuarón, se transfigura, convirtiéndose en algo maravilloso en su sencillez.

La intención del filme no es moralizante, pero sí busca retratar las virtudes y los vicios de una sociedad, como son la injusticia o el afán de superación. 

La vida real se entreteje con la ficción, pues al no ser profesionales los actores y al llevarlos a la cúspide del cine, plasma el sueño -convirtiéndolo en real- de mucha gente corriente, mostrando cómo puede trascender y alcanzar la fama en un abrir y cerrar de ojos.

 Cuarón sacó a un conjunto de personas ordinarias y las llevó al estrellato, mostrando de una parte cómo las estrellas son, al fin y al cabo, personas normales como nosotros, y cómo la gente normal puede, si se le da la oportunidad, llegar a la cima. 

El filme es entonces metáfora de la vida real y plasma los sueños inconfesados y colectivos de la gente normal.

Pero, quizá sin apercibirse de ello, mientras ventanea críticamente las diferencias sociales, raciales y culturales de México, muestra también, el lado amable del servicio. 

En el filme queda claro, sobre todo con la conmovedora secuencia de la playa, cómo Cleo, a pesar de ser de una cultura diferente, de otro nivel socioeconómico y tener una profesión de servicio, en realidad es parte de la familia. 

Es más, el hueco que el padre deja en el hogar abandonado, de alguna forma es llenado por la silenciosa pero eficaz presencia de una sencilla mujer, empleada del hogar.

“Roma” se convierte así en una especie de poema épico de las “empleadas del hogar”, mostrando la belleza y la grandeza, al mismo tiempo, de esta digna vocación de servicio. 

Cuarón se convierte, tal vez sin quererlo, en trovador de las empleadas del hogar. 

En efecto, su trabajo va mucho más allá de un contrato, pues pueden terminar, como Cleo, haciendo familia, reconstruyéndola, o paliando sus carencias.

“Roma” nos muestra así, con un prisma nuevo, la hermosa vocación de las empleadas del hogar, la grandeza insospechada del servicio y la belleza de la vida normal, corriente. 

De hecho, las secuencias inicial y final de la película expresan la normalidad, el trabajo, el hecho de que la vida sigue. No se trata del final de una historia, sino de una vida que, se entiende, continúa normalmente, con sus problemas, dificultades y sencillas alegrías. 

Nos ayuda a redescubrir entonces, cómo nuestra vida, sin necesidad de saltar a la fama y al estrellato como los actores de Cuarón, puede transfigurarse en su normalidad y convertirse en algo bello.

“Roma” ha conseguido plasmar cinematográficamente la maravillosa posibilidad que todos tenemos de “hacer endecasílabos de la prosa ordinaria” en expresión de san Josemaría. 

No todos tenemos, en cambio, la posibilidad de saltar a la fama como Yalitza Aparicio. Pero, a todos aquellos que no tienen un natural envidioso, les dará alegría ver como ella, cual Cenicienta contemporánea, saltó al estrellato y a la fama, desde la plataforma de una profesión de servicio –maestra en este caso- en un pueblo perdido del sur de México. 

¡Mucha suerte Yalitza y gracias por enseñarnos cómo cualquier mujer normal y corriente puede ser una estrella!

miércoles, 20 de febrero de 2019

LA AVARICIA: UNO DE LOS OCHO ESPÍRITUS MALVADOS

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana, Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

En la columna anterior escribí sobre la pleonexia, ese feo vicio que manifiesta una auténtica enfermedad del alma que no puede saciar el apetito por las cosas materiales. Describí cómo el desenfreno de este hábito malo concluye en la avaricia o en el consumismo, y converge finalmente en la tristeza, la emoción humana que más daño hace al hombre.



Ahora me interesa comentar otro aforismo de Evagrio Póntico en relación con la avaricia.

“Quien desea hacer retroceder a las pasiones, que extirpe la raíz; si efectivamente podas para el bien las ramas pero la avaricia permanece, no te servirá de nada, porque éstas, a pesar de que se hayan reducido, rápidamente florecen.”
Cuando la avaricia --amor desordenado a las riquezas materiales-- no se extirpa de raíz, cuando no se desarraiga de lo más profundo del corazón humano su presencia alimenta y fortalece el renacimiento de los demás espíritus malignos que ya han sido podados del árbol.

Si deseamos cultivar la virtud en las diversas ocupaciones diarias y perfeccionar el desarrollo de la propia “inteligencia emocional”   --dominar las emociones y colocarlas en su justo medio--, el sendero a seguir transita necesariamente por el destierro de la avaricia del horizonte vital de la existencia.

Un amigo, gran escritor y miembro de la Academia Mexicana de Historia me comentó en una ocasión: “Los médicos dicen que el corazón está hecho de un músculo, pero yo creo que no es así; a mí me parece que está hecho del pegamento "Resistol", porque se le pegan todas las cosas materiales que encuentra a su paso”. 

En otras palabras, lo que me quería dar a entender era que los bienes materiales atraen con tanta fuerza que debemos cuidarnos de no poner el fin de nuestra vida y la felicidad en ellos como fines. Son solo medios para conseguir otras finalidades. No se trata de repeler los bienes materiales, sino de no apegarse a ellos.

¿Por qué no sirve la poda si la avaricia, en efecto, subsiste en el corazón humano? Creo que precisamente por eso, porque se perpetúa el apego a los bienes mas inferiores del ser humano y se eterniza el egoísmo que dificulta el ascenso a los bienes superiores.

Se agrieta, por decirlo así, el proyecto de vida que solo alcanza pleno sentido cuando se orienta hacia la adquisición de lo que realmente perfecciona al ser humano en su integridad: el bien real y no el bien aparente.

Para concluir el tema de que tratamos transcribo el siguiente y último aforismo en relación con la avaricia:

“Quien en cambio mucho posee se somete a las preocupaciones y, como el perro, está amarrado a la cadena”. 

La cadena de riquezas acumuladas se ancla firmemente en el terreno de la preocupación, del nerviosismo y de la intranquilidad.

¿Vale la pena vivir así?, ¿vale la pena vivir encadenado? 

martes, 19 de febrero de 2019

¿CÓMO HACER QUE TE PASEN COSAS BUENAS?

Dra. Rebeca Reynaud,
estudiosmujer01@hotmail.com

Marian Rojas-Estepa, escribió recientemente un libro, titulado: "Cómo hacer que te pasen cosas buenas", y con él quiere ayudar a la salud mental de la persona y ayudarnos a entender nuestro cerebro. Explica que hay que gestionar las emociones para ser felices. La felicidad no es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos lo que nos pasa. La mayor parte de las cosas que nos preocupan nunca suceden.



Describe que todas las personas tienen cosas admirables, buenas, pero otras son conflictivas, tóxicas. Una persona puede desestabilizar tu vida con una mirada, con un comentario o con un hecho. Existen personas tóxicas que perjudican a otra de modo personal, pero también hay personas tóxicas universales (tienen un problema pues con todos tienen conflictos o buscan con quien tenerlos).

Cuando estamos en estado de alerta el cerebro segrega cortisol, que es la hormona de la amenaza. La mente y el cuerpo no distinguen lo real de lo imaginario, la amenaza real de la inventada, por eso se eleva el cortisol, lo que da insomnio, migraña, se cae el pelo, fibromialgia, gastritis, amigdalitis, tiembla el párpado… Todo lo que acaba en “itis” significa inflamación. El cuerpo manda avisos. Debemos educar la voz interior para animarnos, no para hundirnos.

Para gestionar mejor las emociones, Marian sugiere siete cosas que resumiré:

1. Conócete. Responde a la pregunta: ¿Quién soy yo?

2. Huye del perfeccionismo excesivo, de la excesiva autocrítica y de la excesiva exigencia.

3. Fíjate metas, objetivos a corto y largo plazo. Hay que saber hacer un diagnóstico y ver primero las cosas positivas.

4. Aprender a esperar para obtener tu recompensa, a demorar la gratificación instantánea, por ejemplo, saber negarse en ciertas cosas para bajar de peso o para sacar buenas notas.

5. Asertividad: ser claros, francos, director, sin herir.

6. Inteligencia emocional. Saber escuchar a las personas aunque lo que nos cuenten no tenga que ver directamente con lo que veníamos hablando. Quien no sabe comunicar sus emociones y escuchar las de otros, no puede ser feliz.

7. Alentar el optimismo. La alegría cambia nuestro cerebro; el cerebro se transforma al ser feliz. La felicidad en conectar de manera sana con el presente. Ese presente lo interpreta cada uno a su manera.

Decía un pensador oriental: “Quien se conoce a sí mismo es sabio. Quien se conquista a sí mismo es invencible”. (Ver una entrevista a la autora en www.youtube.com: https://youtu.be/mJ2xS_-CJwA).

EL PELIGRO DEL EGOCENTRISMO

Pbro. José Martínez Colín
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Hace años una revista francesa publicó un diálogo que tuvo el pintor Salvador Dalí. Este gran artista solía presumir de su ingenio y sus cualidades. Cuando visitó París, le presentaron a Madeleine Renaud, famosa actriz. Ella le dijo a Salvador: “Créame que le admiro mucho señor”. A lo que el artista respondió: “Yo también, señora”. La actriz preguntó sorprendida: “Pero, ¿me ha visto trabajar?” Dalí le dijo: “No hablo de usted, señora, sino de mí. Que yo también me admiro mucho”.


Es fácil caer en el egocentrismo y pretender que todo gire alrededor de uno. Incluso hay el peligro de que nuestra oración a Dios también esté impregnada de egoísmo. Nuestro Señor Jesucristo nos previene contra la hipocresía, cuidando de no orar para que nos vean y alaben.

La verdadera oración, dice el Papa Francisco, es la que se hace en el secreto del corazón, visible solo para Dios. Un diálogo íntimo con Dios, silencioso, como el cruce de miradas entre dos personas que se aman: el hombre y Dios cruzan la mirada, y esta es oración. 

Mirar a Dios y dejarse mirar por Dios: esto es rezar. Tal vez alguien diga: “Pero, padre, yo no digo palabras…” Mira a Dios y déjate mirar por Él: ¡es una hermosa oración!

2) Para pensar

Siguiendo con la reflexión sobre el Padre Nuestro, el Papa Francisco hace una interesante observación: en esa oración no aparece el “yo”, sino el “tu” de Dios: santificado sea tu nombre,
venga tu reino, hágase tu voluntad. O aparece el “nosotros”: “Danos el pan…”, “perdona nuestras ofensas…”, “no nos dejes”, “líbranos”. 

Es decir hacemos las peticiones en plural, pidiendo por todos, no nada más para uno mismo. Y aunque se rece solitariamente, el cristiano no deja el mundo fuera, sino que lleva en su corazón a personas y situaciones concretas, los problemas y dolores de las personas que están a su lado.

Porque si uno no se da cuenta de que a su alrededor hay gente que sufre, si no se compadece de las lágrimas de los pobres, significa que su corazón es de piedra. 

En este caso, es bueno suplicar al Señor que nos toque con su Espíritu: “Señor, ablanda mi corazón, para que entienda y se haga cargo de todos los problemas y dolores de los demás”. 

Es una oración hermosa: Cristo no pasó inmune al lado de las miserias del mundo, sino se compadecía cuando percibía una soledad o un dolor, como con entrañas de una madre. Este “sentir compasión” es uno de los verbos clave del Evangelio.

3) Para vivir

Ese “nosotros” que Jesús nos enseñó a rezar en el Padre Nuestro, nos impide estar solos tranquilamente y nos hace sentir responsables de nuestros hermanos. Podemos preguntarnos: cuando rezo, ¿me abro al llanto de tantas personas cercanas y lejanas?

Hay hombres que aparentemente no buscan a Dios, pero Jesús nos hace rezar también por ellos, porque Dios busca a estas personas más que a nadie, es decir, por todos, porque el que piensa que está sano, en realidad no lo está. ¡El Padre ama a todos!

A diferencia de nosotros que a veces solo somos buenos con algunos, aprendamos de Dios, que siempre es bueno con todos.
Recemos “en plural” pensando en los demás. 

viernes, 15 de febrero de 2019

¿CÓMO FORMAR A LOS HIJOS EN EL USO DEL DINERO?

Raúl Espinoza Aguilera,
@Eiar51

Muchas actitudes de los niños y adolescentes son estimuladas en gran parte por determinadas influencias de la sociedad de consumo a la que pertenecen. A través de la publicidad y los medios de comunicación se generan “necesidades” que en realidad son superfluas. De este modo se fomenta el deseo de gastar cada vez más, en vez de gastar mejor.


Dos reconocidos pedagogos, José Antonio Alcázar y Fernando Corominas recomiendan que los hijos vivan la pobreza y estén desprendidos de los bienes materiales y que forman parte de las perennes enseñanzas que quedan grabadas en sus mentes y se transmiten de generación en generación.

Concretamente señalan algunos consejos prácticos sobre el uso del dinero que, sin duda, es un tema clave en la formación de los hijos:

1. De ordinario, que los hijos no dispongan de excesivo dinero porque se acostumbrarían a despilfarrarlo en cosas demasiado superficiales. Se trata de conseguir como objetivo el que sepan apreciar lo que vale el dinero y lo que cuesta ganarlo.

2. Enseñar a no gastar el dinero de inmediato, compulsivamente, sino que aprendan a valorar las distintas ofertas, a comparar precios, etc. Es decir, fomentarles el hacer sus compras con inteligencia.

3. Que aprendan a ahorrar de su semanario. Algunas veces es conveniente decirle a un hijo que pide que se le compre un juguete: -¿Qué te parece si la mitad de lo que cuesta lo pagas con tus ahorros y la otra mitad la pago yo con de mi bolsillo? Porque el tener sentido del ahorro, privándose momentáneamente de lo que resulta apetecible, para gastarlo después con acierto, enrecia el carácter y fortalece la fuerza de voluntad.

4. También es conveniente que ahorren no sólo para ellos mismos, sino -por ejemplo- cuando se va acercando el santo o cumpleaños de sus padres o de sus hermanos y así poder obsequiarles un pequeño regalo o practicar la limosna con un indigente.

5. De la misma forma, es formativo que se acostumbren a elaborar una pequeña y sencilla cuenta de sus gastos mensuales. Así aprenden a administrar su dinero y a valorar el esfuerzo de sus padres por conseguir los medios económicos.

6. En las vacaciones escolares, es recomendable que los hijos mayores realicen algún tipo de trabajo ocasional y se ganen –por sí mismos- su primer sueldo, aunque sea muy modesto. Esto no lo olvidan y les queda como un recuerdo aleccionador.

Por ello, es conveniente que los hijos descubran que el dinero no es un fin en sí mismo ni tampoco un medio ordenado directamente a la búsqueda del placer, sino que comprendan que el uso y adquisición de los bienes materiales debe redituar en su propio bien como personas y en el bien de los demás.

¿QUÉ SE ENTIENDE POR "MESTIZAJE CULTURAL?

Luis-Fernando Valdés,
@FeyRazon     lfvaldes@gmail.com

Hubo un gesto del Papa Francisco, en su reciente reunión con los representantes de los pueblos indígenas del mundo, que pasó muy desapercibido en las noticias. El Pontífice esbozó un programa para reconciliar las tradiciones indígenas con el mundo civilizado y así superar la crisis  ecológica.



1. Un reunión peculiar. El pasado jueves 14 de febrero, el Papa visitó la sede de la FAO en Roma, para inaugurar la 42° sesión del Consejo de los Gobernadores del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), un organismo de la ONU.

En este marco, el Pontífice se reunió con un grupo de 38 delegados de 31 pueblos indígenas de América, África, Asia y el área Pacífico. La reunión duró unos veinte minutos. El Papa Francisco saludó a los presentes uno por uno y algunos de ellos le donaron estolas artesanales (aica.org, 14 feb. 2019).

2. Un reconocimiento a los pueblos originarios. En su discurso a estos representantes de los pueblos indígenas, Francisco puso de manifiesto las aportaciones que pueden proporcionar las comunidades originarias para el cuidado del planeta, nuestra casa común.

El Papa afirmó que los pueblos originarios, “con su copiosa variedad de lenguas, culturas, tradiciones, conocimientos y métodos ancestrales”, se convierten para todos en “una llamada de atención” que advierte que el ser humano “no es el propietario de la naturaleza, sino solamente el gerente”.

El significado de estas palabras es desafiante. Francisco da a entender que las soluciones al problema ecológico deben contar con las tradiciones y la cultura de los pueblos que viven desde hace siglos en el campo, pues su sabiduría es un factor clave para aprender a respetar la naturaleza.

3. Aprender a dialogar con la tierra. En este mismo discurso, el Obispo de Roma destacó un aspecto de relación del hombre con la tierra, que quizá conocemos muy poco quienes vivimos en ambientes urbanos.

Se trata del “diálogo” con la tierra. Esto significa que la relación con el entorno es mucho más profunda que la explotación agrícola y las ganancias económicas. Y en esto, los habitantes de las zonas rurales, que saben contemplar los ciclos de la naturaleza, nos dan una gran lección.

Francisco explicó que “la tierra sufre y los pueblos originarios saben del diálogo con la tierra, saben lo que es escuchar la tierra, ver la tierra, tocar la tierra”.

 El Pontífice también señaló que los pueblos indígenas “saben el arte del bien vivir en armonía con la tierra”, y nos invitó a los que “quizás estemos tentados en una suerte de ilusión progresista a costillas de la tierra” a aprender de ellos.

4. Un nuevo tipo de mestizaje. El Papa advirtió que “en el imaginario colectivo” existe el peligro de considerar a los pueblos civilizados “de primera” y a los pueblos así llamados originarios o indígenas “de segunda”.

De esta manera, Francisco salió al paso del prejuicio de que los pueblos indígenas no tendrían nada que aportar en el cuidado de la naturaleza, dado que sus conocimientos no son sistemáticos o académicos.

Y advirtió que ese es “el gran error de un progreso desarraigado, desmadrado de la tierra”.

Y entonces hizo una propuesta de que los pueblos civilizados dialoguen y reciban la sabiduría de aquellos otros pueblos: “Hoy urge un ‘mestizaje cultural’ donde la sabiduría de los pueblos originarios pueda dialogar al mismo nivel con la sabiduría de los pueblos más desarrollados”.

Epílogo. Quizá durante mucho tiempo hemos vivido con el paradigma de que las zonas rurales son básicamente una bodega de recursos naturales, como una primera etapa de la actividad económica, que pueden ser explotadas cada vez con mayor eficiencia mediante el uso de la tecnología.

Pero la crisis ecológica nos obliga a pensar de otra manera. Y aquí Francisco nos da una gran pista: dejar de ver la naturaleza como fuente de materias primas, para verla con la sabiduría de los pueblos indígenas, que han aprendido –durante siglos– el arte de tratar a la tierra con respeto y armonía, pues han entendido que los bosques, campos y ríos son “nuestra casa común”.

REINVENTAR EL DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD

P. Mario Arroyo,
Doctor en Filosofía.
p.marioa@gmail.com

Como todos los años, el 14 de febrero somos testigos algunos, protagonistas otros, de la fiesta del amor y la amistad. Como tantas cosas en nuestra sociedad, no puede sustraerse de las leyes del mercado y supone una activación económica, debido al incremento de ventas en restaurantes, florerías, peluches, chocolates y un largo etcétera. 


Sin embargo, debido a cómo se ha transformado la sociedad, quizá el amor cortés y romántico que estaba en el origen de la celebración, ha sufrido una honda metamorfosis.

¿Cómo puedo afirmar lo anterior si, personalmente, más que protagonista soy espectador de la celebración? Quizá por eso mismo, por no estar directamente involucrado y gozar de una perspectiva privilegiada. 

Durante años he tenido la oportunidad de seguir el evento, primero en colegios de chicas y de chicos, después en aulas universitarias. Ahí es donde, para mi sorpresa, descubrí un crudo realismo en adolescentes y jóvenes. 

Sencillamente, el alto nivel de erotización en las relaciones, así como la futilidad de las mismas, habían “quitado la venda” de los ojos a muchas niñas, que ya no creen en el “amor romántico”.

Dicha forma de amor estaría bien para las novelas, las telenovelas, las series quizá (aunque cada vez menos), pero no funciona en la vida real.

El desencanto o, mejor aún, desesperanza por el amor romántico, el amor cortés, consigue que las relaciones entre chicos se vivan con un prisma pesimista: aquello no puede durar mucho, esconde siempre intereses egoístas; en el fondo puede vivirse como un choque de egoísmos, un contrato en el que cada quien da una parte para satisfacción personal. 

Cuando la contraparte ya no satisface o se encuentra algo mejor, o simplemente se produce hastío, cansancio o monotonía, se abandona en busca de otra relación. A veces, incluso, no se busca ningún tipo de relación ni de vínculo afectivo, simplemente se trata de “vivir el momento”, sin preocuparse de lo que vendrá después. 

De esta forma, con perdón, usando la jerga que manejan los jóvenes, uno puede tener un “agarre” de noche con una chica, y al día siguiente ni siquiera saludarla, o no saber quién es, o no tener el menor interés por ella, ni ella por él. Digamos que estaban en el momento juntos sólo para satisfacer una necesidad casi fisiológica.

La rapidez con la que se llega, también sirviéndose de las “apps” convenientes, a la intimidad sexual, hace que esta misma se banalice, convirtiéndose en parte de un juego, pleno de emociones, pero carente de significado. 

Las personas ya no se perciben a sí mismas como personas, es decir, como una realidad enormemente rica y compleja, sino como objetos de deseo, y buscan afanosamente alcanzar un “estándar” mínimo de “calidad”. 

Más que desear ser una buena persona o, de perdida, “un buen partido”, lo que se busca es tener “un buen cuerpo”.

En ese contexto me he encontrado, frecuentemente, con personas de ambos sexos que sufren ante la dificultad de encontrar una pareja para establecer una relación estable y significativa. A veces la desilusión que supone descubrir que la contraparte aspira principalmente a “llegar a la cama”, sume a muchos de ellos en un profundo desaliento. “El amor romántico es hermoso, me encantaría vivir una experiencia así, pero en la actualidad ya no se ve factible, pecaríamos de ingenuas si creyéramos en ello”, palabras más, palabras menos, me han comentado, desilusionadas, bastantes chicas.

A ello se suma que, ordinariamente, el amor cortés o romántico buscaba dar origen a una relación seria, estable. Tenía, en un horizonte lejano pero definido, el propósito de llegar al matrimonio y formar una familia. 

He conocido varias personas que se han casado con su primera y única novia o enamorada. Pero ahora me he encontrado -lo que sociológicamente no deja de ser interesante- con una más rica variedad: personas que de entrada no desean casarse, otras no tener hijos, otras tener hijos sin casarse, otras casarse sin tener hijos. 

Obviamente, el fruto de esta nomenclatura no puede sino producir un cambio profundo en la estructura de la sociedad. En estas circunstancias es vital no ceder al pesimismo y, sin imponerlo -porque es imposible y no tendría sentido-, mostrar nuevamente la belleza y el encanto del “amor cortés” de una “relación romántica”, con la expectación e ilusión que lleva consigo. 

Podría, además, estar “condimentada” con el testimonio de parejas que, iniciando así, han podido vivir una aventura de amor a lo largo
de toda su vida. Es decir, redescubrir a los ancianos que se aman. Quizá sea la mejor tarjeta de presentación del “nuevo romanticismo” y el augurio de un renovado san Valentín.

miércoles, 13 de febrero de 2019

LA AVARICIA, DENTRO DE LOS OCHO ESPÍRITUS MALVADOS

Mtro. Rubén Elizondo Sánchez,
Departamento de Humanidades de la
Universidad Panamericana, Campus México.
rubeliz@up.edu.mx

Trataremos ahora de otro espíritu malvado que presenta Evagrio Póntico: la avaricia, raíz de muchos males. Podríamos considerar que en aquellos tiempos del siglo IV dC no había tanta riqueza material en torno a la vida cotidiana como la que nos rodea ahora por todas partes. 


Pero si guardamos las proporciones, había entonces en aquel siglo suficiente cantidad de bienes materiales que invitaban a buscar la felicidad, el gozo y la alegría humana en su posesión y deleite.

Como ciudadanos del siglo XXI y separados por 1,700 años de distancia de aquella época, no nos diferenciamos mucho de ellos en cuanto se refiere a expectativas económicas. 

Buenamente advertimos que los bienes materiales nos atraen con igual fuerza, al grado de pensar en ellos constantemente con el fin de encontrar la mejor estrategia para alcanzarlos.

Basta observar atentamente el vertiginoso avance de la ciencia experimental orientada al dominio de la naturaleza, así como la cantidad de bienes materiales que se presentan hoy a nuestra consideración.

Quisiéramos poseerlos todos. ¿No sucede en ésta época algo semejante?

Me parece que es significativo reconocer que nos pasa otro tanto. En cierto sentido, los medios de comunicación nos transmiten la idea de que la felicidad y la autenticidad humana se encuentran en la posesión ya sea simultánea o consecutiva de bienes materiales.

La cultura clásica griega denominaba pleonexia --“tengo mucho”-- a este feo vicio. Consiste en tener cada vez más bienes materiales que los que bastan para vivir una vida sobria, sencilla y templada. Platón pensaba que era una auténtica enfermedad del alma porque era insaciable el apetito por las cosas materiales.

 Cada vez se quería poseer más y más. Y como no se puede poseer todo, se genera en la persona la inquietud por lo que aún no posee y el temor de perder lo que ya se disfruta. Realmente es un espíritu malvado.

La pleonexia presenta dos matices al parecer opuestos pero que en realidad convergen en la tristeza. Por una parte, se encuentra la modalidad de quien orienta su vida hacia la consecución simultánea de bienes materiales. Es la acumulación de riquezas por las riquezas mismas. ¿Con

qué finalidad? Simplemente poseerlas. Ser feliz poseyéndolas como propias y de nadie más. Es propiamente el vicio de la avaricia o codicia.

El otro semblante apunta a quien orienta su propio desarrollo humano hacia la posesión consecutiva de bienes materiales. Un bien tras otro. Usar y tirar. Estar, por ejemplo, al grito de la moda. Consumir es la palabra clave. Se intenta ser feliz consumiendo. ¿Parece un tema de gran actualidad?

 No me cabe duda. Es el problema acuciante del consumismo. Pero este sendero desemboca en la infelicidad y en la tristeza, porque no se puede consumir todo ni poseer todo.

Te presento el siguiente aforismo escrito hace tanto tiempo: “El mar
jamás se llena del todo a pesar de recibir la gran masa de agua de los ríos, de la misma manera el deseo de riquezas del avaro jamás se sacia, él las duplica e inmediatamente desea cuadruplicarlas y no cesa jamás esta multiplicación, hasta que la muerte no pone fin a tal interminable premura.”

lunes, 11 de febrero de 2019

FRATERNIDAD HUMANA PARA LA PAZ MUNDIAL Y LA CONVIVENCIA

Pbro. José Martínez Colín,
articulosdog@gmail.com

1) Para saber

Después de su viaje a Panamá, el Papa Francisco hizo una breve pero importante visita a los Emiratos Árabes Unidos. Un hecho histórico al ser la primera vez que un Papa pisa el suelo de la península arábiga. El Papa fue recibido con todos los honores militares. Se tuvieron actos de cortesía inusuales para manifestarle una acogida muy digna.


A su llegada, el Pontífice fue escoltado por la guardia a caballo hasta el acceso principal del palacio, donde le esperaba el Príncipe Heredero. 

Además, el Gobierno declaró ese día como no laborable para aquellos que tengan boleto para participar en la Misa. Se trata de un gesto particularmente fuerte hacia la comunidad cristiana. 

Los aviones, a su vez, dibujaron en el cielo los colores del Vaticano.

2) Para pensar

En el aeropuerto, dos niños le dieron un ramo de flores y uno le dijo en castellano: “Buenas noches Su Santidad. Es para mí un placer darle la bienvenida a mi país… espero que disfrute y se sienta en casa”, dijo el niño. “Te felicito por el español”, respondió el Papa sorprendido y le obsequió un rosario al pequeño.

Uno de los momentos más importantes del viaje fue cuando el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar firmaron el Documento sobre “Fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia”. 

Así demuestran que promover una cultura de encuentro no es una utopía, sino que es la condición necesaria para vivir en paz.

“El documento representa un importante paso adelante en el diálogo entre cristianos y musulmanes y es un poderoso signo de paz y esperanza para el futuro de la humanidad”, declaró Alessandro Gisotti, Director de la Oficina de Prensa del Vaticano.

El Papa y el Gran Imán declararon que nadie está autorizado a explotar el nombre de Dios para justificar la guerra, el terrorismo o cualquier otra forma de violencia. 

Además, afirman que la vida siempre debe salvaguardarse y, al mismo tiempo, que los derechos de las mujeres deben ser plenamente reconocidos, y todas las prácticas discriminatorias a su respecto deben ser rechazadas”.

El Documento es una llamada vibrante para responder con el bien al mal, para reforzar el diálogo interreligioso y promover el respeto mutuo, bloqueando al fundamentalismo violento.

3) Para vivir

Los Emiratos Árabes Unidos fueron fundados en el año 1971 tras finalizar el período colonial británico. El Estado es una federación de 7 Emiratos. Los dos centros del poder político y económico son las ciudades de Abu Dhabi y Dubai. Cuenta con una población de más de 9 millones de habitantes, donde casi el 10 % son católicos que con esta visita han visto respaldada su fe.

Una señal del interés que suscitó esta visita fue que aunque el estadio donde se celebró la Santa Misa tiene una capacidad de 43 mil personas, sin embargo unas 135 mil personas adquirieron boleto, aunque ello significaría seguir la celebración desde el exterior del estadio.

Por último, el Santo Padre firmó en el libro de honor del Palacio Presidencial: “Con gratitud por su cálida bienvenida y hospitalidad y con la promesa de recordarles en mis oraciones, invoco sobre Su Alteza y sobre el pueblo de los Emiratos Árabes Unidos la bendición divina de paz y solidaria fraternidad”.