jueves, 8 de noviembre de 2018

EL ABORTO: UNA CÍNICA Y ABERRANTE GUERRA CONTRA LOS SERES MÁS INDEFENSOS

Dra. Rebeca Reynaud,
estudiosmujer01@hotmail.com

El aborto es el ‘sin sentido’ de toda cosa. Es la muerte que vence contra la vida. Es el miedo que vence sobre el corazón porque el contrario quiere combatir y vivir, no morir. El aborto es elegir quién tiene derecho de vivir y quién no. 


Es una ideología que vence sobre una humanidad a la cual se le quiere quitar la esperanza. Admiramos a las mujeres que entre miles de dificultades tienen la valentía de seguir adelante.

Ninguna sociedad había dicho antes: “Vive tu impulso sexual como quieras”. Al contrario, desde tiempo de los griegos se veía la templanza como una cualidad necesaria para llevar una vida noble y plena.

La mayoría de la gente ignora lo que es abortar. No conoce el sufrimiento de la madre y del feto en el proceso de muerte del hijo.

 El aborto no previene el embarazo, lo termina violentamente. Detrás del aborto hay una guerra espiritual que mucho no alcanzan a ver.

Existe una constante histórica según la cual un sistema político en crisis multiplica la producción legislativa y enmaraña las leyes, dice Vittorio Messori. 

Se multiplican las palabras y las frases elaboradas, para no afrontar los problemas de fondo. Se quieren resolver los problemas sociales con la promulgación de leyes. Esto da lugar a numerosos conflictos.

Está demostrado que muchas de las mujeres que abortan, en un 70% sienten culpa, remordimiento y el síndrome post-aborto. 

Con el aborto no se previene ningún daño, solamente “incrementa el número de muertes maternas ocasionadas por las complicaciones
propias del legrado”, dice el Dr. Balcázar, y la complicación número uno, dice este ginecólogo, “es la hemorragia, y segundo, la posible perforación uterina (…). La tercera complicación son los riesgos anestésicos”.

Los pro abortistas niegan lo que la ciencia afirma: Que la vida empieza con la fertilización. Ignoran la medicina básica porque sustentan una ideología.

Está en juego el valor más importante de la nación: la vida de los niños por nacer. La senadora Leonor Noyola Cervantes, para legalizar el aborto habla del derecho al libre desarrollo de la personalidad, como máximo valor. 

Si así fuera, podríamos echar por la ventana todos los compromisos que frenan el “desarrollo de mi personalidad” y seríamos los más desgraciados de los humanos. 

Habla la Senadora de cuidar la salud física y mental de las mujeres. ¿Qué tiene que ver con la salud un procedimiento al que entran dos personas sanas y al salir, una está muerta, y la otra completamente destruida?

La Senadora del PRD alega que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo…, ¡pero no sobre el cuerpo de su bebé!, quien tiene unos órganos y un corazón independiente de su madre. “El bebé es de mi propiedad”, decía una mujer. 

Entonces, ¿es una especie de esclavo?... ¿O es un ser humano con derechos?

Las discusiones sobre el aborto nos ponen ante el tema del valor del ser humano. Si hay vidas que no tienen valor (como las de los embriones), ¿por qué las demás vidas sí la tendrían? 

Decir que el feto no es personas es una afirmación poco científica. Hay países que incluyen en sus leyes el derecho de los no nacidos a heredar.

Una filósofa norteamericana explica: Los verdaderos derechos humanos son para promover la vida y la libre voluntad. Ser humano y ser bueno son la fuente y la cumbre de los derechos humanos universales. El ser y el bien son el Alfa y el Omega de los derechos humanos. El ser y el bien son la esencia de la vida (Janet Holl Madigan, Universidad de Maryland, College Park).

Para hacer una ley respecto al aborto hay que mirar al menos dos perspectivas: La de la madre y la del niño, sino, es imposible que solucionemos el problema. La llamada "Ley Robles" es lo peor que nos pudo pasar. ¿Las leyes humanas son perfectas? Si así fuera, serían inmutables, pero no son perfectas, por eso los legisladores tienen obligación de repensarlas.

Como los que defienden el aborto no tienen argumentos racionales, se cogen de las leyes equivocadas. Todos somos responsables de lo que sucede. 

El aborto sólo puede estar presente en la sociedad sobre la base de una mentira. El aborto es la destrucción directa de un ser humano inocente. Decretar un aborto es dar pena de muerte sin juicio.

El hijo es un don, y si no es deseado, se le puede dar un hogar a través de la adopción.

Además, la familia es el santuario de la vida, no el lugar donde la vida es destrozada.

La libertad para la destrucción de sí mismo o para la destrucción del otro no es libertad, sino su parodia absurda y contradictoria. 

Un escritor francés, Mauricio Druon, dice. “Las tragedias de la historia revelan a los grandes hombres, pero los mediocres son quienes provocan las tragedias”. 

Todo de derrumba cuando los ineptos se suceden en la cúspide del Estado. La unidad se desintegra cuando se derrumba la grandeza. Cuando una nación protege a los niños, Dios bendice a esa nación.

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